La Vision nº01

Título: Asuntos de familia
Autor: Lobo Rojo
Portada: JMS
Publicado en: Julio 2004

¡El Vengador Sintético consigue su propia serie en Action Tales! Con unos Vengadores que se tambalean fruto de una nueva reestructuración, la Visión tratará de encontrar su propio camino. 
Posee un cuerpo artificial que le dota de enormes poderes: controla su densidad, posee una mente computerizada y una joya solar capaz de absorver y emitir grandes cantidades de energía.  Y sin embargo es su alma humana y compasiva lo que le convierte en uno de los Héroes Más Poderosos de la Tierra. El es...
Creado por Roy Thomas y John Buscema

Mañana de un día soleado en Manhattan. No es habitual que una situación de atraco a mano armada con rehenes se dé en las calles céntricas de la Gran Manzana, pero por desgracia los neoyorquinos que pasean por sus calles sí están acostumbrados a las sirenas y luces de los coches de policía, e incluso al fugaz atisbo de figuras multicoloridas deslizándose sobre sus cabezas, sin embargo pocos están acostumbrados a la imprevista aparición de una figura surgiendo de la nada a través de la fachada del edificio. Algunos policías tampoco.

- ¡Eh, que demonios,...!

- Buenos días teniente... Stern. No se asuste, soy la Visión, de los Vengadores. Estoy aquí para ayudar.

- Vaya, creí que los tipos como vosotros no interveníais en este tipo de asuntos.

- Sólo cuando nos pilla en las cercanías. Ahora, si me informa de la situación

- Cuatro atracadores armados se han hecho fuertes en el interior del Grover Cleveland National Bank. Tienen quince rehenes entre ellos el presidente de la entidad y su esposa. Estamos intentando negociar...

- De acuerdo. Me hago cargo de la situación. Entreténgales...

- ¡Eh! ¿Dónde vas...? - Dijo el oficial mientras observaba atónito como el vengador se hundía en el pavimento. Tras unos segundos de perplejidad cogió su megáfono y se dirigió hacia el edificio acordonado - ¡Eh, los de ahí dentro! ¿Me oís?

Mientras el teniente intentaba contactar con los atracadores, el cuerpo de la Visión flotaba bajo el asfalto en dirección al edificio del banco. En décimas de segundo su mente computadora contactaba con la red de ordenadores del banco y sus cámaras de seguridad, haciéndose cargo de la situación de los criminales y de sus rehenes en cada una de las dependencias del local. Los rehenes estaban todos encerrados en los servicios de la entidad, sin ningún tipo de guardias. Su principal prioridad era ver que los civiles se encontraban todos bien, por lo que se dirigió hacia allá.

- Tranquila Lucy, no nos pasará nada, ya lo verás... - Dijo el director del banco

- Cariño estoy asustada, ¿qué nos va a pasar? ¡¡AAAAAHHHH!! – gritó aterrorizada al ver surgir a la Visión del suelo.

- Tranquilos, soy de los Vengadores he venido a ayudar ¿Están todos bien?

- Los Vengadores aquí, creí que no se ocupaban de este tipo de asuntos. – La Visión fue a replicar, pero enseguida se dio cuenta que era perder el tiempo.

Los quince rehenes cuchichearon entre aliviados y desconfiados. Los receptores auditivos de la Visión captaron hasta el más mínimo murmullo mientras continuaba analizando la situación. Todos estaban bien físicamente tan solo algo nerviosos y preocupados, algunos en estado de crisis pero no había nadie herido. El sintezoide vengador se dirigió hacia la puerta de los baños.

- Está cerrada por fuera. Sellada con algún tipo de pasta. No hay problema.

- Sí, tras encerrarnos aquí, uno de ellos roció con un spray las junturas de la puerta y las dejó completamente pegadas, soy Pearson P. Morgan, el direct...

Sin escuchar más, la Visión atravesó la puerta en su estado intangible, su anterior análisis del terreno le había indicado que no había ningún atracador en el pasillo. Calculó que sería mejor dejar encerrados a los civiles hasta que los atracadores estuvieran neutralizados. De los cuatro criminales, dos estaban en la puerta principal, y los otros dos en la bóveda acorazada, en el sótano. Sin mediar palabra el vengador sorprendió a los dos individuos de la sala principal, que atentos a los movimientos de las fuerzas policiales del exterior no se percataron de su silenciosa presencia. En cuestión de segundos la Visión atravesó con sus brazos inmateriales los cuerpos de los malhechores, solidificándolos brevemente en su interior. Esta acción que había hecho mil veces contra sus enemigos, provocaba un dolor tan agudo que les hacía perder la consciencia, tal y como había ocurrido. Si su mente computadora no ejerciese un control tan absoluto sobre su densidad, podría causar la muerte de sus víctimas al solidificar su cuerpo en mayor grado o durante un tiempo más prolongado.

- ¡Tú! ¿Qué has hecho a mis compañeros... ? ¡Ahora verás hijo de... –

Un tercer atracador armado con una recortada disparó contra el vengador, sin embargo solo logró malgastar munición y alarmar a la policía, a los rehenes y a su cuarto compañero, ya que los proyectiles atravesaron el cuerpo inmaterial del héroe y rompieron la vidriera a sus espaldas. En circunstancias normales la Visión habría hecho su cuerpo superdenso, para que las balas impactaran en él y no causaran daño, sin embargo su análisis anterior le había informado que el suelo no resistiría su peso y ya que procuraba causar los menores destrozos posibles, descartó esa opción.

De inmediato los ojos del androide brillaron y de ellos salieron sendos rayos de calor que acertaron con precisión milimétrica el arma de su contrincante, calentándola hasta hacer que su portador la soltara. Un simple golpe con el dorso de la mano dejó inconsciente al tercer criminal.

Queda uno, y estará prevenido, aunque no creo que le sirva de nada.

La Visión se dirigió a la bóveda del banco donde se encontró con algo que no se esperaba. Los compartimentos de seguridad y las cajas de caudales habían sido saqueadas sin discreción, dinero y joyas estaban desperdigados por el suelo a medio recoger, mientras que al fondo, una de las paredes había sido disuelta, formándose un túnel del tamaño de un hombre que conducía a la red del alcantarillado de la ciudad.

Tras analizar los bordes del muro disuelto, el sintezoide sacó sus conclusiones y emprendió la persecución. Creía saber quien era el criminal fugado y no estaba dispuesto a permitir que escapase.

Minutos después, a escasas manzanas de allí, mientras usaba uno de sus sprays de disolvente para eliminar la mierda y el olor que se habían impregnado de su ropa civil, Pete Petruski abandonaba el alcantarillado. No sabía exactamente que demonios había ocurrido en la planta superior del banco, pero estaba seguro de que con toda probabilidad uno de esos condenados super-héroes había entrado y capturado a sus compañeros. Esa era en realidad su estrategia, planear el atraco junto a tres criminales comunes, de tal manera que nadie notase que era un peligroso supervillano (o así se consideraba él) y así mantener alejados el mayor tiempo posible a los malditos justicieros enmascarados. Oyó un ruido tras él que le alarmó, pero enseguida se sintió aliviado al comprobar que tan solo era un vagabundo tendido en el callejón. Estaba preparado para cantar victoria cuando una escalofriante voz llamó su atención.

- Pete Petruski, alias el Trampero, quedas detenido por el atraco al Grover Cleveland National Bank .

Instintivamente Pete disparó su spray de pegamento hacia el lugar de donde provenía la voz, pero para su desaliento comprobó como el adhesivo atravesó la figura que flotaba n las sombras. No podía dar crédito a sus ojos, estaba preparado para Spiderman, Daredevil o incluso la Antorcha, pero la Visión. ¿Qué demonios hacía ese vengador interfiriendo en sus planes? No era justo, no después de cómo lo había planeado todo. Necesitaba dinero en efectivo para reconstruir su arsenal, tenía grandes planes para recuperar su reputación y vengarse de todos aquellos que se habían reído de él durante años. Desesperado, optó por otra estrategia desesperada y saltó sobre el vagabundo que antes le había sobresaltado.

- ¡Atrás, todavía me queda una descarga de adhesivo que usaré contra este desgraciado! Taponaré su nariz y su boca hasta causarle la asfixia sino me dejas marchar.

- ¿Y entonces qué? ¿Repetiremos este encuentro tres manzanas más al este? ¿O al oeste? Dentro de una hora... ¿o mañana? Reconócelo Trampero, estás atrapado, no tienes ninguna posibilidad contra mí. Ni siquiera la tendrías si tuvieras a tu disposición todo tu arsenal. Al menos cuando estabas con los Cuatro Terribles podrías haber supuesto una amenaza para mí, pero ahora... dijo con calma la Visión a la espera de que Petruski perdiera los nervios y soltase a su rehén. Como así sucedió...

- ¡No tienes ningún derecho a hablarme así! ¿Quién te crees que eres? – dijo el Trampero crispado mientras soltaba a su víctima y se lanzaba contra la Visión.

- ¡AAAAHHH! – La mueca de rabia de Petruski se transformó en gesto de dolor. Su puño había impactado contra el cuerpo solidificado de la Visión que había adquirido la dureza del diamante. – Mi mano, maldito, me la has roto. – Dijo al tiempo que caía arrodillado a sus pies. La policía entraba en el callejón en ese momento.

- Teniente Stern aquí tiene a su cuarto hombre ¿Sacaron a los rehenes del baño?

- Sí vengador, todos están bien, gracias por la ayuda. El director del banco quiere que vuelvas, dice que quiere recompensarte.

- Dígale que no es necesario, que tan solo cumplía con mi deber. Si insiste puede ingresar un cheque en cualquiera de las causas benéficas patrocinadas por la Fundación María Stark. Si necesita información que hable con Mr. Edwin Jarvis en la Mansión de los Vengadores, él se ocupa de estos asuntos y le atenderá amable y eficazmente. Y tras decir esto su cuerpo artificial adquirió la volatilidad del aire y flotando ascendió hacia el cielo.

Abajo en la calle, mientras es conducido al coche celular, Pete Petruski, el Trampero, murmuraba entre resentido y dolorido. – Esto no acabará así, juro que encontraré la manera de vengarme de esta derrota y ese maldito robot lamentará haberse burlado de mí este día.


- Wanda, tienes un E-Mail - dijo el sintezoide con su fría voz.

A una velocidad asombrosa la mente computerizada de la Visión analizaba todos los correos entrantes en el sistema de comunicaciones de la Mansión de los Poderosos Vengadores. Esta era en verdad una tarea que solían realizar automáticamente las sofisticadas computadoras diseñadas por Empresas Stark, sin embargo la curiosidad del sintozoide vengador por el universo virtual que los humanos habían creado en menos años de los que su cuerpo artificial llevaba activo le llevaba a embarcarse en la red de redes y ocuparse en meros segundos de organizar y distribuir todos los correos en las diversas carpetas de sus compañeros de equipo. Como era una acción que realizaba a la velocidad del pensamiento, más rápido, si cabe, debido a su mente artificial, no le suponía apenas esfuerzo, ni tiempo completar la descarga. Para él era además un pasatiempo aceptable, aunque no exento de riesgos, investigar y desgranar anulando uno a uno los cada vez más innovadores virus informáticos que los hackers humanos lanzaban a la deriva a Internet, y por casualidad alcanzaban el servidor de la mansión.

- Visión, ¿qué haces? Te parecerá bonito...

- Wanda, sabes muy bien que jamás leo el contenido de los mensajes, solamente me limito a limpiarlos de virus y redistribuirlos a sus destinatarios de la manera más rápida y eficaz posible. Ni siquiera elimino los spams. Los Vengadores hemos prometido respetar la intimidad de nuestros compañeros de grupo.

- No es eso, Visión, - dijo la bella mutante con el tono grave de una madre preocupada porque su hijo no se resfríe jugando al caer la noche en el parque- no desconfío para nada de tu discreción, me refiero a que sabes que Hank Pym te ha advertido del riesgo que corres al lanzarte a ciegas a la recepción de correos electrónicos. ¿Qué pasaría si alguien creara un virus destinado a ti, con el objetivo de dañarte o controlarte?

- La capacidad de programar y crear tal virus por parte de los humanos es de una probabilidad inferior a uno entre un millón.

- Puede, pero Ultrón, el Doctor Muerte, el Pensador Loco... son uno entre un millón. Es más, las probabilidades se pueden alterar, u olvidas con quien estás hablando.

La mirada de complicidad de la Bruja Escarlata trajo recuerdos al vengador de otros tiempos más felices, cuando la pareja era un matrimonio sólido y bienvenido. Ahora, aunque su relación era amistosa, y quizás podría ir a más, renovando viejos y anhelados lazos, ninguno de ellos se atrevía a dar el primer paso en esa dirección, puede que fuera por miedo a dañar al otro, puede que por un temor insuperable a volver a sufrir lo pasado, o quizás por ambas cosas. La mente de la Visión, enseguida saltó a otro asunto...

- Interesante...

- ¿El qué?

- Alfil Rey a torre reina tres, jaque... dijo en un tono modulado pero decidido.

- ¡Oh, vamos! ¡Estás jugando una partida de ajedrez al tiempo que charlas conmigo! Eres, eres...

“Peor que cuando estábamos casados” iba a decir, pero Wanda interrumpió su frase, negándose a recordar lo que habían perdido.

- Te confundes, Wanda, tan solo me limito a contestar un E-mail, en el que juego una partida por correspondencia con un jugador anónimo. Me tocaba mover a mí, y así he hecho.

- ¿No te da vergüenza? Tú mismo acabas de comentar hace escasos segundos la pocas probabilidades que los humanos tienen para competir contigo.

- Efectivamente, y tú me has mencionado que existen individuos que se pueden incluir dentro de esta mínima cifra estadística. Pero no te preocupes, hace tiempo que rastree la procedencia del E-Mail de mi contrincante y descubrí que provenía del Edificio Baxter.

- ¿Estás jugando al ajedrez con uno de los Cuatro Fantásticos?

- Reed Richards con toda seguridad. durante los últimos cuatro meses llevamos tres partidas en tablas, una victoria y una derrota por cada lado. Algo fascinante si se me permite decirlo. ¿Por qué te sonríes así?

- Pensaba que sería gracioso que Sue Storm, o incluso Johnny o Ben, te estuvieran poniendo en apuros. Dime ¿Seguro entonces que no has leído mi correo?

- Wanda...

- Lo se, lo se, solo bromeaba. En fin, me queda media hora para entrar en mi turno de monitor y todavía tengo que terminar algo de papeleo, más vale que vaya a mi habitación a concentrarme.

- ¿No vas a leer tu E-Mail?

- Sí...¡En la terminal de mi habitación! - Dijo Wanda satisfecha de comprobar que la curiosidad todavía anidaba detrás del imperturbable rostro de su exmarido.

Desde la sala de recreo de la mansión, la Visión se esforzó por esbozar lo más parecido a una sonrisa de despedida mientras observaba a Wanda abandonar la estancia. Acto seguido se desconectó de la red y atravesó el suelo en dirección a la cocina. Su mente se preguntaba que podría querer alguien del Instituto de Xavier de Wanda. Era discreto, pero no había podido evitar leer el remitente.


En el corazón de la misma Manhattan hay algunos lugares que nunca son lo que parecen. En uno de sus estrechos callejones, en lo que parece ser una tienda de reparaciones más, de las muchas que en la ciudad se ocupan de arreglar los electrodomésticos averiados, nos encontramos con el cubil del Terrible Chapucero que recibe la visita de uno de sus más antiguos clientes.

- Lo que le digo Mr. Williams, sino fuera por usted y otros fieles clientes como usted, me tendría que buscar la vida de otra manera, quizás cerrar la tienda y comenzar a trabajar en el equipo científico de alguna gran organización.

- ¿No van bien las cosas últimamente, viejo? - dijo el cliente

- No exactamente, el negocio tapadera es un desastre, la gente normal ya no conserva nada. En cuanto algo se les rompe lo tiran, y compran el modelo más nuevo. En mis tiempos las cosas se llevaban a la tienda de reparaciones, ya que siempre salía más barato eso que comprar el siguiente modelo. Ahora las mismas compañías crean componentes para sustituir los que se rompen, hacen garantías más duraderas y enseguida sacan un modelo mejor, a un precio tan competitivo que no merece la pena arreglar nada. No se donde vamos a ir a parar.

- Pero tú has pasado épocas peores, si no me equivoco.

- Sí claro, siempre hay etapas de vacas flacas. Durante bastantes años, ese gran magnate, ¿Cómo se llamaba? Hammer, Justin Hammer, se dedicó a suplir de arsenal a algunos de mis más clásicos clientes. Además les ofrecía ventajas como asesoramiento legal, pago de fianzas si eran capturados, y todo ello con facilidades de pago que yo no me puedo permitir. Afortunadamente el tipo la palmó y su hija no ha sabido mantener el negocio familiar.

- Bueno, si te sirve de consuelo, yo no me fui con Hammer.

- No, lo suyo fue peor, usted se murió... O al menos fingió haber estado muerto. ¿como se le ocurrió la idea...

Por un momento los ojos del Siniestro Segador brillaron salvajemente. No le gustaba mucho que le recordaran que durante una larga temporada vagó por el mundo como una criatura demoníaca sin vida, sin embargo la incesante charla del remendón de arsenales, incluso le hizo sonreír.

- ¿Cómo se le ocurrió la idea de fingir ser una criatura del infierno? Muchos de mis clientes se tragaron su transformación, yo no. Verá, Mr. Williams, yo soy un hombre práctico, y no creo en ese tipo de magias y vudús. Enseguida me di cuenta que todo era una fachada para meter el miedo a sus enemigos, y estar a la altura de sus objetivos...

- ¿Estar a la altura...?

- Sí, Mr. Williams, usted es un hombre vulgar, entiéndame, como vulgar quiero decir, normal y corriente, que se embarcó en una misión de justicia para castigar a los asesinos de su hermano. Armado con una sofisticada guadaña, lo se bien, la diseñé yo, se enfrentó a los héroes más poderosos de la tierra. Probablemente usted, junto a ese robot, Ultrón, o el hombre del futuro, Kang, sea uno de los enemigos más persistentes de los Vengadores, y sin embargo, físicamente, incluso en términos de poder puro, la tarea le venía grande, de ahí el truco de los demonios...

El Segador no podía dar crédito a lo que estaba oyendo.

- O sea, ¿que tú piensas que todo era un truco?

- Efectivamente, una manera de infligir el terror en sus corazones....

Eric Williams iba a replicar pero su mirada se detuvo fija en la prótesis de muñeca que yacía en la mesa del laboratorio del Chapucero, y que éste estaba manipulando.

- Veo que todavía no has terminado mi guadaña, ¿para esto me has hecho venir? Creí que estaba lista...

- Está terminada, ¡Oh! Lo dice por este aparatito, esto no es nada más que un prototipo de la garra sónica de Klaw. Venga, por favor, acompáñeme a la sala de pruebas.

El cliente acompañó al remendón a través de un laboratorio donde colgaban por todas partes los más diversos ingenios, había muestras del arsenal de criminales a los que el Segador conocía, al menos por reputación, y otros artefactos cuya procedencia no podía catalogar. Mientras avanzaba con paso seguro, el villano pensaba en lo que le había conducido hasta ese punto de su vida. Sus inicios en la organización criminal Maggia... La transformación de su hermano Simon en Wonderman y su muerte por culpa de los Vengadores. Cómo juró vengarse de los héroes y abandonó su prometedora carrera en Maggia para usar sus ganancias y convertirse en el Siniestro Segador, la encarnación de la muerte viviente para los Vengadores [1] . Su obsesión por los Vengadores se incrementó todavía más cuando estos incluyeron en sus filas, primero a la Visión, una criatura artificial con las pautas cerebrales de su querido y difunto hermano, y posteriormente a un resucitado Simon Williams. Al igual que el Chapucero comentaba hace unos segundos, se negó a creer en la resurrección de Simon, y reanudó con más fuerza sus ataques contra los Vengadores. Solo instantes antes de su muerte reconoció que el resucitado Simon era en realidad su verdadero hermano. A partir de ahí su vida fue un infierno literalmente. Primero fue resucitado como un zombie por Nekra, su antigua amante, y posteriormente mediante el pacto con diversos demonios fue transformado en una criatura infernal que continuaba realizando frustrados intentos de aniquilar a los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Finalmente el amor de su hermano Simon le rescató del infierno de la no-vida y le devolvió al mundo de los vivos. Así que el Chapucero no creía que Eric Williams hubiera muerto y resucitado. Parece mentira, si no lo hubiera sufrido en sus propias carnes, él mismo dudaría de su veracidad, y de su propia cordura. La voz de su proveedor le saco de su ensimismamiento.

- ¿Qué le parece? Fantástica, verdad... Contiene todo el arsenal de antaño pero ahora con su potencia doblada y unas reservas de energía que duran el doble de tiempo. Además he conservado las modificaciones que Ultrón añadió a mi trabajo original..

- Eso es algo que siempre me he preguntado. Cuando vine a ti por primera vez con la idea de que creases mi primera guadaña, hiciste un buen trabajo, pero me recomendaste que para aumentar su sofisticación recurriese a Ultrón-5, un ser al que los Vengadores todavía no conocían ¿Cual era tu relación entonces con Ultrón?

El Chapucero, no pensaba contestar a esa pregunta, pues su celo por el secreto profesional no se lo permitía. Antes de que pudiese encontrar una respuesta educada a la pregunta de su cliente, una aguda sirena sobresaltó a los dos personajes.

EEEEOOOEEEEEEEOOOEEEEEEEEEEEOOOO, EEEEEOOOEEEEEEEEEEEEEEOOO

- ¡La alarma de intrusos! ¡Alguien acaba de romper mis perímetros defensivos! Como sea otra vez ese condenado trepamuros...

- ¡La guadaña, rápido...! Debo estar preparado para cualquier contratiempo.

Durante un instante, el Chapucero dudó. Todavía no había recibido el dinero. Sin embargo, pensó que en una situación de emergencia como esta, lo mejor sería crear la mayor oposición posible al invasor, y que incluso en un momento dado, Eric Williams podría servir de carne de cañón para cubrir su huida. Por ello desactivó automáticamente las abrazaderas que sujetaban el encargo de su cliente. Mientras Williams se ajustaba su prótesis, el Chapucero le informó de lo que indicaban las lecturas de sus sistemas de seguridad.

- Una voluminosa figura metálica dotada del más complejo y sofisticado arsenal está irrumpiendo por el lado sur de mi laboratorio. Los sensores indican que las posibilidades de que sea un individuo vistiendo una armadura, son de un 0´2 %, y dan todas las trazas de que es una criatura artificial...

- ¿Ultrón? ¿Puede darse esa casualidad...? - Murmuró el Segador contrariado -

Con gran estrépito el muro sur del laboratorio resultó destruido. La lluvia de hormigón y maquinaria resultante del destrozo levantó tal nube de polvo que la visibilidad a través de la brecha abierta era nula. Poco a poco la sombra de una imponente figura metálica fue atravesando la zona nublada y finalmente el Segador pudo vislumbrar a su atacante. Evidentemente no era Ultrón.

- ¡Un robot Temerario!

- Eric Williams, alias el Siniestro Segador, Maggia ha dictado tu sentencia de muerte, y yo soy tu ejecutor.-Anunció el androide con su voz electrónica.


Interactuando con los sistemas defensivos de la Mansión, la Visión solía localizar a las personas que se hallaban en los terrenos de la misma. Nunca lo hacía por curiosidad, sino por educación. Como era natural, siempre evitaba pasar en su estado intangible a través de las habitaciones privadas de sus compañeros, pero no era igual para las estancias comunes. No obstante había aprendido que su súbita aparición en una sala a través de un muro sin entradas, sobresaltaba a la mayoría de los que se hallaban en ella. En un grupo como los Vengadores esto podía suponer una flecha en el mobiliario, o una pared destrozada por un poderoso puño, dependiendo si el sobresaltado era Ojo de Halcón o Hércules. Del mismo modo más de una pieza de la vajilla de Stark se le había caído a Jarvis el mayordomo. Al acercarse a la cocina, Visión ya sabía que había dos personas en su interior, desvió su trayectoria hasta la entrada de la misma, e hizo acto de presencia.

- Buenas noches, Jarvis. ¿tienes algo para mí? - Dijo de la manera más suave y educada posible.

La grave voz del vengador artificial no sorprendió al mayordomo. Hacía tiempo que se había acostumbrado a su gutural sonido y sabía muy bien que el sintozoide hacía todo lo posible por no sobresaltarle con sus repentinas apariciones. Largas noches de vigilia en la mansión habían forjado un fuerte vínculo de amistad entre ambos hombres. El que si resultó sorprendido por la entrada del vengador fue su veterano compañero, Ojo de Halcón el arquero.

- Ey Visi, pasa, y siéntate. Te ofrecería un poco de la lasaña que me ha preparado Jarvis, pero creo que tu estómago no está hecho para estas exquisiteces.

Sin dejar de dirigirse hacia el mayordomo, la Visión no pudo evitar desdeñar el ofrecimiento de Ojo de Halcón. Su cuerpo era artificial, pero estaba diseñado para imitar todas las funciones humanas, esto incluía también comer y beber. Tenía incluso glándulas degustativas que le permitían diferenciar los sabores y disfrutarlos. El arquero lo sabía, pero siempre intentaba picarle de algún modo con ello.

- No gracias, Ojo de Halcón. Me temo que tengo asuntos más importantes que atender.

- Pero Visi, ¿qué pasa? Es una broma, hombre. Ven aquí, hace años que no charlamos animadamente. Casi, casi desde que estábamos en la Costa Oeste.

La Visión se volvió hacia Ojo de Halcón y con el tono más frío que pudo salir del interior de su garganta replicó - Lo se – y mientras sus ojos comenzaban a brillar con fuego, terminó de decir – Nunca lo he olvidado -

- Señor Visión, - interrumpió Jarvis – me temo que el libro del que hablamos la semana pasada, y que me comprometí a traerle de casa de mi madre para hoy, no lo encuentro por ninguna parte...

- Es igual Jarvis, muchas gracias me lo descargaré de intern... el final de la frase solo se oyó al otro lado del muro. La Visión había abandonado la habitación...y la Mansión.

- Pero...¿Qué mosca le ha picado? Ya se que no soy la persona favorita de mucha gente, pero pensaba que en los años que llevamos juntos nos habíamos hecho amigos. Tú...¿Tú sabes que le pasa Jarvis?

- Me temo que sí, señor Ojo de Halcón.- Contestó el mayordomo al perplejo arquero.


”Estimada Ms. Maximoff:

En calidad de representante del Instituto Xavier me siento honrado de poder confirmar que la celebración del primer certamen de Magia, genética y mutación se celebrará finalmente el próximo fin de semana en los terrenos de nuestra escuela, tal y como ya habíamos hablado. Esperando que pueda asistir al comentado evento en calidad de ponente especializado, rogamos confirme su presencia, dando por supuesto que ésta estará siempre supeditada a sus obligaciones como miembro activo de los Héroes Más Poderosos de la Tierra. Del mismo modo el Instituto Xavier se reserva el derecho de posponer el Certamen en caso de fuerza mayor como ya ha ocurrido en otras dos ocasiones.

Atentamente,

Scott Summers,”


Director gerente.

Wanda terminó de leer el e-mail. El Instituto Xavier llevaba todo el año intentando celebrar este simpósium. Hank McCoy insistió mucho en que la Bruja Escarlata participase en una mesa redonda junto a otras celebridades del fenómeno mutante, y aunque en un principio ella se negó, la insistencia y el encanto de la Bestia terminaron por convencerla. Tras contestar afirmativamente a su participación y enviar el mensaje, Wanda cerró su ordenador y se dispuso a pasar una aburrida jornada de guardia ante el monitor.


En otro lugar, en un tablero de ajedrez electrónico, el jaque que daba un Alfil era bloqueado por el salto de un Caballo que ponía a salvo a su Rey.


Viendo su laboratorio perdido y tras comprobar que el asalto contra su propiedad no iba contra su persona, el Terrible Chapucero optó por desaparecer del campo de batalla. Eric Williams, con su guadaña cargada a plena potencia no dudó en utilizarla contra el robot atacante. El rayo de energía que brotó de la hoja hizo un boquete en el pecho del robot, que tras titubear durante medio segundo, dio un paso al frente hacia el criminal manco. Antes de que pudiera enfocar su sistemas de ataque, un barrido del brazo del supervillano segó la cabeza del androide del resto de su cuerpo.

- ¡Ja! Un único robot no es amenaza para alguien que se ha enfrentado en solitario a los poderosos Vengadores - Gritó salvaje y triunfal la encarnación de la muerte

- Cierto, por eso nuestro hombre de lata era tan solo una mera avanzadilla. Un cebo para hacerte bajar la guardia. - Dijo otra voz con tono burlón.

El Segador se giró rápido, pero tan solo tuvo tiempo de ver como sobre su pecho se posaban diversos puntos rojos, procedentes de miras telescópicas infrarrojas, lo siguiente que supo, o mejor dicho oyó, fue el sonido amortiguado de la descarga de media decena de sofisticadas armas. Sintió el dolor del impacto de los proyectiles y cayó en la oscuridad...

- Chicos, que alguien comunique al Gran M que hemos matado a la muerte. – Se oyó decir a la misma voz.


A varias manzanas de la Mansión de los Vengadores el cuerpo inmaterial de la Visión descendió hacia la calle. Tras cerciorarse de que nadie se percataba de su presencia, el sintozoide conectó el dispositivo holográfico que escondía su verdadera figura tras el rostro y vestuario del humano Victor Shade, la falsa identidad que había creado para mezclarse entre los humanos normales. Pensando en lo molesto que estaba con Ojo de Halcón y en las profundas razones que parecía que solo él tenía, paseo por las calles de la ciudad, aparentemente sin rumbo, hasta que se dio cuenta de que sus pasos, subconscientemente, le habían conducido hasta el Hallifax County Pub, una de sus tabernas favoritas.

- ¿Qué tal Vic, lo de siempre?- Dijo cordialmente el hombre de detrás de la barra. Al mismo tiempo, varios de los clientes saludaron alegres al hombre de la gabardina amarilla.

- ¡Hey Vic, qué tal! - ¡Hombre, cuanto tiempo! – ¡Siéntate aquí...! - Fueron varios de los saludos a los que Victor Shade contestó con una leve sonrisa y un apretón de manos. .

- Hola a... ¡COFF! ¡Coff! Ho-Hola a todos, es un placer veros de nuevo. – Dijo Shade al tiempo que modulaba su voz equiparándola al de su alias humano. Tan absorto estaba en sus pensamientos que se había olvidado cambiar el tono, algo impropio de él, algo demasiado humano, pensó irónicamente.

- ¡Ey, Victor cariño cuanto tiempo! Como me alegro de verte! – Dijo una voz femenina.

¿Darby? ¡Qué sorpresa!

- Sí Vic, soy yo, en carne y hueso, y finalmente establecida en Nueva York- . Dijo la atractiva rubia.

Darby y Victor Shade se habían conocido en Boston hacía meses cuando la Visión pasaba una temporada lejos de los Vengadores intentando dar un sentido a su vida. La amistad enseguida surgió entre ambos, salieron un par de veces y lo pasaron bien, pero finalmente el sintozoide regresó a Nueva York y a los Vengadores, y dejaron de verse. Posteriormente se reencontraron durante las celebraciones de la liberación del mundo del yugo de Kang el Conquistador, y en esa ocasión Victor le reveló a Darby su verdadera identidad, con miedo de que esta le rechazase, sin embargo ella le confesó que ya lo había deducido. Desde entonces se habían visto varias veces cuando ella visitaba la ciudad y el tiempo libre del vengador lo permitía, forjando una sincera amistad.

- No me digas ¿Te quedas aquí?

- Sí, había una vacante de directora en la oficina de Manhattan y solicité el traslado. Llevo aquí un par de semanas, pero con el lío de la mudanza no he tenido tiempo de llamarte ¿Tú que tal? ¿Has salvado el mundo últimamente?

- ¡Shht...! Se supone que voy de incógnito.

- Tranquilo no nos oye nadie. ¿Qué tal con Wanda? ¿Algún progreso?

- No... no se que quieres decir.

- Venga hombre. A mi no me engañas. Vuestro romance y matrimonio fue uno de los más comentados, y escandalosos, aireado por la prensa del corazón durante años. Hemos salido juntos y se perfectamente que pese al aprecio que nos tenemos, ella sigue siendo muy importante para tí.

- Aquello acabó, Darby. Solo somos amigos y compañeros de trabajo.

- Eso dices tú guapo. En fin, no te sonrojaré más.

- Y tú, Darby, ¿Qué tal? ¿Sales con alguien?

- Mira, mientras buscaba piso conocí a un hombre bastante guapo e interesante. Quedamos para tomar una copa y firmar el contrato de alquiler, era el representante de la agencia arrendataria como podrás deducir. Y me está ayudando a establecerme en la Gran Manzana. De hecho es una de las razones por las que no he tenido tiempo de llamarte. Mira ahí viene... ¡Norman! ¡ Norm, estamos aquí!

El rostro de Victor Shade, no pudo ocultar su sorpresa al ver al hombre que se acercaba. El mundo era en realidad un pañuelo.

- Victor Shade, te presento a Norman Webster. Norm, este es Victor, el amigo del que te hablé. – Dijo Darby sonriente

- Encantado- Dijo Webster mientras le tendía la mano.

- El...el gusto es mío – replicó el sorprendido vengador al tiempo que contestaba al apretón.


- ¿Wanda, te interrumpo?

- No, Clint, al contrario, siempre viene bien compañía cuando uno está e guardia ante el monitor.

El arquero vengador entró en la sala de comunicaciones y se sentó con gesto preocupado al lado de su vieja amiga. Wanda, enseguida notó que algo molestaba al por lo general alegre y vociferador Ojo de Halcón.

- Eh Clint. ¿Qué sucede? ¿Has vuelto a discutir con Pym o Iron Man?

- No, eso no sería para tanto, entraría dentro de lo normal. Es...es la Visión. Parece que me tiene manía.

- ¿Él? En toda mi vida he conocido a alguien a quien él pueda tener manía, y mucho menos manifestarla. Siempre tan frío, tan educado, tan correcto.

- Eso es lo que me preocupa. Tendrías que haberle visto hace un par de horas en la cocina. Has sido más borde que yo en mis peores días. Si Jarvis no hubiera sido testigo, juraría que lo he soñado. Se que suelo ser bastante irritante, pero esta vez estuve bastante comedido.

- ¿Le has preguntado a Jarvis? Él le conoce como nadie.

- Sí eso es lo que más me ha preocupado. Él cree que Visi tiene sus razones, pero conociéndole se que no me las dirá. La confidencialidad es una de las primeras reglas del fiel mayordomo, sería inútil insistir ¿Tú sabes algo?

- Me tienes completamente perdida, Clint. ¿Seguro que tú eras la causa? ¿No estarías susceptible?

- Créeme Wanda, los ojos de tu Ex brillaban con rabia.

- Me dejas preocupada. A ver si puedo hablar con él mañana por la mañana.

- Gracias Wanda, no sabes lo que te lo agradecería.


En las ruinas del escondite del Terrible Chapucero, Eric Williams agoniza rodeado de chisporroteante maquinaria. Mientras sus constantes vitales disminuyen lentamente, los dígitos de una secuencia de autodestrucción alcanzan el punto 00. En el instante de la explosión, no muy lejos de allí en un lugar seguro, el Terrible Chapucero se lamenta de las horas de trabajo perdidas, pero por desgracia, no podía permitirse que alguien se apropiase de sus invenciones y las distribuyese por ahí. No es bueno para el negocio.


En una de las torres más lujosas de la ciudad, el nuevo Gran M, tacha el nombre de Eric Williams, alias el Siniestro Segador, de la lista de antiguos miembros de la familia de Maggia que amenazaban con desafiarle en el liderazgo de la organización criminal.

Continuará...


Próximo Episodio: Seguimos con la Visión, ¡El destino del Segador! ¡Más sobre Darwy y Norm! Las investigaciones de Ojo de Halcón. Una visita al Instituto Xavier. Y la aparición más breve del personaje más inesperado.

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Referencias:
1 .- Grim Reaper el nombre original del Segador en USA, hace referencia a la representación de la muerte como la clásica calavera encapuchada armada de una guadaña, un dato que ha menudo se nos escapa a los lectores españoles debido a que en castellano la Muerte tiene connotaciones femeninas, por lo que nos conduce a relacionar más al Segador con el oficio de campesino que con la representación poética de lo que realmente representa.

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