Los Invasores nº12

Título: El Cofre de los cuatro elementos (I): ¡Cuando ataca el Escarabajo Escarlata!
Autor: Miguel Ángel Naharro
Portada: Adam Destine
Publicado en: Diciembre 2005

¡Llegamos al número 12! Y lo celebramos por todo lo alto! Los Invasores se enfrentan al misterio del cofre de los elementos, ¡cuando el Escarabajo Escarlata ataca! Además una historia especial para conmemorar el aniversario de la serie.
El primer grupo que lucho por la libertad durante la segunda guerra mundial. Un grupo que inspiro a generaciones de héroes. Ahora los héroes han decidido volver a primera línea.
Stan Lee y Action Tales presentan
Creado por Roy Thomas, Sal Buscema y Frank Robbins

Resumen de lo publicado:  Mientras el profesor Hunter( Albión), visita a su amigo Joel (Union Jack) el marido de Thundra, Arkón, llega a esta dimensión buscando a su reina. Cuando encuentra a Thundra, la encuentra besando al Capitán América y enfurece enormemente, intentando matar al Capitán, el resto de los Invasores combaten con él, hasta que Thundra le reduce y hablan, llegando a la conclusión de que ya no están enamorados, por lo cual se separan definitivamente y Arkón se marcha de vuelta a Polemachus. Un rato después una avioneta sobrevuela la Hidrobase, aterriza y de ella sale alguien llamado Abner Little buscando a Druida.


Los Invasores se habían juntado en la sala de reuniones. Estaban Union Jack, Druida, Jack Frost, la Antorcha, Aarkus, Thundra, Iguana, el profesor Hunter y Valerie Cooper. Frente a ellos el individuo llamado Abner Little, un excéntrico millonario, obsesionado con coleccionar todo tipo de extraños objetos. El Capitán América recordaba que su compañero Pantera Negra le había hablado de él(1), le comentó que era una persona tremendamente controlada por su obsesión por hacerse con nuevas piezas para su colección ¿Para que buscaría este hombrecillo a Druida?

- ¿Y bien? ¿a que has venido?- Comentó Valerie no de muy buen humor.

- ¿Acaso estáis sordos? ¡vengo a ver a Druida!

- ¿Conoces a este tipo?- Preguntó Union Jack.


- No le había visto en mi vida.- Contestó tranquilamente Druida. En realidad, su mente

Estaba muy lejos de allí. El volver a ver a Fotón y que esta le reprochase su traición tiempo atrás cuando ambos pertenecieron a los Vengadores le había despertado sentimientos encontrados(2). ¿Tenía razón? ¿Podrían confiar sus actuales compañeros en él? ¿y si volvía a ser manipulado? Desde que regresó, sus poderes no habían dejado de aumentar ¿Cómo podría saber que el poder no le acabaría corrompiendo? No seria la primera vez, fue eso mismo lo que le llevo a su muerte a manos de Nekra (3) ¿podía confiar en si mismo? Temía saber cual era la respuesta a su pregunta...

- A mi me han hablado de ti, y me han dicho que si esta relacionado con el coleccionismo, no eres de fiar.- Dijo el Capitán.

- Habladurías, soy completamente de fiar.

- ¡Habla ya, hombrecillo! ¡no nos hagas perder nuestro valioso tiempo!.- Gritó Thundra en un tono que dejaba claro que no estaba de muy buen humor.

- Esta bien, dime, Druida ¿has oído hablar del cofre de los antiguos elementos?

Al escuchar eso atrajo la atención de Anthony Ludgate y apartó temporalmente sus dudas. En los ojos del místico se observó una expresión de reconocimiento y curiosidad.

- Es solo una leyenda. Una leyenda muy antigua.

Abner Little sonrió burlonamente mientras ponía encima de la mesa el maletín con el que había venido. Cuidadosamente, fue abriendo los cierres del maletín hasta abrirlo, dentro se podía ver un cofre de metal, viejo, muy viejo. Diversas inscripciones y grabados lo adornaban por todos los lados.

- No sé lo que es este objeto, pero despide malas vibraciones.- Dijo Jack Frost.

- No te equivocas, si de verdad es el cofre de los elementos, su origen es totalmente maligno.- Dijo Druida mientras examinaba el antiguo cofre.

- ¿Cuál es exactamente la historia de este objeto?- Preguntó Union Jack intrigado.

- Dice la leyenda que An-uat ,el señor de la tierra, el que abre el norte, el devorador de los muertos, un dios egipcio frecuentemente confundido con Anubis el chacal, intentó extender el poder que ostentaba en tuat, el valle sin luz habitado por demonios, hacía el mundo mortal. Osiris decidió que no podía permitirlo y se enfrentó a él. An-uat y Osiris lucharon durante días, hasta que cuando la victoria parecía llegar para el devorador de los muertos, Osiris sacó fuerzas de flaquezas y encerró la esencia del señor de la tierra en un sarcófago encantado donde permanecería por toda la eternidad. Según la leyenda, para abrir el sarcófago se necesitarían la esencia de los 4 elementos que Osiris encerró en un cofre, si alguna vez el cofre era encontrado y se libera a An-uat, los muertos se levantaran de sus tumbas y el mundo de los muertos se extenderá por la Tierra...


- Como dice vuestro compañero Druida, el cofre de los antiguos elementos que dice la leyenda esta ante vosotros.- Dice casi orgulloso Little.

- ¿Dónde lo has encontrado?- Dice Druida.

- Hace varios meses, en una excavación en Egipto que financie, allí...

- Un momento. No estamos solos.


Una figura surcaba el fondo oceánico, esa figura era el doctor Walter Newell, aunque cuando llevaba el traje de exploración oceánica respondía al nombre de Manta Raya.

Walter llevaba un tiempo dándole vueltas a algo. La idea de que la nueva Hidrobase fuese el cuartel general de los Invasores, no le pareció mala idea en un principio, pero tras el ataque de Arkón (4) se lo estaba empezando a replantear. ¿Y si un día atacaba algún enemigo y solo estaban Diane y él? Y aún estando alguien del grupo ¿y si resultaban heridos? ¿y si Diane era herida? Tenía que reflexionar sobre todo esto y el mejor sitio para hacerlo era bajo las aguas. Un sitio donde se sentía realmente bien, como si perteneciese a él.

Un movimiento en el lecho marino hizo que sus anteriores pensamientos quedaran olvidados momentáneamente. Aceleró para acercarse y echar un vistazo. Algo se movió de nuevo, cuando Manta Raya observó lo que se arrastraba por el lecho marino, era demasiado tarde.


Ante el aviso de Druida, todos se pusieron alerta. Anthony Ludgate cerró los ojos y extendió sus manos, de estas surgió una leve luz que se dirigió a uno de los lados de la sala de reuniones. Se escuchó un ruido, como zumbido, y ante ellos apareció la figura de una mujer. Era una hermosa mujer de color, vestida con una gabardina de color marrón oscuro. Lo que más llamaba la atención eran sus ojos verdes, parecían felinos, apenas humanos.

El Capitán América se acercó a la intrusa y dijo:

- ¿Quién eres?


- Mi nombre es Zawadi, hija de Zawadi, y soy una leal sierva del monarca de Wakanda.

Druida pareció reconocer el nombre y se acercó a la joven.

- ¿Zawadi? ¿eres hija de Zawadi?

Ella asintió.

- Conocí a tu madre, Lady Zawadi, una mujer notable, juntos fuimos miembros de los llamados Cazadores de Monstruos. (5)

Zawadi había escuchado muchas historias de sus aventuras en el mundo exterior fuera de el país africano. Las Increíbles hazañas que compartió con Ulises Bloodstone, Makkari y Druida siempre fueron parte importante de su infancia. El estar delante de uno de los antiguos compañeros de su madre le parecía casi un sueño hecho realidad.

- ¿Cazadores de monstruos? Y luego alguno se quejara de nuestro nombre... Comentó Union Jack.

- Metámosla en una celda y interroguémosla.- Dijo la Antorcha con un tono casi despreciativo. El androide se tuvo que controlar para no lanzarse al cuello de la joven. Apenas podía soportar estar en la misma habitación con alguien de una raza inferior.

- No. Su madre y yo fuimos amigos,. Estoy seguro de que sus intenciones no eran hostiles ¿verdad?

- Sí, mi rey me envió a seguir y vigilar a Little, fuese donde fuese. Me oculte en su avión, sin saber cual era su destino.- Dijo la wakandiana mientras miraba casi con admiración a Anthony Ludgate.

- ¡Maldito Pantera! ¡me envía espías! ¡a mí! La próxima vez que lo vea tendré una charla con él...


- ¿Cómo te ocultabas de nosotros?- Preguntó el Capitán.

- Tecnología de ultima generación de Wakanda, me permite camuflarme y ser invisible a sentidos humanos, claro que quien lo invento no contaba con los sentidos místicos.

- ¿Por qué T'Challa te ordeno seguir a Little?

- Mi señor sabia que Little tramaba algo y como no se fiaba de lo que tramase fuese bueno, me envió a averiguarlo, Capitán América.

Little masculló entre dientes varias maldiciones. El héroe abanderado se acercó a Little y le cogio de la solapa de la camisa, levantándole.

- Me vas a decir que es lo que ocurre y por que has venido buscando a Anthony, si no, vas a ver que no siempre somos tan amables.

- Este es un artefacto que llevaba muchos años buscando. Cuando por fin pude dar con él, estaba eufórico, hasta que comprendí que tenerlo conmigo solo me causaría problemas. Desde que me hice con él, todas las noches he tenido horribles pesadillas que me atormentan. En esos sueños, voy en una embarcación, donde en el casco negro se amontonaban los muertos putrefactos y cuyo timonel es un hombre con cabeza de chacal que me mira directamente, y los ojos relucientes del chacal arden durante un segundo sobre mi. En ese momento despierto gritando. Decidí que tenía que deshacerme del cofre, fuese como fuese. Tras intentar dar con el Doctor Extraño, pensé que Druida, podría saber que hacer con él. Quien me diría que tras encontrar este fabuloso tesoro que busque durante décadas solo querría quitármelo de encima.

- ¿Qué opinas, Anthony?-Dijo Valerie.

Sin responder, situó las manos encima del milenario cofre y cerró los ojos. Inmediatamente la mente de Druida se inundó de imágenes enloquecedoras, rápidamente apartó las manos y abrió los ojos.

- Detecto residuos de una energía, una energía de origen maligno, una maldad como no he atisbado nunca...

Aarkus había permanecido en silencio todo el rato, por eso, cuando el resto escuchó su voz se sobresaltaron.

- Las alarmas silenciosas se han activado. Tenemos compañía.

Rápidamente, Valerie y el Capitán América manipularon los controles y intentaron ver que ocurría en los monitores, pero sus pantallas no funcionaban, solo se veía estática.

- Se detectan múltiples señales, pero no consigo identificarlas.- Dijo Valerie con voz preocupada.

La pared de la sala estalló y una entró golpeando con todo lo que encontraba en medio y impactando contra uno de los muros. Era Manta Raya, con el traje lleno de rasgaduras.

- Nos atacan.- Dijo con voz débil.


Antes de que pudiesen preguntarle nada, alguien cruzó por la destrozada pared. Vestía con un traje escarlata, su ropa recordaba a la de los antiguos egipcios y en el pecho llevaba un amuleto con forma de escarabajo que brillaba con haces de energía escarlata, sus ojos eran completamente blancos.

- ¡Dadme lo que es mío y me iré!

- ¡El Escarabajo Escarlata!.- Dijo el Capitán América. Aunque no se había encontrado nunca a este nuevo Escarabajo, en la segunda guerra mundial combatió con su predecesor y Thor le contó su encuentro de hace unos años con su heredero. (6)

- Capitán, será mejor llevar la batalla fuera.- Dijo Aarkus antes de lanzarse contra el Escarabajo. Ambos salieron disparados hacía el exterior.

- Reorganicémonos, Thundra, Frost, Antorcha venid conmigo, Anthony, atiende a Walter. Jack, tu y Anthony protegeréis a Little y al cofre. No hace falta ser un genio para saber que lo que busca es el cofre. Rachel quédate aquí con ellos.

- No soy ninguna niña, Steve, puedo protegerme sola.- Dijo esta mientras jugaba con varias de sus armas con forma de diamante.

- Ponte a cubierto, anciano.- Le dijo Thundra al profesor Hunter.

- Mmm no soy un simple anciano, jovencita.- Dijo mientras se quitaba las gafas y de pronto un cegador resplandor de energía de color verde lo envolvió y se transformo en una figura musculoso y juvenil, con un traje blanco y rojo.

- Albión esta listo para la acción, me quedaré aquí protegiéndoos la retaguardia.- Le dijo a Thundra mientras le guiñaba un ojo.

- Los terrestres no dejáis de sorprenderme.- Dijo Thundra mientras salía por el derrumbado muro.

Al salir se encontraron con una sorpresa. El Escarabajo no había venido solo, por la orilla de la playa artificial estaban saliendo personas. O al menos eso parecían. Sus ojos estaban muertos, sin vida, en sus cuerpos había algas marinas y de sus bocas salían gusanos que se retorcían.

Aarkus golpeó con dureza a su enemigo, este le repelió con una descarga de energía mística procedente de su amuleto encantado, agarró al ykraiano por las manos y este empezó a sentir como le disminuían las fuerzas.

- ¡Esta absorbiéndome las fuerzas!- Gritó mientras intentaba liberarse del contacto mortal de su rival.

Una cadena de metal se enroscó en las piernas del egipcio y este soltó al héroe esmeralda. Thundra tiró con fuerza de él y hizo que este golpease el suelo con dureza.


- No sabes cuanto tiempo he esperado a alguien como tu para desahogarme.- Dijo la amazona.

Los poderosos brazos de Thundra impactaron en el egipcio con tal furia que este fue despedido contra uno de los edificios del cuartel de los Invasores, que se derrumbó por la fuerza del impacto.

Mientras tanto, Jack Frost creaba una barrera de hielo para cercar a los cadáveres andantes que les amenazaban. La Antorcha les incineraba con saña. Estaba harto de tanta palabrería, tenía ganas de acción. Se estaba cansando ya de esta situación.

El Capitán estaba rodeado de enemigos, los esquivaba y golpeaba mientras se preguntaba si los controlaba el Escarabajo. Su mítico escudo voló golpeando a un buen número de enemigos que caían derribados. Su escudo regreso a su mano, como siempre, y el héroe abanderado pudo ver como combatía la wakandiana que acababan de conocer. Se movía con una agilidad y unos reflejos propios de un felino, le recordaba en cierta manera la forma de pelear de su ex -compañero Pantera.

Zawadi enarboló su cuchillo de vibranium, moviéndolo rápidamente para seccionar una mano que le había agarrado la pierna. Con una velocidad endiablada, buscó en un compartimiento de su gabardina y sacó algo. En breves segundos, en su mano apareció una lanza, con un apunta que brillaba ostensiblemente.

- ¿Partículas Pym?.- Comentó el Capitán mientras golpeaba con su escudo a un enemigo que iba a atacar por la espalda a la wakandiana.

- Los agentes del rey estamos equipados con la mejor tecnología que se pueden obtener en wakanda.

- Ya veo.

- No tienes nada que hacer, mujer, no puedes oponerte al poder del escarabajo.

El Escarabajo había salido como una bala de los escombros y se lanzó contra Thundra antes de que ella pudiese reaccionar, literalmente, este la estaba estrangulando mientras le absorbía su misma fuerza. Antes de que le acertase, soltó una mano de Thundra y cogió al vuelo el escudo del Capitán América. Apartó a una debilitada Thundra y se volvió contra sus otros rivales.


- Ya esta bien de tanta tontería, voy a bajarles los humos al egipcio este.

El androide llameante descargó una ráfaga de llamas contra el Escarabajo. Tras quedar envuelto en una nueve de humo, la Antorcha daba por hecho que lo había derrotado, tras despejarse el humo, pudo ver a la figura sonriente de su enemigo. Su amuleto brilló con más intensidad y hizo un gesto con su mano, como si quisiese agarrar algo, de pronto una inmensa mano energética apareció de la nada y atrapó al androide.

- Maldita sea, Jim ha sido imprudente. Aarkus, la fuente de su poder es su amuleto, tenemos que arrebatárselo.

- Entendido Capitán.- Dijo el ykraiano mientras desaparecía envuelto en una nube de humo.

- Zawadi, ayúdame a distraerle.

- Encantada de ser compañera de armas de un aliado tan valeroso, y un amigo respetado por mi señor.

Le hizo un gestó a Jack Frost para que atacase.

Jack Frost lanzó una lluvia de dagas de hielo afiladas como cuchillas que no hicieron un rasguño al villano. Este hizo desaparecer la mano de energía que sujetaba al androide y este cayó al suelo totalmente inconsciente.

El héroe de las barras y estrellas descargó un puño en el rostro del Escarabajo y esquivó un potente golpe que le habría destrozado de alcanzarle.

- Tendrás que ser más rápido, amigo.

- No podréis detenerme, me llevaré lo que es mío.

Zawadi impacto con su lanza en pleno estomago del egipcio. Su lanza no era una lanza normal, su punta estaba hecha de vibranium y tenía un mecanismo que emitía bioeléctrica muy potente. El Escarabajo lanzó el escudo del Capitán al suelo y agarró a la joven con una mano. Justo en ese momento, una columna de humo de materializo dando paso a Aarkus que se lanzó sobre su enemigo y agarró con todas su fuerzas el amuleto místico con forma de escarabajo. Descargas de energía místicas recorrieron a los dos, el Escarabajo Escarlata brillaba con más intensidad y Aarkus intentó arrancar el amuleto del pecho del villano. Mientras agarraba el amuleto, pudo observar como algo se movía por debajo de la piel del egipcio, algo que parecía estar vivo...

Estalló una ola de energía que los derribó a todos. Aarkus quedó tendido en el suelo con las manos llenas de quemaduras, por haber sujetado el amuleto.

- ¿Te encuentras bien?

- Sí, quizás deberíamos ir a ayudar a los otros.- Comentó Manta Raya.

- ¿No estaríamos más seguros en otra parte?- Dijo Little gruñendo.

- Cállate, enano, si estamos en apuros es por tu culpa.- Dijo Union Jack.

- Siento que algo va mal.- Dijo Albión.

- Yo también.- Añadió Druida.

Un resplandor escarlata inundó toda la estancia y todos cayeron inconscientes. Todos menos uno.

- No te llevaras este cofre.- Dijo Druida.

- No podrás impedírmelo.

- Lo veremos.

El místico se abalanzó sobre el egipcio y le puso las manos en la cabeza. Este quedó paralizado. Se adentró en lo más profundo de su psique, descubriendo que en la mente del Escarabajo Escarlata había algo más. Una voluntad ajena se imponía sobre la del Escarabajo. Su mente y la del Escarabajo, chocaron como dos titanes. Las dos voluntades mantuvieron un pulso por controlar la mente del Escarabajo. La fuerza de los dos era intensa, pero por un instante, Druida se vio vencedor y se descuido, lo cual aprovecho el intruso para expulsarlo de la mente con violencia. Esto hizo que se derrumbase totalmente inconsciente.

El Escarabajo apartó a Druida, y cogió en sus manos el preciado objeto.

- Por fin...

Se elevó en el cielo, dejando una estela escarlata a su paso. Los cadáveres sin alma, se introdujeron de nuevo en el mar, y se carne putrefacta se sumergió en el agua salada.

Muy lejos de allí, alguien abrió los ojos. Era un anciano, cuya edad era indeterminada. Surcado de miles de arrugas, delgado y pálido. El anciano hizo un gestó al hombre que sujetaba la silla de ruedas.

- Ve haciendo los preparativos.

Cuando su ayudante se retiró, su mirada se quedo fija en un gran sarcófago de piedra.

- La hora a llegado. Dejare de ser esta triste parodia de mi antigua gloria y volveré a ser todo lo que era y mucho más. Que se preparen todos para el regreso de Ahmet Abdol , ¡PARA EL RETORNO DEL MONOLITO VIVIENTE (7)

Próximo Número: ¡La venganza del Monolito Viviente!


La era de las maravillas

Historia para conmemorar los 12 números de la serie en AT.


Me sentía como la primera vez que me subí en una barca, cuando era solo un niño. Solo el pensar que me alzaba sobre una isla artificial me revolvía el estomago ¿y si se hundía en el mar en cualquier momento? Me ajusté mi sobrero y me llené la copa con un poco más de ponche y me pregunté que es lo que hacía en este lugar, un lugar donde viven los prodigios. Sonrió al pensar en esa palabra con la que se refería a los superseres desde que aparecieron por primera vez. Hacía tanto tiempo que no pensaba realmente en ellos. Tiempo atrás fueron una parte importante de su vida, se podía decir que era parte vital de ella, pero de eso hacía mucho tiempo. Ahora estaba retirado, sus tiempos de fotógrafo, cuando retrataba a los prodigios era solo un recuerdo que alguna vez revivía al ojear algún viejo álbum de fotos. Sin embargo, estaba allí, y rodeado de ellos.

Hoy era un gran día para ellos, el aniversario de su creación, hace más de cincuenta años. El no estaba allí cuando el Capitán América, Namor, la Antorcha humana, Bucky y Toro se enfrentaron al supersoldado nazi conocido como el Hombre Maestro, salvando la vida del primer ministro británico cuando este visitaba Washington para una conferencia.


Tras verlos juntos combatiendo a la amenaza nazi, Winston Churchill les invitó a combatir juntos contra la amenaza nazi en Europa, invadiendo la Europa ocupada. Así, Churchill bautizó al nuevo grupo como Los Invasores. (8)

Vendrían muchos más grupos de héroes, muy diferentes unos de otros, pero en aquel momento era la primera reunión de prodigios, la primera vez que unían sus fuerzas para una causa común. La inauguración de una nueva era de grandeza.

Como corresponsal de guerra en Europa, pude fotografiarlos en numerosas ocasiones. Me enorgullezco enormemente de ser quien publicó su primera foto oficial para un periódico estadounidense. Lo recuerdo como si fuera hoy mismo, hacía pocas horas habían detenido un convoy alemán cargado de armas químicas. Gracias a un contacto que tenía con el servicio secreto británico, pude conseguir el privilegio de que posaran ante mí. Allí estaban, sentados alrededor de una mesa. Para la mayoría de personas eran como dioses, ajenos al hombre de a pie, al hombre corriente. Al verlos allí posando, haciendo bromas, riendo, como cualquier persona normal, comprendí que en el fondo eran humanos, con poderes y habilidades excepcionales, pero humanos al fin y al cabo.

Les hice una foto, y salió en primera plana.

- ¿Nos conocemos?


Esa voz me sacó de mis pensamientos. Era la voz inconfundible del hijo vengador, de Namor I de Atlantis. El señor de los océanos conservaba el mismo rostro de siempre, tan altivo y orgulloso como siempre, algo que le hacia mirar a los habitantes de la superficie con cierto desden y menosprecio, como si fuéramos insignificantes. Tan poco humano y tan humano a la vez, era tan atlante como humano, y eso se reflejaba en su mirada. Si nos conocemos me preguntaba. Nunca lo había olvidado. Desde que lanzó un ataque a New York. Las autoridades evacuaron gran parte de la ciudad, yo era joven e inexperto y me subí a la azotea de un edificio para poder tomar fotos del enfrentamiento entre el Hombre Submarino y la Antorcha. Durante la pelea, un trozo de pared arrojado en el combate me alcanzo en la cara... Perdí un ojo. ¿Qué si nos conocemos? Nunca lo podría olvidar. (9)

- Es el señor Phil Sheldon, Namor.

Al escuchar mi nombre pronunciado por él me estremecí. No todos los días esta uno ante una auténtica leyenda viviente. Cuando lo vi por primera vez ambos éramos de edades similares. En este momento, yo era un anciano jubilado y el Capitán América seguía siendo joven y fuerte, y combatiendo el crimen como el primer día. Él era diferente al resto de prodigios. Transmitía una sensación de respeto y confianza que ninguno de sus compañeros conseguía hacer. A pesar de los años de las décadas transcurridas, seguí asiendo el héroe de referencia, el auténtico líder.

- Es quien tomó más fotos nuestras en la guerra. Es de justicia que este aquí con nosotros.

- Es todo un honor.- Alcance a decir.

Namor asintió y él y el Capitán me saludaron mientras se reunían con otros compañeros.

Todos los que alguna vez habían sido invasores estaban reunidos en la llamada Hidrobase II, frente a la costa de Nueva Jersey.

El Cráneo Llameante, alguien con pinta de cincuentón que creo que podría ser el Hombre Delgado, el Diamante azul, que seguía siendo joven, un corpulento gigante de piel dorada que creo que es Nuklo, el hijo del Zumbador y Miss América, Namorita, que es hija de Namora, la prima de Namor, que colaboró en numerosas ocasiones con ellos. Una pareja de ancianos a los que no lograba identificar, además de los miembros actuales del grupo: Aarkus, Druida, Phestos, Spitfire, Thundra, la Antorcha, Union Jack, Jack Frost, el mismo Capitán América, su enlace gubernamental Valerie Cooper, el doctor Newell y Diane su esposa, además del alcalde y varios consejeros de Nueva Jersey, unos pocos periodistas elegidos y Alicia Masters, la famosa escultora.

Era curioso comprobar que el manto del héroe iba pasando de generación en generación en alguno de ellos, como el manto de Union Jack. El primer Union Jack participó en la primera guerra mundial e incluso llegó a unirse a los Invasores, pero desgraciadamente, en su primera misión con el grupo, el villano llamado el Barón Sangre le rompió las piernas dejándolo inválido de por vida, además de herir de gravedad a su hija Jacqueline. Pero aún en el momento de su derrota, Union Jack prestó un gran servicio al grupo, ya que la hija de este, después de recibir una transfusión de sangre por parte de la Antorcha Humana, adquirió poderes sobrehumanos, en forma de velocidad sobrehumana y con el nombre de Spitfire, se unió al grupo. Después un segundo Union Jack continuó el legado. Ignoraba quien era el hombre que se enfundaba la Union Jack, pero estaba seguro de que estaría a la altura.

Observé con mucha curiosidad al androide conocido como la Antorcha. Yo había estado en la rueda de prensa donde el profesor Horton presentó a su creación al mundo. Recuerdo que al principio, cuando nos enseñó su hombre sintético, todos pensamos que tenía que ser algún tipo de fraude. Hasta que esa figura humana envuelta en llamas se movió. Parecía tan vivo... Tan humano, por un instante, me miró directamente a mí y sentí lastima por él. Ahora, mirándole como hablaba, como se movía, no sabría decir el qué, pero notaba algo distinto en él, algo casi imperceptible. Quizás solo fuese que hacía mucho que no lo veía en vivo y en directo o simplemente que ya soy solo un anciano que se imagina cosas.

Sin duda, había uno de ellos que le daba escalofríos. El ser de piel esmeralda que en su época llamaban la Visión y que ahora respondía por Aarkus. Su apariencia inhumana y espectral hacía que inconscientemente sintieses una reacción de miedo y de rechazo.

Apenas participaba y se relacionaba con los otros, estaba en un rincón, envuelto en su capa y observando impasible y en silencio todo lo que ocurría. Por lo que yo sabía, en el pasado se había enfrentado a ellos, manipulado por los nazis, aunque me habían comentado, que a pesar de su fama, también combatió al crimen en los años cuarenta.

No lo dudaba, pero su sola presencia era del todo inquietante.

Pensando en esto, le vinieron a la mente todas las terribles amenazas y villanos que el grupo tuvo que combatir durante los años que estuvieron en activo. Cráneo Rojo, el conjunto de supervillanos llamado SuperEje y formado por el Hombre Maestro, la Mujer Guerrera, Merrano, el Barón Sangre, Brain Drain, los dioses estelares, el Caballero Teutón y su artefacto llamado la “muerte errante”, Isbisa, el Hombre del futuro, Adam II, Lady Lotus, y hasta un confundido Thor que fue engañado por Hitler para lanzarlo contra los Invasores, la reencarnación del mítico Golem, obligado por los nazis a luchar contra ellos y muchos enemigos más, a cual más despiadado.

Sin duda, uno de los peores momentos, fue cuando Cráneo Rojo les lavó el cerebro y los lanzó contra los Usa. Bucky, el compañero del Capitán América, reunió a un nuevo grupo de superhéroes para detenerlos, la llamada Legión de la Libertad, formada por el mismo Bucky, el Patriota, Diamante Azul, el Hombre Delgado, Cuervo Rojo, Jack Frost, Miss América y el Zumbador. Tras el enfrentamiento de los dos grupos, la Legión se quedo en los Usa, y los Invasores volvieron a Europa. Tras terminar la guerra, el grupo se transformó en el Escuadrón de Vencedores y finalmente en los cincuenta dejó de existir.

El Capitán América pareció morir y quedó congelado en el ártico, Namor también desapareció una temporada, al igual que la Antorcha. Bucky y Toro murieron y parecía el final de los Invasores.

Llegaron otros para sustituirles, la Primera Línea, los 4 Fantásticos, los Vengadores y tantos otros, sin embargo, tras la marcha de los Invasores, quedó un inmenso vacío, un hueco que ninguno de sus “herederos” pudo llenar.

Yo les he ido siguiendo, y se que hace unos años se volvieron a reunir para enfrentarse a un nuevo Hombre Maestro y a la original Mujer Guerrera, en esa batalla, la Antorcha pareció perder los poderes, y Spitfire recobró su juventud. Fue una cosa puntual, y desde entonces y hasta hace poco no se volvieron a reunir.

Alguien tropezó conmigo y me volví, para ver el bello rostro de la mujer llamada Alicia Masters.

- Perdóneme.

- No tiene de que disculparse.

- El señor Sheldon, ¿verdad?

- Sí, Aunque me siento un poco fuera de lugar entre tanta celebridad, señorita Masters.

- Yo también pienso algo así, no se crea. Aunque he convivido con superhéroes durante mucho tiempo, a veces aún me siento fuera de lugar.

- ¿Cómo estas, Roger?-Preguntó el Capitán América.

El anciano sonrió. Aún con su avanzada edad, parecía estar en una forma física envidiable.

- No me va mal. Y a vosotros tampoco por lo que veo. Viéndoos aquí, me vienen a la mente los tiempos en que era el Destructor (10) y luchábamos mano a mano.

- Por lo que sé, no has perdido la oportunidad de ponerte el traje y rememorar viejos tiempos.

El rostro del anciano se puso serio de repente.

- En el Batallón V hemos ocupado el puesto que dejasteis vacante todos estos años, amigo mío.

- No dudo de vuestras intenciones, aún así esto es tema para otra conversación, en otro momento.

Roger Autrey asintió.

Escuché todo esto, sin pretenderlo, y me preguntaba que significaría realmente esa conversación.

- ¿No has invitado a tu gemelo?

Al escuchar esto, el androide llamado la Antorcha puso cara de sorpresa.

- ¿Mi gemelo?

- Claro, tu gemelo, ya sabes, la Visión.- Dijo Spitfire.

- No, pensé que era mejor que no.

-Maldita sea- Pensó- Cuando le había dicho lo de su gemelo, inmediatamente pensó en el doble que había dejado en su mundo y al cual había arrebatado el puesto. Un poco más y habría metido la pata por completo.

- Capi, es la hora.- Anunció Valerie Cooper.

- Discúlpeme, me reclaman a mí también.- Dijo Alicia Masters con una sonrisa de disculpa.

El héroe abanderado se convirtió en el centro de atención de todos.

- En primer lugar, quiero agradecer a todos vuestra presencia. Hoy estamos aquí por un motivo muy especial. El aniversario de la creación del primer grupo, la primera gran reunión de héroes de la era moderna. Fuimos reunidos con un propósito inicial, “invadir” la Europa ocupada, llevar la guerra a las mismas puertas del tercer reich. Y así lo hicimos, luchamos para proteger a los inocentes, por salvar las vidas que corrían peligro de desaparecer bajo el yugo de los nazis. Por desgracia y aunque en parte tuvimos éxito, no conseguimos acabar con la guerra. Fue el poder del átomo, de la bomba atómica lo que hizo terminar una cruel e injusta guerra mundial. Tras el término de la guerra, el grupo se dispersó, quizás creyendo que tras el fin de la guerra y de la amenaza nazi ya no éramos útiles. Estamos aquí para demostrar que lo seguimos siendo y que combatiremos el mal en todas sus encarnaciones. Rendir tributo a todos los que han sido invasores y a todos los que serán.

El Capitán tiró de una lona que cubría algo y descubrió algo que dejó sin habla a todos los allí presentes. Contemplaron la imagen de los antiguos invasores en todo su esplendor. Estatuas de piedra que parecían tener vida, tal era el realismo con el que los había reflejado la escultora ciega Alicia Masters. El Capitán América, Namor y la Antorcha presidían como fundadores, el espacio dedicado a las estatuas. Al lado del líder de los invasores, estaba Bucky, y al lado de la Antorcha, Toro. Union Jack I y Union Jack II estaban junto a Spitfire, Miss América y el Zumbador parecían observarles cogidos tiernamente de la mano. El Patriota, miembro honorario, a su lado, la prima del hijo vengador, Namora. Otros ilustres miembros que en algún momento u otro participaron con el grupo, tenían también representación en el monumento: Cuervo Rojo, Escorpión plateado, Cráneo Llameante el Destructor, Diamante Azul, Jack Frost, el Hombre Delgado y los más recientes Phestos, Druida, Aarkus o Thundra. Pude observar como en el rostro del Capitán se reflejaba una terrible pena, al contemplar la estatua de su fallecido compañero Bucky, en el rostro de la Antorcha sin embargo, no note nada, quizás por ser un androide, hasta el serio rostro del rey de Atlantis se relajó y dejo mostrar las profunda emoción del acto.

Todos aplaudieron emocionados ante semejante tributo a los héroes. Sin duda, era una de las mejores obras jamás realizadas por la escultora en toda su carrera.

- Señor Sheldon, venga aquí.- Era la voz de Valerie Cooper.

- ¿Es a mí?-pregunté confuso. Estaba tan abrumado por lo que estaba viviendo, por poder estar en este lugar en un instante tan importante, que prácticamente había olvidado por que estaba aquí.

- Bien, pongámonos ordenadamente.- Dijo Union Jack.

- ¿Estamos bien así?- Me preguntó amablemente el Capitán América.

- Un poco más a la izquierda y estará perfecto.

La formación actual del grupo, estaba posando delante de mí, esperando que los fotografiase. La emoción me embargaba y me temblaban ligeramente las manos, me conseguí sobreponer y agarrando mi vieja cámara, que conservaba desde hacía muchos años y que había fotografiado grandes eventos en la historia de los prodigios de este mundo, sonreí y mire por la lente de la cámara. Los encuadre y me preparé para inmortalizarlos y seguir engrandeciendo la leyenda.

Dedicado a Roy Thomas
Miguel Ángel Naharro
28 Noviembre de 2005


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Referencias:
1 .- En la Biblioteca Marvel Pantera Negra de Jack Kirby.
2 .- Vengadores#5-6 de AT
3 .- Druid#4 Usa
4 .- En el número anterior
5 .- Relatos del Universo Marvel 2: Los Cazadores de Monstruos.
6 .- Thor#17 del vol. 1 de Planeta.
7 .- Antiguo enemigo de la Patrulla-X.
8 .- En el Giant Size Invaders#1 Usa
9 .- En Marvels#1
10 .- Antiguo héroe de los años 40 que colaboro en numerosas ocasiones con el grupo.

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