 | Título: Operación Pureza Autor: John Schneider Portada: Manuel Díaz Publicado en: Junio 2008
El capitán Picard descubre que algo extraño se oculta en la colonia de la Federación a la que han acudido a socorrer.
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La Uss Enterprise, la nave insignia de la Federación Unida de Planetas entra en una nueva era, con nuevas peligros, nuevas aventuras y nuevas amenazas a las que enfrentarse.
Gene Rodenberry y Action Tales presentan:
Creado por Gene Rodenberry
Los “cadáveres” vestidos con uniformes de la Federación se mueven al principio con lentitud, como si dudaran de la capacidad de que sus cuerpos pudieran soportar el esfuerzo. Ese miedo cedió a la curiosidad, amparados en la oscuridad vieron como habían sido trasladados a una sala aislada para su estudio. Se mueven por la estancia palpando la pared asimilando información sobre el ambiente que les rodea, nuevo y familiar al mismo tiempo. Todos han estado antes en una nave de la Federación pero ahora es diferente, tienen una nueva misión cuyo objetivo es poner en el buen a la humanidad.
Mientras tanto Jean-Luc Picard estudia en su despacho la información sobre la colonia a la que se dirigen. A priori es un lugar tranquilo, una explotación minera pequeña con las instalaciones justas para mantener a su población. Pero, algo le inquieta. Los pedidos de suministros. Hay algo en ellos raro, mientras una parte se explica fácilmente por su actividad y el mantenimiento que necesita un colonia espacial, hay otra que no tiene sentido. Espaciados en el tiempo hay envíos cuyo único propósito podría ser la construcción de naves estelares y lo que es más preocupante, de armas.
Su intuición de capitán le lleva a comparar la composición de la nave con los materiales enviados a la colonia. La coincidencia sólo confirma sus sospechas.
-Aquí el capitán, reunión urgente ahora mismo.
Cuando la Doctora Crusher entra en el almacén junto a un inquieto Feynmann los “cadáveres” han vuelto a su estado de reposo, han completado la primera fase de su plan.
- ¿Cree que tenemos a zombies a bordo, Doctora?
- Tiene un sentido del humor muy particular ¿no cree?
- El sentido del humor está muy subestimado en el universo con todas esas especies que van siempre malhumoradas, mirad soy un borg- Dijo Feynmann parodiando la forma de andar de los soldados borgs arrancando una sonrisa de la Doctora Crusher.- El humor da perspectiva, no hace falta ir todo el rato con cara de cenizo para que te respeten.
- Me gusta su filosofía aunque no creo que los Borg se tomaran bien su imitación.
La Doctor Crusher le dirige una mirada entre la complicidad y la regañina al oficial científico que se lanza sobre los cuerpos con un tricorder que la doctora desconocía que tuviera. El aparato es diferente al suyo, salta a la vista que Feynmann ha hecho las modificaciones que ha considerado oportunas, como avisaba en letras en negrita su informe es una persona a la que le gusta hacer las cosas a su manera forzando las normas de la Federación cuando no las salta sin más.
Mientras tanto el Capitán Picard recibe al resto de los oficiales y les muestra la confirmación de lo que era una vaga sospecha.
-Los dos incidentes están relacionados, la colonia a la que nos dirigimos ha pedido los mismos materiales de los que está hecha la nave que encontramos. La rareza de dicha combinación junto al hecho de que ha sido fabricada con el tipo de herramientas de las que disponen en una instalación minera me ha llevado a esta conclusión.
LaForge afirma con la cabeza.
-Tiene sentido, esto huele a que estaban haciendo la nave o naves de forma clandestina. Quizás los descubrieron y de ahí el incidente en la colonia.
El oficial de seguridad interviene con aplomo.
-He revisado lo que tenemos sobre la colonia, estoy de acuerdo con el primer oficial, creo que alguien ahí ha estado actuando de espaldas a la Federación.
-Entonces está claro el rumbo a seguir, cuanto antes lleguemos a la colonia antes aclararemos este turbio asunto.
Almacén
-Doctora, creo que nos vendría bien un descanso.
-¿Usted cree? Apenas llevamos una hora.
-Estoy completamente convencido, dejaremos que estos aparatos sigan analizando sus constantes para que no perdamos información. Son toda una caja de sorpresas.
-Con más razón para seguir trabajando.
-Al contrario, no nos apresuremos, hay que hacer las cosas con calma.-Sin dejarle replicar coge a la Doctora por el brazo y salen del almacén. Beverly lo mira extrañada, Feynmann por su parte no pierde de vista a los “cadáveres”. La lleva por un pasillo haciendo caso omiso de las protestas de su compañera contando los pasos y al llegar a una cantidad se detiene. La Doctor Crusher se suelta molesta y le espeta.
-¿Se puede saber qué está haciendo?
-Salvarnos la vida seguramente, esos “cadáveres” están muy vivos.
-¿Qué?
-Puente, aquí el oficial científico Feynmann. No debemos perder ni un segundo.
-Aquí Picard, espero que sea algo importante, ahora mismo estamos discutiendo lo que haremos cuando alcancemos la colonia que envió el mensaje de socorro. Está relacionada con la nave y sus ocupantes así que cualquier cosa que haya descubierto sobre ellos será bienvenido.
-Pues entonces son malas noticias señor, estos tripulantes están muy vivos, creo que han estado espiándonos desde que entramos en contacto con su nave y esperan el momento para actuar.
-Pero las señales vitales…
-Camufladas, pero no indetectables. Creo que alguien ha sido muy malo, esto sólo puede ser el resultado de prácticas ilegales, aquí hay tecnología que imita a los Borg, son como una versión amateur. No acabo de entender su propósito pero algo me dice que no es nada bueno para la Federación.
-Oficial Kebron, selle el almacén, no permita bajo ningún concepto que salgan. Aunque no sean Borgs no quiero correr riesgos innecesarios.
-A sus órdenes capitán.
La alarma interrumpe la conversación.
-Capitán a puente informe.
-Hay disparos en el almacén, parece que alguien se coló en el almacén.
-Oficial, Kerbon.
-Sí señor, como un rayo sale por la puerta y en seguida se le unen cuatro miembros de seguridad armados.
Ezri Dax se adelanta por un pelo al oficial científico que ya estaba listo para intervenir.
- Aquí decididamente pasa algo, estoy tentada de pensar que ese alguien les ha dado la señal para pasar a lo que sea su siguiente fase.
-Y en ello están ahora, por cierto ¿Cuándo llegaremos a la colonia? Creo que ahí encontraremos el resto de las piezas de este puzzle.
-Gara es la que tiene la respuesta, el piloto Icheb me ha dicho que lo haremos en cualquier momento. Creo que sería recomendable preparar un equipo para visitar la colonia mientras el resto se ocupa de estos muertos vivientes.
-¿Se apunta al viaje oficial Gara?
Una sonrojada Gara mira a LaForge como diciendo tierra trágame.
-Tranquila, a todos nos gusta dejar la nave de vez en cuando además quiero revisar un par de cosas en la sala de máquinas, no es que no confíe plenamente en usted pero si esos tienen tecnología borg…digamos que quiero tenerlo todo bajo control.
Kebron y sus hombres avanzan por el pasillo que lleva almacén cuando se encuentran a los “cadáveres” caminando erráticamente como zombis y armados. No hay rastro de intruso, que ha vuelto entre tanto a su camarote donde sostiene una conversación codificada con sus superiores y con un aliado, el Almirante Stoner. Las intervenciones son jubilosas, la operación Pureza marcha según lo previsto. Pronto la Federación comprenderá el alcance de la amenaza borg cuando la Enterprise y una colonia desaparezcan de un solo golpe.
-Buen trabajo, Icheb, preparen la sala de transporte y fijen las coordenadas del edificio. Dax y Gara acompáñenme, señor LaForge, queda a cargo de la nave. Pórtese bien y le dejaré revisar a fondo la sala de máquinas.
-A sus órdenes capitán, puente, voy hacia ahí. Kebron, informe de la situación.
-Aquí Kebron señor, los tripulantes de la nave han salido del almacén y se dirigen a nuestra posición. Me dispongo a reducirlos.
-Tenga cuidad y no se fíe de ellos.
La frase de LaForge se vuelve profética pues los enemigos activan en ese momento un sistema de teletransporte local y se desvanecen antes de que Kebron y sus hombres puedan abrir fuego.
-Alerta general, los intrusos pueden estar en cualquier parte.
-Pero afortunadamente para nosotros yo sé como localizarlos, dice con una sonrisa el Doctor Feynman. Denme un momento y sabrán donde están nuestros amiguitos.
Mientras tanto el Capitán Picard acaba de llegar al edificio de la colonia minera en el planeta Galen. Los últimos supervivientes los observan al principio con desconfianza pero pronto esa reacción da paso al júbilo. El hombre que los había guiado hasta ahí sin perder un segundo los conduce al ordenador central, desde el que enviaron la señal de socorro.
-No hay nada, han dejado lo mínimo. Me temo que aquí no descubriremos qué está pasando.- Dice una desanimada Dax.
Gara con el puntillo de emoción por ir en una misión no puede evitar sonreír.
- Aún queda una posibilidad, si no han sido meticulosos. Es un tiro a ciegas pero puede funcionar.
- Adelante, saque todo lo que pueda. Dax acompáñeme, quiero asegurarme que estamos solos.
En la Enterprise LaForge se ha reunido en el puente con el oficial científico y este le explica con es estilo particular como localizar a los intrusos.
-A sus órdenes. – En el instante en el que va a pulsar una voz familiar suena por el intercomunicador.
Es Guinan.
-¿Están buscando a una especie zombis que imitan burdamente a los Borgs?
-Sí, ¿los ha visto?
-Los tengo justo delante, no tengo ni idea de porqué pero parece que han venido todos a verme.
Una voz metálica suena de improviso:
-Entréguennos la nave o morirán.
-No sois borgs chiquillos, así que no os esforcéis.
-No nos subestiméis. Mirad el planeta.- El infiltrado en la Enterprise que había comunicado el estado de la operación a sus superiores activa una señal que detona todos los edificios de la colonia…
Menos uno, pues Gara dio con el dispositivo mientras buscaba información. Pero en la nave solo ven como la colonia se consume en una ordalía de fuego.
-Repito, entregadnos la nave…
Guinan se dispone a replicar cuando una imagen la sacude hasta lo más profundo de su ser, los Borg han vuelto, los auténticos. Esa es la amenaza que sintió y que puede arrasar todo el cuadrante. [1]
-Nunca, no tenemos tiempo para unos pezqueñines cuando los de verdad vienen.
Continuará…
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Referencias:
1 .- Evidentemente, este número transcurre antes del St Voyager 20
1 .- Evidentemente, este número transcurre antes del St Voyager 20
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