Star Trek Voyager nº01


Título: Hogar, dulce hogar (I)
Autor: Miguel Ángel Naharro
Portada:
Publicado en: Agosto 2005

 La continuación de la serie de TV. Tras su largo viaje de vuelta a casa, la Uss Voyager afronta nuevos retos, nuevas exploraciones y nuevos peligros ahora en el cuadrante Alpha y más allá...
Tras su largo viaje de vuelta a casa, la Uss Voyager afronta nuevos retos, nuevas exploraciones y nuevos peligros ahora en el cuadrante Alpha y más allá...
Gene Rodenberry y Action Tales presentan:
Creado por Rick Berman, Michael Piller y Jeri Taylor


Resumen de la serie de TV: Cuando buscaba una nave de los maquis en la zona denominada el yermo(1) fue arrastrada por la fuerza al cuadrante Delta(2), a 70.000 años luz de distancia de la tierra y de la Federación. Allí encuentran a los maquis, que como ellos fueron traídos a este lugar por un ser llamado el guardián, que estaba trayendo naves de todas las partes de la galaxia para encontrar a una raza compatible con su ADN para sustituirle como vigilante de los ocampa. Una raza cuyo planeta arrasó en el pasado por error y cuyo destino estaba ahora en sus manos. El guardián se estaba muriendo y no quería que tras su muerte, le siguiesen los ocampa, ya que una raza hostil llamada los kazon quería hacerse con la tecnología del guardián tras su desaparición. Tras la muerte del guardián, la Voyager toma la dura misión de acabar con la tecnología del alienígena para evitar que caiga en malas manos, aunque ello signifique quedar atrapados en este cuadrante. Tras lograrlo, dos nuevos tripulantes de añaden a la Voyager, el talaxiano Neelix y la ocampa Kes. Y las tripulaciones de los maquis y la Voyager se funden en una sola. Tratando de dejar a un lado sus discrepancias y desavenencias para cumplir el objetivo común.

A partir de ahí, se inicia el largo viaje de regreso a casa. En una zona desconocida del espacio, y con un viaje que puede durar más de 70 años, el objetivo es encontrar métodos para acelerar el viaje. En el camino se van encontrando fenómenos espaciales, lugares y razas alienígenas de todo tipo, entre las que destacan: Los cosechadores vidian, que necesitan de los órganos de otras razas para sobrevivir, los cazadores hidrogen, auténticos depredadores del cuadrante, las mismas tribus kazon, los malon, que van sembrando el espacio de residuos tóxicos y sobre todo los borg(3), ya que son originarios de este cuadrante. Es precisamente en un encuentro con los borg donde se une a la tripulación un nuevo miembro. Tras la necesidad de unir fuerzas con el colectivo borg para detener a la mortal especie 8742, procedente de otra dimensión y que los mismísimos borg no pueden detener. Tras la batalla contra la especie 8472, el enlace con los borg, Seven of Nine, es separada del colectivo y integrada en la tripulación. Aunque en un principio ella misma se niega, ya que ha pasado prácticamente toda su vida como borg, poco a poco se integra en la tripulación. Kes abandona la nave, al no poder contener sus aumentados poderes mentales.

En sus viajes, van acercándose y recortando poco a poco años a su largo viaje de vuelta y consiguen contactar con la Flota Estelar mediante el proyecto Pathfinder, manteniendo comunicaciones cada cierto tiempo. En un momento dado, Neelix abandona la nave para quedarse a vivir en una colonia de mineros talaxiana. Poco tiempo después, consiguen averiguar un método para llegar a casa. El único problema es que puede significar su fin... Finalmente consiguen regresar al cuadrante Alpha, tras siete largos años de viaje, con bajas, nuevos amigos y enemigos y montones de aventuras a sus espaldas... Ahora comienza una nueva aventura... (4)

Nota del editor/ escritor: Esta serie de AT, comienza aproximadamente, mes y medio después del ultimo capitulo de la séptima temporada de Star Trek Voyager. Cuando me puse a pensar en que seria interesante hacer una serie de Voyager, pensé que lo más adecuado seria hacerlo como continuación de la serie, como si se siguiese emitiendo y tras acabar la séptima temporada empezase la octava. Y así lo he hecho. Creo que las aventuras de la Uss Voyager en el cuadrante Alpha pueden ser igual o más interesantes que en el cuadrante Delta a setenta años luz de casa. Espero hacer disfrutar, tanto a los aficionados a Voyager y Star Trek en general, como a los no habituales al universo Trek.

1

En el cuartel general de la Flota Estelar situado en la Tierra, en San Francisco, es un día especial. Hoy se celebra el regreso de los héroes, el regreso de la tripulación de la uss Voyager de su viaje de siete años años por el cuadrante Delta. Durante mucho tiempo se dio a estos más de cien hombres y mujeres por desaparecidos, ahora están aquí para que se les rinda homenaje por su gran gesta. Los más altos cargos de la Flota y la Federación de planetas unidos, así como las personalidades más celebres de todo el cuadrante han sido invitados a la ceremonia.

Min Zife, la presidenta de la Federación estaba haciendo un discurso protocolario antes de la ceremonia donde les iban a imponer la condecoración al mérito de la Flota Estelar.

Sentados cerca de donde la boliana (5) seguía con el discurso, se encontraba la tripulación de puente de la Voyager.


La capitán Janeway apenas escuchaba las palabras de Zife, se encontraba como si estuviese en un sueño. Durante estos últimos años siempre mantuvo la esperanza, por difíciles que fuesen las circunstancias, de que conseguiría llevar a su tripulación a casa. Tras conseguirlo, se había quitado un peso de encima y sentía una sensación de trabajo bien hecho. Llevaban más de un mes en la Tierra y aún le resultaba casi imposible creérselo. “Estamos en casa” se repetía a si misma de tanto en tanto. Aunque ya estaba al tanto desde hacía tiempo, gracias a las comunicaciones que mantenían con la Flota, lo que más duro le había resultado es ver a Mark, su antiguo prometido, con su mujer y su hijo. Siempre pensó que Mark seria el hombre de su vida, y así hubiese sido de no haber desaparecido durante siete años. Mucho habían sacrificado en estos años y la vida junto a Mark ahora solo era uno algo que pudo ser y no será. Dejo esos pensamientos atrás, era el momento de vivir en el presente y en disfrutar de todo lo que les estaba pasando.

A su lado, y perdido también en sus pensamientos estaba Chakotay. Su futuro era toda una incógnita para él. ¿Podría volver a la vida activa en la Flota tras todo lo que había pasado? el alto mando de la Flota había indultado a todos los miembros del maquis que durante estos años habían servido intachablemente en la Voyager. Aún así, no estaba tan seguro de que todo se olvidase tan rápido. ¿Se olvidarían de que muchos de ellos lucharon y mataron a muchos oficiales de la Flota años atrás? Oficialmente si, pero no creía que los oficiales que se enfrentaron con los maquis en combate lo olvidasen así como así. Curioso que empezase a pensar de nuevo como un maqui, después de ser el primer oficial de la capitán Janeway en el transcurso de todo este tiempo.

Su mirada se desvió y observó a la hermosa mujer que tenía cerca suyo. La única de todos los que estaban allí que no llevaba el uniforme reglamentario. Su cabello rubio rojizo estaba recogido, como era costumbre en ella. Los implantes cibernéticos que llevaba a la vista denotaban que Seven of Nine no era una mujer normal. Durante muchos años, la mayor parte de su vida, perteneció a los borg, hasta que se convirtió en su compañera de tripulación y incluso algo más. Durante un tiempo, ambos mantuvieron una breve pero intensa relación amorosa, sin embargo, no prospero y ambos se separaron amistosamente, sin rencores.

Tuvok observaba y escuchaba en silencio. La fría lógica vulcana de Tuvok le evitaba el sentir nada especial en esta ceremonia. Tras siete años alejado de su planeta natal, había regresado en un permiso para ver a su esposa e hijos y conocer a sus nietos y operarse de una dolencia que arrastraba los últimos meses y que solo podía curar en Vulcano.

A pesar de que la capitán le insistió en que se quedase el tiempo que quisiese con su familia, decidió volver lo más pronto posible al trabajo. Tras tantos años conviviendo entre ellos, seguía sorprendido por la necesidad de los humanos por recrearse en sus logros. La vanidad era una cualidad humana difícilmente asumible para un vulcano, y eso era lo que significaba esta ceremonia, una exaltación de la vanidad humana.

Harry Kim sonreía. No había dejado de hacerlo desde que llegaron a la Tierra. Cuando embarco en la Voyager era un chico novato, inseguro y sin experiencia, ahora era un Harry Kim mejor, había madurado, tenía más experiencia que muchos oficiales que le doblaban en edad y una gran confianza y seguridad en si mismo. El que sus padres pudiesen ver como su hijo era condecorado era el mejor premio que pudiesen obtener.

B´elanna no dejaba de pensar en lo que el futuro les deparaba. Con los años había aprendido a soportar la disciplina de la Flota, pero solo en la Voyager y bajo las ordenes de Janeway. Si no seguían en la Voyager ¿dejaría la Flota?. Ni siquiera se graduó en la academia, abandono en el segundo año y acabo como una terrorista maqui. Ahora era una oficial muy valorada por su capitán y una madre novata. Sus pensamientos se centraron en su hija ¿Dónde se criaría? ¿pasaría por el mismo rechazo que tuvo que soportar ella? sin ser aceptada ni por los klingon ni por los humanos. Si podría evitarlo, su hija jamás pasaría por el infierno de infancia que paso ella.


Al lado de su esposa, Tom Paris buscaba con la mirada a su padre, el almirante Owen Paris. Durante toda su vida había sido la oveja negra de la familia. Una familia con una larga tradición de éxitos en la Flota Estelar cuya reputación fue puesta en entredicho cuando él desertó para unirse a los maquis. En su primera misión con ellos fue capturado, junto a sus compañeros, por lo que pensaron que él era un traidor. Justicia poética, sin duda, ambos bandos lo tildaban de traidor. Encarcelado, pensaba que pasaría el resto de sus días en un centro de rehabilitación hasta que la capitán Janeway fue a buscarle. Aunque habían pasado siete años, era como si hubiese pasado toda una vida. El destino le tenia reservada la oportunidad de resarcirse por errores pasados. Se gano el respeto de su capitán y de sus compañeros, se enamoro y se caso con B´elanna, la mujer de su vida, tuvieron juntos una hija maravillosa y vivió aventuras increíbles al otro lado de la galaxia. No tenía duda de que su padre, al cual decepciono en más de una ocasión, estaría orgulloso de lo que su hijo había logrado.

B´elanna le apretó la mano y ambos sonrieron.

La mujer que se hacia llamar Seven of Nine estaba algo intranquila. Desde que regresaron del cuadrante Delta no se encontraba del todo a gusto. Durante cuatro años el único hogar que conoció fue la Voyager y los únicos individuos con los que trataba eran su tripulación. No guardaba lazos afectivos con este planeta, pese haber nacido en el mismo. Al ser asimilada cuando apenas era una niña, guardaba pocos recuerdos de su vida anterior, solo fragmentos sueltos. Aunque en un principio la idea de visitar la Tierra le repelía, por el conflicto con su anterior personalidad borg, un planeta lleno de millones de individuos podía ser una verdadera pesadilla para un borg, poco a poco le fue llenando de curiosidad el visitar ese mundo tan anhelado por sus compañeros. Ahora que estaba en él, se encontraba algo desplazada, fuera de lugar. Extrañaba la Voyager. Esperaba poder volver pronto a

pasearse por su interior.

El Doctor miraba a un lado y a otro del lugar. Estaba claro que la crème de la crème del cuadrante estaba en esta sala. El Doctor no era una persona normal, de hecho, no era una persona, solo luz con un campo de fuerza y una complicada mente informática, un sofisticado programa holográfico. Que un holograma pudiese desplazarse a voluntad por cualquier lugar y no estar confinado a una holosección (6) era algo único. Gracias a que su programa se podía descargar a su emisor móvil, él no estaba prisionero en un lugar determinado como el resto de hologramas. Era algo único, un individuo especial. Pues el mismo no se consideraba solo un programa, si no una persona. El estar en este lugar, era algo que en parte le hacía sentir como si fuese de carne y hueso.

fan3

Reginald Barclay estaba eufórico. Todos sus esfuerzos en los últimos años se dedicaron al regreso de la Voyager. Cuando abandono la Enterprise (7) y se traslado al cuartel general de comunicaciones de la Flota, se sintió solo, solo y en un ambiente extraño para él. Tras surgir el proyecto para contactar con la Voyager, creo un programa en la holosección que recreaba con detalle la nave. En un principio lo hizo para poder estudiar con detalle los procedimientos y los mecanismos que le podrían llevar a poder cruzar una distancia inmensa y contactar con esa pobre gente que se encontraba abandonada a su suerte en territorio desconocido. Pero poco a poco se fue convirtiendo en una obsesión. Pasaba más horas en el interior del programa de la Voyager que en el mundo real, analizando datos, estudiando posibles soluciones y interactuando con la tripulación de la Voyager. Sin darse cuenta, empezó a tenerles afecto, se convirtieron en sus amigos, sus únicos amigos. Tras dejar la Enterprise, también dejo atrás a los únicos amigos reales que tenía, siempre tuvo problemas para relacionarse con la gente, y tiempo atrás estuvo afectado por holoadicción, gracias a la consejera Troi (8) dejo atrás esos problemas. La obsesión con traer de vuelta a la Voyager llego a un punto en el que hasta pasaba las noches entre hologramas de la capitán Janeway y compañía. Finalmente encontró un método para contactar con el cuadrante Delta y desde entonces su verdadero deseo era el de poder conocer en persona a sus tripulantes. Ya lo había conseguido y ahora recogía los frutos de todo su trabajo.

- No parece muy entusiasmada por la ceremonia, Seven.-Comenta el Doctor

- Los elogios y los premios por cumplir con nuestro trabajo me parecen irrelevantes.

- El justo premio siempre es relevante, Seven

Seven se quedo mirando con detenimiento el rostro del Doctor.
- A usted esto le agrada en exceso.

- ¿Doc encantado con que lo elogien y aumenten su ya de por si gran ego? No, imaginaciones tuyas.

- Soy un holograma, señor Paris, no tengo ego que alimentar.

- ¿Y entonces que es lo que hemos soportado todos estos años?

- Muy gracioso. Piénselo por un momento. Seré el primer holograma en ser condecorado. Un hma (9) que ha transcendido los limites de su programación, que ha evolucionado. Médico, tenor, héroe intergaláctico... ¡cientos de científicos de todos los lugares de la galaxia se pelearan por estudiarme!

- Y dice que no tiene ego...

B’elanna y Harry rieron ante el comentario de Tom.

Momentos después, la presidenta de la Federación terminó su discurso y le indicó a la capitán Janeway que se acercase. Era la hora del discurso de la capitán.

- En primer lugar, debo agradecerles su presencia. Durante siete largos años estuvimos perdidos a setenta mil años luz de nuestro hogar, en territorio a menudo hostil y desconocido para todos nosotros. Nuestra misión era clara, volver a casa lo más rápidamente posible, pero sin olvidar los fundamentos y pilares de la Flota, la exploración, la relación con nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones. Y sabiendo que aún tan lejos de nuestra gente, no estábamos solos, que nuestros amigos, compañeros y familiares, velaban para intentar traernos de vuelta.

De lo que más orgullosa estoy es que tanto mis oficiales, como yo misma, nos considerábamos, no solo una tripulación de la Flota, si no una familia. Y la Voyager era nuestro hogar lejos del hogar. Quisiera recordar a todos los que empezaron el viaje con nosotros y perdieron la vida en cumplimiento del deber, gracias a su esfuerzo, al nuestro, y al de la Flota Estelar, estamos aquí, estamos en casa. Muchas gracias a todos, de corazón.

La sala estalló en aplausos. Muchas de las personas se levantaron de sus asientos para aplaudir. El almirante Paris se acercó portando las medallas al mérito. La tripulación se puso en pie, y se fueron acercando de uno en uno. La capitán Janeway fue la primera en recibirla.

- Es un honor para mi, imponeros la medalla al mérito de la Flota Estelar. Nadie duda que os la habéis ganado con esfuerzo y con dedicación. Enhorabuena.

Todos fueron pasando a recoger su medalla. El almirante Paris no pudo evitar cruzar unas palabras con su hijo en el momento de entregarle su condecoración.

- No sabes cuantas veces he soñado este momento, hijo. A veces pensaba que nunca llegaría.

- Yo también, padre.

Le puso la medalla y ambos se dieron un fuerte abrazo. B’elanna se alegró al ver esa escena. Tras tanto tiempo, parecía que los problemas entre Tom y su padre por fin se habían arreglado.

Quien más contento estaba era sin dudarlo el Doctor. El primer holograma condecorado- pensaba. Una lastima que su creador, el doctor Lewis Zimmerman no hubiese venido a verle. Era un hombre muy ocupado, seguro que tenía un motivo importante para no venir a ver a su creación. ¿A quien quería engañar? Estaba claro que no se había esforzado por venir a verle y eso era algo que le entristecía.

Tras la ceremonia, todos se desplazaron a un salón cercano, para asistir a una fiesta en honor de la tripulación de la Voyager.

Janeway se acercó a Tuvok y le dio unas palmadas en el hombro. Este levantó una ceja al estilo vulcano.

- Tuvok, viejo amigo, desde que volviste de Vulcano apenas nos hemos visto.

- He estado ocupado, capitán, tenía varios informes pendientes que...

- ¿Más importantes que pasar a saludar a tu amiga y capitán?

- Eso nunca, capitán. Le he traído un regalo de Vulcano, espero que esto me disculpe.

El vulcano sacó una hermosa flor con tonalidades que van del azul al rojo.

- Es una rara variedad de planta que crece en Vergus II, es una flor única, creada mezclando seis tipos distintos de plantas . Espero que le guste.

- Me encanta.- Le dijo mientras olía el aroma de la flor. – Esta disculpado. Venga, participemos de la fiesta.

Seven, el Doctor y Harry Kim han formado un pequeño grupo de charla. Chakotay conversa con el embajador de Betazed, mientras Barclay hablaba con la consejera Troi y William T. Riker.

- Te veo muy bien, Reg.

- ¿Usted cree, Deanna?

- Desde luego, el éxito y la fama te sientan bien, amigo.- Comentó Riker.

- ¿Y que piensas hacer ahora? ¿Cuáles son tus planes?- Dijo la consejera Troi.

- Pues aún no lo sé con exactitud, estoy dándole vueltas a volver a una nave estelar, ya han pasado unos años desde que deje la Enterprise y quizás es hora de volver a una nave y dejar el cuartel general de comunicaciones. Tras participar en el proyecto Pathfinder creo que es momento de marcharme.

- Me parece una excelente idea, Reg, estoy seguro de que Georgi estaría encantado de tenerte de vuelta por ingeniería.- Dijo Riker.

- Seria un honor regresar al Enteprise, pero pensaba en apuntarme a alguna otra nave. Es solo una idea, aún no lo tengo todo claro.

Barclay no lo dijo, pero su intención era pedir su traslado a la Voyager, de volver esta al servicio activo. No habría destino que le atrajese más en estos momentos que el pertenecer a la tripulación de la Voyager. En el ultimo mes y medio había rechazado ofertas de importancia, para esperar esta oportunidad.

La capitán Janeway se acerca acompañado del capitán Picard y de Data al corrillo formado por Seven of Nine, el Doctor y Harry Kim.

- Capitán Picard, teniente comandante Data, les presento a algunos de mis mejores oficiales. Este es el Doctor, no encontraran médico más hábil y con más conocimientos en toda la galaxia.

- He oído hablar de usted, Doctor, es un placer conocerle.

- ¿Ha oído hablar de mí, capitán? Espero tener el honor de disfrutar de su presencia en mi conferencia sobre medicina en el cuadrante Delta que doy mañana en la academia.

- El honor será mío, Doctor.

Este se mostró muy satisfecho.

- No sabe donde se mete, Jean Luc.- Le comenta en voz baja Janeway a Picard.

- Me resulta interesante, Doctor. Como yo, no es un organismo biológico ni tiene alma, pero ambos hemos superado nuestras limitaciones y hemos intentando ser mejor de lo que somos. Su programa holográfico sin lugar a dudas es algo único - Comenta Data.

- Sin duda somos individuos únicos, señor Data En eso le doy toda la razón.- Dice el Doctor con una medio sonrisa.

- Este es Harry Kim, uno de mis hombre más valiosos.

- No es para tanto, capitán.

- No seas modesto, Harry nos ha salvado de más de una situación comprometida.

- Encantado, alférez Kim.- Dice el capitán Picard.

- Y esta es Seven of Nine. Seven, te presento al capitán de la nave insignia de la Federación, el capitán Jean Luc Picard.

- Le recuerdo... Locutus.


Al escuchar ese nombre el rostro sereno de Picard palideció. Se estremeció al recordar cuando los borg lo habían capturado y lo convirtieron en uno de ellos. En sus pesadillas aún recordaba la voz de los borg; miles de voces atronadoras que hablaban al unísono como una sola. (10)

El capitán recobró en seguida la compostura.

- Seven...- Le reprobó Janeway a su tripulante.

- No pasa nada, capitán Janeway. Ambos hemos compartido un vinculo y es lógico que me recuerde de la mente de la colmena.

- Seven, recuérdeme que tenemos que repasar esas clases de relaciones sociales. Clase 35: tacto. Dice el Doctor en voz baja al oído de la joven.

- No pretendía ofenderle. En cierta forma, somos similares. Usted, como yo, estuvo unido el colectivo, pero recupero su humanidad y volvió a ser un individuo.


- Lo cuál no habría conseguido sin mi la ayuda de mi tripulación ni usted sin la ayuda de sus compañeros. Disfrute de su recuperada humanidad, abrácela sin temores y lograra comprender el valor que realmente tiene lo que ha conseguido.

Esta asintió.

En otra parte del recinto, Tom Paris se llenaba el vaso con sintehol, mientras su mujer charlaba con el ingeniero Miles O´Brien. Llevaban un buen rato y él se perdía ya con tanto aspecto técnico.

- Tu también te pierdes ¿he?, cuando Miles se pone a hablar de detalles técnicos y de ingeniería de motores, es difícil seguirle.

- Desde luego, solo espero que no contradiga mucho a B´elanna, si no corre el peligro de que ella le retuerza un brazo hasta rompérselo.

- Ja, ja, ja. Eso tendría que verlo, desde luego. No me he presentado, soy el doctor Julian Bashir, Miles es un viejo amigo mío.

- Tom Paris, B´elanna es mi mujer.

-Dígame, ¿la belleza con implantes cibernéticos tiene pareja? Es todo un monumento.

- ¿Seven? Póngase a la cola, si existen mujeres inalcanzables, Seven es una de ellas.

- Mmm todo un reto, eso me gusta.

- Julian, tu y tus líos de faldas, nunca aprenderás.

- Algunos no estamos casados y con hijos, Miles, viejo zorro.

- El señor O´Brien me estaba dando algunos consejos y poniéndome al día, llevo siete años desconectada de los últimos avances en ingeniería quántica y warp, voy a tener que hacer unos cursillos...

- No te hace falta, cariño, eres la mejor ingeniero de la Flota.- Le dijo Tom para después besarla.

- Adulador.- Dijo ella con una sonrisa.

- ¡Damas y caballeros!

Todos los invitados a la fiesta, se volvieron hacía quien reclamaba sus atención.

El almirante Paris lleno una copa de champán y dijo:

- Quisiera dedicar un brindis muy especial. Un brindis por los héroes que por fin regresaron al hogar, con la esperanza de que a partir de este momento, su felicidad sea tan grande como la nuestra por tenerlos a nuestro lado ¡por las héroes de la Voyager!

- ¡Por los héroes de la Voyager!

Todos brindaron a su salud.

2
Al día siguiente.


Seven of Nine y Harry Kim se encontraban visitando el cuartel general de comunicaciones de la Flota. Durante un par de años, la comunicación con los hombres y mujeres de este proyecto, fue el único contacto que mantuvieron con el cuadrante Alpha, el proyecto Pathfinder les permitió enviar y recibir cartas y mensajes de amigos y familiares, lo que hizo que la moral de la tripulación no decayese.

Harry se prometió que cuando llegase a casa, una de las primeras cosas que haría seria visitar este lugar, Seven le había acompañado por mero interés en observar la tecnología que contenía este complejo.

- Diseño rudimentario, pero eficaz.- Comentó Seven.

- Eso es todo un elogio, créame.- Dijo Harry a uno de los técnicos.

- Dime, Seven ¿crees que volveremos a la Voyager pronto?

- Estamos a la espera de que nos den destino. No creo que tarden demasiado ¿piensa que retiraran a la Voyager? Es una nave con muchos años por delante, sería un error retirarla del servicio.

- No es eso, me preocupa que nos disgreguemos, que nos vayamos a otros destinos y separemos la tripulación.

- Muchos se marcharán, a otras naves o a destinos en la Tierra o otros planetas, es algo habitual, las tripulaciones se van renovando, solo el estar alejado de espacio de la Federación ha hecho que la

Voyager mantuviese tanto tiempo la misma tripulación.

- Lo sé, es algo sentimental, siempre pensé que estaríamos todos juntos para siempre, supongo que el chocar con la realidad me algo resulta duro.

- Nos adaptaremos. Siempre lo hacemos.

Harry le respondió con una sonrisa. Ambos siguieron la visita guiada por el complejo, observando todos los proyectos en curso y los laboratorios más avanzados de la Flota en lo referente a comunicaciones sub-espaciales.

Mientras paseaban por el complejo, la mente de Seven retrocedía unas horas en el tiempo. A la noche anterior, cuando visitó al único pariente que tenía en la Tierra.

Su tía Irene Hansen se estaba muriendo. Tenía una enfermedad mortal que le había postrado en la cama y que le había estado quitando la vida poco a poco. Su ultimo deseo fue ver a su sobrina Annika, antes de morir. En un principio, Seven se negó, pero finalmente se lo pensó mejor. No le unía ningún lazo sentimental con esta mujer, sin embargo, algo le hizo aceptar cumplir el ultimo deseo de esta moribunda mujer.

Cuando entró en la habitación y vio lo deteriorado de su aspecto, pudo comprender por la agonía que había pasado durante el transcurso de esta enfermedad.

- Annika, has venido.

- Sí. ¿Le duele?

- No demasiado, los médicos me tienen atiborrada de calmantes. ¿Sabes? te veo a ti y veo el vivo retrato de tu madre.

- ¿De veras?

Seven apenas guardaba recuerdos nítidos de su madre. Y el escuchar que se parecía a ella reavivo de algún modo su curiosidad respecto a ella.

- Te veo a ti y veo a tu madre. Tantos recuerdos juntas.

- ¿Se llevaban bien?

- De pequeñas éramos inseparables. A medida que fuimos creciendo y haciéndonos mayores nos fuimos distanciando. Al verte aquí, desearía haber hecho las cosas de forma distinta, quizás así ella y tu padre no habrían partido contigo en su misión científica...

- Usted no tiene la culpa de que me llevaran a una misión peligrosa. Su irresponsabilidad fue decisión suya.

- Les culpas de lo que te ocurrió ¿verdad?

La mujer pasó su mano por el rostro de Seven, parándose en el implante cibernético que le rodeaba el ojo izquierdo.

- ¿Te dolió cuando te lo pusieron?

- No... Sí, sufrí un dolor atroz, aunque mayor fue el miedo que sentí.

- Pobre, niña. No puedo ni imaginar los tormentos a los que te has visto sometida. Pero se una cosa, tu madre y tu padre solo querían lo mejor para ti y ellos nunca habrían querido que pasase lo que pasó. Créeme, ellos te querían más que a nada en el mundo.

En ese momento le vino un ataque de tos, y empezó a sangrar por la nariz.

El médico entró rápidamente y observó el panel que controlaba el metabolismo de la mujer. Miró a Seven y negó con tristeza con la cabeza.

Su tía le agarró de la mano con fuerza y la miró a los ojos. En unos minutos la vida le había abandonado.

Seven notó como se le humedecían los ojos. Nunca antes, en su vida adulta había estado en la compañía de este mujer, pero sintió una perdida, como si algo le faltase.

En el fondo pensaba que estaba un poco más sola en el mundo. Nadie de su familia vivía. Ya solo tenía a sus compañeros y amigos de la Voyager.

El recuerdo de la visita a su tía fue apartado y regreso a la visita que estaba haciendo junto a Harry.

- Ya han visto todas nuestras instalaciones.- Dijo el ingeniero que les hacía de guía.- Si no tiene inconveniente, hay varios de nuestros ingenieros y científicos que quieren consultar los inmensos conocimientos de Seven of Nine para algunos experimentos ¿le parece bien?

- No veo por que no.

- Seven, yo me tengo que marchar, prometí al Doctor que me pasaría aunque fuese un momento por su conferencia.

- Con suerte, cuando llegue, la mitad del auditorio estará hipnotizada por la interesante y privilegiada charla de nuestro querido Doctor.

- Aún recuerdo cuando el alférez Mcormin empezó a roncar en la charla sobre insectos del cuadrante Delta y todos empezamos a reír sin parar al darnos cuenta y como se enfadó el Doctor.

- Pues no le haga esperar, ya nos veremos.

- Hasta luego, Seven.

Tras ver marcharse a Harry, Seven siguió al ingeniero por los pasillos del centro de comunicaciones hasta el turboascensor. Subieron a la planta veintidós y allí caminaron por un largo pasillo hasta llegar a una sala.

- Dígame, ¿duraran mucho los experimentos? Tengo obligaciones que atender y no me gustaría descuidarlas.

- Descuide, no le robaremos mucho tiempo.

Cuando se abrió la compuerta, Seven atisbo algo por el rabillo del ojo y rápidamente apartó con fuerza al ingeniero, este cayó aturdido, Seven en ese preciso instante sintió una descarga de phaser en su espalda y aunque resistió, finalmente perdió la consciencia.

- El objetivo esta en nuestro poder.- Dijo a un comunicador el ingeniero mientras se levantaba.

El hombre que había disparado el phaser se arrodilló sobre Seven y dijo:

- Transporte para tres.

Las tres figuras desaparecieron en un haz de luz.


3
- A-koo-che-moya. Estamos lejos de las tierras sagradas de nuestros abuelos.

Lejos de los restos de nuestro pueblo, pero quizás haya un ser poderoso que me acepte y me deje las respuestas que busco.

Chakotay cerró los ojos y puso la mano en su akoonah. Durante cientos de generaciones la tribu a la que pertenecía Chakotay había usado plantas psicoactivas para hacer viajes espirituales. En la época actual usaban un aparato llamado akoonah, que sustituía a las plantas.

Estaba en un terreno boscoso, los árboles le eran de alguna manera familiares, el rocío todavía humedecía la hierba. Chakotay se sentía en comunión con la naturaleza.

- ¿Interrumpo algo?

Chakotay abrió los ojos y termino bruscamente con su viaje espiritual.

Janeway estaba en la puerta de su habitación con una botella de vino y dos copas.

- Lo siento, no sabia que estabas meditando.

- Tranquila, no pasa nada.

- Espero que tu guía animal no se haya enfadado conmigo.

- No te preocupes, es muy comprensivo.- Dijo guiñándole un ojo.

- Pensé que quizás podríamos charlar un rato, si no estas ocupado.

- Claro, Kathryn. Será un placer.

Chakotay abrió la botella y lleno las dos copas de cristal.

- Por nosotros.

- Por nosotros.

- ¿Sabes? A veces me despierto en mitad de la noche, pensando que todo lo que estamos viviendo no es real, que seguimos perdidos en el espacio.

- Lo conseguimos. No es una ilusión. Y si no fuese por ti, nunca lo hubiésemos logrado.

- Ahora que lo hemos logrado me siento extraña, en todo este tiempo me he sentido como la madre de todos los tripulantes de la nave y ahora me da algo de miedo que nuestra pequeña familia se separe.

- Es algo normal, muchos cambiaran esta familia por otra, es ley de vida.

- ¿Y tu? ¿Cuáles son tus planes?

- No lo he pensado mucho, tengo varias ofertas de trabajo interesantes, pero mi prioridad es seguir bajo tu mando.

- ¿Aunque no siguiese en la Voyager? Aunque considero a la nave como mía, no lo es, y la Flota puede nombrar a otro capitán y trasladarme a otro puesto.

- No te veo en una oficina con el papeleo, eres una mujer de acción, y habrá pocos capitanes en todo el cuadrante con la experiencia y habilidad que tu tienes.

- Como sigas, me voy a sonrojar. Y tu eres el mejor primer oficial que un capitán pudiese desear.

- Después de tantos halagos necesito otra copa ¿y tu?

Un rato después, ambos estaban riéndose en voz alta, mientras comentaba anécdotas de sus vivencias juntos.

- Y aún recuerdo cuando tu y Tom involucionasteis en una especie de reptil.

- Calla, calla, que aún tengo pesadillas en las que me veo poniendo huevos de reptil jajajaja.

- Kathryn Yo...

Sin previo aviso, Chakotay besó a Kathryn. Esta se vio sorprendida, sin embargo, no rechazo a su primer oficial.

- Pensé que tu y Seven...

- Lo nuestro acabó, su interés en mí era algo experimental, parte de su búsqueda para recuperar su humanidad. No podía durar. Ella es un mujer excepcional y toda una belleza, pero aunque le sigo teniendo cariño, ya es agua pasada.

- No se si debemos, tu eres mi primer oficial y yo tu capitán... No esta bien.

- ¿Acaso no somos un hombre y una mujer también? Durante estos años no has querido involucrarte sentimentalmente con nadie de la tripulación y eso te ha hecho sentirte sola.

No tienes por que estar sola, Kathryn.

Él la abrazó y ella le respondió con un apasionado beso. En el fondo ambos habían estado apartando la mutua atracción que había surgido entre ellos durante todos estos años juntos, ninguno lo había admitido, pero hacía mucho que estaba allí, ahora ambos daban rienda suelta a sus sentimientos libremente, sin ataduras. Olvidándose de los rangos y de todo lo demás, siendo solo dos amantes dejándose llevar por su deseo.



4

- Ególatras mal nacidos, panda de descerebrados ¡no sabrían lo que es el talento aunque lo tuviesen

ante sus narices!

- Ya veo que estas de buen humor, doc, si quieres me voy.

- Pasé, señor Paris. La culpa es de los supuestos artistas y músicos de este maldito planeta, me han negado una licencia para dar conciertos solo por no ser un ser vivo. ¡Deberían estar en la edad de piedra!

- Cálmate, doc, tienes una voz espléndida, allá ellos si no saben apreciar tu talento.

- Ellos se lo pierden, desde luego. Me temo que tendré que concentrarme solo en cantar para mis amigos. ¿sabe? Tenia grandes sueños para cuando llegásemos al cuadrante Alpha. Pensaba que quizás podría ser un escritor famoso, quizás, un cantante, o incluso un director coral mundial. Parece que nadie sabe apreciar mis talentos...

- ¡Vamos, doc! ¡arriba ese animo! Ya veras como llegara el momento donde esos hipócritas vendrán a pedirte de rodillas, rogándote que cantes para ellos.

- Espero que llegue pronto ese día, señor Paris.- Dijo el Doctor con una sonrisa.

El Doctor compartía piso con Barclay, era una medida temporal mientras no los enviaban a una nueva misión o los trasladaban.

- El señor Barclay no esta, ha ido a llevar al veterinario a Neelix.

- ¿Neelix?

- Su gato.

- Curioso. Seguro que a Neelix le haría gracia saber que le pusieron su nombre a un gato.

- ¿Quiere tomar algo? En esa habitación de ahí hay un replicador.

- No, gracias, quería disculparme por no ir a su conferencia, pero Miral nos dio trabajo.

- ¿le ocurre algo? ¿esta enferma?

- No, no, solo que no quería dormirse. Y estuvimos hasta altas horas de la noche intentando que durmiese.

- La próxima vez avíseme, cuando estaba en la enfermería, conseguía que se durmiese escuchando mi voz mientras cantaba.

- ¡Dios existe! Déjeme algunas grabaciones suyas, se lo agradeceré enormemente, desde que nació Miral el dormir es un lujo demasiado caro para nosotros dos.

- Será un placer, recuerde que soy el padrino de esa hermosa niña. ¿Habéis visto a Seven? Hace horas que debía haber venido para su chequeo médico.

- No... Creo que Harry fue con ella al centro de comunicaciones, quizás le dijo donde estaría.

El Doctor activo el comunicador y en el monitor apareció el rostro de Harry.

- Anteayer la deje en el centro, había algunos científicos que querían la ayuda de Seven para unos experimentos y ella accedió. ¿No ha tenido noticias de ella?

- No es propio de Seven.- Comentó el Doctor.- Será mejor que contacte con el centro por si saben algo.

Tras contactar con el centro de comunicaciones, el Doctor se empezaba a impacientar.

- ¿Cómo que no sabe nada? ¿pero que clase de incompetentes tienen en su centro?

- No puedo decirle más, Seven of Nine se marchó ayer tras los experimentos y las pruebas y no dijo donde se marchaba. Quizás desease estar sola.

- Seven necesita regenerarse, no duerme en una cama como usted, patán ignorante. La única unidad de regeneración disponible en todo el planeta esta en su apartamento, y allí no esta.

- Siento no poder servirle de ayuda.

La comunicación se cortó bruscamente.

- ¡Me ha colgado! ¿Cómo se atreve?

- Tranquilízate, doc, y intenta ser algo más amable, igual así son más colaboradores.

- Soy doctor, no diplomático.-replicó el Doctor.

- Contactaremos con el resto de la tripulación por si saben algo de ella.

Tras contactar con la mayoría de los miembros de la tripulación, Tom también se empezó a preocupar. Nadia sabia nada de ella, ni había constancia de su presencia en ningún lugar, era como si se la hubiese tragado la tierra.

- Hay que denunciar su desaparición. Avisaré a la capitán. Ella sabrá que hacer.

- Excelente idea, señor Paris.

Tras explicarle todo lo ocurrido a la capitán Janeway, esta frunció el ceño mostrando su preocupación.

- Haré algunas llamadas, encontraremos a Seven. Les avisaré si averiguo algo. Janeway fuera.

Tras cerrar la comunicación, la capitán Janeway se puso manos a la obra, a su lado estaba Chakotay, que también mostraba interés por su compañera.

Después de un rato comunicándose con varias personas, ambos habían aumentado su preocupación y su inquietud.

- Aquí pasa algo. Los oficiales con los que he hablado están esquivos, y lacónicos, como si ocultasen algo. Esto no me gusta.

- Puede que sea hora de empezar a hablar con los peces gordos.- Dijo Chakotay.

- Tienes razón, habrá que empezar a llamar a algunas puertas.


En ese momento, se escuchó un zumbido. Alguien les llamaba. Encendió el comunicador. En la pantalla apareció el sereno rostro de Tuvok.
- Capitán, tengo algo importante que comunicarle. Es sobre Seven.


5

Annika caminaba sola por los pasillos de la nave. Se despertó en mitad de la noche y vio que sus padres no estaban, así que decidió ir a buscarles. Escuchó un ruido y se escondió detrás de un panel. Eran pasos, pasos pesados y metálicos. La niña ahogó un grito de terror al ver los seres que se acercaban a ella.

No eran ni humanos ni máquinas, si no un monstruoso híbrido entre carne y metal. Sus ojos eran fríos, como carentes de vida y de sentimientos. Sin darse cuenta, se removió, inquietada por lo que estaba viendo, lo que alerto a los seres. Mecánicamente, apartaron el panel tras el que se ocultaba y la sujetaron, arrastrándola con ellos. Ni los gritos de la niña ni sus golpes inmutaron a sus captores. La llevaron hasta una habitación, donde había dos personas que se retorcían en el suelo, como si tuviesen una gran agonía. Cuando los observo más atentamente, a Annika casi se le para el corazón. Eran su padre y su madre. Ambos parecían muy enfermos, con la piel muy pálida y con las venas hinchadas, sus ojos estaban como idos, con la mirada perdida. Los llamo, sin éxito, ni le dirigieron la mirada. Uno de sus captores la dejo en el suelo, y después la sujeto con fuerza. De una de las manos de la criatura salieron dos tubos que penetraron en el cuello de la niña, esta chilló y pataleó al sentir como penetraba su piel, tras esto, la dejaron en el suelo, al lado de sus padres y comenzó a perder la consciencia...

Seven despertó súbitamente. Enseguida se percató de que estaba inmovilizada y de que había estado soñando. Se encontraba en una camilla, en un laboratorio de algún tipo. Científicos y técnicos caminaban de aquí para allá, sin reparar en ella. Todos llevaban uniformes de la Flota Estelar. Ahora recordaba, en el centro de comunicaciones la asaltaron y la dejaron incapacitada. ¿Seguiría en la Tierra? ¿O la habrían trasladado? Tenia que averiguar todo lo posible sobre sus captores. En una de las pantallas, había varios diagramas de su cuerpo y de todos sus implantes cibernéticos, varios oficiales los examinaban concienzudamente.


- Tiene implantes bionéticos y transceptores nerviosos, implante cortical borg. Tubos asimiladores en la mano izquierda que se pueden usar para conectar con todo tipo de tecnología, nanosondas borg en la sangre. Implante óptico en el ojo izquierdo. Es toda una maravilla tecnología, de eso no cabe duda.

- Todo eso se lo podría haber indicado yo misma.

- Vaya, parece que nuestra paciente se ha despertado.

- ¿Quiénes son ustedes? ¿Dónde me retienen?

Un oficial se adelantó y se acercó a ella. Seven observó su rango, era un almirante.

- Me llamo Raymond Stoner y estas aquí para hacerte unas pruebas y experimentos, además de examinar tus esquemas mentales para averiguar todo lo que podamos del colectivo borg.

- Estoy aquí contra mi voluntad, exijo que avisen a mi capitán.

- No estas en situación de exigir nada, si cooperas y nos ayudas en las pruebas, no te ocurrirá nada, tienes mi palabra.

- Esta claro que lo que están haciendo es ilegal, así que no tendrán mi ayuda.

- Lamento escuchar eso. Teniente Swan, puede proceder.

Swan manipuló los controles de una consola y Seven sintió como una descarga energética le envolvía el cuerpo.

- Evalué su resistencia, alférez Tyler. Cuando acaben esta sesión, llevadla a la celda uno.

El almirante Stoner se marchó del laboratorio, dejando que sus hombres siguiesen con las pruebas.


6
Tuvok cerró la comunicación con sus compañeros. La noticia de la repentina desaparición de Seven of Nine había puesto en marcha la analítica mente del vulcaniano. Apagó una a una las velas rituales vulcanas que tenía distribuidas por la habitación. Lo primero que tendría que hacer es investigar minuciosamente el lugar de los hechos e interrogar a todo el personal del centro de comunicaciones. Seven nunca estaría incomunicada e ilocalizable, no era lógico con su manera de ser y de actuar, de haber tenido que marcharse a algún lado habría avisado a alguno de sus compañeros.

- Vaya, señor Tuvok, veo que es tan minucioso como se dice.

El vulcano se giró rápidamente, adoptando una posición defensiva, dispuesto para entrar en combate en cualquier momento. La voz pertenecía a un hombre de mediana edad, de cabello rubio y ojos azules, llevaba un uniforme reglamentario de la Flota Estelar.

- Tranquilícese, no he venido a hacerle daño alguno.

El misterioso intruso, camino por la habitación, Tuvok se fijo en que atravesó una silla como si fuese etéreo.

- ¿Un holograma?


- Una visualización, una imagen de mi persona proyectada. No esperara que deje que me ponga las manos encima, ¿verdad?

- ¿Quién es usted? ¿Qué es lo que quiere?

- Me llamo Vaught y solo quiero ayudarle. Una de sus compañeras ha desaparecido ¿me equívoco?

- ¿Qué sabe del paradero de Seven? ¿Qué es lo que ha hecho con ella?

- ¿Yo? Nada. Pero le puedo dar cierta información sobre su localización y sobre quien la tiene.

- ¿Por qué querría ayudarme? Lleva un uniforme de oficial ¿a que división pertenece?

- Pertenezco a la Sección 31. No se esfuerce, no habrá escuchado hablar de ella. Somos una organización secreta, autónoma, una agencia secreta de la Federación, tan secreta que casi nadie sabe que existimos. la sección 31 existe para proteger la Federación contra los peligros que amenazan su existencia. Sin los apremios morales de la Federación, somos silenciosos y evasivos. Buscamos hacia fuera e identificamos peligros potenciales ... Y nos ocupamos de ellos. No respondemos ante nadie.

- Interesante. Una rama oculta de la Federación. Es altamente improbable que su existencia haya permanecido en secreto tanto tiempo.

- No estamos aquí para hablar de nosotros, si no de Seven of Nine. Varios altos cargos de la Federación y la Flota han decidido que hay que examinar la tecnología y conseguir los conocimientos del colectivo borg que posee Seven of Nine, en vistas a futuras amenazas de la belicosa raza.

- Es ilógico. Seven no representa amenaza alguna contra nosotros. No hay necesidad de tomar estas medidas.

- El que lidera este movimiento es el almirante Stoner. Es un hombre con muchos amigos importantes. Si muchos no se fiaban de alguien tan importante como Picard tras su transformación temporal en borg, ¿Cómo espera que confíen en alguien que ha sido borg la mayor parte de su vida? La desconfianza y el miedo ha hecho que hayan tomado esta decisión.

- ¿Y que gana la sección 31 de todo esto? No creo que nos ayuden por altruismo.

- Tenemos nuestros propios motivos. Lo que le importa realmente esta en este cristal de datos encontrara toda la información de la localización de su compañera.

Señaló a un cristal de datos que había aparecido mediante transportación encima de la mesa.

- Buena suerte. Es usted una persona interesante, quizás volvamos a vernos, cuando menos lo espere.

Tras decir esto, su visualización, desapareció. Sin esperar un segundo, Tuvok conecto su comunicador personal y en el pequeño monitor apareció el rostro de la capitán Janeway.

- Capitán, tengo algo importante que comunicarle. Es sobre Seven.
7
Al almirante Paris no le pillo de sorpresa que una enfurecida capitán Janeway irrumpiera en su despacho para pedirle explicaciones. Hace muchos años, ella fue parte de su tripulación y estuvo bajo su mando, llegaron a ser buenos amigos, por lo que la situación era muy violenta para ambos. Se había enterado antes de lo que pensaba, pero solo era cuestión de tiempo.

- ¡Exijo una explicación, almirante!.- Gritó una encolerizada Janeway.

- Tranquilízate, Katherine.

- ¿Qué me tranquilice? ¡se han llevado por la fuerza a uno de mis tripulantes!

- No tienes nada que temer, se le tratara de la manera más humanitariamente posible. Por motivos de seguridad se han llevado a Seven para estudiarla y analizar sus esquemas mentales para recabar toda información táctica, tecnológica y biológica de los borg, en cuanto se obtenga, será puesta en libertad.

- Es una persona, ¡tiene sus derechos!

- Para algunos no tiene derechos. Sus derechos acabaron cuando Annika Hansen fue asimilada en el colectivo borg. Me gusta tan poco como a ti, pero tengo las manos atadas. La orden viene dada por el almirante Stoner, es un hombre con muchas influencias en el cuartel general de la Flota, a conseguido convencer al alto mando de que esto es necesario.

- No me lo puedo creer, no doy crédito a lo que estoy escuchando...

- Debes comprenderlos, la Federación acaba de salir de una guerra cruenta con el Dominion. Se han perdido miles de vidas y algunos altos cargos están nerviosos, paranoicos, temerosos de que otro enemigo pueda golpear en el corazón de la Federación y terminar con ella. Así que algunos piensan que es mejor prevenir. Y los borg son una amenaza que esta ahí y que siempre estará amenazante como una espada de Damocles sobre nuestras cabezas.

- Y por su temor, debemos pisotear todos los ideales en los que creemos.

- Algunos piensan que ese es un mal menor.

- ¿Sabe? Durante estos años en el cuadrante Delta, por duras que fuesen las pruebas, por terribles las adversidades y las penalidades pasadas, jamás traicionamos los ideales de la Flota Estelar ni de la Federación. Me empiezo a preguntar si valió la pena tantos sacrificios para regresar a casa.

- Kathryn, se que estas disgustada por que es una de tus tripulantes, pero debes comprender que no puedo hacer nada, tengo las manos atadas. Esta fuera de mi alcance y del tuyo.

- Yo si puedo hacer algo, si esta es la clase de cosas que la Flota permite, creo que no es el lugar donde quiero seguir perteneciendo, así que dimito.

- No lo hagas, Kathryn, encontraremos una solución.

- ¿Antes o después de que conviertan a Seven en un vegetal por hurgar en su cerebro?

¿Puede decirme al menos donde la custodian? ¿O tan poco puedo visitarla?

- Me temo que es alto secreto, ni yo mismo se su paradero actual. En cuanto sepa algo, serás la primera en saberlo, tienes mi palabra. Lamento profundamente esta situación.

- Yo también. – Dijo mientras se marchaba del despacho sin mirar atrás.

Paris estaba furioso. ¿Cómo podían estar pasando estas cosas? Janeway tenía toda la razón en estar enfadada. ¿Quién no lo estaría en su lugar? En los últimos tiempos había notado cosas en la Federación y en la Flota que no le gustaban, pero esto era algo que sobrepasaba cualquier línea de tolerancia. No podía quedarse de brazos cruzados viendo como todo esto ocurría. Tenía que hablar con alguien que le pudiese ayudar.

Manipulo la consola y abrió el canal sub-espacial.

- Póngame con el almirante Bowers.

Chakotay no sabía que pensar, si era verdad que todo esto era obra del alto mando de la Flota ¿Qué es lo que estaba ocurriendo? Ni en sus tiempos con los maquis habría pensado que la Flota pudiese actuar de esa manera. Los tiempos estaban cambiando, eso estaba claro.

Se abrieron las compuertas de la lanzadera y Chakotay vio como Janeway entraba. Su cara era todo un poema.

- No ha ido bien ¿verdad?

- Todo lo que nos ha dicho Tuvok es cierto. Es hora de pasar a la acción.

8

Barclay estaba nervioso, muy nervioso. La desaparición de Seven of Nine le hacía sentirse culpable. Él fue quien insistió en que visitasen el centro de comunicaciones. Extendió la invitación a toda la tripulación, finalmente, solo fueron Seven y Harry. Precisamente él no pudo estar por un compromiso de ultima hora y ahora Seven estaba retenida contra su voluntad en algún lugar. Por ello, cuando la capitán Janeway le llamó, ofreció su apartamento para la reunión que quería realizar con sus oficiales. Era lo menos que podía hacer. Se tomo un tranquilizante y se secó el sudor de la frente y bajó al salón, donde estaban reunidos sus nuevos amigos.

- ¿Y cree que podemos fiarnos de ese tal, Vaught?- Preguntó Chakotay.

- Aunque oculta algo, creo que en esto es totalmente sincero. No obstante, los verdaderos motivos por los que nos quiere ayudar son un misterio.- Contestó Tuvok.

- Y a quien le importan los motivos, tenemos que rescatar a Seven.- Dijo Harry.

- Y cuanto antes mejor, con la fisiología singular de Seven, hay un alto porcentaje de que haya daño cerebral si usan métodos para extraer datos por la fuerza de su mente. – Comenta el Doctor.

La preocupación del Doctor iba más allá. El apreció que sentía por Seven era muy grande, más que por ninguno de sus otros compañeros de tripulación. Si algo le ocurría a ella, no sabría si lo podría soportar.

- Esa sección 31, llevarse a Seven contra su voluntad ¿qué le ha ocurrido a todo el mundo mientras estábamos fuera? Hace dos días nos aclamaban como héroes y ahora estamos aquí, tramando para contravenir las leyes de la Federación y de la Flota- Dice Harry.

- Parece que el paraíso no es tal y como lo pintan. A veces añoro los tiempos con los maquis.

- Puede que algunas manzanas estén podridas, teniente Torres, pero eso no quiere decir que toda la cesta lo este.

- Eso espero, comandante.- Respondiéndole a Tuvok.

- No puedo creer que mi padre no haga nada.- Dijo Tom.
- Tom, tu padre solo cumple ordenes. Se que a él tampoco le agrada todo esto.- Dijo la capitán Janeway. En el fondo, ella sabia como se sentía Tom, aunque no lo dijo. En su interior sentía que toda

la Flota estelar los estaba traicionado.

- Estamos perdiendo el tiempo hablando ¿Cuándo nos ponemos en marcha?

- B´elanna, todos, escuchadme atentamente. No puedo pediros que arriesguéis vuestro futuro, vuestras carreras en esta misión. Yo he dimitido, y yo afrontare esta misión de rescate. No pondré en peligro a nadie más que a mí.

- Capitán, creo que hablo en nombre de todos cuando digo que lo hacemos todos por propia voluntad y asumiendo las consecuencias. Seven es parte de nuestra familia, es una de los nuestros y no permitiremos que le hagan daño. Y mucho menos la dejaremos ir a usted sola, iremos todos - Dijo

Chakotay.

- O dicho de otra manera ¡al diablo con las ordenes!

- Estoy con doc, además, no se vosotros, pero yo tengo ganas de aplastar unos cuantos cráneos.

- Esa es mi chica. Además, yo os puedo hacer de guía por los centros de rehabilitación penales (14)

- Yo... T-t-también les a-acompañaré.

- Señor Barclay, no puedo permitir que...

- Es mi decisión, mi responsabilidad, les ayudare en lo que pueda, capitán.

- Señor Barclay, esta tartamudeando.

- L-lo siento, D-doctor, me p-pasa cuando e-estoy m-muy nervioso.

- Esta bien, esta bien. Pongámonos manos a la obra. Señor Tuvok ¿ha examinado el contenido del cristal de datos que le entregó Vaught?

- Sí. Seven se encuentra confinada en una base militar de la Federación en el sistema Dova IV. En el interior de una nebulosa de clase mutara. La base esta fuertemente armada . No será fácil.

- Bien, elabore un plan de rescate. Para esta misión necesitaremos a la Voyager.

- ¿Qué? No dejaran que nos la llevemos de Utopía Planitia.- Exclamó Tom.

- ¿Quién dice que se la pediremos?- Dijo Janeway con una sonrisa.


10


Utopía Planitia se encuentra en la orbita de Marte. Las instalaciones son de lo más avanzado de la Flota y están dedicadas a la construcción y reparación de naves estelares. La capacidad es de más de una veintena de naves al mismo tiempo.

Una lanzadera se acercaba a el dique estelar. Dentro de ella se encontraban el teniente Barclay y la teniente Torres.

- Tranquilícese, todo saldrá bien.

- Eso espero, teniente Torres. No estoy acostumbrado al trabajo de campo.

- Lo va a hacer muy bien, estoy segura. Nos llaman.

- Aquí Utopía Planitia.

- Solicitamos permiso para atracar. Soy el teniente Reginald Barclay y su ayudante.

- Permiso concedido, acóplense en la compuerta seis.

- ¿Su ayudante?

- N-no se me ha o-ocurrido otra c-cosa.

Tras atracar la lanzadera, ambos se dirigieron a uno de los puestos de ingenieros de el dique. Desde los ventanales del pasillo, se podría ver a la Voyager.

Dos oficiales se encontraban dentro del puesto de supervisión de las reparaciones y puesta apunto de la nave de clase intrepid. Por lo que pudieron observar, eran dos novatos, dos oficiales con poca experiencia.

- Señor Barclay, soy el alférez Santana ¿En que podemos ayudarle?

- El almirante Paris me envía a ver como va la puesta apunto de la nave.

- No hemos tenido notificación.

- La burocracia, ya sabe, las cosas de palacio van despacio - Comentó B´elanna.

- ¿Y usted quien es?

B´elanna notó un grado de agresividad en la voz del oficial que no le gusto nada.

- Soy la ayudante del señor Barclay.

- Le enseñare los progresos que llevamos, esta nave llevaba mucho castigo encima. Usted, quédese ahí y no toque nada.

- Tranquilo, amigo.

Definitivamente no le caían bien los klingon o las mujeres, o quizás ambas cosas.

Espero un minuto después de que los dos se marchasen dejándola sola con el otro técnico.

- ¿Y qué? ¿Cómo va el trabajo?

Este levanto la mirada del panel que estaba examinando, en sus ojos había cierto disgusto por que lo distrajesen de sus asuntos.

- Calladita estas más guapa. Hazme un favor y no me molestes.

Esto era la gota que colmaba el vaso. Antes de que el técnico se diese cuenta, un certero derechazo le golpeo el rostro dejándolo inconsciente en el acto.

- Así aprenderás, maldito misógino.

Abrió el maletín que llevaba y extrajo un pequeño aparato. Lo conecto a el panel de control y espero unos segundos.

- Bien, doc, es tu turno.

En la enfermería de la nave, una voz informática anunció:

- Activando el holograma médico de emergencia.

Con un pequeño destello de luz, se materializo la forma del Doctor.


- Cariño, ya estoy en casa.- Dijo jocosamente.

Rápidamente, sin perder un segundo, se dirigió a la consola de su despacho. Con los datos añadidos a su programa, entró en los planos de la nave.

doc2

- Computadora, ¿Cuánto personal hay a bordo?

- 30 técnicos.

- Acceda a los controles de los conductos de aire y inyecte gas ceon en ellos.

- No se puede proceder. Se necesita autorización de ingeniería de nivel 1.

- Autorización Torres dos-beta-cuatro-V

- Completando.

En pocos minutos todo el personal de Utopía en la nave estaría incapacitado. Por suerte para ellos solo era un inofensivo gas narcótico. Dormirían como ángeles durante dieciséis horas.

Ya había cumplido su parte del plan. Esperaba que todo saliese bien. La idea de que Seven pudiese sufrir cualquier daño le resultaba aterradora. Con suerte la podrían rescatar antes de que le ocurriese nada.

- Y como ha podido compro...

El oficial Santana se quedo sin habla al ver a su compañero inconsciente y atado a su asiento. Sin tiempo a reaccionar, Barclay le golpeó con el maletín en la cabeza, este se derrumbo en el suelo.

- Bien hecho, Barclay.

- B-bien.

- La secuencia esta lista, nos transportaremos a la nave y los técnicos se transportaran a la base.

En unos segundos, comenzaron a desmaterializarse para materializarse un momento después dentro de la Voyager.

- Toma esto, doc.

B´elanna le pasó su emisor móvil y este descargo su programa en él. Se lo puso en el hombro y acompaño a la jefe de ingenieros al puente, donde ya se encontraba Barclay.

- Anclajes magnéticos desactivados. Vamos a impulso.

- Nos llaman de control.- Dijo el Doctor.

- Ignorémosles.- Le respondió B´elanna.


La nave estelar comenzó a salir del dique. En el control de naves no daban crédito, por primera vez en toda su historia alguien estaba intentando robar una nave.

- Hemos salido del dique espacial. Nos llaman, es la capitán Janeway. – Comunico Barclay.

- El hangar 1 esta listo.- Dijo B´elanna.

Una pequeña nave se acercó por detrás de la Voyager y se introdujo por uno de los hangares.

En unos minutos, la capitán Janeway y el resto de su tripulación tomaron posesión del puente. Todos ocuparon sus respectivos puestos, sintiendo un sentimiento especial al volver a pisar la nave que durante tanto tiempo ha sido su hogar.

Informe, señor Tuvok.

- Una nave nos persigue con rumbo de intercepción. Es un crucero ligero de clase saber. Esta cargando armas.

De pronto, la nave se sacudió.

- Un disparo de advertencia. En el siguiente ataque no tendremos tanta suerte.- Apunto Chakotay.

- Carguen phasers, apunte al sistema de armamento.- Ordenó Janeway.

El haz de phaser se disparo y alcanzo a la nave perseguidora.

- Objetivo alcanzado, armamento inutilizado.

- Buen trabajo, señor Tuvok.

- Tom, rumbo al sistema Dova Iv, a máxima velocidad.

- Rumbo fijado, capitán.

- B´elanna, ¿Cuál es el estado de la nave?

- Esta como nueva, capitán. La puesta apunto a la que la han sometido le ha dado nueva vida. Bajaré a ingeniería para controlarlo todo mejor desde allí.

- Yo le acompaño, si no le molesta.

- Claro que no, señor Barclay, me vendrá bien un poco de ayuda.

- Yo me iré a la enfermería, tengo que hacer unas simulaciones sobre el posible estado de Seven. Es mejor estar preparado para cualquier eventualidad.- Dijo el Doctor.

- Bien. Si hay alguna novedad avísenme, estaré en mi despacho.

Janeway entró en su despacho, seguida de su primer oficial Chakotay.

La capitán se acercó al replicador y pidió un café solo.

- No dejo de pensar en que acompañándome habéis tirado por la borda toda vuestra carrera y quizás vuestro futuro. Contraviniendo el reglamento y puede que convirtiéndonos en fugitivos.

- ¿Y que esperabas, Kathryn? ¿Qué dejásemos que te arriesgases tu sola? Tu tripulación es la más fiel y valiente que he conocido nunca. Nunca consentirían el dejarte sola ante el peligro, ni ahora ni nunca.

- Soy una mujer con suerte, ese seguro.

- ¿Después de tanto tiempo lo dudabas? Y tras decir esto le besó.

Durante un momento ella se dejo llevar, pero finalmente lo apartó de su lado.

- No es el momento, Chakotay, y no sé si esto va a salir bien.

- ¿Te da miedo iniciar una relación con tu primer oficial? Después de lo la otra noche, pensé que ...

- No es eso, solo que esto va demasiado deprisa, poco a poco ¿vale?

- Claro. No te agobiare, Kathryn.

La capitán Janeway miró por la ventana que había en el despacho. Las estrellas pasaban a gran velocidad, ahí se quedó, con la mirada perdida, con la mente puesta en los últimos acontecimientos.

Sin sospechar siquiera que en la distancia, oculta a miradas indiscretas, una nave vigilaba todos los movimientos de la Voyager.

Continuará...

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Referencias:

1 .- El yermo es una zona del espacio azotada por tormentas de plasma. Solía ser el refugio de los maquis.
Maquis: Los maquis son un grupo de renegados de la Federación y de la Flota Estelar. En su mayoria eran colonos que vivian en un grupo de colonias de la Federación, que de la noche a la mañana, como parte de un acuerdo entre los cardassianos y la Federación, acabaron como territorio cardassiano, teniendo que abandonar sus hogares. Muchos se revelaron y se resistieron a la fuerza, creando a los maquis. Un buen número de oficiales de la Flota Estelar dejaron la Flota y se unieron a ellos en sus resistencia y ataque contra los cardassianos. En muchos lugares de la Federación causaban simpatias, en la Flota, intentaban detenerlos para impedir una nueva guerra con los cardassianos.

2 .- La galaxia esta dividida en 4 cuadrantes. Alpha, Beta, Gamma y Delta
3 .- Los borg: Son humanoides de diversas razas que combinan lo sintético con lo orgánico, dándoles mejores capacidades mentales y físicas. Las mentes de todo los Borg están conectadas por los implantes a una colmena, una mente colectiva, orquestadas por la reina Borg, quien no permite la individualidad y los sentimientos personales de sus súbditos o Drones; lo que piensa un Borg lo comparte con todos los Borg de la colmena. Gracias a esto, si un Borg muere, otro lo reemplaza teniendo el conocimiento del Borg anterior y pudiendo terminar una tarea sin necesidad de comenzar de nuevo, esto los hace extremadamente eficiente al momento de atacar y ser atacados. Los Borg tienen como objetivo primordial el asimilar (transformar seres vivos en Borg) para "mejora la calidad de la vida en el universo" y alcanzar a su propia perfección. Con este fin, viajan por la galaxia asimilando otras especies y su tecnología, forzando a los individuos capturados a unirse contra su voluntad, al control de la colmena, inyectándoles nanosondas, que les transforman partes de su cuerpo en partes mecánicas o sintéticas.
4 .- He intentado hacer un resumen con los menos spoilers posibles.
5 .- Bolianos: Raza de la Federación, de piel azulada.
6 .- Holosección: Durante las primeras exploraciones galácticas, el hombre estuvo buscando formas de pasar el tiempo que estaban sin hacer nada, escuchaban música, miraban videos, pero no hacían nada realmente importante como para que los haga olvidar de sus tareas. La holosección tiene la facultad de emitir sonidos e imágenes que se convierten en materia siendo por photones resecuenciados. Estas imágenes 3d que se pueden tocar son proyecciones holográficas creadas por una computadora que maneja la proyección de la imagen, y además simula varias situaciones acústicas para dar un mayor realismo. La tripulación la suele utilizar para diversión, deportes, crear novelas holográficas, simulaciones y entrenamiento, se pueden hacer todo lo que este al alcance de la imaginación. La holosección cuenta con protocolos de seguridad que sirven para cuando uno esta entrenando batalla no salir herido, o en situaciones de riesgo no perder la vida por un holograma.
7 .- Tras la película Star Trek Primer Contacto.
8 .- Deanna Troi, la consejera de la Uss Enterprise.

9 .-Siglas del programa holográfico.
10 .- En un encuentro con los borg, el capitán Picard fue asimilado por los borg, para que su conocimiento acerca de los métodos defensivos y procedimientos de la flota estelar pase al colectivo, pasándose a llamar Locutus. Como Locutus, comando la nave borg que destruyo la mitad de la Flota en la batalla de Wolf 359. Finalmente consiguieron desconectarle del colectivo y quitarle los implantes. Pero es algo que Picard nunca ha olvidado.

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