X-Men nº04

Título: Por el Sueño (I)
Autor: Nerocles
Portada: Julio Nieto
Publicado en: Noviembre 2006

Para seguir con su sueño de convivir entre mutantes y humanos, el profesor Xavier debe tomar una importante decisión ¿Será el principio o el final de su sueño?.
“Seres diferentes y por ello inquietantes. Hijos de la edad del Átomo, mutantes. ¡Temidos y odiados por un mundo que han jurado proteger! Estos son los héroes más extraños...”
Stan Lee y Action Tales presentan
Creado por Stan Lee y Jack Kirby


[Instituto Xavier para Jóvenes Talentos] [En la actualidad]

-No lo veo justo, realmente no lo es. Solo tiene que darse cuenta de que...

-¿No puedo jugar con vuestras vidas?

-¿Me estaba leyendo la mente profesor?

-No, si te hubieses fijado en el tono te darías cuenta que no. Pero es increíblemente fácil conoceros tras tantos años Pícara. No os pido que dejéis la Patrulla, si no que la ayudéis de manera diferente.

-Pero nuestros amigos están aquí y nosotros no lo estaremos.

Lobezno y Gámbito estaban detrás de Pícara, la cual era la única que había replicado al recibir la noticia. El profesor estaba acomodado en un sillón de origen indio, cosa de la cual quizá solo Logan podría darse cuenta si reconocía en él el olor de sus materias primas. Todos estaban en el jardín de la mansión que tantas aventuras había vivido, lo único no habitual allí era un hombre uniformado con el debía ser el traje de un rango de general. Sus gafas de sol no mejoraban la inexpresividad que el resto de su cara reflejaba. Fue entonces cuando por primera vez intervino.

-Señorita... Pícara. La nueva Corporación-X que el gobierno está dispuesta a financiar no admite sujetos como usted señorita. Según el informe que el Profesor nos cedió sobre sus estudiantes...
Xavier  advirtió la mirada de su alumna y rápidamente levantó ambas manos para que contuviera sus actos.

-Tranquila, no era un informe completo, no comprometería vuestra intimidad.

-Bueno, según ese informe, pese a su “aparente” reforma bajo el mando de Xavier, usted formó parte en el pasado del grupo de Mutantes Diabólicos de Mística. Además sus poderes de absorción no están dominados y algo que el profesor no ha dejado claro son esos “brotes” de múltiple personalidad... ¿derivados del uso de sus poderes? No creo que esté preparada para esto la verdad...

-Escucha viejo, he salvado al mundo más veces que tu has apretado tu puto gatillo...

-Lo siento Pícara – Xavier utilizaba sus poderes no para detenerla, si no para calmarla sin que ella se diera cuenta realmente-. No estarás en la futura Patrulla-X.

-Luego está este chaval de ojos rojos, del que sabemos que forma parte de un grupo de Ladrones y no gracias a lo que Xavier ha proporcionado, si no por diversas grabaciones. Por último el mejor, Lobezno. Cuando te escapaste de Canadá se nos pasó un informe sobre tus habilidades, eres demasiado peligroso e individualista para jugar en nuestro equipo, quedáis fuera.

El soldado tiró los informes con diversas fotografías de los tres mutantes sobre una mesa blanca cuya superficie era de cristal. Luego se retiró unos pasos por detrás de donde estaba Xavier y se dispuso a dar un paseo por las instalaciones.

-Creo que debe decirles de manera más amena que se tienen que ir, yo no tengo paciencia para tratarlos como civiles.

-¿Quién es ese Chuck? ¿Habla enserio?

-Mucho, Logan. Ese hombre es nuestro enlace militar con los Estados Unidos y la ONU.

-Señor, no es que nada de lo que haya dicho ese hombre sobre mis robos sea falso, pero esto no me gusta nada.

-Te comprendo Remy, pero las cosas deben hacerse así. Como sabéis, la Patrulla-X está financiada por nosotros mismos y por diversos inversores externos pro-mutantes, lo cual nos ha mantenido hasta
hoy, pero en vista de los múltiples fracasos a lo largo de nuestra historia he decidido dar un respiro a esos inversores, de los cuales hemos utilizado el dinero sin saber siquiera ellos para que era usado. Así mismo me daré un respiro, no se le puede llamar “fortuna” y gastar mas de cuatro millones de dólares en el Pájaro Negro cada seis meses. Por otra parte, supongo que es lo que estábamos esperando todos, ¿recordáis la Corporación-X?

-Si, pero déjate de rollos Chuck, al grano.

-No habrá fichas que comprometan la identidad de un mutante mas allá de lo que ese mutante quiera, podrá estar dentro o fuera, sin represalias, a modo de albergue vendrá aquel que quiera. No habrá asaltos indiscriminados de cualquier grupo sin represalias del mundo, no seremos el patito feo. A cambio de nuestros servicios, se nos ofrece una auténtica posibilidad de integración.

-¿Qué servicios?-preguntó Gámbito-

-Quitar de en medio a todo aquel individuo mutante que genere problemas. Pese a lo de Genosha cada día somos más y empiezan a aceptarlo, pero saben que hay sujetos que, como siempre, no encajan en la sociedad. Además de contar con psicólogos, médicos especializados y demás para nuestro programa de integración y educación, de ahora en adelante contaremos con el apoyo de los humanos y de sus impuestos saldrán nuestros logros. Pero pusieron una objeción, elegir el equipo, lo cual no ha sido tan catastrófico como pensaba – Xavier utilizó sus poderes mentales para girar un poco su silla y después giró él el cuello para poder contemplar a su nuevo equipo de Hombres-X-. Creo que lo harán bien, no son unos extraños. Pero quiero saberlo, ¿puedo contar con vosotros en el futuro?

-Seguro que hablo en nombre del cajún cuando te digo que no querríamos irnos, pero si tienes otros planes y nos necesitas, danos un silbidito, puede que aparezcamos. Pero Pícara...

Ella seguía allí de pie, escuchando todo lo que su maestro decía y a cada se había entristecido más. Por fin se serenó cuando notó que la voz de Logan le nombraba.

-Si esto ayuda al sueño, lo haremos por el sueño. Debe hacerse ¿no?

-Por el sueño...


[Sala de Peligro]

-El nuevo grupo funciona a la perfección ¿no cree Xavier?

-Efectivamente General, efectivamente. Pero, pese a que la mayoría han coincidido, ni la mitad del grupo ha trabajado conjuntamente de forma continuada, es por eso que le pido dejar admitir a un séptimo miembro. Sus métodos van de acuerdo con lo que esperan de la Patrulla y sus habilidades serán bien recibidas, ¿ha leído el informe de Sabia?

-¿Es la mujer morena de gran inteligencia?

Xavier rastreó la mente de su invitado para no confundirse.

-Si. Ella es la candidata perfecta. Además, seis es un número reducido de miembros, piense en los daños colaterales que se pueden causar si no se lucha con ventaja, la evacuación de posibles víctimas...

-Bueno, debo consultarlo con mis superiores, pero creo que no habrá problema. Pero, hasta que no sea oficial, no entrenará con el equipo, ¿entendido?

-Si.

Ambos desviaron entonces sus miradas. Se encontraban en la habitación de control de la Sala de Peligro, protegidos de los poderes de la nueva Patrulla-X. Frente a ellos se desplegaba uno de los poderes más grandes del planeta que, de manera organizada como lo estaba desde hacia años, podía ser letal. Por suerte para todos, estaban en el bando de los buenos.

-El más joven me inquieta cuando usa sus poderes, ¿no podría hacer algo para parecer más simpático o agradable? Al público le gusta que sus protectores sean algo más pintorescos.

-Comprendo lo que dice, pero cuando activa sus poderes adopta esa apariencia uniforme sobre todo su cuerpo, no se puede hacer nada sin reducir sus capacidades.

-Entonces olvídalo ¡Mira como se mueve el sub-capitán del grupo! Pese a no tener poderes físicos es muy ágil y con su experiencia puede tomar el relevo del líder en momentos críticos, me gusta.

-A mi también, además es encantador y todo un caballero. Ya podrá conocerlo General.

-Buenos días Forja, ¿cómo van tus arreglos a la aeronave?

-Terminador señor, el Pájaro Negro lleva un localizador y un nuevo en receptor en línea directa con el Pentágono. Solo falta que ustedes instalen el equipo correspondiente que les he enviado. Por lo demás... está acabado.

-Bien, pese a que el tiempo de preparativos ha sido escaso casi todo está listo. Dispositivo tecnológico coordinado, el equipo entrenando juntos tres días de los siete que nuestros analistas consideraron necesarios. En cuanto surja una primera pieza de prueba les mandaremos a cazarla.

-Un momento General, espero que no haya olvidado que nuestra “caza” no es una matanza. Apresaremos a los sujetos que sean conflictivos, pero no los mataremos y posterior a su encierro pasarán a un programa de reforma con ayuda psicológica no inferior a seis meses.

-No olvido sus condiciones Xavier, solo que mi manera de hablar es diferente a la suya. Tranquilícese.

-Perdóneme usted si le he resultado “violento”, no era mi intención pero no me gustaría romper esta alianza incluso antes de consolidarse. Somos “patrulla”, pero no de asesinos. Quiero que quede claro, no nos convertiremos en verdugos del gobierno.

-Le vuelvo a pedir tranquilidad, nadie confundirá su rol.

-Eso espero.


[Forja] [Hace ocho días]

-No es tu estilo Val, o si. Un helicóptero aterrizando en medio de Dallas, ¿qué dirá la gente sobre los exorbitantes presupuestos del gobierno?

-No me importa y, antes de seguir, te recomiendo que dejes tus gracias Forja. Este – extendió su mano izquierda- es el General Davison, tiene uno de esos permisos que solo el presidente puede dar para lanzar una bomba atómica sobre Canadá si se aburre una tarde de domingo.

-Buenas tardes señor General Davison, señor.

-...bueno, queremos que formes parte de un nuevo equipo.

-¿Resucitar Factor-X? ¿Estás segura?

-No, no será Factor, sino la Patrulla. Con Xavier incluido.

-No creo que Xavier acepte al señor general...

-Lo hizo hace dos días, ahora está trabajando con nosotros, buscando un grupo de mutantes que se complemente y tus habilidades nos vendrían bien.

-La Patrulla-X, eso son palabras mayores.

-Lo sé. Pero esta es una empresa mayor, diferente a las demás. Esta funcionará. Contamos con más de cien empresas interesadas en ayudar, planes de reinserción en sociedad, planes de estudio.

-Para cazar mutantes no se necesita eso.

-Entenderás todo esto cuando veas la documentación, el contrato que Charles Xavier ha firmado con nosotros, todo. Pero es en su mayoría material confidencial, por lo que no puedo mostrártelo si no aceptas mi oferta.

-Hablaste de contratos, ¿tengo que firmar uno?

-Si, todo debe hacerse por lo legal. Tendrás tu propio laboratorio privado, una paga y si esto llega lejos como pensamos, incluso un buen plan de pensiones. Si prosperamos en número, incluso podrás tomarte unas vacaciones pagadas.

-Todo está en su ehm... mano señor Forja.

-No se incomode por mi brazo General Davison, es una herida de guerra.

-Vietnam, he leído un informe sobre usted. Pero olvidemos el pasado, es hora de tomar una decisión que guiará su futuro.

Forja miró por la ventana del helicóptero contemplando la planicie que sobrevolaba. Su colaboración con el gobierno había sido más activa en el pasado pero últimamente solo ayudaba cuando era preciso, en momentos de crisis como la guerra de Kang o el genocidio de Genosha. Había permanecido inactivo bastante tiempo y eso comenzaba a pesarle. Luego, mientras miraba se vio reflejado sobre el cristal, levemente. Sin darse cuenta sus ojos transformaron su forma en la de una mujer a la que tenía ganas de ver.

-Davison, Val... he tenido muchas relaciones con el gobierno que no llegaron a nada serio, espero que esta sea la definitiva, porque si no los Estados Unidos se acabarán convirtiendo en mi burdel personal

– dicho esto alzó su brazo ortopédico para estrechar la mano con Davison en aprobación a su oferta-. Soy todo vuestro.


[Valencia, España]

El Cuartel de la Fuerza de Choque de la Guardia Civil es uno de los lugares tecnológicamente más avanzados que los humanos han podido crear en territorio europeo y sin ayuda externa de héroes u otras razas. Desde aquí en caso de emergencia se pueden coordinar todos los movimientos de las fuerzas del orden en el país. Ahora entre sus paredes guardan a un importante preso que ya les causó problemas en el pasado. Diego Sandoval, coordinador y jefe de la Fuerza de Choque se dirige ahora hacia su celda.

-Señor Sandoval, su identificación por favor.

Los guardias frente a la puerta requisaron su tarjeta de acceso mientras él pasaba un examen dactilar, ocular y sanguíneo. Las medidas se habían extremado desde la incorporación del sujeto conocido como Vargas.

-Todo en orden señor – dijo devolviéndole su tarjeta uno de los dos guardias-. Adelante.

Diego avanzó por un pasillo totalmente liso. Solo se podían distinguir en la perfecta planicie de sus paredes unas escotillas cerradas, las cuales daban paso a los sistemas de defensa en caso de emergencia. La luz procedía del suelo, el cual era una rejilla lo suficiente gruesa como para soportar la explosión de una granada sin llegar a magullarse.
Tras Diego solo iba uno de los guardias, por precaución y porque solo el arma que su compañero y él portaban eran permitidas en ese sector de celdas. Sandoval iba totalmente desarmado y solo llevaba en sus manos su tarjeta, la cual comenzaba ahora a guardar en un bolsillo y una carpeta con las pruebas médicas hechas a Vargas en la última semana.

-Aquí es señor Sandoval – indicó el guardia quedándose inmóvil en la puerta-. Yo solo tengo acceso en caso de crisis, a partir de aquí solo usted y el equipo médico pertinente puede avanzar.

-Gracias por acompañarme.

Sandoval abrió la puerta con un escáner de retina. Pese a que la extraña luz blanca que procedía del interior le cegó, en cuestión de unos segundos se adaptó a la iluminación de la habitación.

-Buenos días Vargas, ¿cómo se encuentra?

-Identifíquese.

-Diego Sandoval, comandante de la Fuerza de Choque de la Guardia Civil española. Supongo que si alguno de nuestros médicos le ha preguntado algo, se habrá dado cuenta de donde está ahora por su idioma.

-Está bien volver a la patria, aquí estaré seguro.

-Mas bien estará seguro de si mismo. El aparato que zumba sobre ti es un aumento gravitacional, tienes varias veces la gravedad terrestre sobre ti, por eso que tus movimientos sean lentos. Este foco de aquí –señaló un haz de luz más potente que dibujaba un círculo alrededor de la cama de Vargas – es más potente que los demás, tu cuerpo quedaría aplastado si lo cruzaras.

-Gracias por la advertencia, ¿qué es lo que quiere?

-Según el informe de las “autoridades” de Madripur, estabas muerto cuando tu cuerpo fue enviado hacia España, pero una vez abierta tu caja tu corazón comenzó a palpitar de nuevo.

-Je, nunca me había pasado, pero no es una sorpresa, a fin de cuentas soy...

-El siguiente paso en la evolución humana, ¿eso es lo que crees?

-Eso es lo que afirmo y mi resurrección es mi prueba. Pero aun no me ha respondido, ¿qué quiere?

-Sus servicios. Obviamente no podemos dejarle suelto así como así, tendrá que llevar esta pulsera que nos permitirá incapacitarle en caso de rebelarse y... bueno. Más sorpresas, como un equipo de agentes especiales a su disposición, ¿Te interesa el destino? Nosotros podemos enseñarte uno. El Águila, nuestro principal “súper-héroe” está al servicio de Europa ahora y nuestra fuerza no es demasiado amplia, no hay un índice descontrolado de mutantes y villanos en España, pero los medios para capturarlos son muy costosos, por eso necesitamos nuestros propios agentes especiales.

-Entiendo lo que trata de decirme, quiere que le ahorre unos cuantos millones al estado, a cambio de mi libertad.

-Recuperará su fortuna, la cual engrosará con un sueldo generoso y recuperará sus propiedades, las cuales han sido confiscadas cuando por fin pudimos identificarle.

-Me temo que no, no acepto. Seguro que con el tiempo escaparía pero me resultaría demasiado pesado ayudarles. Le aseguro que recuperaré todo lo que es mío y reemprenderé mi búsqueda.

-El destino se rompió cuando usted murió, no tiene nada que buscar, si de aquellos libros habla. De todas formas, supusimos tu rechazo y por eso hemos traído a uno de esos mutantes que tu tanto desprecias, te presento a un invitado especial que forma parte de nuestro servicio secreto desde hace menos de seis meses, Manuel Alfonso Rodrigo de la Rocha, seguro que él logra convencerte.


[Instituto Xavier para Jóvenes Talentos]

- Dormitorio de Remy Lebeau. -

-No es una despedida chere, seguiremos viviendo aquí. Solo que no podremos participar en ningún tipo de aventura, no seas tan dramática.

-No lo estoy siendo, no participar en ninguna aventura es pasarnos el día aquí tirados, sin nada que hacer. Es más, ese contrato con el gobierno solo nos deja mirar, no podemos ni ayudar en cualquier asunto, sea del tipo que sea. No podemos ni mirar nuestros propios archivos.

-Comprendo que te agobies por esto, pero encontraremos algo que poder hacer. Sino, ¿cuántas veces has intentado conseguir una vida normal? Al final siempre volvemos al principio, es un círculo vicioso pues, hagamos lo que hagamos aunque sea ajeno a nosotros, esta es nuestra vida.

-¿Qué podríamos hacer? ¿Formar nuestro propio grupo? No servimos para eso, yo me dejaría llevar, no tengo el temple necesario y tu... bueno, solo yo suelo tomarte en serio.

-¿Qué tal un viaje? Podríamos ir a ver a mi padre, a Nueva Orleans, el grupo ha tenido sus problemas desde el paso del huracán y no he tenido tiempo de visitarles, sería una buena ocasión.

-Es una idea. Podríamos llamar a Logan y que nos acompañe.

-Preferiría un poco más de intimidad niña... si tu quieres claro, tu y yo solos.

-Bueno... también es cierto que siempre estamos rodeados. Además, Logan puede que ya tenga alguna idea para entretenerse sin nosotros.

-¿Entonces?

-A Nueva Orleans.


[Nueva York]

Sebastian Shaw es un importante hombre de negocios, tanto en el terreno legal como en el ilegal. Ahora mismo se dirige a una importante reunión de negocios en la cual firmará un contrato con una petrolífera que le reportará millones en beneficios.
Sus dos guardias personales, Jack y Steve están bien entrenados y, pese a no ser mutantes, podrían mantener a ralla a estos con el armamento avanzado que llevan en el maletero del elegante coche que usa para moverse por la ciudad. Podría resistir un ataque mutante claro, siempre y cuando no sea por sorpresa.
Al reventar por un rayo energético la rueda delantera del coche el primer instinto de Jack, al que hoy le tocaba conducir, es girar en seco para evitar chocar al desviarse con una rueda en mal estado.

-Señor Shaw, ¿se encuentra bien?

La pregunta es retórica, Shaw puede absorber este tipo de impacto gracias a sus poderes mutantes. Las magulladuras de su ropa no son nada.

-Perfectamente Jack, saca tu arma. Steve, acompáñame.

-Señor, sería mejor que nos quedáramos en el interior, a cubierto.

-¿Y que otro impacto termine de destruir mi coche y a nosotros? Creo que no.

Steve fue el primero en salir, seguido de Shaw al que protegía con su cuerpo en todo momento. Jack no estaba a la vista desde que hacía diez segundos había salido del coche. La gente corría despavorida pero Sebastian no alcanzaba a ver de que huían. Obviamente no era de una posible explosión por parte de su coche, solo habían reventado la rueda de su vehículo.

-Sebastian Shaw, tu tienes los métodos y los contactos adecuados para encontrarle, te necesito.

No conocía la voz pero rápidamente levantó la cabeza para ver quien volaba sobre él, quien podía hablarle como si fuera un simple hombre, como todos los demás.

-¿Éxodo?

-Así es, Shaw. Tenemos que hablar.

-No hay nada que hablar, si me quieres ven por mi – Shaw comenzó a golpear el suelo de la ciudad, esto recargaba sus poderes haciéndole más poderoso a cada golpe-. Te estoy esperando.

-No tengo tiempo para esto, tu hombre ya ha caído derrotado, pero tranquilo, no ha muerto – Éxodo levantó el cuerpo de Jack, el cual estaba junto a la misma puerta por la que había salido, la del lado contrario por la que Shaw había salido-. Solo escucha.

Shaw hizo caso omiso a las peticiones de su impertinente contrincante y dio un gran salto impulsándose sobre su propio coche, del cual destrozaría la parte superior.

-No lo repetiré más, no tengo tiempo – al decir esto Bennet paralizó en el aire al Rey Negro con un campo psiónico-. Ahora, ¿me ayudarás?

-No, pero creo que es hora de llamar a la caballería... Steve, avisa al General Davison, necesito a la Patrulla-X.
FIN
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