Los Invasores nº01

Título: Encrucijada (I)
Autor: Miguel Ángel Naharro
Portada: Florentino López
Publicado en: Abril 2003

¡Nueva serie! los míticos Invasores son reunidos de nuevo en la ciudad de Alastor, más allá de las dimensiones, donde harán frente a una temible amenaza que puede acabar con todo..
El primer grupo que lucho por la libertad durante la segunda guerra mundial. Un grupo que inspiro a generaciones de héroes. Ahora los héroes han decidido  volver a primera línea.
Stan Lee y Action Tales  presentan
Creado por Roy Thomas, Sal Buscema y Frank Robbins

New York

Siente el viento en su rostro. Desde esta altura, puede observar a la gente corriente que se mueve por la ciudad. El momento que estaba esperando por fin había llegado.
Dio un paso y comienza a caer desde una altura de más de cuarenta pisos.

Las palabras le surgen como tantas veces en el pasado:

- ¡¡Llamas a mí!!

Su cuerpo estalla, elevándolo en una estela de llamas. Ya no era Jim Hammond, era la Antorcha Humana original!. Hace unos años, hubo una misión en Berlín, donde junto a sus antiguos compañeros los Invasores  combatieron  a  los renacidos villanos nazis el Hombre Supremo y la Mujer Guerrera. En la lucha, su antigua compañera, Jacqueline Crichton fue gravemente herida. Para salvar la vida de su vieja amiga, le hizo una nueva trasfusión de sangre, como cincuenta años atrás. La trasfusión de sangre artificial salvo la vida de Lady Crichton, rejuveneciéndola y devolviéndole sus poderes por un efecto secundario de la misma. Sin embargo, los poderes de la Antorcha parecieron desaparecer, llegando a creer que se perdieron para siempre. En realidad, simplemente se habían debilitado, y con tiempo los ha recuperado(1).

Voló por entre los edificios, dejando su mítica estela llameante por la ciudad. Extrañaba el volar, extrañaba el dominar las llamas, en sentirse parte de ellas. Extrañaba ser de nuevo la Antorcha. Siente que su poder, su llama era más poderosa que nunca. Mucho más que en la época en que fue miembro de los Invasores.

A Jim Hammond el nombre de los Invasores le trae recuerdos de tiempos mejores, tiempos donde tenia su lugar en el mundo. Tras ser creado por el Profesor Phineas Norton y rechazado en un principio por la humanidad, finalmente fue aceptado, a pesar de ser un Androide, al combatir el crimen como la Antorcha.

Durante años se enfrento al crimen junto a su compañero Toro, y cuando los Usa entraron en la II guerra mundial. El y su compañero se unieron al grupo que Winston Churchill denomino los Invasores. Con ellos compartió momentos inolvidables. Durante  años fueron sus amigos, su única familia.

Desde que quedo desactivado en la década de los 50 y fue traído de vuelta por los Nuevos Vengadores, no acababa  de encontrar su sitio en la vida. No había vuelto a ser tan feliz, a sentirse útil de nuevo. Tras la venta de Oracle Inc, que dirigía en sustitución de su dueño, Namor el Hombre-Submarino. (2)Y tras discrepancias con los nuevos dueños  de Stark Fujikawa, se retiró a la vida civil, a la vida normal. Todo lo normal que podía ser la vida para un androide y ex-Superhéroe.

Volar de nuevo, le hace recordar toda su vida como Superhéroe, como Invasor y como Vengador.

Nota Una extraña sensación, y se da cuenta en ese instante, que comienza a desaparecer...



Unas millas al este de la costa de Nueva Jersey.

Joe sube a la cubierta de su pequeño barco para admirar la magnifica vista.

Nunca imagino que fuese tan magnifica... se froto los ojos para asegurarse que no estaba soñando. Una bellísima jovencita de melena rubia nadaba junto con un grupo de delfines, la chica se eleva por encima de la superficie del agua... Joe observa incrédulo que tiene unas pequeñas alas en los tobillos... la bella sirena se dirige a la isla. ¿La Isla? Joe había hecho este recorrido durante meses, y no recordaba que hubiese ninguna isla...

En la isla, el Doctor Newell y su esposa Diana paseaban por la playa. Walter Newell esta muy contento.

- Walter, se te muy ve feliz.

- No sabes cuanto, Diane, pensé que nunca volvería  pasear por unas playas como estas, la isla no es exactamente como la anterior pero se le parece mucho ¿no crees?

Antes de que el Doctor Newell pueda contestar una figura cruza el cielo en dirección a donde ellos se encuentran.

- ¡Diane, he traído langostas para la cena!

La joven conocida como Namorita desciende del cielo y aterriza junto a los Newell.

- ¡Yum! ¡Nita, estas cenas son lo que más echaba de menos!- Dice Diane con una sonrisa.

- ¡Seguro! Mi primo siempre os ha tenido en gran estima, aunque aún me resulta extraño caminar por una isla artificial. -Si no piensas en ello casi te parecerá que estas en una isla autentica, Nita.

La Hidrobase original fue destruida por unos robots cuando fue usada temporalmente como el cuartel general de los Vengadores(3). Con el dinero que conservó  tu primo  de la venta de Oracle Inc y siguiendo los diseños originales, prácticamente se ha conseguido construir una copia idéntica, pero más moderna de la Hidrobase I.-Comenta el Dr. Newell

–Le agradezco a Namor la oportunidad de usar esta isla para mis investigaciones oceanográficas, hablando de tu primo ¿Dónde esta Namor?

- Esta al  otro lado de la isla, más tarde se reunirá con nosotros.


El Hijo Vengador se encuentra sentado en una roca, observando pensativo el movimiento de las olas. Los últimos meses con los Defensores habían sido muy movidos. Debido a la influencia de un enemigo intentaron dominar el mundo, lo que les llevo a enfrentarse a gran parte de los Superhéroes de la Tierra(4). Todo eso ya quedo atrás, el enemigo fue derrotado y ellos volvieron a ser ellos mismos. Desde entonces, Namor decidió tomarse un tiempo para reflexionar. Construyo la Hidrobase II para que fuese su refugio en el mundo de la superficie. Le dio el mando de Atlantis al triunvirato formado por  Andrómeda, Seth y  su prima Namorita. Namor les concedió el inmenso honor de gobernar Atlantis en su ausencia. 

- ¡Por el tridente de Neptuno!

Namor observa como su cuerpo esta volviéndose transparente y que el  desaparece...



Londres, Inglaterra

La antigua mansión Falsworth le seguía imponiendo respeto. Desde que recibió el manto de Union Jack, la mansión Falsworth se había convertido en su segundo hogar.

Pero, a veces no podía evitar la sensación de que era un intruso, un extraño. El legado de Union Jack no tenia que haber sido para él, si no para su amigo Kenneth, sin embargo, el destino quiso que el se enfundara el uniforme de Union jack y recibiera

El poder del pendragón(5). Kenneth, como le echaba de menos. La muerte de Kenneth fue un golpe muy duro(6), sobretodo para Jacqueline. En los últimos meses estaba sintiendo muchas cosas respecto a Jacqueline, los sentimientos hacia ella eran ya muy fuertes. Su corazón le decía una cosa, y su cabeza todo lo contrario. Aunque Jacqueline físicamente era más joven que el, tenia la mente de una mujer de más de sesenta años y era la madre de su mejor amigo. Ella le había cogido afecto, pero el sospechaba que más como un hijo adoptivo, como el mejor amigo de su hijo, que otra cosa. De momento, sus sentimientos tenían que ser rechazados.

La puerta principal se abre, era Hotchkins el mayordomo de los Falsworth.

- Señor Chapman, lady Crighton le espera en la sala de estar, tomando el té.

- Hotchkins, te tengo dicho que me llames solo Joey, señor Chapman me hace parecer mayor.

- Como desee, señor Joey.

Joey suspira y acompaña al anciano mayordomo hasta la sala de estar de la mansión.

Sentada frente a la chimenea se encuentra Jacqueline Crichton. Viste con un elegante vestido de color rojo. Es un vestido más propio de una mujer mayor que de una jovencita de dieciséis años. Jacqueline le sonríe dulcemente y se levanta a recibirle.

- ¡Joey, me alegro mucho de verte! ¿Cómo estas?

- Bien, Jacqueline, nada fuera de lo normal. ¿Te ocurre algo?

Jacqueline se había llevado las manos a la cabeza, y su semblante era de dolor. Imágenes pasaban por su mente a la velocidad del pensamiento. Notaba una intrusión en la misma esencia de su psique. Una voz lejana que le llamaba. Una voz conocida y desconocida a la vez. Una voz que le pedía... No, le suplicaba ayuda. Tan repentinamente como llego, la presencia desaparece de su mente. Sin dejar rastro. Como si nunca hubiese existido.

- He notado algo, he visto cosas que...

Su frase queda cortada. Hotchkins ahogo un suspiro al entrar en la sala de estar con la bandeja del té y observar que ambos habían desaparecido.



Bosque de Gloucester, Inglaterra

Anthony Ludgate moja sus dedos en la pintura roja y trazo círculos y ondas alrededor de sus ojos y sobre las mejillas, bajando por los brazos, en su pecho y en el resto de su cuerpo desnudo. Extendió las líneas por el suelo en un diseño ondulatorio entorno a el.

Cerro los ojos y murmuro las palabras adecuadas. Le golpeo una ola de calor y un fuerte olor acre.

Nota el viento en las ramas. Las ardillas corriendo de árbol en árbol, los peces nadando en el lago. Las lombrices en la Tierra. Un conejo escondido en su madriguera.

Un Halcón en busca de su presa. Siente a la misma tierra. La misma esencia de la Diosa.

 Abre los ojos y observa lo que le rodeaba. Se incorpora enfrente del gran roble. Admira la magnificencia del milenario y majestuoso roble. Intenta escuchar el susurro de sus hojas mecidas por la brisa. El susurro asemeja una voz, una voz grave y cavernosa...

- La hora ha llegado, te ha sido concedida una segunda oportunidad...

¿Cuál es mi destino? No puedo recordar ¿Por qué hay cosas que recuerdo y otras me son vetadas ? Pregunta Ludgate en su mente. El susurro del gran roble le vuelve a parecer una voz...

 - . . .Las hebras del destino están tejidas desde antes de nuestro nacimiento... y tu destino esta aún por cumplir...

El viento deja de mecer las ramas del gigantesco árbol. Entre las retorcidas y nudosas raíces se encuentra su indumentaria. Su traje de color rojo habitual, completaba la indumentaria una capa de azul oscuro, con una capucha para cubrir su rostro...

Los huesos de Ludgate comienzan a retorcerse y a cambiar, le crecen plumas, sus brazos se tornan alas y sus piernas acaban en garras, su boca se convierten en pico, hasta que se transforma en una espléndida águila. Vate sus alas y emprende el vuelo. El águila desaparece de repente, en un instante esta allí y en el otro no esta. 

Todo esto ocurre con la presencia de unos ojos indiscretos, los ojos de un pequeño observador, de un cuervo negro, que momentos después emprende el vuelo.


En un plano alejado del nuestro. Un mundo lleno de Pasajes brumosos, de una niebla eterna que lo engulle todo. Y en medio de esa niebla se distinguen unas formaciones rocosas que se elevan como colosales titanes que eclipsan el horizonte. En una de esas montañas inmensas, se encuentra una caverna que alberga una  gran ciudad con edificios de muy bella factura, los edificios están hechos de un extraño material de color negro, un material que brilla levemente con una luz azulada. En las paredes de la caverna hay esculpidas imágenes de deidades, de batallas y de seres sin nombre. La ciudad es llamada por sus habitantes Haldorian, la Ciudad Principal de Ykraiah.  

En uno de los edificios más antiguos de la ciudad, un Ykraiano, Aarkus el Destructor, que en otro tiempo y lugar fue llamado por los hombres la Visión(7), se enfrenta a su futuro. Envuelto en una capa roja, erguido y en apariencia distante, espera la sentencia de su propio pueblo.

- Aarkus, hijo de Argon, la sentencia esta decidida ¿estas preparado para recibirla?

- Lo estoy, Maestro  Kislovach.

- Este tribunal te considera culpable de haber traído la desgracia a tu Mundo. Al descubrir que tú eres responsable de la llamada “plaga de más allá de la Bruma”, no tenemos más remedio que condenarte a muerte.

Aarkus no dice nada. Una lagrima resbala por su mejilla, no por él, si no por su pueblo, por la perdición que ha traído a su raza,  a la que le espera lo mismo que a el, la muerte. Solo que la suya seria una muerte rápida y la de su pueblo una muerte lente y dolorosa.

Los guardias Ykraianos gritan el ver como su prisionero se desvanece ante sus ojos, como si nunca hubiese existido.

Zarach Kislovach de Ish, Maestro de los Ykraianos se lamenta de la cobardía del que fue considerado el héroe y el campeón de Ykraiah, al huir de su destino de esa manera.



Mansión de los Vengadores, New York

El Capitán América sale de la sala de entrenamientos. Intenta olvidarse de los últimos hechos con un poco de ejercicio, pero no lo ha conseguido.

- ¿Quiere un refresco, señor?.- Le pregunta Jarvis, con una bandeja con una jarra de limonada con hielo.

- Gracias, Jarvis.- Dice el Capitán mientras se sirve un vaso.

- Me pasare un instante por el monitor, a ver como le va a la Sota.

- Muy bien, señor.

Reclinado en su asiento, con un rostro que refleja aburrimiento, la Sota de Corazones  intenta pasar lo mejor que puede su turno de vigilancia en el monitor.

- ¿Un vaso de limonada, Jack?

- ¡Capi! Me alegro de verte, gracias por el refresco.

- Cortesía del bueno de Jarvis.

- Esta todo muy calmado, quizás la calma antes de la tormenta.

- Quizás... Vete a descansar un poco, Jack, te sustituiré un rato en la vigilancia del monitor.

- Muchas gracias, Capitán.

Se sienta ante el monitor, perdido en sus pensamientos. Últimamente apenas ha tenido siquiera un momento de respiro, entre sus aventuras en solitario y su tiempo en los Vengadores(8). El Capitán nota como un cosquilleo y se da cuenta de que esta desapareciendo....

El Monitor de los Héroes más poderosos de la tierra queda abandonado y solitario... Sin que nadie se percate de que el Vengador de las barras y estrellas ya no esta entre nosotros...


En unas anchas estancias metálicas se materializan siete formas.
- ¿Dónde estamos?.- pregunta confusa Spitfire.

- ¡Por los siete mares! ¡¿Quién osa secuestrar al hijo vengador?!

El humanoide de color esmeralda mira de un lado a otro desorientado.

El águila vuela inquieta por la estancia.

El Capitán América observa algo sorprendido que ya no esta en la mansión de los Vengadores.

- ¡Namor!¡Jacqueline!¡Union Jack!¡Jim!.- exclama rebosante de alegría el Capitán.

- ¡Esto casi parece una antigua reunión de los Invasores!

- ¡Jim! Pensaba que habías perdido tus poderes, ya veo que los has recuperado.- Comenta Namor.

La Antorcha apaga su llama, como para demostrar que así era.


- Si, solo estaban debilitados, necesitaban tiempo, pero no es momento ni lugar de hablar de ello ¿por qué estamos aquí? ¿Qué poder nos ha traído a este lugar?

Union Jack no es ajeno a la forma en que Jacqueline mira a la Antorcha. Ella no le quita los ojos de encima. ¿Es por que era un viejo amigo que hace tiempo que no ve o hay algo más?. Aparta esos pensamientos de su mente, al menos momentáneamente.

- Esa es una pregunta que me tenéis que responder ¿por qué me habéis apartado de nuevo de mi mundo?.- Inquiere Aarkus en tono amenazante.

- ¡Es la primera Visión! Lo recuerdo de nuestros días de la segunda guerra mundial (9)¿qué hace aquí?.- dice un sorprendido Capitán América..

La ira del Ykraiano crece por momentos. Envuelto en jirones de humo se lanza con furia contra ellos. Spitfire logra esquivarlo gracias a su supervelocidad. Namor y la antorcha no tienen tanta suerte. Union Jack salta hacia un lado, con una agilidad felina.

aarkus

- ¡Malditos mortales!¡ Siempre por vuestra culpa!

- Hey, amigo, tranquilízate.- dice Union Jack

Aarkus extiende su mano y toca a Union Jack. En un instante, y a pesar de la protección de su traje, un frío intenso y inconmensurable se apodera de el hasta caer atrapado en una vaina de hielo.

- ¡Suéltalo!.- El escudo del Capitán América separa a Aarkus del Héroe inglés.

La Antorcha descongela Unión Jack  con su llama. Este tiembla, por el intenso frío al que ha sido sometido.

Aarkus se dispone a contraatacar el ataque del abanderado Vengador, cuando el águila se interpone entre ambos. Comienza a transmutarse de águila a hombre.

- Amigos míos, creo que no debemos luchar entre nosotros. Es evidente que todos hemos sido traídos aquí en contra de nuestra voluntad.

El Capitán se sorprende al reconocer al hombre que tiene delante de sus ojos.

- ¡Doctor Druida! ¡Te creía muerto!.(10)

- Llámame solo Druida, Capitán, lo de Doctor es cosa del pasado. Los acontecimientos de mi regreso pueden esperar sin duda.


- Mis disculpas, humanos, me deje llevar por la rabia y por el deshonor de verme de nuevo lejos de mi mundo.- Comenta Aarkus con rostro inexpresivo.

Unión Jack se acerca aún temblando por el contacto helado del Ykraiano.

- Por mi parte están aceptadas, amigo, pero ahora deberíamos averiguar donde demonios estamos.

- ¡Mirad!.- Grita Spitfire.

Una de las paredes se vuelve transparente. A través de ella pueden ver que están en una ciudad, una ciudad antigua, muy antigua algunos edificios están en ruinas, otros siguen en pie. Transmite  una grandeza que parece  pervivir tras millones de años. Por encima de la ciudad se encuentra el espacio, una nebulosa envuelve casi toda la vista celeste.

De pronto, parecen estar en un estado de conciencia, como si no tuvieran cuerpo. Se encuentran alegres, una alegría sin limites, como si estuviesen envueltos en ella.

Toda su vida aparece ante sus ojos.

La Antorcha se ve saliendo de su prisión de cemento, avanzando por la ciudad y todos los hombres y mujeres huyendo de el, como si fuese un monstruo.

Druida siente como un una bella mujer de piel azul juega con el y lo manipula como un muñeco. Y el nota que le gusta...

Namor ve como siendo joven e inexperto  corta los tubos de respiración de los trajes de buzo de unos marineros, pensando que son unos autómatas o robots, y la pena que siente al ver que son seres humanos y no autómatas sin vida.

El Capitán América se encuentra de nuevo en el instante que fue revivido, después de décadas de animación suspendida. Revive de nuevo la desorientación y la confusión que sintió al despertarse en un nuevo mundo para el.

Union Jack siente de nuevo, el miedo y la excitación, al enfundarse por primera vez el traje de Union Jack para enfrentarse al Barón Sangre junto al Capitán América.

Spitfire revive el momento en el que desangrándose, la Antorcha Humana se prepara para una transfusión de su sangra artificial, que le salvara la vida y cambiara su metabolismo dándole sus poderes de supervelocidad.

Aarkus nota las sensaciones que sintió la primera vez que  salto el gran vacío que separa su mundo de eterna bruma de la  Tierra.

Vuelven a su estado de conciencia. A sentir sus cuerpos y sus sentidos les dicen que han vuelto.

- ¿Qué eres? ¡date a conocer! ¡Namor I de Atlantis te lo exige!

Una puerta aparece de la nada, como respondiendo a la exigencia del señor de Atlantis.

El Capitán se asoma con cuidado por la apertura recién abierta.

- Será mejor que exploremos este lugar.


Avanzaron por las estancias. Intentando averiguar el sitio donde se encuentran.

Spitfire se adelanta gracias a su supervelocidad a sus compañeros.

- ¡Venid todos! ¡Mirad lo que he encontrado!.

Spitfire se ha parado en una gran sala. Esta medio en ruinas, con signos evidentes de lucha. La sala esta bastante dañada, muchas consolas están destrozadas, hay cables echando chispas por aquí y por allá.

- ¿Qué habrá ocurrido aquí?.- Comenta la antorcha

- Aquí ha tenido lugar una gran Batalla.- Dice Aarkus mientras toca algo que esta por todo el suelo de la sala.

- Observad esto.

Por toda la sala se encuentran restos de lo que parecen unas hebras de un extraño material, parece en parte metálica en parte cristalina, según como las miren tiene diferentes colores y matices, las hebras son pegajosas.

- Aquí se encuentra una  baja de esa supuesta batalla.- Dice Union Jack.

Apoyado contra una pared y rodeado de lo que parecen cristales de cuarzo se encuentra un cuerpo. El capitán América reconoce vagamente el uniforme de color rojo que lleva el cadáver.

- El traje que lleva me es familiar.... - Comenta el Capitán.

Druida se acerca al cuerpo y toca levemente el rostro del fallecido.

Cierra los ojos y empieza a ver algo...

"- ¡Halcón! tu llévate de aquí a Miss Furia y trae ayuda , yo los contendré.

Halcón  recoge a la mujer llamada Miss Furia. Cuyo traje esta destrozado y manchado de la sangre que manaba de sus heridas. Sin intentar discutir con el, por que sabia que su decisión era firme dice:

- Suerte, Capitán.

Esquivando los ataques del enemigo y llevando a le malherida superheroina, el Halcón  traspasa las líneas enemigas y consigue escabullirse en busca de ayuda.

Ignorando el dolor y las muchas heridas que cruzan su cuerpo, el Capitán Wonder se encaro a los incontables enemigos que franquean hasta donde su vista alcanza.

- Venid a mí, malditos."

Druida abre los ojos.

- Se llamaba Capitán Wonder.

- ¿Cómo lo sabes? Pregunta intrigada Spitfire.
- Una de mis habilidades, puedo ver y sentir parte de lo que vio antes de morir, gracias a los residuos de energía psíquica que aún perviven.
- ¿Capitán Wonder? Si mi memoria no me falla, fue uno de los superhéroes de la década de los 40. Nunca llegamos a coincidir ¿Qué hace aquí?.
- La pregunta no es esa, Capitán, la pregunta seria ¿Qué hacia un héroe que tendría que ser un anciano en este lugar?.- Dice la Antorcha

- No parece de tener más de cincuenta años.- Dice Druida

- Será mejor que sigamos explorando esta extraña ciudadela.- apunta la Antorcha.

- ¡Por el tridente de Neptuno! ¡Namor no esperara más! ¡¡Quiero respuestas!!

El Hombre Submarino golpea con rabia uno de los muros, que se derrumba con facilidad ante su ira.

La mano de la antorcha se posa en el hombro de Namor.

- Cálmate, Namor, todos queremos descubrir que esta pasando aquí.

- Y quizá nos estemos acercando ¡mirad!.- grita Union Jack.

El golpe de Namor a derrumbado el muro. Tras el se puede ver  una estancia. En el centro de la cámara se encuentran ocho figuras. Parecen todos Superhéroes. Reconocen a la mayoría. Unos de haberse encontrado con ellos en la segunda guerra mundial, otros por haber leído sobre ellos. Tras una segunda mirada queda claro que no son ellos realmente. Es una especie de holograma de luz.

- El Halcón, Capitán Wonder, Thunderer, Merzah el Místico, Miss Furia, Blue Blaze, Viuda negra y Dynamic Man.

La voz procede de uno de los rincones de la cámara. En el suelo hay un Hombre, viste un traje verde, con cuatro rayos dibujados en el pecho. Al fijarse en su rostro se dan cuanta de que no es realmente un hombre. La mitad de su cara es un amasijo de cables y circuitos rotos. Es un androide.

- ¡Eres Dynamic Man! ¡Te recuerdo! Coincidimos una vez en New York, en un caso de espionaje.- Comenta la Antorcha.


- Que ironía que descubras que yo también soy un Androide. Sí, me hacia llamar Dynamic Man, y me oculte bajo la identidad el agente del FBI Curt Cowan. Pero mi verdadero nombre es Gyskaar.

- ¿Qué lugar es este, Dynamic Man?. – pregunta el Capitán

- Estáis en Alastor. Esta situado en una dimensión  cercana a la vuestra. Yo os he traído, por que sois mi ultima esperanza. Y la de la Tierra.

- ¡Explícate, Androide!

- Déjale hablar, Namor

"- Fui creado por una raza llamada los Dozarianos. Los Dozarianos eran los únicos habitantes de este espacio entre dimensiones, pues eso es Alastor, un plano intermedio entre dimensiones. Los Dozarianos llegaron aquí incontables eras antes de que el Hombre apareciese en vuestro mundo, huyendo de la destrucción de su propia dimensión a manos de  sus enemigos: Los Hamalki.

 Alastor era un mundo antiguo, muy antiguo. Un lugar lleno de maravillas que ni sus nuevos  habitantes sabían. Hace miles de años, los Dozarianos, la raza que habitaba este mundo descubrió algo.

Siempre habían pensado que eran la única especie inteligente que había vivido en Alastor. No era así. Al parecer una raza, mucho más avanzada que ellos estuvieron en Alastor millones de años antes. Desconocían su nombre, o incluso su aspecto. Pero encontraron su legado. Una construcción con una tecnología a años luz de la suya. Dentro de la construcción había un campo energético que procedía de más de un millar de dimensiones diferentes. La energía de esas dimensiones convergían en lo que los científicos Dozarianos llamaron “el nexo del infinito”. Un pozo que contenía una energía capaz de destruir la misma sustancia del multiverso.

Estallaron guerras por la posesión del nexo, hasta que estas les llevaron a un holocausto que acabo con toda su raza.

Mi creador fue su último superviviente. El científico llamado Vonda´h. Me construyo con la única misión de salvaguardar el nexo del infinito. Cuando murió fui el único ser que quedaba en Alastor.

Durante cientos de años permanecí inalterable en mi tarea. Y mientras acometía mis tareas descubrí vuestra dimensión. Y en vuestra dimensión encontré un mundo habitado por seres muy parecidos a mis creadores. En esos cientos de años que pasaron desde mi creación había ocurrido algo. Adquirí consciencia, una consciencia que me llevo a desear contactar con los habitantes de ese mundo llamado la Tierra. El nexo del Infinito permanecía impoluto. Nada ni nadie había perturbado la paz que reinaba en este plano.

Por lo que llevado por mi nueva e insaciable curiosidad decidí viajar fuera de Alastor.

Altere mi apariencia para parecerme más a los terrestres y observe un detalle que me llamo la atención. Ese nuevo mundo se encontraba en guerra. En una guerra mundial parecida a las que llevaron a los Dozarianos a su extinción. Entre los que luchaban por la paz y la libertad en ese mundo se encontraban unos extraños sujetos que se llamaban a si mismos Superhéroes. Estos individuos se distinguían de sus congéneres por tener habilidades especiales que les hacían especiales. Mi intención era estudiar a la raza Humana, y en especial a ese sub-genero dentro de la especie.

Me fabrique un traje colorista de estilo parecido al usado por los Superhéroes terrestres

Y construí una maquina capaz de traspasar el espacio entre las dimensiones usando como motor el nexo del infinito.

Tras llegar a la Tierra asumí una identidad para pasar desapercibido entre la población local. Analizando los datos que tenia sobre los terrestres cree la personalidad de Curt Cowan, agente del FBI.

Participe como Dynamic Man en enfrentamientos con varios de los autodenominados supervillanos, y con agentes de la Alemania nazi. Durante los años que estuve en la Tierra me mantenía en contacto con los ordenadores de Alastor. Manteniéndome en alerta de cualquier anomalía. Mi estudio de la población local y de los Superseres terrestres me llevo a coincidir con algunos de ellos, como la Antorcha Humana, el Halcón, Black Marvel o Challenguer entre otros muchos.

Sin embargo, mi misión en la Tierra fue interrumpida por la alerta de Alastor. Los Hamalki, los antiguos enemigos de mis creadores habían penetrado en la dimensión de Alastor.

Inmediatamente partí de la Tierra. Los Hamalki invadían el espacio que antaño fue habitado por los Dozarianos. Durante meses combatí con los invasores extra-dimensiónales sin éxito. Llegue a la conclusión de que necesitaba ayuda. Y regrese a la Tierra dispuesto a pedírsela a mis antaño compañeros Superhéroes. Mi intención era obtener vuestra ayuda, ya que erais en aquella época el espejo donde se miraban el resto de los héroes. No pudo ser. En aquel momento os encontrabais en Europa y mi tiempo era escaso. Por lo que reclute a un grupo de Héroes entre los que estaban  el Halcón, Miss Furia, Capitán wonder, Thunderer, la Viuda Negra, Blue Blaze y Merzah el Místico. Juntos fuimos a Alastor. Combatimos juntos contra el enemigo. En un principio conseguimos rechazar a los Hamalki. Descubrimos además, que la intención de los Hamalki era llegar a la dimensión de la Tierra a través de Alastor.

Durante uno de los ataques de los Hamalki, para llegar al Nexo del infinito, este emitió una onda de energía que casi nos destruye y que según descubrí más tarde nos impedía volver a atravesar las dimensiones hasta que no trascurriese un tiempo determinado. Más de cincuenta años terrestres. Era el tiempo que necesitaba el campo energético que se utilizaba para saltar entre las dimensiones en volver a regenerarse.

Los Hamalki parecían ajenos a todo esto, seguían atacando sin descanso. Al contrario que los androides los terrestres envejecen y mueren. Por lo que usando la tecnología de la que disponía retrase el envejecimiento casi a la mitad en todos ellos. Teníamos que aguantar durante más de cincuenta años para evitar que los Hamalki nos destruyesen y pudiesen llegar a la Tierra. Me enorgullezco de decir que mis compañeros, mis amigos, aceptaron su destino como  auténticos héroes...zzzzzzz."
- ¿Qué ocurre, Gyskaard?
- Me temo, Antorcha, quezzzzz tiempo se acazzzzz...
- Gyskaard ¿Dónde se encuentran tus compañeros?

- Ellos zzzzzzzzzón...*

La luz del sensor óptico del lado del rostro que tiene destrozado se apaga.

- Ha dejado de funcionar.

- Es increíble, tantos años, combatiendo solos, alejados de su familia, de su mundo...- El Capitán América parece consternado.

- Solo Dios sabe lo que habrán pasado durante todo este tiempo.- Dice en voz baja Spitfire.

- ¿Y Por que estamos aquí?.- Pregunta Union Jack

- Por que el destino de la Tierra se puede decidir en Alastor.- Añade en tono preocupado la Antorcha.


INTERLUDIO

Mehemet abrió la puerta de su habitación. Había sido un viaje agotador desde el caíro a New York. Pero no podía eludir sus responsabilidades.

Deja encima de la cama sus maletas, pero su maletín personal lo deja encima de la mesa. Con meticulosidad  lo abre lentamente, de dentro de el surgen cegadores destellos escarlatas. En medio de semejante despliegue luminoso se encuentra la familiar forma del medallón con aspecto de Escarabajo. Lo sujeto con ambas manos y se concentro. La señal mística que busca es muy característica y inconfundible. Ahí esta, como una llama en la más completa oscuridad.

- Imagino que ya lo has localizado.

- ¿Cómo?¿Quién esta ahí?.- Dice Mehemet saliendo rápidamente de su trance.

En la penumbra de la habitación, se recorta una figura.

- Seas quién seas tendrás que enfrentarte al poder del...¡¡ Escarabajo Escarlata!!

Del mágico medallón surgen una llamarada de energía mística que transforma la apariencia de Mehemet en la del Superser conocido como el Escarabajo Escarlata.

Se escuchan unos aplausos.

- Impresionante. No esperaba menos.

Algo es lanzado en la oscuridad, impacta en el pecho del Escarabajo Escarlata. Este observa con estupor que es un escarabajo de color negro. Lo intenta quitar del pecho, pero es imposible. Se le ha clavado en el pecho, como si se hubiera soldado a el. El Escarabajo se mueve, y con pánico, Mehemet siente como se introduce en su carne, penetrando velozmente hasta llegar a su corazón. La herida se cierra rápidamente.

- Arght! ¿Qué me has hecho?

- No te preocupes, solo es un seguro. A partir de este instante estas bajo mi voluntad, Escarabajo Escarlata. Con tu ayuda mi meta será mucho más fácil.

Mehemet se desploma.

La figura sale de las sombras, sonriendo. Si la mueca horrible que se le dibuja en el rostro puede considerarse tal.



- ¿Qué opináis?.- Pregunta Spitfire.

Se encuentran reunidos en una de las salas de la ciudadela. Aarkus se mantiene apartado, envuelto en su capa, con aire pensativo. Esta apoyado en uno de los muros, observando como el cuarteto formado por Spitfire, Namor, Capitán América, Union Jack y la Antorcha discuten sobre los últimos acontecimientos.  Namor esta apartado del grupo de amigos.

Druida parece meditar sentado en el frió suelo, con los ojos cerrados y en completo silencio. Completamente al margen de lo que se discute ahí.

- Sin duda, Gyskaard nos ha traído para que terminemos la tarea que el y sus compañeros no pudieron acabar.- Comenta la Antorcha.

- Siento lastima por la tragedia que han pasado, debemos honrar su memoria.- dice Spitfire agarrando su  mano.

Como si esto lo hubiese irritado, Union Jack estalla.

- ¡Pues yo digo que no debemos fiarnos de esa cosa! Es un robot, seguramente con los circuitos estropeados, debemos buscar un modo de largarnos de aquí.

- Tranquilízate, Union Jack, debemos conservar la calma.- Dice el Capitán.

- Me gustaría saber donde se encuentra el Nexo del infinito.- Comenta Druida.

- Puede que estemos más cerca de el de lo que creemos.- dice Aarkus.

- ¿Por qué dices eso, verdoso?.- Pregunto Union Jack.


- Desde que llegamos a este lugar noto una extraña y poderosa fluctuación de energía. Y no me llames verdoso, abanderado, mi nombre es Aarkus.- Le replica con una severa mirado el Ykraiano.

-No sabia que tuvieses esa habilidad.- dice la Antorcha.

-Ahí mucho que desconocéis de mí, Androide.

-¿Nos puedes conducir al origen de esa fluctuación, Visión?

-Llámame Aarkus, Capitán,  es mi verdadero nombre, la Visión es el nombre que me dieron los humanos. Sí, creo que puedo conduciros al nexo del infinito.

Aarkus  se concentra y alrededor de él comienza a formarse una nube de humo.

-Acercaros a mí, os transportare allí.

Sin decir nada, todos ellos se punen alrededor de Aarkus. En apenas un segundo están rodeados por un  muro de gases y humo que les impide ver nada.

Cuando el humo se dispersa ya no se encuentran en el mismo lugar.

El lugar al que los ha trasladado Aarkus es una estructura de proporciones gigantescas.

Parece tallado o fabricado en una especie de metal liquido de color dorado oscuro. Todos ellos se reflejan en el suelo o en las altas y colosales paredes. Toda la estructura parece liquida, y a la vez metálica. En el mismo centro de la extraña y maravillosa estructura se encuentra, incrustado en el suelo de metal liquido lo que es un una intensa luz, la cosa más hermosa y brillante que jamás alguno de ellos haya contemplado jamás. Asemeja una cascada de energía pura.

Al observarla notan que sus mentes no son capaces de concebir la verdadera forma y tamaño de lo que contemplan, adaptándola a una forma que sus mentes puedan comprender.

- El nexo del infinito.- Dice Druida.

- Es precioso.- Comenta Spitfire.

- El poder que emana de el nexo es increíble.

- Eso esta muy bien, Verdoso ¿y ahora que hacemos?

- Humano, no te lo repetiré, me llamo Aarkus.

- No es momento para discusiones.- Dice el Capitán. - No podemos dejar que semejante poder caiga en malas manos.

El Capitán se gira hacia Spitfire y la Antorcha.

- Parece que el destino nos ha vuelto a reunir para una ultima batalla, amigos míos.

- A todos.- comenta Spitfire mirando a Union Jack.

Este algo incomodo se acerca a ellos.

- Disculpadme, amigos.

- Por supuesto, pero falta alguien, ¿Namor?.- Pregunta la Antorcha.

El príncipe de Atlantis se acerca con una expresión algo sombría en el rostro.

- Amigos míos, después de que intentara dominar el mundo, no se si podéis confiar en mí.

El Capitán América le pone una mano en el hombro a su viejo amigo.

- Namor, nos conocemos desde hace más de cincuenta años, las manipulaciones de un místico loco no van a hacer que desconfié de ti. Jamás. Te confiaría mi vida y la de mi gente, siempre. Nuestra amistad esta ante todo.

- Capitán, viniendo de quien viene es un honor que no merezco, me uniré a vosotros, puede que por ultima vez y  los Invasores combatirán una vez más.

El Capitán mira a el enigmático humanoide de color esmeralda llamado Aarkus

- ¿Y tu, Aarkus?, ¿Te unirás a nosotros?, ¿ Combatirás con nosotros?.- Dice extendiéndole la mano.

Este mira al abanderado Vengador y piensa en pasajes brumosos, entre los suyos, en su lejano mundo... Y también piensa en que ya nunca más podrá volver a ver a sus semejantes, es más, no debe volver jamás.

- Parece que mi destino esta unido al vuestro, luchare a vuestro lado.

- ¿Anthony...?

Druida que llevaba unos minutos con los ojos cerrados los abrió

- No estamos solos. Ya vienen.

Un chisporreteo de energía, un olor a ozono, y un circulo energético sale de la nada.

De este comienzan a emerger varias criaturas de aspecto extraño. Insectoides, de aspecto cristalino, con doce largas patas. Miden más de metro y medio de altura, y son bastante grandes. Se escucha un ruido, como un tintineo de campanillas.

- ¿Qué son esas cosas?

- El enemigo, Union Jack,  es el enemigo,- Dice Druida

- Es todo lo que necesitaba saber.

- ¡No, Joey, espera!

El grito de Spitfire no sirve de nada. Union Jack se abalanza sobre las criaturas insectoides. De una de ellas surge una especie de telaraña metalizada de múltiples colores y matices que envuelve en un segundo de los pies a la cabeza, al Héroe de la Gran Bretaña, derribándole.

Varias criaturas se disponen a atacarle.

- ¡Rápido, Antorcha, crea un muro de llamas que separe a Union Jack de las criaturas!

- Namor, Aarkus atacad por el aire, Spitfire recoge a Union.

Aarkus observa que el Capitán América  es un líder nato, alguien acostumbrado a  dar ordenes y a ser escuchado. Un hombre honorable sin duda piensa el Ykraiano.

- ¡¡Imperius Rex!!

Namor golpea a una de las criaturas que sale despedida, da vueltas en el aire y cae de pie.

- Me parece, Atlante, que son más resistentes de lo que parecen.- Observa Aarkus.

Una de las criaturas lanza la telaraña metálica sobre el Ykraiano. Este se libera de la telaraña sin muchos problemas. En el rostro cristalino de la criatura aparecen unas fauces con enormes y afilados colmillos y se le tira encima. Unos tentáculos surgen del cuerpo del arácnido aprisionándole.

Una ráfaga de llamas golpea a la criatura, liberándole en el acto.

- Muchas gracias, Androide, aunque no hacía ninguna falta.

Dicho esto y de un solo golpe parte por la mitad a la criatura.


- ¡No! ¡No sabemos si están vivas! Grito el Capitán que se estaba enfrentando a dos enemigos el solo.

- Me temo, mi buen Capitán, que no están vivas, o al menos no como conocemos normalmente el termino vida...

Cada fragmento de la criatura se había tornado en otra distinta.

Aprovechando que tenia parte del brazo libre, Union Jack usando el cuchillo que tiene se libera parcialmente de la telaraña.

Spitfire rápida como un torbellino aparta a varias criaturas hasta llegar junto a Union Jack.

- Joey, déjame que te ayude.

- ¡No! No soy ningún niño, puedo valerme por mí mismo, Jacqueline.

Uno de los arácnidos se pone a la espalda de Spitfire, Union Jack reacciona con rapidez y lanza su cuchillo contra la criatura, este se clava en  su cabeza, siendo absorbido en su interior.

- ¡Se lo ha tragado!

Entretanto, Druida, al mismo tiempo que esquivaba con agilidad felina los ataques de las criaturas, analizaba la situación.

Una de sus manos emite una descarga biomistica que derriba a dos oponentes. Comienza a caminar por el aire por encima de ellos, cierra los ojos y del interior de su capa aparece una auténtica nube de insectos que cubre a sus enemigos casi por completo.

- ¡Capitán, esto es una distracción! ¡Intentaran llegar al nexo del infinito mientras combatimos estas cosas!

Tras golpear a un enemigo, el escudo vuelve, como siempre a las manos del Capitán.

Este observa como otro portal aparece cerca del nexo.

- ¡Antorcha, Spitfire, Jack, proteged el nexo!

Spitfire avanza a supervelocidad hasta ponerse delante del nexo. Comienza a dar vueltas y vueltas a supervelocidad  alrededor de varios Hamalki, descargando una lluvia de golpes a las criaturas extra-dimensiónales.

Con una velocidad que Jackie no esperaba dos apéndices surgen del cuerpo de uno de los Hamalki y la atrapan

La levanta sujetándola del cuello con fuerza. Jackie comienza a notar un intenso dolor en la cabeza.

- ¡Han cogido a Jackie! ¡lánzame! Grita Union Jack mientras era llevado por la Antorcha.

- Muy bien. ¡bola va!

Union Jack cae como una apisonadora entre las filas de los Hamalki, luchando con una furia tremenda. El pensar que Jackie podía estar herida o algo por el estilo le hacía combatir sin conceder tregua alguna.

 Finalmente llega a donde se encuentra ella, tirada en el suelo, en apariencia inconsciente.

- ¿Jackie?.

Mientras tanto Namor y los demás intentan hacer retroceder a las hordas de Hamalkis.

El hijo Vengador aplasta a varios arácnidos, solo para ver como sus enemigos se duplicaban en el acto.

- ¡Capi! ¡No podemos vencer! ¡Su número no deja de aumentar!

- ¿Acaso te vas a rendir, atlante?.- Dice Aarkus mientras congela con su tacto a dos Hamalkis.

- ¡Nunca! ¡Namor I nunca se rinde!.- Y dicho esto golpea con más fiereza a sus enemigos.

- ¡Capitán! ¡ El hombre-submarino tiene razón!.– grita Druida.

El Capitán combate encima de una montaña de restos de Hamalkis a innumerables enemigos que no parecen acabar nunca.

- ¡No podemos rendirnos! ¡Seguid luchando!.

De pronto  aparecen varios portales y los Hamalki comienzan a retirarse.

- ¿Qué es lo que ocurre? ¿Por que se van?.- Pregunta Druida.

- Quizás se van por que llegamos nosotros.

Como aparecidos de ninguna parte, los héroes que creían muertos están ante ellos. Una mujer vestida de gato a la que llamaban Miss Furia esta agachada en posición de ataque, lista para saltar, uno con uniforme blanco y rojo, con un Halcón dibujando en el pecho se encuentra en el centro. En un lado envuelto en una capa y con una capucha que le cubre el rostro, dejando ver solo sus ojos rojos como carbones encendidos, es Thunderer. A su lado Blue Blaze, el llamado Merzah el místico parece concentrarse. Y por ultimo  la rubia  heroína conocida como la viuda negra .

- ¡Estáis vivos! ¡ Pensábamos que no habíais sobrevivido!.- Exclama el Capitán.

El Halcón sonríe.

- ¡Jack! ¿Cómo esta, Jacqueline?

Union Jack sostiene en sus brazos a Jackie. Esta viva, respira. Pero sus ojos están vacíos, sin vida, como si su mente, todo su ser se hubiesen desvanecido para siempre.

- ¡Jackie!

- ¿Qué ocurre?

- Es como si su mente se hubiese borrado, esta viva, consciente ... pero su consciencia no esta... ¡¡¡ Es como un vegetal...!!!

Continuará...

PRÓXIMO NÚMERO:  ¡El destino de Spitfire! ¡  ¡Secretos que son descubiertos! ¡Mentiras desveladas!! En la segunda parte de ENCRUCIJADA

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Referencias:
1 .- Namor #6-7 de Forum.
2 .- Héroes de Alquiler #19 forum.
3 .- Vengadores vol.1#94 forum. Por robots enviados por el Doctor Muerte en Actos de Venganza.
4 .- Durante The Order #1-6 USA.
5 .- En el ya clásico Captain America #254 usa, Joey se vistió por primera vez la Union Jack. El poder del Pendragón lo obtuvo en la maxiserie de los Caballeros de Pendragón ( de la Marvel Uk). Aunque actualmente ya no tiene el Pendragón.
6 .- En la mini-serie de 3 números de Union Jack.
7 .- Aparecido por primera vez en Marvel Mystery Comics #13 (Noviembre de 1940).
8 .- Se refiere sobretodo a los hechos de la guerra contra Kang ocurrida en la serie de los Vengadores
9 .- No se veían desde el Invaders vol.2 1-4
10 .- Desde la miniserie de Druida. Aunque también apareció como “zombie” en Los Vengadores vol.3 #10-11.

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