Los Vengadores nº03

Título: El comienzo del fin
Autor: Lobo Rojo
Portada: Roberto Cruz
Publicado en: Agosto 2005

El ataque de la Dinamo Carmesí contra el Proyecto Pegaso continúa mientras una nueva y terrible amenaza acecha desde la dimensión de la Luz. ¿Podrán salvar al Laser Viviente los Vengadores o morirán intentándolo?
Y llegó un día en el que los héroes más poderosos de la Tierra se unieron contra el enemigo común...¡Aquél día nacieron los Vengadores!... Para combatir aquellas amenazas que ningún superhéroe podría derrotar en solitario.
Creado por Stan Lee y Jack Kirby

Resumen de lo publicado:El vengador inactivo Henry Pym se presenta en el Proyecto Pegaso como candidato a Director del Laboratorio de Investigación y Desarrollo del complejo, su llegada coincide con una situación de emergencia provocada por la aparición de un intruso. Pym se encuentra con el Caballero Negro, que visita el Proyecto por razones personales. Pym y el Caballero descubren al intruso, una nueva Dínamo Carmesí que reclama el cañón láser en el que trabajaba el difunto Anton Vanko, la Dínamo original. Cuando las descontroladas energías del cañón láser se desatan, la Dínamo parece huir. Gracias a la ayuda de Quasar y Fotón, la amenaza es detenida temporalmente, sin embargo Fotón detecta un ser vivo mezclado en las olas de energía contenidas por Quasar. Pym descubre para su pesar que el Proyecto Pegaso por recomendación de Tony Stark ha elegido a su viejo amigo Bill Foster para ocupar el opuesto al que él aspiraba. Un nuevo ataque de la Dínamo coincide con un intento de Fotón de contactar con la presencia luminosa, desembocando en una nueva crisis que causa una potente explosión en la que Quasar y la Dínamo desaparecen. Al saltar los protocolos de emergencia, el Caballero Negro, el doctor Wilburn, director del Proyecto, y el Escudo Azul, su jefe de seguridad, quedan atrapados en las bóvedas de seguridad del Proyecto que estaban inspeccionando. En las ruinas del laboratorio de investigación, ante una creciente ola de energía láser, Monica Rambeau contacta con la presencia que sintió, que resulta se Arthur Parks, el Láser Viviente.


- ¡Iron Man a Proyecto Pegaso! ¡Iron Man a Proyecto Pegaso! ¿Me reciben? Cambio... – el silencio y la estática fueron las únicas respuestas que el héroe acorazado obtuvo

- Nada, Janet, no hay manera, todas las comunicaciones parecen estar apagadas. – Dijo el vengador dorado a su compañera de equipo.

- La señal de emergencia sonó hace apenas cinco minutos, y desde entonces no hemos vuelto a saber nada, ¿Qué habrá ocurrido? – Replicó la Avispa. Mientras volaban a alta velocidad en dirección al monte Althena, Iron Man miró hacia su compañera, y no pudo evitar un peculiar sobresalto, al verse a sí mismo, volando tras él.

- ¿Tony, estás seguro que estás armaduras tuyas permanecen bajo tu absoluto control en combate? – Sonó la voz del Janet desde el interior de la segunda armadura.

- Seguro, Jan. Tienes toda la garantía de Soluciones Stark. ¿Dime, estás cómoda ahí dentro?

En el interior de una de las armaduras de Iron Man, y siguiendo la estela que trazaba el verdadero vengador dorado, una diminuta Janet Van Dyne viajaba en el interior de un compartimiento especialmente improvisado para ella.

- No es el compartimiento más cómodo en el que he viajado, no es primera clase en el Concorde, ni siquiera es un Quinjet, pero creo que sobreviviré.

- Avispa, sabes que no había tiempo de regresar a la mansión a por un quinjet , si querías acompañarme a esta velocidad no quedaba más remedio que introducirte en una de mis armaduras [1] .

- Lo se, de todas maneras deberías hablar con Hank para que te instalase unos compartimentos, donde, en emergencias como estas, pudiésemos viajar cómodamente la gente pequeña.

- Lo pensaré – dijo Iron Man esbozando una sonrisa. Inmediatamente, tanto sus pensamientos como los de la Avispa se ensombrecieron mientras se preguntaban por el posible destino de sus compañeros Vengadores en el Proyecto Pegaso, de ellos, y de los centenares de trabajadores que servían en el complejo científico.

Apenas hacía cinco minutos, la Avispa e Iron Man, en Soluciones Stark, buscaban rastros de energía iónica que les permitieran localizar al Conde Nefaria para investigar su relación con los ataques que se estaban realizando sobre los jefes de Maggia [2] , cuando una señal de emergencia enviada por sus compañeros vengadores les obligó a abandonar la investigación y ponerse en marcha, rumbo a Pegaso.

- ¡Visión, aquí Iron Man! ¿Visión, me oyes? Aquí Iron Man, cambio. Alerta Roja.

- ##Aquí ...(Bzzzghh).. Visión, desde la M...(bzzzghe)...ón de los Veng...bzzz..res, ¿Iron Man, eres tú? ...(bbbbzz...gghhzzjj)...ada clara, intento anular la estática... ##

- Visión, aquí Iron Man, ¿Me recibes? Condición de alerta roja, Cambio...

- ##Ahora sí... Aquí la Visión. Informa, Iron Man.##

- Jan y yo estamos de camino al Proyecto Pegaso, parece que la situación ha empeorado, y nuestros compañeros necesitan toda la ayuda que podamos aportar. Sino actuamos rápido medio continente podría resultar devastado. Contacta con Clint y Hércules, nos reuniremos allí. Iron Man fuera.

- ##Entendido, Corto y Fuera. .. ##- En cuestión de segundos la Visión envió la llamada al resto del grupo y se dispuso para partir hacia Pegaso, pero el comunicador se activó de nuevo atrayendo su atención...

- ¡Atención Vengadores, aquí SHIELD! ¡Respondan, cambio! - Si el vengador artificial no hubiera contestado a esta llamada, hubiera acudido en ayuda de sus compañeros sin dudarlo, no obstante las circunstancias de la llamada de SHIELD le alejaron de la historia que aquí hoy nos ocupa [3] , no sin que antes lanzase la señal de emergencia hacia los dos últimos Vengadores ausentes, Ojo de Halcón el arquero y Hércules, el Príncipe del Poder.


Media hora antes...

Carlton´s Place, el local de Carlton, no es uno de los bares más recomendables de la ciudad, al menos si perteneces al mayoritario grupo de la gente decente, si por el contrario has sido fichado a menudo por la policía, o cumplido condena en alguna cárcel estatal, es muy posible que conozcas a la mayoría de los clientes del local, y que incluso alguno te invite a tomar algo. Eso si les caes bien, sino, es muy posible que tengas que defenderte con uñas y dientes para sobrevivir. Implicados en la investigación de los asesinatos de los jefes de Maggia [4] , las pesquisas de Ojo de Halcón y Hércules les habían traído hasta aquí.

- De verdad, Hércules, no veo porque me tengo que disculpar. Se que estas molesto conmigo, por mi relación con los Thunderbolts. Simplemente hice lo que me parecía correcto. Recuerda, - interrumpió - si alguien intenta huir, las ventanas del lado oeste dan al río, mientras que las del lado izquierdo tienen una caída de diez metros sobre el asfalto, algo doloroso para los simples mortales.Las dos figuras de Ojo de Halcón, y Hércules, convenientemente disfrazadas para no llamar la atención, se apoyaron en la barra, mientras observaban el ambiente.

- ¡Tabernero, una jarra de tu mejor cerveza, y lo que pida mi amigo! – dijo Hércules al hombre de detrás de la barra.

Mientras terminaba de secar un vaso, y sin despegar sus labios del cigarrillo que sujetaba en la boca, el camarero levantó la mirada hacia los dos vengadores, y tras examinarles de arriba abajo, interrogó al arquero.- ¿ será...?

- Erh..., lo mismo. - Contestó Barton. En realidad solo pensaba beber un par de sorbos para disimular, ya que no quería que el alcohol afectase a su puntería en caso de que hubiese lío, y continuó hablando mientras sus penetrantes ojos escudriñaban el resto del garito en busca de alguien conocido. – Mira Herc, respecto a los Thu... – se interrumpió al notar que el camarero aguzaba el oído – respecto a mis otros colegas, digamos que no eran tan malos como parecían y merecían una oportunidad.

Hércules bebió su jarra de un poderoso trago, miró al camarero y señaló su vaso vacío. - Otra – dijo secamente mientras con su lengua lamía la espuma del bigote.

- ¿Herc, estamos a lo que estamos, o qué? – le reprendió Ojo de halcón.

El León del Olimpo miró al arquero. El recuerdo de su paliza a manos de los Amos del Mal, hace ya algunos años, ensombreció su rostro. Para él, la alianza de uno de sus amigos Vengadores con aquellos villanos le había supuesto un dolor todavía mayor. Una afrenta a la palabra amistad, algo sagrado para él. Buscaba las palabras para decírselo a su compañero, cuando este le interrumpió.

- Mirá, ¿ves allí? – Ojo de Halcón hizo un gesto con su cabeza y señaló hacia una mesa donde un hombre corpulento, algo más grande que Hércules, y vestido de negro, se sentaba con dos atractivas fulanas.

- ¿Quién? – preguntó el semi-Dios

- Es Marko, el Hombre Montaña, un matón habitual de Maggia. Se ha peleado en varias ocasiones con Spiderman -

- Pese a su tamaño, no creo que plantee problemas al todopoderoso Hijo de Zeus. – y tras terminar su segunda jarra, dijo. –Abordémosle. – Se pasó la manga por la barba y se dirigió hacia él.

Por un instante Clint Barton pensó en detener a Hércules, pero enseguida desechó la idea. Por un lado, Hércules solo estaba haciendo lo mismo que Ojo de Halcón pensaba hacer, quitándole protagonismo al arquero, por el otro, sabía que no había manera humana de detener al olímpico, por lo que se dispuso a respaldar a su compañero. En ese preciso momento, las puertas del local se abrieron de par en par y tres nuevos personajes entraron en escena.

El más colosal de ellos, era un hombre cuya corpulencia rivalizaba con la de Marko, el siguiente, alto y ataviado con un sombrero tejano, portaba en sus manos algo parecido a un cable enrollado, y por último el tercero, el más bajo del trío, el de sombrero italiano, de grácil y ágiles movimientos, mostraba una seguridad en sí mismo de la que los hombres de su escasa altura jamás hacían gala, sobre todo en sitios como este. Barton enseguida reconoció a los tres recién llegados como el Buey, Montana, y Fancy Dan, el trío de matones a sueldo conocido como los Forzadores.

Los penetrantes ojos de Fancy Dan enseguida localizaron al Hombre Montaña y tras deshacerse del cigarrillo con una sonrisa, se dirigió junto a sus dos compañeros hacia allí. Al verlos acercarse, Barton optó por permanecer al margen.Ajeno a todo esto, Hércules había llegado hasta la mesa de Marko, y con toda su galantería había pedido a las dos prostitutas que le acompañaban que les dejasen solos. – Perdonadme, mis bellas damas, tenemos que hablar de cosas de hombres - Las chicas miraron a Marko, que a su vez examinó a Hércules, y con un gesto de asentimiento, les dio permiso para abandonar la mesa, y apuró su whisky con hielo.

- ¿Qué se te ofrece barbitas? – dijo Marko con toda la seguridad que infundía su mayor corpulencia. Hércules sonrió entusiasmado, había encontrado el tipo de mortal al que le encantaría dar una merecida lección de modales y respeto. Pero antes de que hiciese nada, los Forzadores llegaron a su mesa. Y de que modo...

Inesperadamente, el Buey arremetió contra el Hombre Montaña, arramplando con mesa, vasos y botellas, y sin ningún miramiento para el resto de los clientes del bar.

Hércules, se quedó sorprendido en el primer momento, y buscó a su compañero vengador, quien desde la barra, con su habitual sonrisa burlona, levantó su jarra a modo de brindis, dándole todo el beneplácito para que se desfogase con ambos matones. Como si Hércules necesitase realmente el consentimiento del arquero, pensaron ambos... Pero Hércules no contaba con los socios del Buey. Cuando el príncipe del poder se disponía a entrar en la refriega oyó la voz de Fancy Dan a su lado.

- Amigo, si yo fuera tú, sería inteligente, y me mantendría alejado de la pelea, me ocuparía solo de mis asuntos, incluso me iría a otro bar...

- ¡Ja,ja,ja! – Rió Hércules al ver como el hombre de pequeña estatura se interponía en su camino. Y confiadamente le puso la mano en el hombro para apartarle. Su error.

Con una velocidad pasmosa, las manos de Fancy Dan agarraron el brazo de Hércules, y usando su propia corpulencia contra él lo levantó del suelo para arrojarlo con violencia contra una de las ventanas del lado oeste del local. “El lado Oeste del local da al río” recordó Hércules mientras atravesaba los cristales de la ventana y caía hacia la sucias aguas del Hudson.

Desde su puesto de observación en la barra, Clint Barton sonrió, dejó la jarra de cerveza a un lado, y desabrochó su gabardina mostrando parte de su uniforme de Ojo de Halcón. En cuestión de segundos, sacó de los largos bolsillos de su gabardina su arco retráctil, y la docena de flechas que cabían, convenientemente disimuladas, a lo largo del forro de la prenda. Se ajustó la máscara, se desprendió totalmente de la gabardina y tensando el arco saltó sobre la barra. En esos momentos sonó la alarma de los Vengadores. Condición roja.


El comienzo del fin

En las entrañas del Proyecto Pegaso, en la sección del complejo declarada como catastrófica, allí donde todas las conexiones con fuentes de energía acababan de ser selladas y anuladas por los protocolos de seguridad, misteriosamente dos brillantes formas de energía iluminaban cegadoramente toda la sala del laboratorio de investigación espacial. Una de las formas de energía comenzó a hablar...

- Me llamo Arthur Parks, y la ciencia era mi pasión. Me especialicé en nuevas formas de energía y no tardé en ser uno de los mayores expertos en energía láser del mundo. Mi desmesurada ambición me hizo tomar innumerables decisiones equivocadas a lo largo de mi vida y finalmente acabé así, transformado en un ser de energía láser, incapaz de recuperar mi cuerpo físico, tienes que ayudarme por favor... - Dijo mientras estallaba en un borbotón de energía láser que consumía las paredes de roca que les rodeaban.Mónica Rambeau, la vengadora conocida actualmente cono Fotón, observó a su interlocutor. Conocía su historia a través de los archivos que había estudiado en la mansión de los Vengadores. Arthur Parks era en realidad el Láser Viviente, uno de los enemigos más antiguos del grupo, que por un accidente fortuito hace ya varios años había perdido su forma corpórea siendo transformado en un ser de energía. Mónica se compadeció del villano, siempre consideró su habilidad de cambiar de energía como un maravilloso regalo, y su control y confianza en sus poderes raras veces le habían hecho contemplar la idea de quedarse atrapada en su forma de energía.

- ¿No me oyes? ¡AYUDAME POR FAVOR! – El estallido del Láser Viviente provocó la desintegración de toneladas de roca sólida en un radio de diez metros alrededor suyo.

- Arthur, me llamo Fotón, tienes que calmarte, no puedes dejarte llevar, tu energía desatada puede causar daños a innumerables vidas – Dijo la vengadora mientras, en la medida que podía, absorbía gran parte de la energía emitida.

- ¡NO QUIERO CALMARME! ¡QUIERO RECUPERAR MI VIDA! ¡QUIERO SER HUMANO! ¡QUIERO VOLVER A PODER CAMINAR, COMER, BEBER, RESPIRAR; FO (...)!

La propia Mónica se sorprendió del repentino silencio. Ante ella, la luminosa forma del Láser Viviente se hallaba atrapada en una burbuja de energía Quantum.

- ¿Quasar? -

- A tu servicio, Mónica. – Dijo el magullado vengador cósmico, con su sonrisa de boy-scout de oreja a oreja. – ¿Cómo te encuentras?

- Estoy bien Wendell, y veo que tú también. ¿Qué ha sido de la Dínamo?

- No lo se, le envolví en un capullo de energía Quantum para protegerle de la explosión láser y volé con él para alejarnos lo más rápidamente del epicentro, pero la explosión resultó tan cegadora que no pude fijar bien su localización. Mi esfuerzo por contener en una gran burbuja toda esta ola de destrucción luminosa, más la contención de nuestro enloquecido amigo, requieren toda mi concentración, por lo que he tenido que dejarle libre. - Y tras una breve pausa prosiguió - ¿Me equivoco o tenemos aquí al Láser Viviente? Me enfrenté un par de múltiples veces a él en el pasado.

- ¿Un par de múltiples veces?... ¿Me lo explicas?

- Verás, durante Actos de Venganza combatimos en la Luna, donde huyó a otra corriente temporal alternativa a través de un aparato de Uatu, el Vigilante. Meses después el propio Uatu contactó conmigo para encomendarme la misión de salvar el multiverso ya que aunque el Láser había regresado a nuestro mundo, en su intento de regresar a casa, el Láser se había multiplicado una y otra vez a través de las tierras temporales. Mi misión entonces fue recolectar a todas las versiones del Láser para juntarlas en una.

- ¿Y como lo hiciste?

- Fácil, absorbí y mezclé a todos en el interior de mis bandas quantum.

- ¿Puedes hacerlo ahora?

- Dicho y hecho. – Y como por arte de magia la forma de energía del hombre que antaño fue Arthur Parks fue absorbido y almacenado en los brazaletes quantum de Quasar.

- Esto nos deja solo con la manifestación de energía láser que se estaba desplegando, ¿Puedes seguir conteniéndola?

- Sin problema. De algún modo parecía estar ligada al estado de ánimo del Láser. Una vez cortada su conexión parece que se ha calmado. La actitud del Láser era como la de un niño chapoteando en una bañera con los grifos abiertos. Una vez sacas al niño de la bañera el agua deja de revolverse sola.

- Ahora solo hay que encontrar la manera de cerrar el grifo antes de que el agua se desborde – Dijo una voz tras ellos.

- ¡Doctor Pym y...Bill, ¿Bill Foster? – Expresó Quasar con alegría al distinguir a su viejo amigo detrás de Pym y delante de los empleados del Proyecto que habían acudido .- ¿Qué te trae de vuelta al Proyecto, Bill? - Hola Wendell, ha pasado tiempo... – Contestó el doctor Foster.- Dejemos los saludos y vayamos a lo que nos ocupa – interrumpió Henry Pym. Su tono indicó tanto a Fotón como a Quasar que la presencia de Foster en el Proyecto le había incomodado de alguna manera.

Mónica Rambeau cambió de energía láser a rayos X y atravesó la barrera Quantum tras la que estaba, para unirse a sus compañeros. Mientras reasumía su forma física un escalofrío recorrió su cuerpo al pensar la imposibilidad de volver a solidificarse. Cuando sus pies tocaron el suelo, se sintió aliviada.

- ¿Y el Caballero Negro? ¿Qué sabéis de Dane? – Preguntó.


En las profundidades del Proyecto, en el acceso a las bóvedas de alta seguridad, junto a dos puertas forzadas, Dane Whitman, desprovisto de su capa y su casco practicaba el boca a boca al doctor Myron Wilburn director del Proyecto Pegaso.

- ¡Este hombre necesita oxígeno! - Gritó el Caballero negro a los servicios de emergencia del Proyecto que llegaban al lugar.

Un par de enfermeros se acercaron de inmediato al cuerpo inconsciente del doctor Myron Wilburn. Unos pasos más allá la tambaleante forma del Escudo Azul, se recuperaba de su mareo.- Has estado estupendo Escudo, - le agradeció la voz de Whitman – Sino llega ser por tu rápida reacción no hubiéramos logrado salir de la cámara hermética.

- ¿Qué...? ¿Qué he hecho? – contestó entre asombrado y maravillado, el jefe de seguridad del Proyecto. Recordaba como los sistemas de seguridad comenzaron a absorber el oxígeno de la cámara estanca en la que se hallaban. El doctor Wilburn fue el primero en caer por la falta de oxígeno. Recuerda como el Caballero Negro y él buscaron una manera de abrir las puertas inútilmente. La negrura se apoderó de él...

- ¿Que qué has hecho? No seas modesto, yo caí inconsciente y tú de alguna manera debiste arreglártelas para abrir las puertas y que entrase aire. El Proyecto Pegaso debería estar orgulloso de tenerte como jefe de seguridad. – Dijo Whitman felicitándole, y acto seguido tras colocarse su casco, cogió cuidadosamente su capa doblada y se dirigió a reunirse con el resto de los Vengadores.


En la superficie, cerca de la salida principal del Proyecto Pegaso, la Dínamo Carmesí lograba atravesar la puerta principal. Una vez alcanzada una altura determinada, y libre del bloqueo radiofónico al que le sometía la seguridad del Proyecto y su propia misión, Dínamo activó su radio y lanzó su mensaje, en ruso por supuesto.

- Potemkim V, aquí agente Dínamo ¿Me recibís? – Durante unos segundos la contestación fue el silencio y la estática, pero finalmente...

- ##Agente Dínamo, aquí Potemkim V. Nos sentimos aliviados de oírte, informa del resultado de tu misión.##

- Fracaso total. Accedí al interior del Proyecto Pegaso, pero no pude conseguir el objetivo debido a la interferencia de varios Vengadores. Considero necesario abortar la misión y abandonar la zona en el menor tiempo posible.

- ##Siempre habrá tiempo para regresar más tarde...##

- Negativo, la máquina del profesor Vanko estalló. Probablemente es irrecuperable dado que su estado es irreparable, aunque dada la tozudez de los americanos no me extrañaría que lo intentasen de nuevo pese a los riesgos que entrañ....¡Aaaaaahhhh!

- ##¡Agente Dínamo! ¿Que ocurre?## – Preguntaron al otro lado del receptor, pero la Dínamo no estaba en posición de contestar dado que había sido víctima de una doble dosis de rayos repulsores.

- Iron Man...- Murmuró Dínamo mientras recuperaba el control de su vuelo. De inmediato procedió a cortar las comunicaciones tal y como el protocolo ordenaba para evitar así que localizasen a sus aliados.

- Bien camarada, no se quien eres, ni que haces vistiendo esa obsoleta armadura de la Dínamo Carmesí, pero te aconsejo que desistas de intentar hacer frente a la versión más moderna de Iron Man. Mi actual armadura supera con creces a la que Alex Nevsky diseñó hace años. Y por si fuera poco no estoy solo.

Antes de que Dínamo pudiese reaccionar otro Iron Man cuya velocidad le hizo parecer que salía de la nada, propinó un potente puñetazo a la parte de su armadura que protegía su mandíbula. Su vuelo se torció de nuevo y se vio a realizar un aterrizaje forzoso, creando un pequeño cráter en el lugar donde finalizó su vuelo.Atontado, Dínamo salió de su agujero. Sino fuera por que ya conocía la presencia de los dos Iron Man, hubiera pensado que los golpes le hacían ver doble.

- Vi tu rueda de prensa televisada de hace unos días Stark. ¿Estás en el interior de una de las armaduras o ahora tan solo te limitas a dirigirlas a distancia?

- Estoy en una de las dos. ¿Adivinas cual?

- No es necesario. - Y la Dínamo activó un dispositivo especial de su armadura.

BZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZZ

Para sorpresa del vengador dorado, la armadura que controlaba a distancia se desplomó inactiva, falta de vida.

- ¿Cómo diablos...? – Exclamó el Iron Man que quedaba en pie.

- Digamos que he bloqueado la señal que te permitía controlar a tu gemelo. He cortado los hilos que manejaban tu marioneta. En tu jactancia capitalista supusiste que como mi apariencia era antigua, mis habilidades no se habrían modificado. Te equivocaste – y al mismo tiempo Dínamo apuntó con ambas manos al vengador acorazado.

A duras penas Iron Man esquivó la potente descarga eléctrica del agente dínamo. Una voz sonó en su casco. - Iron Man, ¿Cómo diablos salgo de aquí? -

En el interior de la armadura abatida, una diminuta Janet Van Dyne usaba su intercomunicador de los Vengadores para contactar con su compañero vengador. La leve distracción de Stark al oír a la Avispa, casi le cuesta el combate cuando la Dínamo embistió con toda su fuerza contra el vengador dorado. – ¡Uunnh!, Ahora no puedo Jan!-

Durante el siguiente medio minuto, ambos luchadores acorazados combatieron en el aire, bailando una danza aérea con intercambio de rayos de diversos tipos de energía. Finalmente la experiencia y pericia de Iron Man le permitieron superar a su contrario que de nuevo volvió a besar el suelo. Iron Man aterrizó a su lado victorioso.

Solo con su brazo izquierdo, el vengador agarró del cuello a su contrincante y lo levantó en vilo, mientras echaba hacia atrás su puño derecho dispuesto a finalizar el combate. Pero antes de que pudiese propinar el golpe final, algo le golpeó a él.

¡KLANG-BRUUM!- y Iron man cayó de rodillas tras soltar a su contrario. El cuerpo del semi-inconsciente Dínamo flotó hacia el cielo. – Un rayo tractor – pensó el aturdido Stark. El cielo estaba despejado sobre ellos, - Escáner activo - murmuró Stark. Las computadoras de su armadura detectaron una ingente masa flotando a gran altura sobre ellos. Las capas protectoras de camuflaje del ingenio volante no permitían lecturas más ajustadas, pero Iron Man dedujo que debía ser una nave tan grande al menos como el ya legendario Heli-Transporte de SHIELD. Su alarmas se pusieron en alerta roja al detectar una lluvia de misiles lanzados contra él.

Usando todas sus habilidades Iron Man evitó la mayor parte de los proyectiles. Tan solo dos de ellos le alcanzaron, pero su repercusión fue tan nimia que enseguida se dio cuenta que todo había sido una estrategia de distracción. Sus sensores le indicaron que el cielo estaba despejado, el enemigo anónimo había volado y Dínamo con ellos.

- Volveremos a vernos. - Dijo Iron Man apretando los puños con fuerza, y se dirigió a su otra caída armadura. - ¿Jan estás bien? -

- Sí Tony, tan solo algo magullada, y con dolor de cabeza. Alguno de esos misiles golpeó la armadura. ¿Qué me he perdido?

- Ahora te cuento,- Dijo el vengador mientras la liberaba de su contenedor. Y tras comprobar que no había ni rastro del enemigo se dirigieron a reunirse con sus compañeros en el interior del Proyecto Pegaso.


De vuelta en el local de Carlton, Ojo de Halcón el certero estaba disfrutando de lo lindo mientras esquivaba las botellas que los más valientes, o los más borrachos, del bar lanzaban contra él. Sus flechas disparadas a diestra y siniestra, se ocupaban de apaciguar a los fulanos que realmente podían representar una amenaza. Los clientes más inteligentes iban abandonando el local de la manera que mejor podían.

Al mismo tiempo, Marko, el Hombre Montaña, había agarrado entre sus brazos la máquina de Pin-Balll arrancando sus enchufes de la pared, para, utilizándola a modo de bate barrer con ella todo el perímetro a su alrededor. Eso, hasta que el otro extremo de la máquina fue bloqueado por el Buey. Forzado por los empujes de ambos titanes, el Pin-Ball acabó transformándose en un amasijo de astillas de metal, madera, plásticos y vidrio. Dejando a un lado los restos del recreativo, ambos colosos pasaron al intercambio de contundentes puñetazos. Fue entonces cuando Fancy Dan y Montana, hasta el momento expectantes, se percataron de la presencia de Ojo de Halcón. Al verles venir, Clint Barton volvió a esbozar otra vez su sonrisa burlona y provocadora. Montana agitó su lazo por encima de su cabeza y lo arrojó con la intención de atrapar al vengador, pero el arquero, haciendo gala de toda la pericia que sus años de entrenamiento, primero en el circo y luego como aventurero, le habían conferido, atravesó temerariamente el lazo, como si se tratase de un león amaestrado saltando a través del círculo de fuego del domador y disparó otra flecha contra Joe “Nudillos”, matón cuya facilidad de gatillo podía convertirse en un verdadero problema para todos los presentes. Lamentablemente, el aterrizaje de Clint, aunque impecable, le dejó al descubierto ante el también habilidoso Fancy Dan que logró conectar un temible puntapié en la mandíbula del vengador. Barton rodó con el impacto a través de la sala y a duras penas pudo evitar que el envalentonado “Gran Eddie” rompiera una silla contra su costado derecho. Tras dar una voltereta con la intención de recuperar el equilibrio, fue a parar directamente a los brazos de...- ¿Hércules? – exclamó el arquero con alivio.

- Sí aliado mío, el León del Olimpo ha regresado dispuesto a hacer pagar a los villanos la ofensa sufrida. – y tras soltar a Ojo de Halcón, el Hijo de Zeus dio una poderosa palmada que levantó un onda de shock que hizo que todos los presentes se fijasen en el dúo de Vengadores. – y ahora, mis queridos enemigos, ha llegado el momento de que el Príncipe del Poder os demuestre el significado de su apodo.

- No Herc, espera, déjame a mí. Son míos, - Dijo Ojo de Halcón mientras el Buey y el Hombre Montaña reanudaban su trifulca.

- ¿Qué quieres decir? ¿Acaso esperas que me quede cruzado de brazos mientras acaparas toda la diversión del combate?

- No habrá más combate. Ni heridos. Ni destrucción. – Afirmó el arquero. Montana volvía a agitar su lazo. Fancy Dan adoptó postura de combate. Otros recargaron sus armas de fuego o se armaron de botellas y taburetes.

- ¡JA! - Contestó Hércules – Para que veas mi magnanimidad te permitiré disparar la primera flecha.

- Será suficiente. - Contestó el arquero con su tono burlón.

- ¿Sónica? ¿Explosiva? ¿Gases?- replicó Hércules

- Normal y corriente, de punta doblada, si acaso. - Dijo mientras doblaba ligeramente la punta de la flecha elegida.

- ¿Una flecha vulgar? Fanfarroneas.

- ¿Qué apostamos? ¿La siguiente ronda?

- Por Zeus, todo el licor que el otro pueda beber.

- Hecho – Y ni corto ni perezoso, el arquero disparó la saeta que voló a velocidad vertiginosa por la sala, hasta que alcanzó su primer objetivo, el ondulante lazo de Montana, y lo arrastró a través de la habitación, rebotando gracias a su punta curva con los diversos objetos que golpeó hasta ir hilvanando como si de una aguja de coser se tratase a diversos de los contendientes, desde el tobillo de Fancy Dan, hasta las muñecas enzarzadas del Buey y Marko, para finalmente ir a clavarse en el desprotegido enchufe de la arrancada máquina de Pin-Ball. La electricidad que corrió a través de las fibras metálicas que daban resistencia al lazo de Montana bastó para aturdir a todos los enrollados por este, especialmente a los tres Forzadores y al Hombre Montaña. Hércules apenas pudo salir de su asombro.

- ¡Maravilla de Maravillas! – Exclamó el olímpico extasiado, mientras el resto de los presentes comenzaba a desalojar el local - ¡JA,JA,JA,JA,JA! – rió con estruendo el coloso. – En verdad mi amigo arquero has vuelto a demostrarme por qué siempre has sido un valioso aliado del Hijo de Zeus, y un gran valedor de su amistad.

- ¿Somos colegas de nuevo, hombretón? – preguntó el vengador de las flechas.

- Por supuesto que sí. Mi buen amigo, venga me toca pagarte mi parte de la apuesta, mientras esperamos a las autoridades locales. -


El doctor Pym, vestido con un mono de trabajo característico de los técnicos del Proyecto Pegaso charlaba asombrado con la doctora Margaret Mayfair, directora de marketing, y con el doctor William Foster, el nuevo Director del Laboratorio de Investigación y Desarrollo Científica del Proyecto.

- ¿No puedo creérmelo ¿Tony Stark me ha hecho esto? -

- Hice todo lo que pude doctor Pym... - se excusó Mayfair.

- Hank, yo...- comenzó a hablar el doctor Foster.

- No, Bill, no es culpa tuya... De hecho, pensándolo fríamente creo que eres la persona más indicada para ocupar este puesto. Créeme, nuestros años de colaboraciones me lo han demostrado. Es solo que me siento frustrado por no poder conseguir el trabajo en el que estaba depositando mis expectativas de vida futura. Se muy bien que Stark no sabía nada de mis intenciones, nadie en los Vengadores, ni siquiera Jan lo sabía.

- De todas maneras - dijo la doctora Mayfair - Siempre podemos contratar un científico de su reputación...

- Sí, Hank, un hombre con tus conocimientos sería una ayuda valiosísima para las investigaciones del Proyecto. Sería fantástico volver a trabajar juntos.

- No sé... - Contestó Pym - Tengo que pensarlo. - Pym tenía en gran consideración a Bill Foster desde el día en que comenzaron a colaborar juntos hace ya años. Paradójicamente, entonces también se lo recomendó Tony Stark. Foster le ayudó a encontrar un modo de recuperar su tamaño normal tras quedarse atrapado en su talla de Goliat. Con el tiempo, y el permiso de Hank, el propio Bill usó las fórmulas de cambiar de tamaño para asumir las colosales identidades de Goliat Negro y el segundo Hombre Gigante. A Pym no le importaba trabajar bajo las órdenes de su antiguo ayudante, lo que no le hacía gracia era que el Proyecto Pegaso le contratara de rebote, a él, el mejor bioquímico del mundo.


En otra parte del Proyecto, el Caballero Negro y Fotón observaban como su compañero Quasar contenía la manifestación de energía láser que no cesaba de brotar por la brecha dimensional abierta.

- ¿Cómo lo llevas Wendell? - Preguntó Fotón.

- Bien, por ahora bien, Mónica, puedo aguantar al menos unas seis horas más. Después de ese tiempo...

- ¿y el Láser Viviente? - Interrogó el Caballero Negro. - ¿Qué hay de él?

- Parece apaciguado, como si su contacto con nosotros le hubiera dado nuevas esperanzas.

En ese instante, Iron Man y la Avispa hicieron acto de presencia en la sala. El Caballero Negro salió a su encuentro.

- ¡Iron Man, Avispa! ¿Dónde está el resto del grupo?

- La Visión debería estar de camino. Ojo de Halcón y Hércules no contestan a nuestras llamadas. - Contestó la Avispa.

- Partieron en misión de incógnito, luego es muy probable que lleven los localizadores desconectados. - Aseguró Iron Man. - La Bruja Escarlata dejó la mansión antes de que la emergencia se activase, estará ausente unos días.

- ¿Unos días? ¿Con qué autorización? - Inquirió Dane Whitman.

- La mía. - Dijo gravemente Stark -

- Stark, tú no eres el líder de este equipo - Reprochó el Caballero.

- ¿Dane, he de recordarte que todavía no has sido nombrado oficialmente presidente de los Vengadores? La Avispa y yo, como miembros fundadores y en ausencia de un líder oficial asumimos el mando del grupo hasta las próximas elecciones.

Por un momento, las miradas del Caballero Negro y Iron Man se cruzaron desafiantes. El ambiente se volvió tan tenso que podía cortarse con un cuchillo. La Avispa les interrumpió.

- Está bien chicos. Creo que lo mejor será reunirnos cuanto antes y poner en común toda la información que tengamos. - y adoptando un tono más diplomático continuó - Dane, dado que tu has llevado el peso de la acción será mejor que dirijas la reunión.

- OK, gracias Jan. - y tras considerar la situación unos breves segundos, comentó - Dentro de quince minutos todos en la sala de conferencias del Proyecto. Mientras, intentaré contactar con la Visión.

Los Vengadores abandonaron la sala dejando solo al Caballero Negro. Este miró su capa cuidadosamente doblada y arrinconada en un extremo de la habitación y tras recogerla con sumo mimo se dirigió al centro de comunicaciones. Allí con la ayuda de los dos técnicos presentes pudo poner en marcha el sistema de comunicaciones para contactar con el sintozoide vengador.

- Visión, ¿Dónde estás? ¡Te necesitamos ya en el Proyecto Pegaso! – Sonó la grave voz del Caballero Negro.

- Me temo que tendréis que prescindir de mi presencia, Dane Whitman. Una emergencia personal requiere mi atención en el centro de Manhattan.

- Visión, ¿Qué haces todavía en Nueva York? La alerta roja sonó hace media hora, ya deberías estar llegando al Proyecto Pegaso...

- Caballero Negro, lamento informarte que en este mismo instante me es imposible acudir en vuestra ayuda.

- ¡Visión, la situación aquí es gravísima...!

- Pues entonces sugiero que la hagáis frente con toda la profesionalidad y capacidad de la que los Vengadores siempre han hecho gala... [5]- ¡Maldición, Visión, las cosas no son así. Mierda, se ha cortado, o peor, me ha colgado.-

- Los sistemas han vuelto a fallar, Caballero – le confirmó uno de los técnicos – El proyecto vuelve a estar incomunicado.-

Whitman tomó de nuevo su capa y se dirigió hacia el lugar de reunión con el resto de sus compañeros mientras pensaba que estos no eran los Vengadores que quería dirigir - Reúno y reestructuro el grupo, y a la primera emergencia me encuentro con que Iron Man ha dado permiso a la Bruja Escarlata para ausentarse, Ojo de Halcón y Hércules no contestan a las llamadas, y la Visión hace como con quien no va la cosa y me ignora. Desde luego esto no lo voy a permitir si finalmente accedo al liderazgo -


En la enfermería del Proyecto, el Escudo Azul tras ser reconocido y dado de alta por los médicos del lugar, paso a interesarse por la salud del director Myron Wilburn.

- Está reposando pero puede pasar a verle-

- ¿Dr. Wilburn? ¿Myron que tal te encuentras? – preguntó el jefe de seguridad al hombre que yacía en la camilla.

- B-bien, estoy bien. – Y estirando su mano hacia el visitante, dijo con tono agradecido – Gracias por sacarnos vivos de ahí abajo, hijo.

- De eso quería hablarte Myron. No recuerdo haberlo hecho. En verdad creo que ni siquiera lo he hice.

- Pero... ¿Qué me estás contando? El Caballero Negro lo ha confirmado.-- Personalmente creo que fue el mismo Caballero Negro el que nos sacó a ambos del atolladero, y por alguna razón que se me escapa, lo quiere ocultar.

- No entiendo nada... Le debemos la vida...Pero entonces...

- No se preocupe doctor Wilburn. Investigaré la situación tal y como es mi deber. Si encuentro indicios de que la actitud del vengador amenaza a la seguridad del Proyecto Pegaso, procederé según el reglamento. -


- La espera me impacienta. Llevo años en esta situación, años que parecen siglos. Pero hoy por fin he conectado con alguien que me entiende. Alguien que me comprende y que finalmente procederá a salvarme. Se llama Fotón y parecía muy amable, como Lucy o Jane podrían haber sido, si hubieran atendido a razones. Y tiene poderes sobre la energía... ¿cómo sino podría haber almacenado mi forma de energía en esta dimensión? Puede que después de tanto tiempo pueda recuperar mi forma física y volver a vivir... – La mente del descorporeizado Láser Viviente daba vueltas una y otra vez a la situación, la esperanza regresaba a su débil estado mental, aferrándose una y otra vez a ella como su única tabla de salvación. De pronto, la brecha por laque había entrado a su lugar de confinamiento se abrió, y se dirigió hacia el mundo exterior... En cuestión de segundos, su forma de energía, a modo de holograma adoptó el aspecto de lo que era su cuerpo en el momento de desintegrarse. Sus sentidos, o lo que él creía que eran sus sentidos, le informaron de lo que le rodeaba.

Ante él estaba ella en su forma humana, Fotón, dijo que se llamaba. Era su esperanza. A medida que reconoció el terreno, su expresión de júbilo fue cambiando. Ante él estaban personas que le resultaban bastante familiares. El chico rubio de traje rojo y capa azul no era otro sino Quasar, un héroe al que ya se había enfrentado, capaz de absorber su forma de energía en las muñequeras que portaba. Pero esto no era lo peor. Tras él, acorazado y dispuesto para el combate se hallaba otro individuo, cuya armadura roja y dorada, aunque diferente de las otras ocasiones, le permitían identificarle como Iron Man, el hombre causante de su desintegración. A su lado, la Avispa. Janet Van Dyne estaba más bella si cabe que la primera vez que la vio, cuando ella rechazó su amor. El traje medieval del Caballero Negro apenas significaba nada para Parks, pues nunca se habían enfrentado, pero el rostro del hombre desenmascarado detrás de él, era el de Henry Pym, el mejor bioquímico del mundo y el causante de su primera derrota. Da igual donde estuvieran o lo que sucedía alrededor, sin lugar a dudas, el Láser Viviente se hallaba frente a los Vengadores, sus enemigos más odiados enemigos y los culpables de todas sus desdichas. El sentimiento de odio y la necesidad de venganza estallaron de nuevo.

- ¡Vengadores Reuníos para morir! – Gritó el Láser con una mueca de odio y locura.


A centenares de kilómetros de distancia y desde un lugar seguro, en el puente de la gigantesca nave acorazada Potemkim V, protegida y camuflada para los radars y scaners más sofisticados, el general Brevlov, el doctor Kort, y el resto de la directiva de la Potemkim observaron con asombro la columna de luz que se erigía hacia el cielo en el lugar donde se hallaba el Proyecto Pegaso.

Continuará...


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Referencias:
1 .- En Action Tales, Stark/Iron Man ha comenzado a entrar en acción activando por control remoto un equipo de seis armaduras distintas que controla mentalmente mediante un chip implantado en su cerebro.
2 .- Como se está narrando en Action Tales en los primeros números de la serie de La Visión.
3 .- Si quieres saber el destino de la Visión y sus razones para no acudir a la llamada de emergencia de los Vengadores tendrás que leer su propia serie, o al menos en La Visión #02 .
4 .- De nuevo La Visión 2.
5 .- Sigue a la Visión en el número 3 de su propia serie en Action Tales.<

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