Los Vengadores nº01

Título: ¡Vengadores, reuníos!
Autor: Lobo Rojo
Portada: Jesus Gonzalez
Publicado en: Marzo 2005

Tras el final de la guerra contra Kang, los Héroes Más Poderosos de la Tierra habían pasado los últimos meses diseminados por el mundo ayudando a la reconstrucción y restablecimiento del orden mundial. Incluso Jarvis había perdido la cuenta de las idas y venidas de los diferentes héroes por la Mansión. Había que poner fin a eso.
Y llegó un día en el que los héroes más poderosos de la Tierra se unieron contra el enemigo común...¡Aquél día nacieron los Vengadores!... Para combatir aquellas amenazas que ningún superhéroe podría derrotar en solitario.
Creado por Stan Lee y Jack Kirby

- ...una nueva misión nos había sido encomendada, una misión en la que la seguridad de nuestra dimensión se veía amenazada de nuevo. Es por ello que, dado que la génesis de esta amenaza la conocí combatiendo junto a mis viejos aliados de los Invasores, y considerando que la reactivación de este equipo y su buena marcha necesita toda la ayuda que se pueda aportar, me veo obligado a presentar mi dimisión como vengador en activo. En la actualidad los Vengadores tienen suficientes miembros y poder para continuar su existencia sin problemas, por lo que dudo que mi ausencia afecte a sus filas. De todas formas si necesitáis ayuda o consejo, estaré, como siempre he estado, a vuestra absoluta disposición, y esto que digo también va por mis compañeros Invasores. Suerte, mantened nuestros ideales bien altos y no dudéis que contestaré sin vacilar al grito de ¡Vengadores Reuníos!

La voz del Capitán América dejó de sonar y la pantalla electrónica donde aparecía su imagen se apagó. En el interior de la sala de reuniones de la Mansión de los Vengadores una persona permanecía pensativa mientras miraba la pantalla en blanco. Dane Whitman había regresado a Nueva York desde Eslorenia con la idea de establecerse en la Mansión y renovar su estatus como miembro activo de los

Vengadores. La marcha del Capitán no solo dejaba un hueco en sus filas sino que además la presidencia del grupo también quedaba vacante. ¿Quién formaba el grupo actualmente? Tras el final de la guerra contra Kang, los Héroes Más Poderosos de la Tierra habían pasado los últimos meses diseminados por el mundo ayudando a la reconstrucción y restablecimiento del orden mundial. Incluso Jarvis había perdido la cuenta de las idas y venidas de los diferentes héroes por la Mansión. Había que poner fin a eso.

De improviso, la habitación retumbó bajo un trueno, un poderoso viento agitó los ropajes del moderno Caballero medieval, y un pequeño tornado se desató en el interior de la habitación. Como por arte de magia nada resultó dañado en la sala. Del vórtice de viento surgió una figura familiar.

- ¡Thor!

- Saludos, Dane Whitman. Me alegro de verte, mi fiel aliado. Tan solo lamento que sea en circunstancias tan dolorosas para mis ojos y los de todos los habitantes del Reino Dorado.

- ¿Qué sucede Thor? ¿Está Asgard en peligro?

- Ya no, mi buen amigo, eso sería reparable, cualquier amenaza sería combatible, en cambio, el dolor causado a mi tierra natal es irreparable. Odín, mi padre, el Padre de Todos... ha muerto.

- ¿Qué?

Durante los siguientes minutos Thor narró a Dane Whitman las circunstancias de la muerte de Odín en su batalla final contra Surtur el demonio de fuego. Terminado el relato, y recibidas las condolencias del Caballero, el Dios del Trueno prosiguió...

- Como comprenderás amigo Whitman, ante estos acontecimientos mi disponibilidad para nuestra augusta hermandad es escasa. No solo he perdido un Padre, sino que, con todo el dolor de mi corazón, también me veo obligado a alejarme de mis hermanos de Midgard, mis deberes en Asgard me obligan a permanecer allí. – Y dicho esto, el Dios del Trueno blandió Mjolnir de nuevo y agitándolo se apresuró a decir - ¡Da mis recuerdos a nuestros camaradas y ante los futuros peligros y las grandes gestas que os aguardan recordad siempre que el nombre de los Vengadores está unido a una gloria y un honor que muchos en Asgard envidiarían!

De nuevo, el trueno y el vendaval azotaron la sala de reuniones. Sin tiempo para despedirse de Thor, el Caballero Negro se encontró solo de nuevo.

- Así que Thor también está fuera... Veamos que tenemos.

La mano enguantada del Caballero Negro accedió a los archivos del ordenador y comenzó a investigar la disponibilidad y quehaceres de sus compañeros.


En medio de la luz... Coherencia..., solo quería algo de... coherencia, darse la vuelta y dormir un poco, pero no encontraba la postura, ¿cuánto tiempo llevaba así?, tanta luz le... impedía pensar... pensar sí...además estaba el sofocante calor...le gustaría beber algo... pero le era imposible...


El día de la reunión por fin llegó [1] . Los ojos de Dane Whitman se posaron sobre el grupo de vengadores que habían contestado a la llamada, no habían confirmado todos los héroes contactados, pero sí algunos de los miembros más característicos del grupo. Ante él se hallaban algunos de los más capacitados miembros del grupo, como Hércules, Ojo de Halcón, la Visión, la Bruja Escarlata, o Mercurio, por citar a vengadores más veteranos que él, o Hulka, Fotón, Quasar o la Sota de Corazones, como miembros posteriores. Curiosamente no había ninguno de los miembros fundadores. Thor y el Capi ya se habían excusado, y desde luego no esperaba a Hulk, pero... ¿Iron Man? ¿Pym? ¿La Avispa?...

Podía no estar Thor, pero las carcajadas de Hércules y su sensación de confianza dotaban al grupo del poder crudo que el equipo necesitaría a menudo. Es más, Dane tenía más confianza y compenetración con el hijo de Zeus, que con el retoño de Asgard, no en vano habían militado juntos durante dos largas temporadas en los Héroes Más Poderosos de la Tierra grupo.

La voz de Ojo de Halcón le sacó de su ensimismamiento.

- ¡Eh, Ivanhoe! ¿Somos suficientes para empezar la reunión o necesitas un ejército para empezar las cruzadas?

Las Cruzadas... Si Ojo de halcón verdaderamente supiera lo que significaron para él su voz enmudecería durante minutos. Whitman, levantó la cabeza, miró a sus compañeros y comenzó a hablar lenta y pausadamente.

- Bien, parece que no vendrá nadie más... Amigos, os he convocado hoy aquí para reorganizar nuestro grupo. Ante la ausencia de nuestros padres fundadores...

- Un momento, - Interrumpió de nuevo el arquero - ¿por qué tú? ¿Qué te da derecho a dirigir esta reunión y autoproclamarte jefe?

- Bueno... - comenzó a contestar Whitman

- Cualquier Vengador tiene derecho a convocar al resto del grupo para proponer ideas o informar de recientes acontecimientos, Clint... Dane todavía no ha comenzado a hablar. Sugiero que le dejes continuar... - dijo una voz femenina.

- Y yo apoyo a mi ex – añadió otra más masculina.

- ¿Qué? ¿Quién? – exclamó perplejo la Sota de Corazones.

- Dí mejor quienes – Apuntó la Visión.

- ¡Jan, Hank, bienvenidos! - Saludó la Bruja Escarlata.

- Hola Wanda, me alegro de verte – contestó la Avispa al tiempo que recuperaba su estatura normal. Unos metros a su derecha, Henry Pym recuperó su talla normal. Vestía su uniforme de Chaqueta Amarilla. Saludó.

- ¿Qué tal pandilla? Hola a todos.

El Caballero Negro al ver a la pareja se sintió en parte desilusionado. Se había hecho a la idea de dirigir esta reunión, pero la presencia de dos de los miembros fundadores le amedrentaba. De todas maneras, cuando los saludos terminaron, Whitman comenzó a hablar.

- Bien, mi propósito al convocar esta reunión era anunciar mi intención de volver a formar parte activa de este equipo, y al mismo tiempo proponer una reestructuración del grupo, ya que desde la pasada amenaza de Kang, y con la marcha de Steve Rogers, parece que hemos perdido algo de fuelle... – Miró entonces a Hank Pym y Janet Van Dyne – pero dado que el doctor Pym y la Avispa están aquí, creo que por su condición de miembros fundadores, debería ser al menos uno de ellos el que dirigiera esta reunión.

- No. – Dijo suavemente Jan. - Estás muy bien en ese sitio. El mazo de presidente te sienta bien, y el tono autoritario te hace sexy. Por cierto me gusta mucho que vuelvas a vestir tu armadura medieval original.

- Por mi también puedes continuar con tu agenda Dane. Después de todo tú eres el que ha convocado esta reunión. – Dijo el maestro de las diferentes tallas.

- Gracias Janet, Henry... – Tenía de nuevo la palabra en sus manos. Levantó la cabeza y volvió a mirar al resto del grupo – Me... me gustaría presentarme a candidato a líder de los Vengadores. – Por fin lo dijo.

- ¡Zeus! En verdad has decidido asumir una responsabilidad que no querría para sí el más concienzudo de los Olímpicos. Cuenta con mi respaldo bravo camarada.

- ¡Gracias Herc! ¿Alguien tiene algo que objetar? – La mirada del Caballero se posó en Ojo de Halcón, sin embargo la queja vino de otro lado de la sala.

- ¡Yo! No estoy dispuesto a trabajar bajo tus órdenes. Me resultaría humillante. – Sin mirar hacia el lugar de donde procedía la voz, Whitman ya sabía que esta pertenecía a Pietro Maximoff.

- Mercurio...- El Caballero Negro recordó el romance que vivió con Crystal, la mujer del orgulloso mutante vengador, sabía que esa era la razón de su oposición – no hay lugar en los Vengadores para los sentimientos personales.

- Eso no lo pensabas cuando... cuando... – Pietro miró a sus compañeros, se mordió la lengua, la rabia de imaginar a su mujer en brazos de otro hombre era demasiado. - ¡Bah! Quédate con tus Vengadores Whitman. Quedaros con él si queréis, pero desde luego no contéis conmigo en vuestro estúpido grupo, al menos mientras él lo dirija. – Y dicho esto, el veloz mutante desapareció de la sala de reuniones en un suspiro.

- ¡Pietro, espera...! – gritó su hermana Wanda. Pero era demasiado tarde, Mercurio podía estar ya a kilómetros de la mansión.

- Bueno, me parece que tenemos una baja. Aun así la impetuosidad de Pietro le ha llevado a cometer un error, un error que parece que estamos cometiendo todos los presentes, no se puede comenzar a construir la casa por el tejado. – La amazona esmeralda dijo esto con todas las de la ley, recordando con su tono que no en vano había estudiado leyes.

- ¿Qué quieres decir Jen? – Preguntó intrigado Quasar.

- Es obvio, - intervino la Visión – Whitman todavía no ha sido nombrado presidente.

- No solo eso. – retomó Hulka- Para que sea presidente del grupo primero tiene que haber un grupo constituido, y me temo que no lo hay.

- Ese era precisamente mi primer punto en la agenda del día ¿Quienes estamos dispuestos a militar activamente en el equipo? Una vez tengamos un grupo definido, veremos quienes son candidatos a su presidencia. – confirmó Whitman.

- Comencemos pues, contad conmigo, y poned también mi nombre en la lista de posibles jefes.- se apresuró a decir Ojo de Halcon.

- Un momento Clint, vayamos por partes. Nuestros estatutos indican que comencemos por orden de mayor veteranía a menor.

- Da igual, entonces soy el tercero. Hank, viejo amigo, ¿tú que vas a hacer?

- Pues... – Henry Pym consideró lo que iba a decir. Últimamente estaba jugando con la idea de recuperar su carrera científica. La plaza de director del equipo científico de investigación y desarrollo del Proyecto Pegaso estaba vacante y parecía un puesto hecho a la medida para él. Por otra parte continuar en los Vengadores le permitiría estar cerca de Jan, la mujer que ama con todas sus fuerzas. Trago saliva y se decidió – Me temo que no, que tengo otros proyectos ahora mismo. No obstante si me necesitáis...

- ¿Avispa?

- Erh...Sí, contad conmigo. – La Avispa parecía distraída, como si su mente estuviera en otro sitio. La decisión de Hank le había sorprendido. – Sí, por supuesto...

- ¡Reitero mi permanencia y mi candidatura a la presidencia! – Exclamó el arquero

- Gracias Ojo de Halcón, queda anotada. ¿Wanda? -

La impetuosa marcha de Pietro, había descolocado a la bella hechicera mutante. Se debatía entre la lealtad a su hermano, y su orgullo de vengadora. ¿Debía quedarse a riesgo de militar bajo las órdenes de Dane Whitman, un vengador al que apenas conocía y de quien su hermano tenía razones para estar incómodo? El Caballero todavía tenia que ser elegido líder, y ella podía votar en su contra, por lo que contestó con firmeza.

 – Sí, me quedo.

- ¿Hércules?

- Puedes contar con el Hijo de Zeus amigo caballero, las gestas que cantarán los poetas sobre nuestras hazañas harán palidecer a las que antaño escribiera mi amigo Homero.

- ¿Conociste a Homero? – preguntó la Sota de Corazones...

- Evidentemente mi joven amigo, ¿Cómo sino podría haber narrado la Guerra de Troya en toda su grandeza sin que nadie le hubiese asesorado?.

- ¡Ejem! Jack, Herc, perdonad, pero debemos continuar... Le toca a ¿La Visión?

La Visión pensó que no tenía donde ir. Últimamente, bajo su identidad de Victor Shade había establecido contacto con diversos humanos y pretendía continuar explorando los siempre variantes aspectos de la humanidad, lo que no era incompatible con sus responsabilidades como vengador. Además Wanda se quedaba. - Dane Whitman, me quedo.

- El siguiente en la lista soy yo. Ya sabéis que me quedo, y que también presento mi candidatura a la dirección del equipo. ¿Hulka? Te toca.

La amazona esmeralda contestó con melancolía.

– Como el doctor Pym, tengo mis propios proyectos, no puedo quedarme de manera permanente, pero tanto mis músculos como mis conocimientos legales están a vuestro servicio si los necesitáis.

- Echaremos de menos tu belleza mi dama, e incluso tus conocimientos de las triquiñuelas legales que mueven este mundo moderno, en cuanto a tus músculos, no serán necesarios estando el Príncipe del Poder aquí. – se jactó Hércules

- Pomposo machista engreído, - murmuró Hulka, para sí misma -

- ¿Eh? ¿Decías algo, mi belleza esmeralda?

- No, Herc. Solo agradecía tu efusividad. Tan solo recuérdame que algún día que tengamos más tiempo hablemos sobre el papel de las mujeres en el Siglo XXI.

- Capitán Marvel, digo, Mónica. Eeh... Fotón ¿Cuál es tu decisión?

- Me quedo sin dudarlo Dane, será como en los viejos tiempos. Jan, Hérc, tú, yo, y los demás por supuesto.

- ¿Quasar?

- Llevo mucho tiempo fuera de la tierra. Me gustaría permanecer en ella una larga temporada, y creo que actuar con los Vengadores servirá para mi reintegración a la vida cotidiana..

- Curioso, Wendell, siempre pensé que ser Vengador era todo menos cotidiano. Bienvenido de vuelta. Quedas tú, Sota. ¿Jack?.... ¿Sota de Corazones?

- Pensaba quedarme, pero... Oír hablar a Hércules de Homero me ha recordado mis tiempos universitarios, cuando estudiaba literatura. Creo que debería volver a ello. Si para Wendell regresar a los Vengadores es su forma de reintegrarse en el planeta, para mí, en cambio, es recuperar parte de mi pasado y de lo que perdí en el camino. Me debo eso a mí mismo.

- Gracias Jack. Por cierto, ¿Alguien sabe dónde está Iron Man? Confirmó su asistencia y mostró interés por participar en la reorganización.


En la cima del monte Althena, en el estado de Nueva York, se halla el Proyecto Pegaso, un centro de investigación de fuentes de energía alternativas. Desde el exterior, la gente normal como tú y como yo ve dos edificios de tres plantas, poca gente sabe que bajo la superficie, sus instalaciones se prolongan hacia el interior del monte hasta abarcar 24 pisos. En las puertas del edificio, el doctor Myron Wilburn, director administrativo del Proyecto se despedía de Anthonny Stark, genio inventor, filántropo playboy, y miembro fundador de los Vengadores bajo su identidad de Iron Man.

- La junta administrativa del Proyecto Pegaso estudiará su propuesta señor Stark. No dude que dada la importancia que su tecnología tiene para nuestro centro de investigaciones, su recomendado para el puesto de director de nuestra sección de investigación y desarrollo será muy tenido en cuenta y si reúne las cualidades que buscamos...

- Le puedo asegurar – interrumpió Stark - doctor Wilburn que, la persona propuesta reúne todas las cualidades necesarias y más. No es un capricho personal mío, se muy bien la importancia que el Proyecto Pegaso tiene en su misión de buscar energías alternativas y no arriesgaría estas pretensiones por un caprichoso intento de colocar a un pariente o amigo inepto en un puesto donde no va a estar a la altura.

- No lo dudo, señor Stark, lo que ocurre es que el Proyecto también estaba en el proceso de selección de sus propios candidatos...

- Mire Wilburn, tendrían que tener entre sus candidatos al mismísimo Reed Richards para superar el curriculum de este colaborador mío. Cuando vean sus credenciales...

- Conocemos sus credenciales y su reputación, Mr. Stark, es solo que queremos seguir nuestro propio proceso de selección sin que nadie nos imponga a nadie. El Proyecto Pegaso es una organización gubernamental científica que debe estudiar someramente a cada uno de sus trabajadores. No podemos dejar que Stark, Roxxon o cualquier otra multinacional nos introduzca un empleado que no sirva a nuestros intereses al 100%.

- Está bien, Wilburn no insist... ¿Ese reloj está bien?

- Sí, la sincronización es esencial en este...

- Disculpe Wilburn, pero llego tarde a otra reunión. Estaremos en contacto.

Stark montó en su vehículo y arrancó con decisión. Mientras veía alejarse el coche de Stark por la carretera de bajada del monte Althena, al doctor Wilburn le pareció que Stark perdía el control del vehículo y este se salía de la carretera. Así fue. Para alivio de Wilburn, el vehículo del industrial no cayó por la ladera de la montaña, sino que ascendió volando hacia el cielo, al tiempo que cobraba velocidad, y enfilaba en dirección a Nueva York. El coche se perdió en las nubes... Wilburn regresó al interior del edificio pensando en los candidatos que tenía que aceptar o rechazar.


En el interior del Proyecto Pegaso, la doctora Margaret Mayfair, directora de desarrollo, patentes y marketing se dirigió presurosa hacia la sección donde se hallaba el laboratorio de investigación Espacial. Cuando el vagón que la transportaba llegó a su destino, salió con agilidad del vehículo, se identificó ante el personal de seguridad y accedió al laboratorio.

- ¡Anson Harkov! ¿qué se supone que estás haciendo? – Mayfair observó el gigantesco aparato que los técnicos estaban montando bajo la supervisión del doctor Harkov.

- Hola Maggie, ¿No lo ves? Aprovechar mis últimos momentos... Apenas me queda una semana, quizás solo días, como jefe de investigación del Proyecto y todavía no he podido terminar de establecer mi teoría sobre la velocidad de las partículas luminosas, y su relación con el transporte de materia. Este viejo aparato olvidado en uno de nuestros almacenes secretos, parece ser justo lo que necesitaba. Si todo va bien, y este experimento resulta, la carrera espacial dará un giro revolucionario en los próximos días, cuando podamos transportar materia sólida a la velocidad de la luz...

-Pero, pero... No tenemos aprobación para usar este aparato...

-Ya me he ocupado de eso, querida Maggie. La Máquina fue diseñada hace años por el científico soviético, Anton Vanko, cuando deflectó a nuestro país y comenzó a trabajar para Industrias Stark. Vanko murió sin terminar de ajustar su invención y está quedó aparcada en los sótanos de Industrias Stark. Cuando tiempo después la entonces renovada Stark International se transformó en Stane International, su nuevo dueño, Obadiah Stane, ante el desencanto que la caída de Stark supuso para el gobierno, puso a disposición de la administración diversos lotes de tecnología, que luego fueron redistribuidos a diversos proyectos de investigación científica como este en el que hemos trabajado todos estos años..

- Pero Anson, sabes perfectamente que, la razón para que este proyector láser no se haya montado nunca es debido a los vacíos legales que existe en torno a él. Stane fue incapaz de encontrar alguna nota en los documentos de Stark que confirmasen que la pertenencia de este aparato era de Industrias Stark...

- Venga, Margaret, Vanko murió hace años, ¿Quién va a venir a reclamar su invención? Su propio gobierno había intentado eliminarle... Déjame asumir toda la responsabilidad... Han sido años de trabajar juntos, y puede que este a punto de conseguir lo que llevo años buscando.

Margaret Mayfair, bajo los ojos, recapacitó unos instantes. Y dijo – Está bien... Pero que quede bien claro que es bajo tu responsabilidad.

- Gracias Maggie.

- Y otra cosa – continuó la doctora.

- ¿Sí?

- Si algo sale mal...¡estás despedido! – Dijo guiñándole un ojo al tiempo que esbozaba una sonrisa.


- En medio de la luz...Los minutos parecían horas, las horas parecían siglos, coherencia..., solo quería algo de... coherencia, darse la vuelta y dormir un poco, pero no encontraba la postura, ¿cuánto tiempo llevaba así?, tanta luz le... impedía pensar... pensar sí...además estaba el sofocante calor...le gustaría beber algo... pero le era imposible...


Los rayos del Sol provocaban breves destellos escarlatas al rebotar contra la pulida coraza carmesí del extranjero. Desde su puesto de observación, invisible a los sensores del Proyecto Pegaso, el extraño había presenciado como Tony Stark se despedía del director del Proyecto. Al reconocer al brillante industrial, una mueca cruzó su rostro – Stark... – susurró. – Así que también él está metido en esto... – Dijo para sí la figura metálica. – Ni siquiera la presencia de Iron Man me alejará de mi objetivo. El legado de Anton Vanko me pertenece. – Y tras colocarse su casco, la Dínamo Carmesí estrujó una roca entre sus dedos. – Nada – dijo en ruso.

Mientras el aerocar volaba hacia Nueva York, la voz de Stark programaba el curso del vehículo, - Soluciones Stark, hangar 19. - al tiempo que aflojaba su corbata y se desprendía de la chaqueta. Quedaba un día para su gran demostración. En cuestión de segundos, la armadura de Iron Man, se colocó alrededor del fantástico inventor, y la figura del vengador dorado no tardó en abandonar el ingenio volador que continuó el rumbo hacia el destino programado sin incidencias.

Iron Man por su parte se dirigió hacia la legendaria mansión de los Vengadores, donde sus compañeros de armas probablemente ya habían iniciado la reunión.

Mientras llegaba a la Mansión sus sensores detectaron la energía de su antiguo aliado, Jack Hart, la Sota de Corazones. Ajustando las lentes de su casco, vio como la figura del vengador se alejaba de la Mansión en la dirección opuesta a la que él llegaba. Abajo, en las puertas que permiten el acceso al jardín del edificio, la amazona esmeralda entraba en un taxi mientras era despedida por el fiel mayordomo Jarvis. El taxi se perdió en el tráfico de la 5ª Avenida mientras Iron Man aterrizaba al lado del mayordomo.

- ¡Buenas tardes, Jarvis! Veo que la reunión ha terminado antes de lo esperado.

- ¡Señor Stark! ¡Bienvenido! No, el resto de los Vengadores siguen reunidos. Tan solo han abandonado la Mansión aquellos que no permanecerán con el grupo de forma activa, como la señorita Hulka y el señor Hart. El señor Chaqueta Amarilla marchó en una de sus hormigas voladoras hace escasos minutos, mientras que el señor Mercurio dejó la sala al inicio de la reunión, pero no pude despedirle...

- Así que los que están dentro se quedan.

- Sí señor, están...

- No me lo digas, Jarvis prefiero verles yo mismo.


- Bien, con el grupo ya formado, y tras estos minutos de descanso y despedidas - dijo Dane Whitman – creo que ha llegado el momento de elegir a la persona que dirigirá este grupo. Dado que me presento como candidato para ello, cedo el mazo de la presidencia de esta reunión a nuestro único miembro fundador presente, la Avispa. Esto es... si tú no presentas también tu candidatura, Jan...

- No Dane, ahora mismo nada más lejos de mi mente que asumir la responsabilidad de dirigir este grupo. No me importa dirigir una reunión circunstancial, como esta elección, pero carezco del tiempo libre que requiere la dedicación a la jefatura de los Vengadores. – Al oír esto tanto el rostro de Dane Whitman como el de Ojo de Halcón parecieron relajarse. Ambos sabían que la Avispa, junto al ausente Capitán América, había sido uno de los más eficaces líderes de los Vengadores y que si hubiese presentado su candidatura, el noventa por ciento de los votos hubiera sido para ella.

- Bien damas y caballeros, se abre el plazo de presentación de las candidaturas... ¿Caballero Negro? ¿Ojo de Halcón? ¿Seguís ambos dispuestos a presentaros? – continuó la Avispa.

- Sin lugar a dudas. – contestó Whitman.

- Se puede decir más fuerte pero no más claro. – afirmó el arquero.

- Bien, raras veces los Vengadores se han encontrado ante la necesidad de elegir entre dos líderes, ambos tan bien preparados. Dane destacó como líder de campo durante una temporada, el palmares de Clint como líder de los Vengadores Costa Oeste es intachable.

- ¿Interrumpo...?- Dijo una voz que procedía de la puerta de la sala de reuniones.

- ¡Iron Man! Bienvenido Tony.

- Hola Jane...Compañeros... perdonad mi retraso. Veo que ya tenéis un nutrido grupo de Vengadores formado, al que solicito unirme. Lamentaría que no hubiese sitio para mí.

- Estaríamos locos si no aceptásemos a uno de los miembros más valiosos del equipo así como a uno de sus fundadores y benefactores... – contestó Janet Van Dyne

De nuevo la reunión se interrumpió durante unos minutos en los que mientras Iron Man intercambiaba saludos con sus camaradas, estos le ponían al corriente de lo acontecido en la mansión durante la asamblea. Tras unos minutos de charla vanal.

- Dime, Cabeza de Lata – dijo Ojo de Halcón intentando disimular la seriedad de su pregunta - ¿Estás interesado en dirigir esta pandilla?

- No Clint. Bastante tengo con el mundo de los negocios de Tony Stark para sobrecargarme de trabajo. Una cosa es actuar de vengador, otra dirigir el grupo.

- Reanudemos la reunión. – Dijo la Avispa- Tony, tu también eres miembro fundador ¿Quieres presidir la elección? ¿Continuo yo?

- Lo estabas haciendo muy bien Jan, continua...

- A parte del Caballero Negro y Ojo de Halcón ¿Tenemos alguna otra candidatura?

La sala permaneció en absoluto silencio durante unos segundos...

- Bien, dado que no hay nadie más, los candidatos definitivos son Dane y Clint. Procedamos pues a las votaciones.

- Jane - Interrumpió Iron Man – Si me permites unas palabras.

- Claro Tony.

- Dane, Clint, compañeros – dijo mirando al resto de los presentes- solo quiero recordaros algo. Ser líder de los Vengadores no es solo un privilegio, es una responsabilidad. Las vidas de vuestros compañeros, de civiles inocentes, los habitantes de una ciudad, un continente, el planeta mismo o incluso el propio universo pueden depender de la decisión que os veáis obligados a tomar en un determinado momento. La elección del líder del grupo debe pues ser un acto de responsabilidad que no se puede tomar a la ligera. Tanto el Caballero negro como Ojo de Halcón han demostrado en infinidad de ocasiones su valía como miembros del grupo, y ambos están cualificados para dirigirnos. No obstante, me atrevería a sugerir, que no nos precipitemos. Acabamos de reformar el grupo, no nos precipitemos, démonos al menos una semana para pensar que tipo de líder necesitamos en esta nueva etapa.

- Parece justo – dijo Quasar. – Quiero decir, que yo al menos no sabría a quien votar ahora mismo.

- Sea pues, el Hijo de Zeus no tiene dudas después de las veces que he combatido al lado del Caballero Negro, pero encuentro natural que los mortales tengáis que despejar vuestras dudas amigo Wendell

Aprobada la propuesta de Iron Man la elección se pospuso. Dane Whitman, dado que él fue el que convocó la reunión, quedo nombrado presidente en funciones hasta el día de la elección, los Vengadores clausuraron la reunión, y subieron al primer piso donde Jarvis tenía preparado el buffete del que formaban parte algunos de los platos favoritos de los miembros presentes. El resto de la velada se convirtió en una agradable reunión social para los Héroes Más Poderosos de la Tierra.


En el Proyecto Pegaso, los técnicos bajo la dirección del Dr. Harkov terminaron el montaje del emisor láser diseñado por el profesor Vanko. A una orden de Harkov, el proyector se activó. Los niveles de energía se elevaron, para, de improviso, superar el límite permitido. Un técnico se apresuró a desconectar el aparato cuando este estaba a punto de estallar. Harkov, no pudo evitar un gesto e contrariedad. Casi lo había conseguido. Habría que empezar de cero.

Los minuto parecían horas, las horas parecían siglos, coherencia..., solo quería algo de... coherencia, darse la vuelta y dormir un poco, pero no encontraba la postura, ¿cuánto tiempo llevaba así?, tanta luz le... impedía pensar... pensar sí...además estaba el sofocante calor...le gustaría beber algo... pero le era imposible... Notó la proximidad de otras presencias en el infinito... un fogonazo, y desaparecieron como habían venido.

Continuará…

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Referencias:
1 .- Estas historias de los Vengadores suceden en el Universo Marvel de Action Tales y se desarrollan a partir de la conclusión de la Saga conocida como la Guerra de Kang, coincidiendo con el final de la etapa Busiek.(Avengers 1998 #0-56)

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