Título: Ayer Me Vengué Por Lo Que Me Hiciste Mañana (I): Rayos y Centellas Autor: Lobo Rojo Portada: Nememo Publicado en: Mayo 2006
La Hermandad de los Badoon se dirige a la Tierra pero ¿se trata de una invasión o de un plan más siniestro? Comemos con los padres de Fotón y un nuevo héroe debuta en el universo Marvel, más veloz que una bala o mas poderoso que una locomotora. ¿Será...? Nah! Y además, una tragedia.
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“Todo un legado y un honor”, pensó Dane Whitman. La marcha del Capitán América de los Vengadores a los Invasores había dejado un hueco bastante grande de llenar, no solo en las filas del equipo, sino también en lo que se refería a organización, relaciones públicas o liderazgo. Alguien tenía que tomar las riendas del grupo, y el Caballero Negro, con las bendiciones de sus compañeros de equipo había ocupado el cargo. Una tarea nada fácil y además intimidante, sobre todo teniendo en cuenta, que la alineación del actual grupo contaba con algunos de los Vengadores que habían puesto bien alto el listón de la presidencia del equipo, como la Avispa o Iron Man. Sin embargo, dado que ninguno de ellos quiso presentarse al puesto, el Caballero Negro resultó elegido.
- Los Vengadores, los Héroes más Poderosos de la Tierra unidos para combatir amenazas que ninguno podría combatir por sí solo, se dice popularmente. Unos modernos caballeros de la mesa redonda, así es como lo veo yo. – Se dijo Whitman a sí mismo -
Se preguntó entonces si su antepasado Sir Percy de Scandia podía imaginar el legendario legado que la corte artúrica había dejado a través de los siglos. Un legado que individualmente le afectaba a él y de rebote a sus camaradas de armas, los Vengadores. Tocó el pomo de su espada. Miró su casco sobre la consola cercana, y tomándolo en su mano derecha lo acercó a su rostro preguntándole...
“¿Somos dignos?” A continuación colocó el yelmo sobre su cabeza y siguió revisando los informes sobre la Fundación Maria Stark.
- Los Vengadores, los Héroes más Poderosos de la Tierra unidos para combatir amenazas que ninguno podría combatir por sí solo, se dice popularmente. Unos modernos caballeros de la mesa redonda, así es como lo veo yo. – Se dijo Whitman a sí mismo -
Se preguntó entonces si su antepasado Sir Percy de Scandia podía imaginar el legendario legado que la corte artúrica había dejado a través de los siglos. Un legado que individualmente le afectaba a él y de rebote a sus camaradas de armas, los Vengadores. Tocó el pomo de su espada. Miró su casco sobre la consola cercana, y tomándolo en su mano derecha lo acercó a su rostro preguntándole...
“¿Somos dignos?” A continuación colocó el yelmo sobre su cabeza y siguió revisando los informes sobre la Fundación Maria Stark.
Y llegó un día en el que los héroes más poderosos de la Tierra se unieron contra el enemigo común...¡Aquél día nacieron los Vengadores!... Para combatir aquellas amenazas que ningún superhéroe podría derrotar en solitario.
Creado por Stan Lee y Jack Kirby
Dicen que el espacio es la última frontera, si es así, podríamos decir que el satélite de los Vengadores situado en el cinturón de asteroides de nuestra galaxia sería nuestra primera aduana, y Miguel Santos, el miembro de los Vengadores más conocido como el Rayo Viviente, nuestro fiel y dedicado aduanero.
Hace meses los Vengadores establecieron en la órbita solar esta pequeña estación capaz de alertar de cualquier aproximación alien procedente del espacio exterior en dirección a la tierra. Hace diez minutos, el pequeño satélite artificial ha sido atacado. Miguel Santos dejó a un lado sus estudios de derecho y asumió la forma eléctrica que le permite sobrevivir en el vacío del espacio.
Dicen que en el espacio nadie puede oírte gritar. Es cierto. Los gritos del pequeño contingente invasor de aliens Baadon que asaltaba el satélite tan solo se oyen a través de la estática de los comunicadores de sus escafandras antes de caer inconscientes por las descargas eléctricas de Miguel. Es solo ante su aparente victoria cuando al observar el exterior del satélite que ha sido su hogar los últimos meses, el Rayo Viviente se percata de que no hay naves espaciales visibles y sin embargo los reptiles de dos patas que yacen a sus pies deben de proceder de alguna.
El vengador hispano regresa al interior de su base para comprobar los sistemas de detección. Los sensores de la pequeña estación espacial parecen detectar pequeñas oscilaciones y fluctuaciones de energía en un radio de cien kilómetros alrededor. La tecnología de Titán cedida por Starfox, efectúa un escáner más estricto y localiza lo que parecen ser media docena de naves invisibles. Es entonces cuando los dispositivos de gravedad del asteroide comienzan a fallar. El sistema de seguridad de emergencia lanza la alarma que alcanzará la tierra en cuestión de minutos. Miguel decide volver a asumir su forma eléctrica, al tiempo que ve como las paredes a su alrededor comienzan a resquebrajarse.
Una segunda oleada de Baadons irrumpe en la sala de control. La energía eléctrica de Miguel se desata de nuevo sobre el grupo, pero esta vez los invasores están preparados. El Rayo Viviente alcanza a golpear a los cuatro aliens más cercanos que caen inmóviles ante su voltaje, es entonces cuando el joven vengador se nota raro, pierde el control de sus electrones y se siente atraído por una fuerza irresistible. Sin poderlo impedir su forma eléctrica se ve absorbida por una aguja de metal que a modo de pararrayos conduce su energía hasta una pequeña batería portátil donde queda almacenada. Si habéis sentido claustrofobia alguna vez, esta sensación de agobio se incrementa mil veces en un ser compuesto solo de pensamiento y energía, incapaz de tocar la paredes que le rodean, y sin embargo, consciente de estar encerrado.
El Almirante B´Tok se frota las manos a bordo de la nave R´ptilus. La flota Baadon bajo su mando había sido enviada a la tierra en misión secreta especial y el ataque sorpresa al satélite terrestre se había efectuado con total celeridad y éxito. Cargas explosivas estratégicamente colocadas terminaron de convertir la base espacial de los Vengadores en múltiples fragmentos diseminados por el cinturón de asteroides.
- Bien, el Hermano Real, estará complacido. Sigamos el plan previsto.
B´Tok observa con curiosidad la pila energética que sirve como contenedor de la forma de energía del Rayo Viviente. De improviso, en las pantallas visoras de la nave las otras cinco naves bajo su mando se hicieron visibles a sus asombrados ojos.
- ¿Qué es esto? ¡No he dado orden de anular el camuflaje ni los campos de invisibilidad! – Chilló el almirante. – ¿M´Bell, qué sucede?
- Señor, el resto de la flota informa que algo ha desactivado los sistemas de camuflaje. Parece imposible reactivarlos, es como… ¡Je,! como si los sistemas se hubieran quemado. ¡je,je,je!
- ¿Los sistemas quemados? ¿De qué te ríes, estúpido?
- No se, je, je, je, - Contestó M´Bell en estado eufórico – No lo puedo explicar...
- ¿Te estás burlando de mí? ¡Arrestadle! – Dijo dirigiéndose a sus guardias.
- Sí,... ¡ja, ja, ja! ... Mi Almirante, haremos como ordenas... ja, ja, ja ... de inmediato – Contestó uno de los miembros de su escolta personal.
- Pero.. pero... –De pronto el almirante B´Tok comenzó a experimentar una sensación de paz y de bienestar. Su mueca de odio se transformó en una apacible sonrisa. Sintió que no había necesidad de castigar a su subalterno, la misión que les llevaba a la tierra ya no parecía tener importancia. Las puertas del puente de la nave capitana se abrieron y a él accedió una apuesta y sonriente figura vestida de rojo y blanco.
- Almirante B´Tok, soy Eros de Titán, también llamado Starfox, los Baadon habéis sido muy malos y habéis destrozado propiedad privada que no era vuestra y que tardaremos en reconstruir – Señaló la pila energética donde el Rayo Viviente permanecía encerrado – Además tienes prisionero a un amigo mío, y eso está mal, muy mal.
Los poderes persuasivos del Vengador de Titán habían reducido a toda la tripulación de la nave capitana a un risueño estado de complacencia que les impedía ejercer cualquier tipo de violencia. Starfox sabía que todavía quedaban cinco naves de guerra, pero permanecía calmado, ya que todo estaba bajo control. En esos instantes la figura luminosa de Monica Rambeau, alias Fotón, se materializó ante él.
- Hice como me dijiste, Eros, fluctuando entre frecuencias de energía Gamma, luz y Rayos-X atravesé las defensas de las naves y sobrecargué los condensadores que permitían que sus sistemas de camuflaje e invisibilidad funcionasen. La flota es ahora visible.
- ¡Ja,ja,ja! - Dijo B´Tok, intentado sobreponerse a su risa floja – De todas maneras vosotros dos solos, je,je,je, no podréis detener a la Hermandad de los Baadon.
- ¿Quién dice que estamos solos? – Contestó Eros divertido al tiempo que señalaba un punto luminoso que crecía en las cercanías de la flota.
El punto luminoso comenzó a brillar con más fuerza, a crecer ante los perplejos ojos de la tripulación Badoon, hasta que pareció rasgar el velo de la realidad abriendo un portal de energía quantum a través del que surgieron las poderosas figuras de la Visión y Iron Man, respaldadas por el causante del portal, el vengador cósmico llamado Quasar.
Al ver llegar al Protector del Universo el almirante baadon sonrió, los planes tejidos por el Hermano Real comenzaban a dar los frutos deseados. Usando su euforia para sobreponerse al control de Eros de Titán, B´Tok pulsó un mando de su silla sin que los dos vengadores presentes se cerciorasen .
En el exterior, comunicándose a través de enlaces quantum creados por Quasar, los tres vengadores recién llegados iniciaron la estrategia planeada. Quasar extendió sus brazos, sus muñequeras comenzaron a brillar y dos gigantescas esferas aprisionaron dos de las naves Baadon.
- Visión, Iron Man, Fotón, las otras tres son vuestras.
En el interior de la nave capitana, Monica Rambeau asumió su forma de rayos X atravesó el casco de la nave y procedió a transformarse en un pequeño rayo láser que a la velocidad de la luz, dejó inutilizado las armas y los motores de una tercera nave.
- Iron Man, si procedes tal y como acordamos... – Dijo el sintozoide vengador.
Sin mediar palabra el vengador dorado levantó el cuerpo artificial de su compañero, observó la posición de otra de las naves Baadon, calculó su velocidad y trayectoria y lanzó al vengador artificial contra esta como si de una jabalina se tratase. La ausencia de gravedad permitió que la velocidad de la Visión no disminuyese a medida que aumentaba su cuerpo a su máxima densidad. La cuarta nave Baadon, desprovista de sus sistemas defensivos por el primer sabotaje efectuado por Fotón, fue incapaz de evitar el impacto. El cuerpo de la Visión atravesó el casco de la nave y los diferentes niveles de esta, hasta abrir otro boquete en el lado opuesto. La tripulación baadon inició la evacuación en cuestión de segundos. Medio minuto después la nave había estallado, sin ruido por supuesto. La Visión quedó flotando en el espacio.
Por su parte, tras compensar la inercia del lanzamiento con los cohetes de sus botas, Iron Man se dispuso a hacer frente a la quinta nave, esquivando los rayos de plasma que escupían sus baterías, y lanzándose sobre ella.
En el interior de la nave capitana, Starfox observaba el desarrollo de la batalla. Parecía que los Vengadores la tenían ganada. Sin embargo el atisbo de sonrisa que detectó en el rostro del almirante B´Tok le advirtió que algo se preparaba. El retumbar de unas potentes pisadas, seguido por el derrumbe de las puertas de acceso al puente de mando fue el aviso definitivo. La colosal figura humanoide del Monstruo Baadon se hallaba frente a él.
Eros de Titán tardó apenas un segundo en darse cuenta de que la criatura artificial era inmune a sus poderes empáticos, y un segundo era todo el tiempo que necesitaba el voluminoso robot de los Baadon para embestir al vengador de Titán. Necesitado de toda su pericia, Starfox aflojó su tenaza sobre la tripulación de la nave donde luchaba, lo que el almirante B´Tok no desaprovechó.
- ¡Artilleros, fuego contra el objetivo 3! – Ordenó B´Tok.
“¿Objetivo 3?” Pensó Starfox mientras intentaba zafarse del robot asesino.
En el exterior, Iron Man tras deshabilitar la capacidad de fuego de la nave a la que se enfrentaba, y averiar sus motores, se dirigió hacia el punto donde se hallaba flotando la Visión. Fue cuando se reunió con él cuando contemplaron con inquietud como la nave capitana R´Ptilus desataba toda su potencia de fuego contra Quasar.
Wendell Vaughn apenas pudo sobrevivir a la experiencia. Aunque protegido por las bandas quantum un intenso dolor se apoderó de él rompiendo su concentración lo que no solo eliminó los constructos de energía que apresaban a las dos naves que había capturado sino también los enlaces de comunicación quantum existentes entre los miembros de los Vengadores presentes. Algo que afectó especialmente a...
- ¿Iron Man? – La Visión notó como el vengador dorado a su lado se quedaba rígido, sin control. Recordó que en realidad la armadura de Stark estaba vacía y que solo el enlace subespacial creado por la energía Quantum de Quasar mantenía el contacto entre Stark en la tierra y su armadura en el espacio, a millones de kilómetros del planeta azul. Al observar que las botas cohete del vengador seguían activadas se aferró a su cuerpo inanimado con la intención de usar su control de densidad para dirigir su vuelo. Tras un serpenteante zig-zageo, el sintozoide logró establecer una ruta.
El ataque a Quasar pilló desprevenida a Fotón, pero la vengadora reaccionó de inmediato y se introdujo en una de las dos naves baadon recién liberadas de los constructos de energía quantum. Siguiendo de nuevo las instrucciones que Starfox le había dado anteriormente, Monica despojó a la nave de su capacidad de movimiento y de su potencia de fuego. Mientras lo hacía, saboreaba cada momento. Siempre se había sentido cómoda como vengadora, independientemente de la gravedad de la situación, valoraba el esfuerzo que representaba cada nuevo reto y realmente había echado de menos haber estado ausente del grupo durante tanto tiempo. No tenía ningún interés en liderar al grupo, pero sí en salvar vidas y poner sus poderes al servicio del bien general. Es por eso que solicitó a Starfox la información necesaria para eliminar la amenaza de las naves baadon sin poner vidas en peligro.
Wendell Vaughn sentía su interior arder. No sabía con que clase de energía le acababan de bombardear, pero el dolor era indescriptible. Intentó sobreponerse al dolor, entorno los ojos e intentó focalizar su mente, juntó sus muñequeras y por puro esfuerzo mental logró formar un capullo protector a su alrededor. Poco a poco el dolor fue disminuyendo hasta desaparecer.
En la nave R´Ptilus, el gesto del almirante B´Tok se torció de nuevo al ver como Quasar se protegía. Se frotó la barbilla, y murmuró “-confío en que la dosis fuese suficiente –“
Perseguido a través de los pasillos de la nave, Starfox esquivaba los ataques incesantes del Monstruo Baadon, y contraatacaba cuando podía, sin embargo sus golpes apenas hacían mella en el poderoso robot. Bromeó ante la situación.
- ¿Sabes? me recuerdas a mi viejo amigo Drax, aunque él quizás sea algo más fuerte que tú. – Esquivó un puñetazo y observó de refilón como el golpe hundía un muro de una aleación de acero alienígena. – Bueno, quizás solo un poquito. Aunque desde luego es mejor conversador. – Esquivó otro golpe – Incluso en su estado menos intelig... – Sus palabras fueron interrumpidas cuando el monstruo Baadon logró agarrarle al vuelo de uno de sus tobillos y lo estampo con dureza contra el firme suelo de la nave. Atontado por el impacto, el noble Eros fue incapaz de esquivar la siguiente tanda de puñetazos. Una voz saliendo del suelo atrajo la atención del robot.
- Cesa la violencia. – Ordenó la Visión desafiante.
El monstruo Baadon titubeó un momento mientras la forma intangible del vengador artificial terminaba de atravesar el suelo de la nave. El sintozoide se solidificó y volvió a dirigirse al bruto mecánico.
- Suelta a mi aliado. – En el exterior de la nave la dorada armadura de Iron Man, flotaba ahora sin control.
Por toda respuesta el Monstruo Baadon arrojó el aturdido cuerpo de Starfox contra el recién llegado. Los miembros superiores de la Visión detuvieron el vuelo de su aliado con la suavidad, precisión y firmeza que un jugador agarra la pelota que su compañero de equipo le lanza. Apenas tuvo tiempo de depositar a Eros en el suelo, cuando su enemigo se lanzó sobre él. La Visión aumentó su densidad y permaneció firme ante la embestida.
El forcejeó duró unos segundos. Desde su lugar en el suelo, Eros observó como, sin previo aviso, el robot Baadon detuvo su actitud violenta y adoptó una postura más sumisa.
- ¡Asombroso! – Exclamó el Eterno de Titán mientras se incorporaba palpándose las magulladuras.
- He accedido a su programación, y la he alterado. Aunque mecánico, no es un hecho más sorprendente que tu poder de alterar mentes. – La Visión observó que sendos contingentes de Baadon irrumpían por ambos extremos del pasillo – Un poder que sugiero que uses, si te hayas en condiciones, para evitar más violencia.
- No hay problema – Sonrió, y los aliens, uno por uno, volvieron a deponer las armas. En ese instante la figura de Monica Rambeau se materializó a su lado.
- ¡Visión, Eros! Me teníais preocupada, pero veo que no era necesario. Quasar y yo hemos desarmado e inmovilizado la quinta nave. Todo está en calma ahí fuera y Wendell se encarga de recuperar la armadura errante de Iron Man. En cuanto tenga fuerzas restablecerá el enlace con la tierra. Los Baadon le golpearon bien.
- Bien, ahora nos convendría intercambiar unas palabras con el almirante B´Tok.
- Y ver que tal está Miguel. – Recordó Fotón.
- Ciertamente -
Hace meses los Vengadores establecieron en la órbita solar esta pequeña estación capaz de alertar de cualquier aproximación alien procedente del espacio exterior en dirección a la tierra. Hace diez minutos, el pequeño satélite artificial ha sido atacado. Miguel Santos dejó a un lado sus estudios de derecho y asumió la forma eléctrica que le permite sobrevivir en el vacío del espacio.
Dicen que en el espacio nadie puede oírte gritar. Es cierto. Los gritos del pequeño contingente invasor de aliens Baadon que asaltaba el satélite tan solo se oyen a través de la estática de los comunicadores de sus escafandras antes de caer inconscientes por las descargas eléctricas de Miguel. Es solo ante su aparente victoria cuando al observar el exterior del satélite que ha sido su hogar los últimos meses, el Rayo Viviente se percata de que no hay naves espaciales visibles y sin embargo los reptiles de dos patas que yacen a sus pies deben de proceder de alguna.
El vengador hispano regresa al interior de su base para comprobar los sistemas de detección. Los sensores de la pequeña estación espacial parecen detectar pequeñas oscilaciones y fluctuaciones de energía en un radio de cien kilómetros alrededor. La tecnología de Titán cedida por Starfox, efectúa un escáner más estricto y localiza lo que parecen ser media docena de naves invisibles. Es entonces cuando los dispositivos de gravedad del asteroide comienzan a fallar. El sistema de seguridad de emergencia lanza la alarma que alcanzará la tierra en cuestión de minutos. Miguel decide volver a asumir su forma eléctrica, al tiempo que ve como las paredes a su alrededor comienzan a resquebrajarse.
Una segunda oleada de Baadons irrumpe en la sala de control. La energía eléctrica de Miguel se desata de nuevo sobre el grupo, pero esta vez los invasores están preparados. El Rayo Viviente alcanza a golpear a los cuatro aliens más cercanos que caen inmóviles ante su voltaje, es entonces cuando el joven vengador se nota raro, pierde el control de sus electrones y se siente atraído por una fuerza irresistible. Sin poderlo impedir su forma eléctrica se ve absorbida por una aguja de metal que a modo de pararrayos conduce su energía hasta una pequeña batería portátil donde queda almacenada. Si habéis sentido claustrofobia alguna vez, esta sensación de agobio se incrementa mil veces en un ser compuesto solo de pensamiento y energía, incapaz de tocar la paredes que le rodean, y sin embargo, consciente de estar encerrado.
El Almirante B´Tok se frota las manos a bordo de la nave R´ptilus. La flota Baadon bajo su mando había sido enviada a la tierra en misión secreta especial y el ataque sorpresa al satélite terrestre se había efectuado con total celeridad y éxito. Cargas explosivas estratégicamente colocadas terminaron de convertir la base espacial de los Vengadores en múltiples fragmentos diseminados por el cinturón de asteroides.
- Bien, el Hermano Real, estará complacido. Sigamos el plan previsto.
B´Tok observa con curiosidad la pila energética que sirve como contenedor de la forma de energía del Rayo Viviente. De improviso, en las pantallas visoras de la nave las otras cinco naves bajo su mando se hicieron visibles a sus asombrados ojos.
- ¿Qué es esto? ¡No he dado orden de anular el camuflaje ni los campos de invisibilidad! – Chilló el almirante. – ¿M´Bell, qué sucede?
- Señor, el resto de la flota informa que algo ha desactivado los sistemas de camuflaje. Parece imposible reactivarlos, es como… ¡Je,! como si los sistemas se hubieran quemado. ¡je,je,je!
- ¿Los sistemas quemados? ¿De qué te ríes, estúpido?
- No se, je, je, je, - Contestó M´Bell en estado eufórico – No lo puedo explicar...
- ¿Te estás burlando de mí? ¡Arrestadle! – Dijo dirigiéndose a sus guardias.
- Sí,... ¡ja, ja, ja! ... Mi Almirante, haremos como ordenas... ja, ja, ja ... de inmediato – Contestó uno de los miembros de su escolta personal.
- Pero.. pero... –De pronto el almirante B´Tok comenzó a experimentar una sensación de paz y de bienestar. Su mueca de odio se transformó en una apacible sonrisa. Sintió que no había necesidad de castigar a su subalterno, la misión que les llevaba a la tierra ya no parecía tener importancia. Las puertas del puente de la nave capitana se abrieron y a él accedió una apuesta y sonriente figura vestida de rojo y blanco.
- Almirante B´Tok, soy Eros de Titán, también llamado Starfox, los Baadon habéis sido muy malos y habéis destrozado propiedad privada que no era vuestra y que tardaremos en reconstruir – Señaló la pila energética donde el Rayo Viviente permanecía encerrado – Además tienes prisionero a un amigo mío, y eso está mal, muy mal.
Los poderes persuasivos del Vengador de Titán habían reducido a toda la tripulación de la nave capitana a un risueño estado de complacencia que les impedía ejercer cualquier tipo de violencia. Starfox sabía que todavía quedaban cinco naves de guerra, pero permanecía calmado, ya que todo estaba bajo control. En esos instantes la figura luminosa de Monica Rambeau, alias Fotón, se materializó ante él.
- Hice como me dijiste, Eros, fluctuando entre frecuencias de energía Gamma, luz y Rayos-X atravesé las defensas de las naves y sobrecargué los condensadores que permitían que sus sistemas de camuflaje e invisibilidad funcionasen. La flota es ahora visible.
- ¡Ja,ja,ja! - Dijo B´Tok, intentado sobreponerse a su risa floja – De todas maneras vosotros dos solos, je,je,je, no podréis detener a la Hermandad de los Baadon.
- ¿Quién dice que estamos solos? – Contestó Eros divertido al tiempo que señalaba un punto luminoso que crecía en las cercanías de la flota.
El punto luminoso comenzó a brillar con más fuerza, a crecer ante los perplejos ojos de la tripulación Badoon, hasta que pareció rasgar el velo de la realidad abriendo un portal de energía quantum a través del que surgieron las poderosas figuras de la Visión y Iron Man, respaldadas por el causante del portal, el vengador cósmico llamado Quasar.
Al ver llegar al Protector del Universo el almirante baadon sonrió, los planes tejidos por el Hermano Real comenzaban a dar los frutos deseados. Usando su euforia para sobreponerse al control de Eros de Titán, B´Tok pulsó un mando de su silla sin que los dos vengadores presentes se cerciorasen .
En el exterior, comunicándose a través de enlaces quantum creados por Quasar, los tres vengadores recién llegados iniciaron la estrategia planeada. Quasar extendió sus brazos, sus muñequeras comenzaron a brillar y dos gigantescas esferas aprisionaron dos de las naves Baadon.
- Visión, Iron Man, Fotón, las otras tres son vuestras.
En el interior de la nave capitana, Monica Rambeau asumió su forma de rayos X atravesó el casco de la nave y procedió a transformarse en un pequeño rayo láser que a la velocidad de la luz, dejó inutilizado las armas y los motores de una tercera nave.
- Iron Man, si procedes tal y como acordamos... – Dijo el sintozoide vengador.
Sin mediar palabra el vengador dorado levantó el cuerpo artificial de su compañero, observó la posición de otra de las naves Baadon, calculó su velocidad y trayectoria y lanzó al vengador artificial contra esta como si de una jabalina se tratase. La ausencia de gravedad permitió que la velocidad de la Visión no disminuyese a medida que aumentaba su cuerpo a su máxima densidad. La cuarta nave Baadon, desprovista de sus sistemas defensivos por el primer sabotaje efectuado por Fotón, fue incapaz de evitar el impacto. El cuerpo de la Visión atravesó el casco de la nave y los diferentes niveles de esta, hasta abrir otro boquete en el lado opuesto. La tripulación baadon inició la evacuación en cuestión de segundos. Medio minuto después la nave había estallado, sin ruido por supuesto. La Visión quedó flotando en el espacio.
Por su parte, tras compensar la inercia del lanzamiento con los cohetes de sus botas, Iron Man se dispuso a hacer frente a la quinta nave, esquivando los rayos de plasma que escupían sus baterías, y lanzándose sobre ella.
En el interior de la nave capitana, Starfox observaba el desarrollo de la batalla. Parecía que los Vengadores la tenían ganada. Sin embargo el atisbo de sonrisa que detectó en el rostro del almirante B´Tok le advirtió que algo se preparaba. El retumbar de unas potentes pisadas, seguido por el derrumbe de las puertas de acceso al puente de mando fue el aviso definitivo. La colosal figura humanoide del Monstruo Baadon se hallaba frente a él.
Eros de Titán tardó apenas un segundo en darse cuenta de que la criatura artificial era inmune a sus poderes empáticos, y un segundo era todo el tiempo que necesitaba el voluminoso robot de los Baadon para embestir al vengador de Titán. Necesitado de toda su pericia, Starfox aflojó su tenaza sobre la tripulación de la nave donde luchaba, lo que el almirante B´Tok no desaprovechó.
- ¡Artilleros, fuego contra el objetivo 3! – Ordenó B´Tok.
“¿Objetivo 3?” Pensó Starfox mientras intentaba zafarse del robot asesino.
En el exterior, Iron Man tras deshabilitar la capacidad de fuego de la nave a la que se enfrentaba, y averiar sus motores, se dirigió hacia el punto donde se hallaba flotando la Visión. Fue cuando se reunió con él cuando contemplaron con inquietud como la nave capitana R´Ptilus desataba toda su potencia de fuego contra Quasar.
Wendell Vaughn apenas pudo sobrevivir a la experiencia. Aunque protegido por las bandas quantum un intenso dolor se apoderó de él rompiendo su concentración lo que no solo eliminó los constructos de energía que apresaban a las dos naves que había capturado sino también los enlaces de comunicación quantum existentes entre los miembros de los Vengadores presentes. Algo que afectó especialmente a...
- ¿Iron Man? – La Visión notó como el vengador dorado a su lado se quedaba rígido, sin control. Recordó que en realidad la armadura de Stark estaba vacía y que solo el enlace subespacial creado por la energía Quantum de Quasar mantenía el contacto entre Stark en la tierra y su armadura en el espacio, a millones de kilómetros del planeta azul. Al observar que las botas cohete del vengador seguían activadas se aferró a su cuerpo inanimado con la intención de usar su control de densidad para dirigir su vuelo. Tras un serpenteante zig-zageo, el sintozoide logró establecer una ruta.
El ataque a Quasar pilló desprevenida a Fotón, pero la vengadora reaccionó de inmediato y se introdujo en una de las dos naves baadon recién liberadas de los constructos de energía quantum. Siguiendo de nuevo las instrucciones que Starfox le había dado anteriormente, Monica despojó a la nave de su capacidad de movimiento y de su potencia de fuego. Mientras lo hacía, saboreaba cada momento. Siempre se había sentido cómoda como vengadora, independientemente de la gravedad de la situación, valoraba el esfuerzo que representaba cada nuevo reto y realmente había echado de menos haber estado ausente del grupo durante tanto tiempo. No tenía ningún interés en liderar al grupo, pero sí en salvar vidas y poner sus poderes al servicio del bien general. Es por eso que solicitó a Starfox la información necesaria para eliminar la amenaza de las naves baadon sin poner vidas en peligro.
Wendell Vaughn sentía su interior arder. No sabía con que clase de energía le acababan de bombardear, pero el dolor era indescriptible. Intentó sobreponerse al dolor, entorno los ojos e intentó focalizar su mente, juntó sus muñequeras y por puro esfuerzo mental logró formar un capullo protector a su alrededor. Poco a poco el dolor fue disminuyendo hasta desaparecer.
En la nave R´Ptilus, el gesto del almirante B´Tok se torció de nuevo al ver como Quasar se protegía. Se frotó la barbilla, y murmuró “-confío en que la dosis fuese suficiente –“
Perseguido a través de los pasillos de la nave, Starfox esquivaba los ataques incesantes del Monstruo Baadon, y contraatacaba cuando podía, sin embargo sus golpes apenas hacían mella en el poderoso robot. Bromeó ante la situación.
- ¿Sabes? me recuerdas a mi viejo amigo Drax, aunque él quizás sea algo más fuerte que tú. – Esquivó un puñetazo y observó de refilón como el golpe hundía un muro de una aleación de acero alienígena. – Bueno, quizás solo un poquito. Aunque desde luego es mejor conversador. – Esquivó otro golpe – Incluso en su estado menos intelig... – Sus palabras fueron interrumpidas cuando el monstruo Baadon logró agarrarle al vuelo de uno de sus tobillos y lo estampo con dureza contra el firme suelo de la nave. Atontado por el impacto, el noble Eros fue incapaz de esquivar la siguiente tanda de puñetazos. Una voz saliendo del suelo atrajo la atención del robot.
- Cesa la violencia. – Ordenó la Visión desafiante.
El monstruo Baadon titubeó un momento mientras la forma intangible del vengador artificial terminaba de atravesar el suelo de la nave. El sintozoide se solidificó y volvió a dirigirse al bruto mecánico.
- Suelta a mi aliado. – En el exterior de la nave la dorada armadura de Iron Man, flotaba ahora sin control.
Por toda respuesta el Monstruo Baadon arrojó el aturdido cuerpo de Starfox contra el recién llegado. Los miembros superiores de la Visión detuvieron el vuelo de su aliado con la suavidad, precisión y firmeza que un jugador agarra la pelota que su compañero de equipo le lanza. Apenas tuvo tiempo de depositar a Eros en el suelo, cuando su enemigo se lanzó sobre él. La Visión aumentó su densidad y permaneció firme ante la embestida.
El forcejeó duró unos segundos. Desde su lugar en el suelo, Eros observó como, sin previo aviso, el robot Baadon detuvo su actitud violenta y adoptó una postura más sumisa.
- ¡Asombroso! – Exclamó el Eterno de Titán mientras se incorporaba palpándose las magulladuras.
- He accedido a su programación, y la he alterado. Aunque mecánico, no es un hecho más sorprendente que tu poder de alterar mentes. – La Visión observó que sendos contingentes de Baadon irrumpían por ambos extremos del pasillo – Un poder que sugiero que uses, si te hayas en condiciones, para evitar más violencia.
- No hay problema – Sonrió, y los aliens, uno por uno, volvieron a deponer las armas. En ese instante la figura de Monica Rambeau se materializó a su lado.
- ¡Visión, Eros! Me teníais preocupada, pero veo que no era necesario. Quasar y yo hemos desarmado e inmovilizado la quinta nave. Todo está en calma ahí fuera y Wendell se encarga de recuperar la armadura errante de Iron Man. En cuanto tenga fuerzas restablecerá el enlace con la tierra. Los Baadon le golpearon bien.
- Bien, ahora nos convendría intercambiar unas palabras con el almirante B´Tok.
- Y ver que tal está Miguel. – Recordó Fotón.
- Ciertamente -
Nueva York, Hospital Memorial. El silencio predomina en la habitación de la moribunda Taylor Madison. A los pies de su cama sentado en la oscuridad, la ceñuda figura de Hércules el Príncipe del Poder, con los ojos enrojecidos mantiene su vigilia con la mirada perdida. Desde fuera de la habitación la doctora Jane Foster observa la situación compungida.
- No me gusta... – comenta para sí - Inmortal o no, Hércules no debería estar malgastando su vida encerrado ahí junto a Taylor. Comprendo su dolor, pero nada productivo sale de su actitud, lleva así días. ¿Debería hablar con los Vengadores?
Desconocido tanto para Hércules como para la doctora Foster unos ojos rebosantes de maldad observan la situación a través del interior de un estanque de aguas oscuras. El oscuro señor sonríe satisfecho pues tan solo es una cuestión de tiempo que sus planes se cumplan y su venganza se lleve a cabo.
- No me gusta... – comenta para sí - Inmortal o no, Hércules no debería estar malgastando su vida encerrado ahí junto a Taylor. Comprendo su dolor, pero nada productivo sale de su actitud, lleva así días. ¿Debería hablar con los Vengadores?
Desconocido tanto para Hércules como para la doctora Foster unos ojos rebosantes de maldad observan la situación a través del interior de un estanque de aguas oscuras. El oscuro señor sonríe satisfecho pues tan solo es una cuestión de tiempo que sus planes se cumplan y su venganza se lleve a cabo.
En un laboratorio de Soluciones Stark en la costa Este de los Estados Unidos, el doctor Henry Pym, alias Chaqueta Amarilla, terminaba de observar en un gigantesco monitor de alta definición uno de los últimos intentos del Láser Viviente de recuperar su forma corpórea. A su lado, el doctor Anson Harkov, y profesor Edward lansky, esperaban su análisis con impaciencia. Terminada la sesión, Pym permaneció pensativo y callado durante unos minutos. Seleccionó de nuevo las imágenes y volvió a pasarlas esta vez a una menor velocidad. Lansky, impaciente cuchicheó en el oído de Harkov.
- Está muy callado seguro que no tiene ni idea de lo que está viendo. Pienso que deberíamos intentar mi teoría...
- Calla Edward, por favor, - contestó Harkov avergonzado de que Pym pudiera oírles - tú y yo podemos ser los mayores expertos en teoría fotónica, pero mentes como las de Pym, Richards o Stark, destacan precisamente por ser tan brillantes que son capaces de desenvolverse como peces en el agua en un amplio océano de especialidades científicas.
- ¿Cómo cuando creo aquel famoso robot asesino que aniquiló a una nación europea completa? – Contestó Lansky.
Pym oyó al antiguo Amo de la Luz y se mordió el labio inferior. Había escuchado con orgullo la comparación que Harkov había hecho de él con Richards y Stark. Apretó los puños y siguió centrado en su examen de la transformación del Láser Viviente. En la pantalla se veía como la forma lumínica de Arthur Parks comenzaba materializarse en la cámara estanca en la que se hallaba recluido, y como a los pocos segundos de iniciar el intento, este cesaba. Terminó el lento y paciente visionado y volvió a permanecer meditabundo durante unos segundos, para exasperación de sus colegas científicos. Finalmente Harkov se atrevió a preguntar.
- Y bien, Henry, ¿Qué opinas?
El mayor bioquímico del mundo comenzó a hablar pausadamente.
- Actualmente el Láser Viviente es una cantidad de partículas de luz sin cuerpo que posee consciencia humana. Creemos que el cuerpo del Láser Viviente no ha sido totalmente destruido, sino que fue lanzado permanentemente a la dimensión de energía de la que tanto él, como mi compañera vengadora Fotón, obtienen sus poderes, y reemplazado por una cantidad equivalente de luz.
- Está bien, - Dijo Lansky. - ¡Eso ya lo sabíamos...! ¿Algo más cerebro?!
Pym miró con dureza a Lansky y prosiguió elaborando su teoría.
- Una observación a cámara lenta de los diferentes intentos realizados muestra como diversas porciones del cuerpo del Láser se materializan y desmaterializan en milésimas de segundo. Que sus partículas no lo hagan a la vez, es lo que le causa el terrible dolor que experimenta. Subconscientemente huye de ese dolor y se niega a esforzarse, y eso es lo que le impide regenerar su cuerpo físico. Es por eso que hemos estado trabajando en reforzar su confianza y autoestima...
- Vamos Pym ¿Me estás diciendo que es un problema psicológico y no científico? ¡Venga hombre! Hanson, voto por que utilicemos mi proyecto y nos olvidemos de este pobre tarado que porque ha tenido problemas mentales piensa que los demás también deben tenerlos. – Esa fue la gota que colmó el vaso. Los ojos de Henry Pym brillaron de ira, y en cuestión de segundos Edward Lansky se encontró atrapado en las colosales manos de un gigante de diez metros.
- Escúchame Lansky – Tronó la voz amenazadora del gigantesco Henry Pym - No voy a tolerar más cuchicheos, burlas o menosprecios por tu parte. Formas parte del equipo de este experimento porque Stark pensó que tus conocimientos sobre energía fotónica podían servir de algo. – Recuperó su tamaño normal mientras arrojaba al suelo al antiguo Amo de la Luz. - Yo no pienso así. – y se dirigió hacia la salida del laboratorio. - Estás despedido. Mañana serás devuelto a prisión.
- Esto no acabará así Pym – clamó Lansky – Soy imprescindible para este proyecto.
- Te equivocas. – Replicó Pym. – Stark y yo revisamos personalmente tus notas a diario... ¿Te creíste que no nos daríamos cuenta de que trabajabas para ti? - y volvió para encararse con Lansky - ¿Piensas que los Vengadores te dejaríamos crear una máquina capaz de transferir las energías del Láser Viviente a tu cuerpo, o incluso conectar con la dimensión de la que este extrae la energía? ¡Por Dios Lansky! ¿Quién es aquí el tarado?
- ¡Seguro que no has contado con esto! – Entonces Lansky con gesto triunfante llevó las manos hacia su cinturón y apretó los dispositivos ocultos en su hebilla. El rostro del criminal se tornó en ridículo al ver que no ocurría nada.
- Anoche mis hormigas y yo inspeccionamos meticulosamente tus pertenencias. Encontramos el dispositivo refractario de luz que instalaste en tu cinturón para poder volverte invisible, lo desactivé.
- ¡Maldito! – Lansky se lanzó sobre Pym pero este le detuvo en seco con un derechazo que le dejó inconsciente en el suelo.
– Anson,...– Dijo Pym dirigiéndose a Harkov. - No esperaremos a mañana, llama a la Bóveda o a donde sea que los encierren ahora y que se lo lleven ya. – y abandonó el laboratorio sin mirar atrás.
Pym caminó por el pasillo en dirección a la oficina que Tony Stark había puesto a su disposición. Vio luz en el despacho que Stark solía utilizar cuando pasaba por allí y se acercó a verle.
- Tony, las sospechas de Wendell eran ciertas, Lansky era una rata que estaba haciéndonos doble juego. Hicimos bien en mantenerle vigi... –Entonces se fijó en el cuerpo de Tony Stark tendido en el suelo. Henry Pym temió lo peor.
- ¡Tony! ¿Qué ha ocurrido?-
- E...estoy bien... Hank, de verdad. Es solo el shock...
- ¿El Shock? ¿Que shock? ¿De qué me estás hablando?
- Los Vengadores recibieron una alerta acerca de un ataque a nuestro satélite en el cinturón de asteroides. Una de mis armaduras de Iron Man partió con ellos...
- Entiendo, la distancia ha sido demasiado...
- No, no es eso, esa cuestión la resolvimos gracias a uno de los enlaces quantum de Quasar. No contábamos con que algo interrumpiera la conexión..., el latigazo experimentado en mi cabeza... fue como una pequeña descarga eléctrica... Miles de agujas se clavaron en mi cerebro y perdí el conocimiento.
- ¿Sabes algo de ellos?
- He intentado restablecer contacto pero ha sido imposible.
- Está muy callado seguro que no tiene ni idea de lo que está viendo. Pienso que deberíamos intentar mi teoría...
- Calla Edward, por favor, - contestó Harkov avergonzado de que Pym pudiera oírles - tú y yo podemos ser los mayores expertos en teoría fotónica, pero mentes como las de Pym, Richards o Stark, destacan precisamente por ser tan brillantes que son capaces de desenvolverse como peces en el agua en un amplio océano de especialidades científicas.
- ¿Cómo cuando creo aquel famoso robot asesino que aniquiló a una nación europea completa? – Contestó Lansky.
Pym oyó al antiguo Amo de la Luz y se mordió el labio inferior. Había escuchado con orgullo la comparación que Harkov había hecho de él con Richards y Stark. Apretó los puños y siguió centrado en su examen de la transformación del Láser Viviente. En la pantalla se veía como la forma lumínica de Arthur Parks comenzaba materializarse en la cámara estanca en la que se hallaba recluido, y como a los pocos segundos de iniciar el intento, este cesaba. Terminó el lento y paciente visionado y volvió a permanecer meditabundo durante unos segundos, para exasperación de sus colegas científicos. Finalmente Harkov se atrevió a preguntar.
- Y bien, Henry, ¿Qué opinas?
El mayor bioquímico del mundo comenzó a hablar pausadamente.
- Actualmente el Láser Viviente es una cantidad de partículas de luz sin cuerpo que posee consciencia humana. Creemos que el cuerpo del Láser Viviente no ha sido totalmente destruido, sino que fue lanzado permanentemente a la dimensión de energía de la que tanto él, como mi compañera vengadora Fotón, obtienen sus poderes, y reemplazado por una cantidad equivalente de luz.
- Está bien, - Dijo Lansky. - ¡Eso ya lo sabíamos...! ¿Algo más cerebro?!
Pym miró con dureza a Lansky y prosiguió elaborando su teoría.
- Una observación a cámara lenta de los diferentes intentos realizados muestra como diversas porciones del cuerpo del Láser se materializan y desmaterializan en milésimas de segundo. Que sus partículas no lo hagan a la vez, es lo que le causa el terrible dolor que experimenta. Subconscientemente huye de ese dolor y se niega a esforzarse, y eso es lo que le impide regenerar su cuerpo físico. Es por eso que hemos estado trabajando en reforzar su confianza y autoestima...
- Vamos Pym ¿Me estás diciendo que es un problema psicológico y no científico? ¡Venga hombre! Hanson, voto por que utilicemos mi proyecto y nos olvidemos de este pobre tarado que porque ha tenido problemas mentales piensa que los demás también deben tenerlos. – Esa fue la gota que colmó el vaso. Los ojos de Henry Pym brillaron de ira, y en cuestión de segundos Edward Lansky se encontró atrapado en las colosales manos de un gigante de diez metros.
- Escúchame Lansky – Tronó la voz amenazadora del gigantesco Henry Pym - No voy a tolerar más cuchicheos, burlas o menosprecios por tu parte. Formas parte del equipo de este experimento porque Stark pensó que tus conocimientos sobre energía fotónica podían servir de algo. – Recuperó su tamaño normal mientras arrojaba al suelo al antiguo Amo de la Luz. - Yo no pienso así. – y se dirigió hacia la salida del laboratorio. - Estás despedido. Mañana serás devuelto a prisión.
- Esto no acabará así Pym – clamó Lansky – Soy imprescindible para este proyecto.
- Te equivocas. – Replicó Pym. – Stark y yo revisamos personalmente tus notas a diario... ¿Te creíste que no nos daríamos cuenta de que trabajabas para ti? - y volvió para encararse con Lansky - ¿Piensas que los Vengadores te dejaríamos crear una máquina capaz de transferir las energías del Láser Viviente a tu cuerpo, o incluso conectar con la dimensión de la que este extrae la energía? ¡Por Dios Lansky! ¿Quién es aquí el tarado?
- ¡Seguro que no has contado con esto! – Entonces Lansky con gesto triunfante llevó las manos hacia su cinturón y apretó los dispositivos ocultos en su hebilla. El rostro del criminal se tornó en ridículo al ver que no ocurría nada.
- Anoche mis hormigas y yo inspeccionamos meticulosamente tus pertenencias. Encontramos el dispositivo refractario de luz que instalaste en tu cinturón para poder volverte invisible, lo desactivé.
- ¡Maldito! – Lansky se lanzó sobre Pym pero este le detuvo en seco con un derechazo que le dejó inconsciente en el suelo.
– Anson,...– Dijo Pym dirigiéndose a Harkov. - No esperaremos a mañana, llama a la Bóveda o a donde sea que los encierren ahora y que se lo lleven ya. – y abandonó el laboratorio sin mirar atrás.
Pym caminó por el pasillo en dirección a la oficina que Tony Stark había puesto a su disposición. Vio luz en el despacho que Stark solía utilizar cuando pasaba por allí y se acercó a verle.
- Tony, las sospechas de Wendell eran ciertas, Lansky era una rata que estaba haciéndonos doble juego. Hicimos bien en mantenerle vigi... –Entonces se fijó en el cuerpo de Tony Stark tendido en el suelo. Henry Pym temió lo peor.
- ¡Tony! ¿Qué ha ocurrido?-
- E...estoy bien... Hank, de verdad. Es solo el shock...
- ¿El Shock? ¿Que shock? ¿De qué me estás hablando?
- Los Vengadores recibieron una alerta acerca de un ataque a nuestro satélite en el cinturón de asteroides. Una de mis armaduras de Iron Man partió con ellos...
- Entiendo, la distancia ha sido demasiado...
- No, no es eso, esa cuestión la resolvimos gracias a uno de los enlaces quantum de Quasar. No contábamos con que algo interrumpiera la conexión..., el latigazo experimentado en mi cabeza... fue como una pequeña descarga eléctrica... Miles de agujas se clavaron en mi cerebro y perdí el conocimiento.
- ¿Sabes algo de ellos?
- He intentado restablecer contacto pero ha sido imposible.
- ¿Cómo que está muerto? – Preguntó Quasar.
- Suicidado - contestó Fotón – Parece ser que en el momento que vio a su gran robot y a su flota derrotados, el almirante B´Tok acabó con su vida.
- Curioso. Según el cuaderno de bitácora, sus últimas palabras fueron, Misión completa, el futuro de la Hermandad está vengado. Me pregunto que querría decir.
- Eros, ¿Cómo está Miguel? – Preguntó Fotón con sincera preocupación.
- Los científicos Baadon han accedido amablemente – dijo sonriendo con picardía - a reestructurarlo. Precisamente ahora vamos a iniciar el proceso. ¿No es así mi querido amigo M´Bell?
- Oh, por supuesto amigo Eros. Tan solo esperamos tu indicación. –contestó el baadon complaciente.
- Pues si está todo listo, podemos comenzar, Miguel no debe estar nada a gusto...
A la orden de Starfox, los científicos Baadon liberaron la energía eléctrica que conformaba al Rayo Viviente, y en medio de un chisporrotear azulado la forma corpórea de Miguel Santos se fue solidificando.
- ¡Uuunh...! – Gimió el vengador hispano- ¡Aaaah! – y finalmente cayó de rodillas al suelo. – ¡Gra...gracias a,,, Dios! – y su cuerpo cayó inconsciente al suelo de la nave. De inmediato, Monica Rambeau y Wendell Vaughn acudieron en su ayuda.
- ¿Cómo está? – Preguntó la Visión.
- Respira, pero está extenuado. – Contestó Fotón - No soy médico, pero parece que está bien, aunque convendría darle atención médica...
- No me atrevo a dar un salto quántico con él sin saber su estado, - Comentó Quasar mientras dirigía su mirada al vengador de Titán – ¿Starfox, podrías...?
- Mi nave está a vuestra disposición, por supuesto, llevémosle a bordo. – Contestó Eros solícito. - ¿Cómo te encuentras tú, Wendell? La flota Baadon parecía especialmente predispuesta contra ti. Estabas catalogado como objetivo tres.
- Estoy un poco mareado, pero aparte de eso, no parece que su ataque me haya afectado negativamente...
- Te sugeriría un chequeo médico exhaustivo en cuanto te sea posible, Quasar.
- Suicidado - contestó Fotón – Parece ser que en el momento que vio a su gran robot y a su flota derrotados, el almirante B´Tok acabó con su vida.
- Curioso. Según el cuaderno de bitácora, sus últimas palabras fueron, Misión completa, el futuro de la Hermandad está vengado. Me pregunto que querría decir.
- Eros, ¿Cómo está Miguel? – Preguntó Fotón con sincera preocupación.
- Los científicos Baadon han accedido amablemente – dijo sonriendo con picardía - a reestructurarlo. Precisamente ahora vamos a iniciar el proceso. ¿No es así mi querido amigo M´Bell?
- Oh, por supuesto amigo Eros. Tan solo esperamos tu indicación. –contestó el baadon complaciente.
- Pues si está todo listo, podemos comenzar, Miguel no debe estar nada a gusto...
A la orden de Starfox, los científicos Baadon liberaron la energía eléctrica que conformaba al Rayo Viviente, y en medio de un chisporrotear azulado la forma corpórea de Miguel Santos se fue solidificando.
- ¡Uuunh...! – Gimió el vengador hispano- ¡Aaaah! – y finalmente cayó de rodillas al suelo. – ¡Gra...gracias a,,, Dios! – y su cuerpo cayó inconsciente al suelo de la nave. De inmediato, Monica Rambeau y Wendell Vaughn acudieron en su ayuda.
- ¿Cómo está? – Preguntó la Visión.
- Respira, pero está extenuado. – Contestó Fotón - No soy médico, pero parece que está bien, aunque convendría darle atención médica...
- No me atrevo a dar un salto quántico con él sin saber su estado, - Comentó Quasar mientras dirigía su mirada al vengador de Titán – ¿Starfox, podrías...?
- Mi nave está a vuestra disposición, por supuesto, llevémosle a bordo. – Contestó Eros solícito. - ¿Cómo te encuentras tú, Wendell? La flota Baadon parecía especialmente predispuesta contra ti. Estabas catalogado como objetivo tres.
- Estoy un poco mareado, pero aparte de eso, no parece que su ataque me haya afectado negativamente...
- Te sugeriría un chequeo médico exhaustivo en cuanto te sea posible, Quasar.
El primer héroe vigila Nueva York desde las nubes. Cuando las alarmas del National Bank se disparan y cuatro encapuchados salen del establecimiento cargados con pesadas sacas para abordar un vehículo todo terreno, el hombre vestido de azul y embozado en una capa roja sale del cielo y vuela en su persecución. Las caras sorprendidas de los ciudadanos observan a la imponente figura vestida de rojo y azul volar tras los fugitivos.
- ¡Es un pájaro! – Dice el vendedor de perritos calientes.
- ¡Es un avión! – Comenta un taxista
- ¡Es Su-ZZZZOOOOOMMMM-man!- Afirma la voz de un niño acallada por el ruido generado por la estela de viento que sigue al hombre volador.
El coloso adelanta al vehículo de los fugitivos, aterriza frente a él, clava los pies en el suelo y no solo aguanta su embestida, sino que también lo levanta en vilo, y lo agita haciendo que sus ocupantes caigan a través de las ventanillas y puertas. Las balas que disparan contra él rebotan. Sus duras manos reducen a polvo las pistolas metálicas. Los cuatro criminales no tienen ninguna oportunidad y acaban reducidos, maniatados con una farola a su alrededor.
De entre la multitud de curiosos salen dos bellas mujeres, la primera adquiere el tamaño de un insecto y le brotan alas al reducir su estatura. La segunda, una vez ha logrado hacerse un espacio aparte de la multitud convoca una llamarada que recuerda un pájaro con alas de fuego. El primer héroe las mira, y si las reconoce no hace ademán de ello. Las saluda con la mano y sonríe mostrando su blanca dentadura. A continuación retira la vista, y despega, hacia arriba, más arriba, y más arriba...
Incapaces de mantener su velocidad, Janet Van Dyne y Bonita Juarez, mas conocidas como las vengadoras Avispa y Ave de Fuego, se miran sorprendidas.
- Janet, dime que ese no era quien parecía ser.
- Bonita, si me lo contaran no lo creería.
- Tú llevas más tiempo que yo en esto, Avispa. No es posible, ¿verdad? Él no existe.
- Que exista es ahora la menor de nuestras preocupaciones. Me preocupa más otra cosa.
- ¿Cuál?
- ¿Cómo vamos a hacer que nuestros compañeros, nos crean respecto a esto?
- ¡Es un pájaro! – Dice el vendedor de perritos calientes.
- ¡Es un avión! – Comenta un taxista
- ¡Es Su-ZZZZOOOOOMMMM-man!- Afirma la voz de un niño acallada por el ruido generado por la estela de viento que sigue al hombre volador.
El coloso adelanta al vehículo de los fugitivos, aterriza frente a él, clava los pies en el suelo y no solo aguanta su embestida, sino que también lo levanta en vilo, y lo agita haciendo que sus ocupantes caigan a través de las ventanillas y puertas. Las balas que disparan contra él rebotan. Sus duras manos reducen a polvo las pistolas metálicas. Los cuatro criminales no tienen ninguna oportunidad y acaban reducidos, maniatados con una farola a su alrededor.
De entre la multitud de curiosos salen dos bellas mujeres, la primera adquiere el tamaño de un insecto y le brotan alas al reducir su estatura. La segunda, una vez ha logrado hacerse un espacio aparte de la multitud convoca una llamarada que recuerda un pájaro con alas de fuego. El primer héroe las mira, y si las reconoce no hace ademán de ello. Las saluda con la mano y sonríe mostrando su blanca dentadura. A continuación retira la vista, y despega, hacia arriba, más arriba, y más arriba...
Incapaces de mantener su velocidad, Janet Van Dyne y Bonita Juarez, mas conocidas como las vengadoras Avispa y Ave de Fuego, se miran sorprendidas.
- Janet, dime que ese no era quien parecía ser.
- Bonita, si me lo contaran no lo creería.
- Tú llevas más tiempo que yo en esto, Avispa. No es posible, ¿verdad? Él no existe.
- Que exista es ahora la menor de nuestras preocupaciones. Me preocupa más otra cosa.
- ¿Cuál?
- ¿Cómo vamos a hacer que nuestros compañeros, nos crean respecto a esto?
Monica Rambeau atravesaba el espacio a la velocidad de la luz en dirección a la tierra. Miles de kilómetros atrás Eros de Titán, y Quasar se encargaban de devolver a la derrotada flota Baadon a su lugar de origen. El propio Starfox había solicitado a su padre, Mentor, una nave de Titán en la cual la Visión y el convaleciente Miguel Santos regresaban a la tierra en un viaje que duraría horas. Fotón, gracias a sus extraordinarios poderes podía realizar el viaje en minutos. En esos instantes, la vengadora se materializó en la casa de sus padres en Nueva Orleans.
- ¡Monica! ¡Qué susto me has dado cariño! – Exclamó sorprendida la Sra. Rambeau. El señor Rambeau, sacó la cabeza de detrás del periódico que estaba leyendo con avidez y saludó con alegría.
- ¡Mi pequeña vengadora ha vuelto! ¿Cómo estás mi niña?
- Papá, mamá..., que exagerados sois, si solamente he estado fuera unas horas. – Dijo mientras recibía los efusivos abrazos de sus progenitores.
- Ya sabes, querida - contestó Frank Rambeau – En tu línea de trabajo, verte aparecer de improviso nos supone un gran alivio.
- Lo se papá, y me gustaría que fuese de otra forma...
- Pero no puedes hacer nada mi niña, ya lo hemos hablado. Tu madre y yo estamos orgullosos de ti y de tu trabajo, es solo que no podemos evitar preocuparnos...
- Somos tus padres Monica... no puede ser de otra manera – Añadió Maria Rambeau.
- Sois incorregibles, - sonrío la vengadora resignada - ¿Qué hay de comida, mamá?
Entre sonrisas y cariño la familia Rambeau se sentó a comer y pasó una velada agradable. Monica Rambeau disfrutó de la compañía de su padres y estos de la de su adorada hija. Durante toda la tarde Monica se excusó al menos diez veces y se encerró en el baño, para volver al cabo de unos minutos. En una familia normal esto podía ser síntoma de algún tipo de problema de salud, desde un leve desorden intestinal a algo más serio como una bulimia o una adicción a algún tipo de sustancia. Pero tanto Frank como Maria Rambeau intercambiaban miradas de complicidad y continuaban con su rutina como si nada, pues sabían muy bien que su hija estaba atendiendo a sus deberes de vengadora. Finalmente Fotón salió del baño con cara de alivio.
- Ya está...
- Parece que ya has terminado, - Señaló su padre. – Pero no te he oído tirar de la cadena en ningún momento...
- ¡Erh! Sí... – Respondió Monica azarada – Pero, no es lo que tu piensas papá... –
-¿No? - Frank la miró simulando sorpresa. Respetaba su intimidad, y sabía que había asuntos de los vengadores que ella no podía contarle, sin embargo siempre se interesaba por saber algo sobre aquello en lo que su hija andaba metida. Ella optó por saciar su curiosidad.
- Verás papá, dos compañeros vengadores regresan de una misión en el espacio exterior. Mis continuas idas al baño en realidad eran pequeños viajes a la nave en la que vienen para asegurarme de que todo iba bien, uno de ellos estaba en malas condiciones...
- ¿Cuál?
- El Rayo Viviente – y se mordió el labio al decirlo
- ¿Ese no es el chico hispano que se puede transformar en energía eléctrica, como tú? ¿Qué le ha podido dañar?
- Bueno, - Intentó no asustar a sus padres – La capacidad del Rayo Viviente de transformarse en energía es muy limitada, él solo puede transformarse en electricidad...
¡BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP! – La explicación fue interrumpida por el comunicador de los vengadores.
- Disculpadme... ¿Sí? -
- Fotón, aquí Chaqueta Amarilla. ¿Podrías reunirte con Iron Man y conmigo en la sucursal de Soluciones Stark donde estamos trabajando? Creemos que ha llegado el momento.
- ¿Ahora? – Notó las miradas de sus padres clavadas en su espalda.
- Lo antes posible, Monica. -
- Esta bien. Dame unos minutos para despedirme de la familia, y estaré allí. -
Monica Rambeau apagó su comunicador y miró a sus padres. - Ya veis, me reclaman...
- ¡Pues no pierdas el tiempo y vuela raudo hija mía! La seguridad del mundo puede depender de la vengadora llamada Fotón. – Dijo Frank Rambeau henchido de orgullo
- Te dejaré la cena en la nevera querida. Solo tendrás calentarla en el microondas. – Añadió su madre sonriente.
Con los ojos brillantes de emoción, Fotón besó a sus padres se transformó en energía luminosa y voló hacia Soluciones Stark.
Frank y Maria siguieron la estela dejada por su vuelo y se quedaron contemplando el cielo hasta que desapareció el último punto luminoso. Entonces cada uno volvió a sus quehaceres intentando no manifestar al otro la honda preocupación que sentían por su hija.
- ¡Monica! ¡Qué susto me has dado cariño! – Exclamó sorprendida la Sra. Rambeau. El señor Rambeau, sacó la cabeza de detrás del periódico que estaba leyendo con avidez y saludó con alegría.
- ¡Mi pequeña vengadora ha vuelto! ¿Cómo estás mi niña?
- Papá, mamá..., que exagerados sois, si solamente he estado fuera unas horas. – Dijo mientras recibía los efusivos abrazos de sus progenitores.
- Ya sabes, querida - contestó Frank Rambeau – En tu línea de trabajo, verte aparecer de improviso nos supone un gran alivio.
- Lo se papá, y me gustaría que fuese de otra forma...
- Pero no puedes hacer nada mi niña, ya lo hemos hablado. Tu madre y yo estamos orgullosos de ti y de tu trabajo, es solo que no podemos evitar preocuparnos...
- Somos tus padres Monica... no puede ser de otra manera – Añadió Maria Rambeau.
- Sois incorregibles, - sonrío la vengadora resignada - ¿Qué hay de comida, mamá?
Entre sonrisas y cariño la familia Rambeau se sentó a comer y pasó una velada agradable. Monica Rambeau disfrutó de la compañía de su padres y estos de la de su adorada hija. Durante toda la tarde Monica se excusó al menos diez veces y se encerró en el baño, para volver al cabo de unos minutos. En una familia normal esto podía ser síntoma de algún tipo de problema de salud, desde un leve desorden intestinal a algo más serio como una bulimia o una adicción a algún tipo de sustancia. Pero tanto Frank como Maria Rambeau intercambiaban miradas de complicidad y continuaban con su rutina como si nada, pues sabían muy bien que su hija estaba atendiendo a sus deberes de vengadora. Finalmente Fotón salió del baño con cara de alivio.
- Ya está...
- Parece que ya has terminado, - Señaló su padre. – Pero no te he oído tirar de la cadena en ningún momento...
- ¡Erh! Sí... – Respondió Monica azarada – Pero, no es lo que tu piensas papá... –
-¿No? - Frank la miró simulando sorpresa. Respetaba su intimidad, y sabía que había asuntos de los vengadores que ella no podía contarle, sin embargo siempre se interesaba por saber algo sobre aquello en lo que su hija andaba metida. Ella optó por saciar su curiosidad.
- Verás papá, dos compañeros vengadores regresan de una misión en el espacio exterior. Mis continuas idas al baño en realidad eran pequeños viajes a la nave en la que vienen para asegurarme de que todo iba bien, uno de ellos estaba en malas condiciones...
- ¿Cuál?
- El Rayo Viviente – y se mordió el labio al decirlo
- ¿Ese no es el chico hispano que se puede transformar en energía eléctrica, como tú? ¿Qué le ha podido dañar?
- Bueno, - Intentó no asustar a sus padres – La capacidad del Rayo Viviente de transformarse en energía es muy limitada, él solo puede transformarse en electricidad...
¡BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP,BIP! – La explicación fue interrumpida por el comunicador de los vengadores.
- Disculpadme... ¿Sí? -
- Fotón, aquí Chaqueta Amarilla. ¿Podrías reunirte con Iron Man y conmigo en la sucursal de Soluciones Stark donde estamos trabajando? Creemos que ha llegado el momento.
- ¿Ahora? – Notó las miradas de sus padres clavadas en su espalda.
- Lo antes posible, Monica. -
- Esta bien. Dame unos minutos para despedirme de la familia, y estaré allí. -
Monica Rambeau apagó su comunicador y miró a sus padres. - Ya veis, me reclaman...
- ¡Pues no pierdas el tiempo y vuela raudo hija mía! La seguridad del mundo puede depender de la vengadora llamada Fotón. – Dijo Frank Rambeau henchido de orgullo
- Te dejaré la cena en la nevera querida. Solo tendrás calentarla en el microondas. – Añadió su madre sonriente.
Con los ojos brillantes de emoción, Fotón besó a sus padres se transformó en energía luminosa y voló hacia Soluciones Stark.
Frank y Maria siguieron la estela dejada por su vuelo y se quedaron contemplando el cielo hasta que desapareció el último punto luminoso. Entonces cada uno volvió a sus quehaceres intentando no manifestar al otro la honda preocupación que sentían por su hija.
Arthur Parks estaba tranquilo. Nunca había sido tan paciente como en las últimas semanas. La forma de energía láser en la que estaba atrapado era una inconveniencia, pero había visto los esfuerzos que los Vengadores estaban haciendo para recuperar su cuerpo físico. Tony Stark, Henry Pym, trabajando con expertos como Anson Harkov y Edward Lansky, - ¡Je!, Conociéndoles habrán consultado incluso a Reed Richards – En su mente sabía que tan solo era cuestión de tiempo recuperar su forma corpórea.
En estos días había aprendido a apreciar las visitas de Fotón en su forma luminosa, mientras que las sesiones de terapia que había hecho con ese siquiatra de la Fundación María Stark cuyo nombre no recordaba habían fortalecido su equilibrio mental. Sin embargo ahí seguía la cuestión del dolor.
Cada vez que intentaba reformar su cuerpo el dolor le hacía rechazar el intento. Sí, es cierto que el sufrimiento ya no era tan agudo como antes, pero todavía era lo suficientemente insoportable como para no poder mantener cualquier tipo de concentración...
- Arthur... – La suave voz de Monica Rambeau sonó a su lado. - ¿Cómo estás?
- Hola Fotón. Bien, estoy bien. Cada día mejor... – contestó Parks. – Me alegro de verte, - Dijo dibujando una sonrisa en su rostro holográfico.
- Yo también Arthur... – Contestó con simpatía – Hemos progresado mucho
- Sí, tengo que agradecerte mucho tus constantes atenciones en estas semanas...
- No me lo agradezcas, Arthur, no ha sido nada. Todos los Vengadores están colaborando para curar tu estado.
- ¿Todos? ¿De verdad? – Dijo con sorpresa – Nunca lo habría esperado. Quizás debí acudir a ellos cuando los síntomas de que algo marchaba mal con mis poderes comenzaron a aparecer.
- Desde luego te habrías ahorrado mucho sufrimiento. – Comentó Fotón - Y años transformado en pura energía. Pym, Stark o cualquier vengador te habrían ayudado pese a vuestras diferencias.
- Sí, pero el orgullo... y el odio... – Dijo avergonzado – no me permitieron acudir a mis viejos enemigos. Fui...- vaciló -...era tan estúpido.
- Bueno Arthur, eso se acabó. – Contestó Fotón compasiva - Pym y Stark me pidieron que viniese para participar contigo en una prueba que tiene un 90% de posibilidades de tener éxito. Pero antes de comenzarla necesitamos tu consentimiento. El riesgo es pequeño, pero existe...
- ¿Será doloroso?
- Mucho. Pero si me dejas guiarte puede que logremos recuperar tu cuerpo. ¿Crees que estás preparado?
Arthur Parks dudó. Tenía miedo al dolor. Y también tenía miedo al fracaso, a la frustración de no obtener lo que quería. Esa había sido siempre la raíz de todos sus problemas. Sin embargo llevaba años sin un cuerpo físico. ¿Qué es lo peor que le podía pasar? ¿Morir? Era energía pura, su mente ya había sido expandida por el universo en varias ocasiones y siempre había terminado reagrupándose. Valía la pena romper el estatus quo y realizar un nuevo intento. Además, esta vez el fracaso no sería propio, sino de los héroes que intentaban ayudarle.
- Sí. Hagámoslo – Dijo con resolución. Si hubiera podido, hubiera tragado saliva.
En estos días había aprendido a apreciar las visitas de Fotón en su forma luminosa, mientras que las sesiones de terapia que había hecho con ese siquiatra de la Fundación María Stark cuyo nombre no recordaba habían fortalecido su equilibrio mental. Sin embargo ahí seguía la cuestión del dolor.
Cada vez que intentaba reformar su cuerpo el dolor le hacía rechazar el intento. Sí, es cierto que el sufrimiento ya no era tan agudo como antes, pero todavía era lo suficientemente insoportable como para no poder mantener cualquier tipo de concentración...
- Arthur... – La suave voz de Monica Rambeau sonó a su lado. - ¿Cómo estás?
- Hola Fotón. Bien, estoy bien. Cada día mejor... – contestó Parks. – Me alegro de verte, - Dijo dibujando una sonrisa en su rostro holográfico.
- Yo también Arthur... – Contestó con simpatía – Hemos progresado mucho
- Sí, tengo que agradecerte mucho tus constantes atenciones en estas semanas...
- No me lo agradezcas, Arthur, no ha sido nada. Todos los Vengadores están colaborando para curar tu estado.
- ¿Todos? ¿De verdad? – Dijo con sorpresa – Nunca lo habría esperado. Quizás debí acudir a ellos cuando los síntomas de que algo marchaba mal con mis poderes comenzaron a aparecer.
- Desde luego te habrías ahorrado mucho sufrimiento. – Comentó Fotón - Y años transformado en pura energía. Pym, Stark o cualquier vengador te habrían ayudado pese a vuestras diferencias.
- Sí, pero el orgullo... y el odio... – Dijo avergonzado – no me permitieron acudir a mis viejos enemigos. Fui...- vaciló -...era tan estúpido.
- Bueno Arthur, eso se acabó. – Contestó Fotón compasiva - Pym y Stark me pidieron que viniese para participar contigo en una prueba que tiene un 90% de posibilidades de tener éxito. Pero antes de comenzarla necesitamos tu consentimiento. El riesgo es pequeño, pero existe...
- ¿Será doloroso?
- Mucho. Pero si me dejas guiarte puede que logremos recuperar tu cuerpo. ¿Crees que estás preparado?
Arthur Parks dudó. Tenía miedo al dolor. Y también tenía miedo al fracaso, a la frustración de no obtener lo que quería. Esa había sido siempre la raíz de todos sus problemas. Sin embargo llevaba años sin un cuerpo físico. ¿Qué es lo peor que le podía pasar? ¿Morir? Era energía pura, su mente ya había sido expandida por el universo en varias ocasiones y siempre había terminado reagrupándose. Valía la pena romper el estatus quo y realizar un nuevo intento. Además, esta vez el fracaso no sería propio, sino de los héroes que intentaban ayudarle.
- Sí. Hagámoslo – Dijo con resolución. Si hubiera podido, hubiera tragado saliva.
Desde una habitación cercana, el doctor Henry Pym había observado la escena por el sistema de circuito cerrado que vigilaba la cámara de confinamiento. Sus pensamientos fueron interrumpidos por la sobria voz de Stark. -- ¿Ha aceptado, Hank?
- Sí – Dijo Pym pensativo – Pero hay algo que me preocupa...
- Vamos, Hank, ¿Qué puede pasar? Hemos estudiado cada paso del proceso ¿Qué podría ir mal?
- Sí – Dijo Pym pensativo – Pero hay algo que me preocupa...
- Vamos, Hank, ¿Qué puede pasar? Hemos estudiado cada paso del proceso ¿Qué podría ir mal?
Veinticuatro horas después.
La fisura abierta a la dimensión de la que extraían su energía láser se está cerrando. El laboratorio de Soluciones Stark está destruido. Los desesperados ojos de los Vengadores presentes observan como el Láser Viviente desnudo sale de una nube de humo con el cuerpo inconsciente de Fotón en sus brazos. El desnudo Arthur Parks sostiene a Fotón que no da señales de vida. Con lágrimas en los ojos se atreve a hablar...
- No... no tiene pulso, no respira.
Iron Man aparta violentamente a Parks del cuerpo inmóvil de su compañera. Pym y el Caballero Negro comprueban su estado con preocupación. Entre llamas y humo que dificultan la visión, podemos ver como Bonita Juarez, la nueva vengadora llamada Ave de Fuego llora por las vidas perdidas ese día.
La fisura abierta a la dimensión de la que extraían su energía láser se está cerrando. El laboratorio de Soluciones Stark está destruido. Los desesperados ojos de los Vengadores presentes observan como el Láser Viviente desnudo sale de una nube de humo con el cuerpo inconsciente de Fotón en sus brazos. El desnudo Arthur Parks sostiene a Fotón que no da señales de vida. Con lágrimas en los ojos se atreve a hablar...
- No... no tiene pulso, no respira.
Iron Man aparta violentamente a Parks del cuerpo inmóvil de su compañera. Pym y el Caballero Negro comprueban su estado con preocupación. Entre llamas y humo que dificultan la visión, podemos ver como Bonita Juarez, la nueva vengadora llamada Ave de Fuego llora por las vidas perdidas ese día.
Treinta y seis horas después.
Amanece en la casa de Nueva Orleans de la familia Rambeau. Aunque jubilado del cuerpo de bomberos, Frank Rambeau todavía no ha podido desprenderse de los hábitos madrugadores de toda una vida de trabajo. Mientras permanece atento al silbido de la cafetera, sale al quicio de la puerta a recoger su botella de leche y el diario de la mañana. Ve como un coche se detiene en frente del porche de la casa y un hombre y una mujer embozados en gabardinas salen de su interior. Reconoce en la mujer a la popular Janet Van Dyne, la Avispa, el rostro del hombre no le es familiar, pero sabe que le ha visto antes.
- ¿Mr. Rambeau?
Cuando oye la voz de Dane Whitman, le da un vuelco el corazón. Recuerda la primera vez que la oyó [1] . Entonces Monica estuvo al borde de la muerte cuando gran parte de su energía se difuminó en el océano. Los gestos serios de la Avispa y el Caballero Negro le hacen presagiar lo peor.
Maria Rambeau despierta sobresaltada en su dormitorio, le ha parecido oír el grito de Frank en el porche. Apresuradamente viste su bata y baja al primer piso, la cafetera está silbando y la puerta de la calle está abierta, se asoma al quicio y ve a su marido arrodillado a los pies de la joven a la que reconoce como la Avispa. A su lado un hombre alto mira hacia el suelo con resignación mientras apoya su mano en el hombro de Frank. Temiendo lo peor, Maria intenta hablar, pero la voz no sale de su garganta. Presintiéndola, Frank se da la vuelta, y con los ojos rebosantes de lágrimas, balbucea.
- M...Maria, nu-nuestra niña... ha... ha...
- ¡Noooo! ¡No puede ser!- Gritó Maria desconsolada.
Continuará...
Amanece en la casa de Nueva Orleans de la familia Rambeau. Aunque jubilado del cuerpo de bomberos, Frank Rambeau todavía no ha podido desprenderse de los hábitos madrugadores de toda una vida de trabajo. Mientras permanece atento al silbido de la cafetera, sale al quicio de la puerta a recoger su botella de leche y el diario de la mañana. Ve como un coche se detiene en frente del porche de la casa y un hombre y una mujer embozados en gabardinas salen de su interior. Reconoce en la mujer a la popular Janet Van Dyne, la Avispa, el rostro del hombre no le es familiar, pero sabe que le ha visto antes.
- ¿Mr. Rambeau?
Cuando oye la voz de Dane Whitman, le da un vuelco el corazón. Recuerda la primera vez que la oyó [1] . Entonces Monica estuvo al borde de la muerte cuando gran parte de su energía se difuminó en el océano. Los gestos serios de la Avispa y el Caballero Negro le hacen presagiar lo peor.
Maria Rambeau despierta sobresaltada en su dormitorio, le ha parecido oír el grito de Frank en el porche. Apresuradamente viste su bata y baja al primer piso, la cafetera está silbando y la puerta de la calle está abierta, se asoma al quicio y ve a su marido arrodillado a los pies de la joven a la que reconoce como la Avispa. A su lado un hombre alto mira hacia el suelo con resignación mientras apoya su mano en el hombro de Frank. Temiendo lo peor, Maria intenta hablar, pero la voz no sale de su garganta. Presintiéndola, Frank se da la vuelta, y con los ojos rebosantes de lágrimas, balbucea.
- M...Maria, nu-nuestra niña... ha... ha...
- ¡Noooo! ¡No puede ser!- Gritó Maria desconsolada.
Continuará...
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Referencias:
1 .- Avengers 294 (Agosto-1988)
1 .- Avengers 294 (Agosto-1988)
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