Green Lantern nº 04

Título: Alternativo (I)
Autor: Jerónimo Thompson
Portada: Jose Manuel López García
Publicado en: Diciembre 2005

Algo ocurre en Oa. Se ha perdido todo contacto. Jack Knight, Green lantern del sector 2814, deberá ir a investigarlo. Un momento: ¿hemos dicho Jack Knight?
En el día más brillante. En la noche más oscura. Ningún mal escapará a mi mirada. Que los adoradores del mal teman mi poder: la luz de la …


Bienvenido. Soy... No, creo que aún no ha llegado el momento de desvelar mi identidad. Baste decir que contemplar asombrosas realidades alternativas es mi privilegio; un número infinito de universos en los que algunas cosas resultaron muy diferentes de la realidad que conoces.

En un universo así, el destino de los Green Lantern Corps, y el de toda la galaxia, cambió en respuesta a una simple pregunta: ¿Y si...? Pero no debo entretenerte más: la historia comienza.

Jack dormía profundamente en su habitación de la Atalaya. Sobre la cama de estilo victoriano asomaba la semicircunferencia terrestre a través de una ventana de forma elipsoide, proyectando débiles sombras alargadas en el suelo del cuarto.

Jack emitía ligeros ronquidos de satisfacción, disfrutando por primera vez en varias semanas de un lugar apacible donde descansar.

Sin embargo, toda esta quietud se esfumó en el momento que el reloj digital situado sobre una de las numerosas estanterías que cubrían las paredes marcó las 8:00: la pequeña habitación comenzó a iluminarse de forma gradual al ritmo del Perfect Day de Lou Reed, que sonaba desde altavoces escondidos por los rincones del cuarto.

Jack se agitó torpemente bajo las sábanas, realizando una serie de movimientos inconexos que trataban de situarlo en una posición más confortable. Tras varios intentos infructuosos, acabó tendido sobre su espalda con los ojos aún cerrados.

...you just keep me hanging on...

Mientras escuchaba perezosamente la canción, tomó la firme decisión de no levantarse de la cama en todo el día. Acto seguido, la música fue interrumpida de forma inesperada por una serie de pitidos agudos: una voz metálica y cálidamente impersonal comenzó a hablar.

-Buenos días Jack Knight, Green Lantern del sector 2814-.

-Buenos días Multivac- gruñó Jack, incorporándose con desgana en la cama. –¿Recuerdas que te pedí que olvidases el protocolo y me llamaras simplemente “Jack”?-.

-Lo recuerdo perfectamente- contestó Multivac empleando un molesto tono de suficiencia. –Sin embargo, tu análisis psicológico aconseja una estimulación ocasional de tus respuestas temperamentales-.

Los labios de Jack se torcieron en una breve sonrisa: -Quieres decir que me fastidias deliberadamente para mantenerme cuerdo, ¿no es así?-.

-¿Acaso no estás sonriendo?-.

Jack rompió a reir.

- Me rindo, Multivac: es inútil discutir contigo. ¿Qué es lo que quieres?-.

-Ganthet solicita hablar contigo-.

-¿Ganthet?- preguntó Jack frunciendo el ceño. –¿Por qué no me lo has dicho antes?-.

-Supuse que sería más agradable para ti iniciar esta conversación mediante...-.

-Vale, vale- cortó mostrando irritación fingida. -Pásame la comunicación a mi habitación-.

-Inmediatamente. Modificaré tu imagen de emisión para que el Guardián pueda verte vistiendo el uniforme-.

-Gracias Multivac- dijo Jack recuperando su media sonrisa.

Proyectados por dos pequeños dispositivos situados en las esquinas opuestas del cuarto, surgieron sendos haces de luz que convergieron en el centro exacto de la habitación para formar la imagen tridimensional de Ganthet.

-Hola Jack –saludó el Guardián. -¿Cómo se encuentra mi Green Lantern favorito? ¿Recuperado ya de la intensa actividad de las últimas semanas?-.

-Me temo que todavía no, Ganthet; apenas he dormido unas horas desde mi regreso a la Atalaya- dijo Jack mientras se levantaba de la cama, colocándose frente al holograma. -Creo que necesito al menos una semana completa de vacaciones para empezar a sentirme en forma-.

El rostro azul de Ganthet sonreía con franqueza al hablar: -Según los informes que acabo de recibir mereces mucho más que esa semana: tu intervención en el conflicto con Apokolips ha sido tan ejemplar como decisiva-.

Ligeramente azorado por las palabras del Guardián, Jack respondió con rapidez: -¿Qué puedo decir? Deberían colocar mi busto en la Academia de los Green Lantern Corps-.

- Todo se andará, muchacho- rió Ganthet con complicidad. –Todo se andará-.

- ¿Y bien?- continuó Jack. -¿Cómo van las cosas por Oa?-.

Mejor de lo que podíamos esperar: la victoria que habéis logrado en Apokolips, y sobre todo la captura de Darkseid, están acallando las pocas voces que aún se oponían a nuestro cambio de política-. Ganthet movía expresivamente sus manos al hablar. -Ya sabes que estos últimos cinco años han sido muy duros, pero creo que los Guardianes del Universo empiezan a recuperar la unidad-.

- Me alegro, Ganthet- dijo Jack sin poder evitar que su rostro se ensombreciera un poco. -Ojalá fueran así las cosas en la Tierra-.

- Ten paciencia Jack- respondió Ganthet adoptando una expresión más seria-. No hace ni seis meses que entramos en contacto con los gobiernos de tu planeta: aún tienen mucho que asimilar-.

- Supongo que sí, pero...-.

- Sé que tu posición actual en la Tierra no es cómoda muchacho, pero no te desanimes todavía: es una simple cuestión de tiempo que tu gente comience a valorar las ventajas que les estamos ofreciendo-.

Jack se forzó a sonreír de nuevo: -Lo sé, Ganthet. Como dices, es una cuestión de tiempo-.

- Por cierto –añadió el Guardián-, ¿no recibes hoy al representante de la comunidad metahumana?-.

- Así es. Llegará dentro de...- Jack alzó la vista hacia el reloj digital de la estantería. -Una hora y media-.

- Te dejo entonces. Comunícate conmigo cuando termine la reunión, ¿de acuerdo?-.

-Claro, Ganthet-.

-Adiós Jack- concluyó el Guardián mientras desaparecía el holograma.

-Adiós Ganthet- susurró Jack perdido en sus pensamientos.


La figura del Green Lantern se había convertido en una sombra insignificante, apenas visible frente a la enorme maquinaria que ocupaba toda la sección posterior de la Sala de la Batería. Cientos de elementos tubulares de pared translúcida partían desde su base, un bloque cilíndrico de acero, entrelazándose desordenadamente hasta alcanzar el techo. En su recorrido proyectaban una suave luz esmeralda emitida por el flujo de energía que corría por su interior.

Al pie de este singular árbol artificial, se abría un pequeño orificio circular donde el Green Lantern encontró su batería de poder: la Linterna Verde.

Jack vestía el uniforme: un traje completamente negro salvo por el símbolo de los Green Lantern Corps, que ocupaba la parte central de su pecho. Adoptando el mismo aire solemne que había empleado durante todos los días transcurridos desde su ingreso en los Corps diez años atrás, aproximó su puño derecho hacia la batería, haciéndola contactar con el anillo mientras recitaba el juramento:

En el día más brillante, en la noche más oscura,

ningún mal escapará a mi vista.

Que aquellos que adoran la maldad teman mi poder,

la luz de Green Lantern.

Ráfagas de intensa energía esmeralda rodearon a Jack, envolviéndolo en una cálida atmósfera de poder concentrado que proyectaba su intensa luminosidad por las paredes de la sala.

Con su anillo cargado con el poder de la Linterna Verde durante 24 horas más, se dirigió hacia la Sala Central, donde sólo unos pocos meses atrás se habían reunido regularmente los miembros de la Liga de la Justicia; antes de que los Guardianes asumieran el control de la Atalaya y decretaran el confinamiento en la Tierra de sus antiguos dueños.

Al entrar en la sala fue directamente hacia un rincón en el que se levantaba una estructura con forma de huso, de un metro de alto y color púrpura, que a una palmada suya se abrió en cuatro gajos simétricos mostrando su interior frigorífico; de uno de sus estantes sacó una botella de leche, que fue bebiendo mientras iba hacia el monitor que cubría una de las paredes.

- Multivac, ¿está ya preparado el representante metahumano para la teletransportación?-.

Ocupando toda la superficie de la pantalla , apareció el rostro de Cary Grant.

-Efectivamente Jack- habló Cary con la voz robótica de Multivac. -Hace cinco minutos que introdujo su identificación genética en la terminal de la Sociedad de la Justicia, en Nueva York-.

-Bien. ¿A quién han elegido como portavoz?-.

-A Starman-.

Jack levantó su mirada incrédula hacia el monitor, buscando en los ojos sin vida del actor replicado una respuesta que sabía ausente. Con cierta rigidez, volvió sobre sus pasos hasta el frigorífico para colocar de nuevo la botella de leche en su interior.

-Dile que puede subir cuando quiera-.

Jack se acercó hasta la mesa de conferencias que ocupaba el centro de la sala, descargando su peso sobre uno de sus lados mientras clavaba los ojos en la puerta del teletransportador, situado a escasos metros de su posición.

Dos minutos más tarde se iluminó el interior de la cabina con una brillante luz verdosa que fue disminuyendo su intensidad hasta descubrir la familiar figura verdirroja de Starman.

- Hola David- saludó Jack fríamente.

Starman recogió varios pliegues de su capa roja para salir de la cabina de transportación; se detuvo a unos pasos de la misma, y contestó en un tono similar al empleado por el Green Lantern: -Hola Jack-.

- Puedes sentarte donde quieras- empezó Jack con cierto aire inseguro mientras se acomodaba en uno de los sillones más cercanos, marcado con el símbolo del rayo de Flash.

Starman rodeó la amplia mesa circular sin despegar los labios. Al alcanzar el sillón marcado con el símbolo del murciélago de Batman, en el extremo opuesto de la tabla, se detuvo a pasear su mirada por la Sala Central sin llegar a sentarse.

- ¿No crees que todo esto te viene un poco grande?- preguntó con una voz desprovista de emociones.

Jack se removió incómodo en su asiento.

-Casi nunca estoy en la Atalaya- comenzó a decir, haciendo un vago movimiento con las manos que abarcaba el espacio circundante. –Multivac, la inteligencia artificial que instalaron los Guardianes, es la encargada de mantener las instalaciones operativas-.

David observaba a Jack con ojos insolentes.

-No me refería a la Atalaya-.

Jack sostuvo su mirada durante varios segundos, sintiendo como se incrementaba la tensión entre ambos.

-Llevas puesto el uniforme de papá- dijo de repente. -Un poco anticuado, ¿no crees?-.

-Siempre me gustó el traje original- contestó Starman inalterable. –Supongo que al menos uno de los dos debía mostrar respeto por el legado de nuestro padre-.

Un nuevo silencio incómodo se interpuso entre ellos.

-¿Podemos empezar ya esta reunión?- cortó Jack señalando el sillón sobre el que se apoyaba Starman.

-Por supuesto hermanito- dijo David al ocupar su asiento.

Jack se volvió hacia el amplio ventanal de su derecha, buscando la calma transmitida por el aséptico paisaje lunar que podía verse tras su cristal.

- ¿Cómo habéis reestructurado vuestras fuerzas?- preguntó reanudando la conversación.

-Nos hemos limitado a seguir escrupulosamente los dictados de Oa- contestó Starman con tono irritado. -¿Teníamos otra opción?-.

-El propósito de los Guardianes es organizar a los metahumanos terrestres de forma más eficaz- explicó Jack mecánicamente.

-¿Más eficaz para quién? Desde luego no para nosotros: mantener en activo a sólo ocho de los nuestros, obligando a los demás a retirarse forzosamente, reduce al mínimo nuestras posibilidades de representar un problema para Oa, ¿verdad?-.

-Ocho metahumanos bien organizados rendirán mucho mejor que todos esos pequeños grupos de aficionados juntos. Además, si alguna emergencia les supera, intervendremos nosotros. Yo me encargaré de ello-.

-¿Tú te encargarás? Eso no le sirvió de mucho a papá...-.

Jack se incorporó brúscamente, apoyando con firmeza sus manos sobre la mesa.

-¡No tienes ningún derecho a hacerme responsable de su muerte!-.

-Tú no estabas allí- añadió Starman sin variar de posición. –La situación era desesperada: necesitábamos tu ayuda, la ayuda del todopoderoso Green Lantern de este sector, pero te negaste a venir, condenando a muerte a cuatro miembros de la Sociedad de la Justicia: Jay. Alan. Rex. Papá-.

-¡Me encontraba en misión oficial en Thanagar! ¡No podía abandonarla para volver a la Tierra!... Ni siquiera por ellos-.

-Él aún confiaba en ti, ¿lo sabías? Pensaba que acabarías dándote cuenta del error que estabas cometiendo y volverías con la Liga de la Justicia-.

-Te recuerdo que fue papá quien me animó a ingresar en los Green Lantern Corps tras la muerte de John y Hal-.

Starman recibió sus palabras alzando los brazos con impaciencia.

- No juegues al escondite conmigo Jack. Eso fue antes de que los Guardianes cambiaran de actitud y decidieran imponer su visión de paz con la fuerza de su escuadrón de Green Lanterns-.

- Joder David, te lo he explicado mil veces- contestó Jack recostándose en su sillón. -Los conflictos se multiplicaban por toda la galaxia sin que nuestros esfuerzos dieran ningún resultado: el cambio era necesario-.

- Y no encontraron mejor remedio que esclavizarnos a todos-.

En ese instante se apagaron todas las luces de la Sala Central: la Atalaya se había sumido en un oscuro y profundo silencio apenas alterado por la agitada respiración de los dos ocupantes de aquella estancia.

- ¿Pero qué...?- estalló Starman.

Sin ofrecerle la oportunidad de concluir su frase, la luz comenzó a parpadear al tiempo que el complejo lunar cobraba vida de nuevo.

- ¿Multivac?- intervino Jack. -¿Qué ha pasado?-.

- Aún no estoy seguro, pero te sugiero que pospongas la reunión-.

Al volver los ojos hacia su hermano, Jack descubrió a David mirando fijamente la mano derecha del Green Lantern. Desconcertado, dirigió su mirada hacia el mismo punto.

- Tu anillo ha dejado de brillar- señaló Starman.

Jack alzó su brazo con curiosidad, colocando el anillo a escasos centímetros de su cara pasmada.

Mientras tanto Starman se levantaba sin prisa, cogiendo una pequeña vara de metal dorado sujeta a su costado. Jack bajó la mano al advertir su movimiento.

- ¿Vas a atacarme con el cetro cósmico de papá?-.

- Si pensara que tu muerte puede cambiar algo, créeme que no dudaría en hacerlo. Sin embargo, sé que eliminarte sólo provocaría la ira de los Guardianes, y en cualquier caso la llegada de un nuevo Green Lantern. No mereces el esfuerzo-.

-Bien, entonces debo pedirte que esperes en una de las habitaciones de la Atalaya mientras averiguo qué está pasando-.

David movió negativamente la cabeza; sacó un disco magnético de un pequeño bolsillo de su cinturón y lo arrojó sobre la mesa. –Aquí tienes los datos de los ocho metahumanos que hemos elegido. No tengo nada más que hacer aquí-.

Tras pronunciar estas palabras, se apartó lentamente de su sillón en dirección a la cabina de teletransportación.

El Green Lantern comenzó a rodear la mesa siguiendo a su hermano.

-David, no puedo permitir que te vayas y lo sabes. No hagas más difíciles las cosas-.

-Es posible que no quiera matarte Jack- dijo Starman sujetando con mayor firmeza el cetro cósmico, -pero no voy a dejar que me detengas. Admite que sin el poder de tu anillo lo tienes complicado para enfrentarte a mí-.

David seguía retrocediendo hacia la cabina de teletransportación.

-Por favor- suplicó el Green Lantern.

-Adiós Jack- concluyó Starman al alcanzar finalmente la puerta del teletransportador. -Deseo sinceramente no volver a verte-.

Jack se detuvo a dos metros, mirando fijamente a su hermano.

Al presionar el botón interno que disparaba la teletransportación, reapareció la brillante luz verdosa entremezclándose con las moléculas dispersadas de David.

Jack gritó hacia el monitor de su izquierda: -¡Multivac! ¡Activa un bucle de transportación!-.

-Como desees-.

La luz permaneció en el interior de la cabina sin disminuir su intensidad.

-No te preocupes por tu hermano Jack. Puedo mantenerlo en este estado de dispersión todo el tiempo que sea necesario-.

-Lo sé Multivac… -respondió con la mirada perdida en el interior de la cabina iluminada. -¿Qué ha ocurrido?-.

-La batería de poder se ha agotado. Nos abastecemos con la energía procedente del acumulador de emergencia-.

-¿La Linterna Verde agotada?-. Jack pareció recibir una ducha fría instantánea. -¿Cómo es posible?: obtiene su energía directamente de la Batería Central de Oa-.

-Aún no dispongo de datos suficientes para plantear una hipótesis-.

-No pierdas el tiempo investigando: contacta con Ganthet-.

-Ganthet no responde-.

-Está bien, no importa: llama a cualquier otro miembro del Consejo-.

-Jack, no consigo contactar con ninguna terminal en Oa. Todas las vías de comunicación han sido cortadas-.

La sorpresa inicial de Jack fue transformándose rápidamente en suspicacia.

-¿Podría ser el inicio de un ataque terrestre?-.

-Improbable Jack. Los canales permanecen abiertos para conectar con cualquier punto de la galaxia que no sea Oa: el problema no es nuestro-.

-Joder...-.

El Green Lantern miraba su anillo con ojos bovinos sin saber muy bien qué hacer. Nunca había experimentado una situación parecida.

-Vale...- comenzó a decir mientras abandonaba la Sala Central en dirección al hangar. -Transfiere un módulo de consciencia a la Green Flame Multivac. Nos vamos a Oa-.


-Señor, lamento interrumpirle pero acabamos de detectar la aparición de una nave no identificada-.

El Director de Investigación se giró hacia el Psion que había abierto la puerta del laboratorio, observándolo con gesto interrogante.

-¿Una nave? ¿De qué tipo?-.

-Su diseño estructural y espectro de emisión energética la delatan como perteneciente a los Green Lantern Corps-.

-¿Una nave de los Corps?-. La boca reptiliana del Director se abrió en una sonrisa grotesca. -Hoy debe de ser nuestro día de suerte-.

-¿Qué desea que hagamos?-.

El Psion de mayor rango ladeó ligeramente la cabeza indicando al subalterno lo innecesaria que era su pregunta.

-Capturarla, por supuesto-.

A continuación le volvió la espalda, dirigiendo de nuevo toda su atención al sujeto de experimentación. Enfrascado en su trabajo, ni siquiera percibió la salida del otro, que corría ya hacia el puente de navegación para transmitir sus órdenes.

Con extremado cuidado, terminó de seccionar la nuca de la mujer y fue insertando tubos de diferente grosor en la base del cráneo; su cuerpo fláccido se dejaba caer en una silla metálica, sujeto por muñecas y tobillos. El destrozado uniforme de Green Lantern que aún vestía, permitía ver la piel anaranjada característica de los habitantes de Tamarán bajo sus jirones caídos.

Al concluir su labor, el Psion se situó frente a ella y alzó el rostro de la mujer aferrándolo con su mano escamosa.

- No estés triste, mi querida Koriand’r. Pronto te hará compañía uno de tus colegas Green Lanterns-.

Sus ojos vacíos miraban sin ver, mientras un hilo de saliva resbalaba por su barbilla desde la boca entreabierta.

Jack se incorporó inquieto en el asiento del piloto. Allí sentado había permanecido ocioso las últimas dos horas, observando cómo Multivac dirigía la nave hacia Oa.

-Pero... no puede ser, Multivac- balbució el Green Lantern. -Has debido de equivocarte-.

-No hay error posible, Jack. He confirmado nuestra posición mediante análisis de trazado estelar: nos encontramos en el lugar indicado-.

El Green Lantern se levantó confuso del sillón, señalando con inseguridad hacia el monitor situado frente a él: -Pero Multivac... hay dos estrellas... y el sistema Sto-Oa no es binario...-.

-Jack, la segunda “estrella” es Oa-.

Continuará...

1 comentario:

  1. "Cuarto número de una de las series imprescindibles de Action Tales. Comienza una nueva saga cuyo titulo lo dice todo. Tenemos un mundo alternativo, donde por medio de varios geniales detalles, se nos da a entender que el control de la Tierra ha sido tomado por los Green Lantern Corps, asi como el control de la galaxia. Muy, muy buena la conversación entre Starman y Green lantern, verdaderamente muy buena, asi como el desarrollo de los dos personajes en tan solo un número. Genial la ambientación de historia de ciencia-ficción que el autor sabe transmitir, asi como ese espectacular final que te mantiene expectante hasta el siguiente número.

    La única pega es que echo en falta alguna imagen de Starman y un poco de información sobre este perosnaje, ya que al no ser tan concoido como Batman, Superman o Flash, no nos suena a los que no somos habituales de DC. Y también que se ve ala legua quién es el que cuenta la historia..."

    Comentario realizado por el usuario "The Stranger" el 17/04/2006 y extraido de nuestro antiguo Libro de Visitas (www.gritos.com/at)

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