Marvel Knights nº02

Título: El grupo (II)
Autor: The Stranger
Portada: Joe Quesada
Publicado en: Septiembre 2006

Sigue el reclutamiento por parte del puño de Khonshu, aunque se encuentran con problemas cuando tienen que hacer frente a los llamados Ladrones Fantasma
Cuando reina el caos y los criminales campan por sus anchas, solo un grupo de solitarios héroes es capaz de hacer lo necesario para mantener la paz y seguridad urbanas. No salvan universos, ni planetas, ni al mundo...se dedican a salvar a la gente de a pie. No tiene nombre oficial pero nosotros les conocemos extraoficialmente como...
Creado por Chuck Dixon y Ed Barreto

Resumen de lo publicado: El Caballero Luna, dispuesto más que nunca ha cumplir su misión de venganza y justicia contra los criminales por “ordenes” de Khonshu, decide reunir un equipo de guerreros solitarios. Elabora dos listas, una oficial y otra como plan de emergencia. Va principalmente a por los miembros del anterior equipo con los que trabajó, comenzando por Shang-Chi, la leyenda de Chinatown, que trabaja de incógnito en una pequeña tienda de su barrio. Shang acepta y mientras descartan a los demás miembros, un grupo de atracadores de bancos llamados los Ladrones Fantasma, también deciden formar un grupo para hacer más efectivo su trabajo y van a por Herman Schultz, conocido comúnmente como Shocker. Por otro lado, Caballero Luna y Shang-Chi convencen a Capa y aunque hablan con Spiderman, el trepamuros desecha la oferta.


Capa abrió su enorme manto azul y negro y de él salieron Shang-Chi y el Caballero Luna.

-Volveos- dijo el Caballero Luna.

Sus compañeros se volvieron dónde indicaba y vieron el enorme rascacielos frente a ellos. Era plateado, aunque a esas horas, entre la oscuridad, permanecía bastante oscuro a vista de todos. El edificio era tan grande que su punta amenazaba con partir en dos el cielo nocturno. Ambos sabían qué era ese edificio: la Torre Spector.

-Increible...- murmuró Shang-Chi-. ¿Cómo...? ¿Estabas preparándolo para que volviéramos?

Spector sonrió bajo la máscara mientras los dos hombres no dejaban de contemplar el enorme edificio.

-En realidad, lo mandé reconstruir hace un año, en cuanto pude recuperarme de su destrucción. Iba a ser un simple complejo de oficinas y así fue durante unos meses...hasta que encontré un edifico que perteneció a Wilson Fisk, para mis empleados. Hace un mes, comencé a preparar el edificio a toda prisa y aquí lo tenéis. De nuevo la Torre...Spector.

No sabía bien por qué había decidido conservar el nombre de Torre Spector, teniendo en cuenta que ya no era Spector. Seguramente se debía a una táctica de distracción para sus compañeros, para que no sospechasen demasiado y sobre todo como homenaje a la personalidad que había terminado por matar para poder ser completamente el Caballero Luna.

-¿Entramos?- el Caballero Luna se dirigió a las puertas de cristal de la entrada del edificio, las cuales se abrieron en cuanto hubo pasado. Shang y Capa miraron a un lado y a otro de la calle e hicieron lo mismo.

-¿No has cambiado la situación del edificio?- preguntó Capa.

-No hacía falta. Ya te he dicho que iba a ser un bloque de oficinas. De todos modos, espero que esta sea la última y única vez que entramos por la puerta.

-¿A qué te refieres?- preguntó su compañero oriental.

El Caballero Luna señaló hacia arriba.

-El Lunacoptero nos espera y eso es solo el principio.

Los tres hombres habían pasado a una especie de sala de recibimiento que parecía más bien una cámara abovedada. El Caballero Luna se quitó la máscara frente a la gran puerta blindada que tenía enfrente.

-Caballero Luna- susurró.

“Identidad confirmada. Examen de retina en proceso”

Spector dio un leve paso a su izquierda y una especie de luz verde le iluminó los ojos.

“Identidad confirmada. Examen oral en proceso”

Spector acercó su cara hasta una especie de cuadrado en la pared con varias ranuras y sopló levemente.

“Identidad confirmada. Examen de huellas digitales en proceso”

De la pared salió una especie de panel con un agujero en él. Spector se quitó el guante de su mano derecha y puso uno de sus dedos en el agujero.

“Identidad confirmada. Examen de ADN en proceso”

Sintió una leve punzada en el dedo y esperó unos minutos a que el proceso acabase. Sus compañeros lo observaban todo sin perderse un detalle. Estaban estupefactos.

“Identidad confirmada. Bienvenido, Caballero Luna”

La puerta blindada se abrió, detrás de esa se abrió otra y después otra más, hasta que por fin pudieron entrar en el mismo edificio. La sala que los recibió era impresionante, dotada de un aspecto futurista que no tenía nada que envidiar a otras grandes construcciones de la ciudad como el edificio Baxter o los edificios de Stark.

-Allí tenemos un ascensor- el Caballero se puso de nuevo la máscara, algo que sus compañeros observaron con extrañeza-. El edificio en total tiene veinte plantas, un garaje subterráneo y su propia pista de aterrizaje en la azotea, aunque esa ya la conocéis de la última vez que vinisteis. En ese aspecto, prácticamente no se han introducido cambios.

Spector apretó uno de los botones del ascensor, la puerta se abrió y los tres entraron. Un relajante hilo musical les dio la bienvenida.

-He incrementado las medidas de seguridad hasta niveles insospechados por los que intentasen entrar en el edificio sin ser invitados.

-Tras la incursión por los asesinos de mi padre me parece lo más oportuno- comentó Shang-Chi.

-Por eso mismo.

-¿No es todo un poco...paranoico?- añadió Capa.

Ninguno de sus compañeros le contestó.

-Las primeras puertas que hemos atravesado...las que se abrían nada más acercarse...- comenzó a decir Shang.

-Tranquilo. Se abren con lo último en identificación láser. Nadie que no pertenezca a la base de datos del control de seguridad del edificio podría entrar y si alguien entrase por la fuerza, la sala abovedada que habéis visto le quitaría las ganas de proseguir su incursión.

-¿Solo medidas defensivas de seguridad?

-No- Spector sonrió bajo la máscara-. No somos asesinos, pero tampoco ancianas de la caridad. El centro de seguridad se puede manejar manualmente pero tengo instalado lo último en inteligencia artificial. Hay que darles las gracias a SHIELD.

-¿SHIELD tiene algo que ver?- preguntó Shang.

-Tengo algunos contactos. De todos modos, tendremos siempre a un miembro fijo cuidando de la base.

-¿Un miembro fijo?- preguntó Capa.

-Enseguida le conoceréis.

Capa y Shang se miraron sin comprender en el momento a quién se refería.

-Como os decía, el edificio tiene veinte plantas. De esas veinte plantas, cinco son de habitaciones. Diez habitaciones en cada una de esas cinco plantas, así que podéis hacer las cuentas. Si tenéis familia, amigos...gente que podáis creer que correría peligro por vuestra vida como guerreros o gente que queráis tener cerca, sabed que hay sitio de sobra. Hay tres plantas de laboratorios científicos, dos plantas son áreas de descanso, cocina y ocio. Hay tres plantas para entrenar, dos de ellas son gimnasios y una concretamente para entrenamiento entre miembros del grupo. Otras dos plantas sirven de armería, está también la planta principal, donde se resolverán todas las operaciones y planearemos nuestros objetivos, una planta con una piscina olímpica, una planta para la maquinaria pesada, otra para archivos y la última para los repuestos de los vehículos.

-¿De dónde has sacado todo esto? La última vez no tenías ni la mitad de lo que tienes ahora- preguntó Shang.

-Ahora mismo tengo repartidos por veinte bancos del mundo un total de treinta billones de dólares. ¿De dónde crees que lo he sacado?

-¿Y cómo lo han construido todo tan rápido?

-Tener tanto dinero proporciona muchos trabajadores, buenos, eficaces y callados. Cobran, hacen su trabajo y callan. Todo el material fue traído en grandes cajas, pedidas por varias empresas fantasma que cree para la ocasión. Nadie sabe que Marc Spector reside aquí, de ahí que tenga mi propio piso a tres manzanas de aquí. Como os dije abajo, la entrada principal debe ser muy poco transitada. No tenemos por qué dejar claro quiénes somos y que estamos aquí.

-Por supuesto- afirmó Capa. Su compañero asiático asintió.

En dos minutos llegaron a la planta donde estaba la sala principal, desde donde Spector habían dicho que lo llevarían todo a diario.

-Cada ordenador contiene los archivos completos de cada uno de los meta humanos, seres sobrenaturales, criminales y seres cósmicos conocidos.

-¿Cómo has conseguido todos esos datos?- preguntó Shang.

-Preguntas mucho, amigo. No te recordaba tan hablador.

-Todo esto es increíble, Spector. ¿Te extraña que pregunte?

-Ahí tenéis la mesa de reuniones- el Caballero Luna señaló una larga mesa metálica y las sillas que la rodeaban-. Creo que a esa pregunta tuya, Shang, mejor que te responda el miembro que ha logrado parte de todo lo que os he enumerado.

Al lado de la gran pantalla que había en una de las paredes de la gran sala, un hombre con gafas, gordo, con unas entradas prominentes en su pelo castaño que comenzaba a ser canoso y aspecto afable, les saludó.

-Permitidme que os presente a Linus Lieberman. Se le conoce mejor como Microchip.

Capa se acercó y estrechó la mano del hombre.

-Me llaman Capa.

-Sí, sé quién eres. Mi antiguo socio se encontró contigo un par de veces.

Capa miró extrañado al Caballero Luna y a un asombrado Shang-Chi.

-¿Su antiguo socio?

-Yo sé quién es ese hombre- dijo Shang-. Fue el socio de Punisher durante bastantes años, hasta que se le dio por muerto.

-Tengo bastante buen aspecto para estar muerto- rió Microchip sentándose en una de las sillas alrededor de la larga mesa de reuniones.

-Él no estaba en la lista, Spector- se quejó Shang-Chi.

-Porque ya le tenía reclutado. Le encontré haciendo algunas llamadas en la CIA. Le tenían reclutado y pensaban usarle para encontrar a Castle y convencerle de que se uniera a la agencia, pero yo le pillé antes. Él es quién ha conseguido toda la información de la que disponemos y el más moderno equipo electrónico. Además, sabe cómo usar todo lo que hay en este edificio.

-No me fío. ¿Dices que sabe manejar todo lo que hay en este edificio la persona que ayudó a Castle a asesinar criminales durante tantos años?

-Aquello se acabó, Shang-Chi. Además, mi padre no es un criminal que quiere convertir el mundo en un erial devastado.

El guerrero asiático miró a Microchip y después de nuevo al Caballero Luna.

-No me fío.

-Has dejado clara tu postura, amigo mío, pero este hombre no es Punisher y quiere redimir sus pecados. No veo nada de malo en que se nos una. Además, ha aceptado encantado, sin condiciones de ningún tipo.

-Algo querrá.

-¿Qué quieres tú, Shang-Chi?- preguntó Microchip.

-No es de tu incumbencia.

-Lo único que quiero yo es reinsertarme en la sociedad y hacer lo que no conseguí con Frank Castle: liberar al mundo de los criminales de la forma más limpia posible. Con Frank, la forma de hacerlo estaba clara, pero en mis últimos días con él, todo se volvió demasiado...disperso. Frank cada vez era más y más violento y más carente de sentimientos. Fingí mi muerte y aquí estoy.

-Unos criminales mataron a su hijo durante una misión con Punisher- añadió Spector.

-Todos hemos perdido seres queridos- replicó Shang-Chi.

-Sin embargo, no se ha dejado consumir por la venganza. Para mi está claro que tiene que seguir en el equipo.

Shang-Chi miró a Capa y este asintió.

-Para mí también.

-Gracias- dijo Microchip.

-Espero que sepáis lo que hacéis. Por ahora, si confiáis en él, yo también lo haré.

-Creía que aceptabas la manera de trabajar de Castle- dijo Spector.

-No la acepto del todo. Por mi puede seguir con su trabajo, es un hombre que combate el mal, solo eso. Yo he matado en defensa propia, no por placer ni por iniciativa pero si me he visto obligado lo he hecho. Ninguno de los que estamos aquí somos los típicos héroes...pero creo que la confianza debe ser algo fundamental.

-Yo confío en ti- añadió Microchip.

-Tú tendrás que ganarte mi confianza- Shang-Chi se acercó al ascensor, seguido del Caballero Luna.

-Puedes quedarte a vivir aquí. Si no quieres dejar tu trabajo puedes seguir en él, aunque aquí lo tendrás todo. Comida, alojamiento...

-Tengo que recoger mis cosas pero sí, me quedaré aquí. Gracias por acogerme, amigo. No molestaré mucho, solo necesito alimento, descansar, entrenar y mis horas de meditación. Mañana temprano estaré aquí.

-Haré que Micro inserte tus datos en el ordenador principal del edificio así el sistema de seguridad no te dará ningún problema.

-Gracias.

-Te acompañaré hacia la salida trasera- el Caballero Luna se volvió hacia Capa-. ¿Te quedarás a vivir aquí? Sé que no tienes trabajo y que...

No quiso decirlo claramente, pero conocía bien el modo de vivir de Capa. No tenía trabajo, ni un sitio fijo para vivir, era más bien un indigente. Conocía bien a todos los que le rodeaban y más desde que tenía a Microchip de su lado y le había conseguido todas las fichas de todos aquellos que le interesaban. Sin embargo, para conocer a Capa no necesitaba conseguir ninguna ficha o rastrear en su pasado.

-Me gustaría quedarme aquí. No tengo ningún lugar al que ir, ya no tengo...nada.

El Caballero asintió. Su amigo aún seguía afectado por la separación de Puñal.

-De acuerdo. Acompañaré a Shang-Chi a la salida trasera, por la cual nadie le verá abandonar el edificio. Microchip te acompañará a tu habitación. Cualquier cosa, solo tienes que pedírsela.

-Gracias.

-No hay que darlas, amigo. Ponte cómodo y descansa. Mañana tenemos trabajo que hacer.

El Caballero Luna y Shang-Chi se metieron en el ascensor, dejando a Capa con Microchip.


A la mañana siguiente.

El furgón blindado paró cerca de la entrada del banco. Dos hombres salieron de la parte delantera y abrieron la puerta trasera del vehículo. De su interior, salieron dos hombres más armados con escopetas. Toda seguridad era poca en aquellos días.

-Vamos- dijo uno de ellos.

Comenzaron a descargar las sacas cerradas y llenas de dinero cuyo destino era el banco que tenían delante. Ninguno de ellos se fijó en el hombre con gabardina y sombrero de ala ancha que se acercaba hacia ellos. Cuando se dieron cuenta ya era muy tarde.

Shocker (1) se deshizo de la gabardina y el sombrero, dejando a la vista su vistoso traje amarillo acolchado. Apuntó a los asustados guardias con sus unidades vibroconmocionadoras.

-Soltad el dinero aquí cerca y no tendremos problemas.

Hicieron lo que les ordenó el villano, pero uno de ellos le apuntó rápidamente con la escopeta. Shocker fue más rápido y le lanzó una pequeña ráfaga con sus armas, que le lanzó dentro del furgón blindado, el cual también se desplazó unos metros. Shocker miró a los demás guardias.

-Le he dado con mi menor potencia. No seré tan amable con el siguiente.

Mientras terminaban de dejar las sacas al lado de Shocker, este comenzó a oír de fondo las sirenas de la policía. Seguramente habían dado la alarma desde el interior del banco. Vio las sonrisas de los guardias al saber que el villano iba a ser capturado. Herman Schultz esbozo una leve sonrisa bajo su máscara, cogió con una mano un móvil que tenía en uno de los bolsillos de su traje, mientras no dejaba de apuntar a los guardias con su otra mano. Dio al botón de rellamada preparado previamente.

-Sally, recógeme.

-Voy- contestó la chica desde el otro lado del teléfono.

De improviso, un destello azul llenó la ya de por si iluminada calle. Una mujer apareció junto a Shocker. La mujer le agarró un brazo mientras cómo podían tocaban las sacas de dinero. Otro destello azul y al segundo siguiente ya no estaban. La policía ni siquiera había podido llegar a estar cerca.


Dos horas después. Torre Spector.

Shang-Chi entró en la habitación de Capa tras haber pegado en la puerta unas cuatro veces y no recibir contestación. Las puertas de todas las habitaciones tenían su propia llave independiente, pero la puerta de Capa no parecía estar con la llave echada. Shang tuvo que taparse los ojos al entrar en la gran habitación, tan grande como todas las demás. Todas las ventanas de todas las estancias de la habitación estaban abiertas. Cada habitación tenía un dormitorio, un salón bastante amplio, una sala de descanso, un cuarto de baño de bastante buen tamaño y una pequeña cocina por si el inquilino prefería comer en privado. Cada habitación estaba totalmente provista tanto de televisor, un moderno ordenador personal, varias mesas, varias sillas...todo lo necesario. Spector no había escatimado en nada, aunque todas aquellas posesiones materiales le eran indiferentes a Shang-Chi.

La luz entraba a raudales. Shang buscó como pudo a su amigo y le encontró en el salón, sentado en el suelo, en un rincón.

-¿No crees que hay demasiada luz?- Capa no contestó sino que siguió mirando algo que tenía entre sus manos-. Pensaba que no te gustaba la claridad.

Capa miró las ventanas y volvió la vista a lo que más llamaba su atención.

-Me recuerda a ella- contestó.

Shang-Chi cerró algunas ventanas y se sentó al lado de su amigo. Miró lo que tenía entre sus manos: era una foto borrosa de un chico negro y una joven rubia. Era una foto bastante estropeada.

-Me suenan esos chicos.

-Somos...éramos Tandy y yo. Puñal y yo, antes de...esto (2).

-Microchip me ha mandado llamarte. Parece ser que esos Ladrones Fantasma han vuelto a cometer otro robo, aunque esta vez parece que cuentan con alguien más. Un villano llamado Shocker.

-¿Y Spector?

-Parece que está...trabajando. Supongo que con una de sus identidades.

-¿Una de sus identidades?

-Es algo difícil de explicar, pero ya tendremos tiempo, amigo mío. ¿Vamos con Microchip? Parece que Spector le ha llamado y considera prioritario capturar a esos criminales.

-Perfecto. Ya tenemos trabajo.

Shang-Chi observó cómo su amigo miraba la fotografía de su pasado.

-La echas de menos.

-No te haces ni una idea.

-¿La culpas por irse?

-En realidad...no...No lo sé. No la culpo, puede hacer lo que quiera. Es una mujer, ya somos adultos, sabe lo que hace, pero en el fondo de mi corazón...siento que...quiero...recuperarla. Sé que tiene que seguir su camino, pero yo...en el momento en que vinisteis a por mí os vi como una familia. Hace ya tiempo que no tengo una familia, pero pasó lo del primer grupo y os sentí así. Vivíamos juntos, hablábamos, charlábamos, nos entendíamos, Tandy estaba conmigo...ojala estuviera aquí. No solo combatíamos criminales, sino que estábamos juntos.

Shang puso una mano en el hombro derecho de su amigo. Aún era un joven, aún le quedaban cosas por vivir y entendía que necesitase una familia.

-Nosotros sí estamos aquí, amigo.

-Me caes bien, Shang. Hablas poco, eres callado, pero cuando abres la boca es para decir lo correcto.

-En eso nos parecemos. Creo que esta vez le va a ir mejor a este grupo.

-Eso espero- añadió Capa levantándose-. Vamos a ver que nos puede decir ese tal microchip sobre esos ladrones.


Varias horas después.

Herman Schultz tiró le fajo de billetes al aire y el dinero cayó sobre él como una lluvia verde de abundancia y alegría. A unos metros de él, en la misma habitación, Sally Dahmer y Charles Weber se tiraban billetes de cien a la cara como si fuesen bolas de nieve.

-¡Somos ricos!- gritó Herman ya sin su traje de Shocker.

-¿Ahora nos cree, señor Schultz?- Charles se acercó a él y le pasó varios fajos de billetes de cien-. Será mejor que recoja su parte según lo acordado. No queremos que crea que vamos a engañarle o algo así.

-Debéis ser los primeros ladrones honrados con los que me uno en siglos.

-¡Ladrones honrados! Eso ha tenido gracia- dijo Sally pegando saltos sobre la cama.

-Ya ve, señor Schultz. Somos personas de negocios. Nos sale mucho más barato que usted cobre y nosotros también. ¿Se queda en el equipo o ya nos deja?

Herman vio el dineral que habían ganado en un día y supo enseguida que aquello era lo mejor que le pasaba desde su nacimiento.

-¿Dos bancos y dos furgones blindados en medio día? Creo que me quedo, gracias. La policía ni nos ha olido.

-¿Y los superhéroes, señor Schultz?

-¡Aún menos!- rió Herman.

-Bien, porque esta noche buscaremos al último miembro de nuestro variopinto grupo. Antes tengo que hacer algunas llamadas para terminar de localizarle, pero creo que aceptará. Es nuevo en el negocio, su identidad es prácticamente un misterio, pero ha tomado el traje de muchos otros antes.

-¿Alguien más?- preguntó Herman.

-Sólo uno más. Es un asesino a sueldo, sí, pero como usted, en cuanto vea que todo funciona, se quedará con nosotros. Si somos tres y hemos robado dos bancos y dos furgones en dos días...imagínese lo que haremos siendo cuatro.

-¿De quién se trata?

-Su nombre verdadero no lo sé, aún, pero se le conoce como Medianoche, el nuevo Medianoche (3).


Torre Spector.

Marc Spector salió del ascensor elegantemente trajeado. Se quitó las gafas oscuras en cuanto vio a sus tres aliados frente a él, en el piso principal, la sala de reuniones. Su farsa como el millonario Steve Lockley terminaba justo en cuanto entraba en la base.

-Has llegado muy tarde- dijo Capa.

-Trabajo, trabajo, trabajo...todo es trabajo. De todos modos, no soy de los que salen de día.

-Espero que no sea habitual que no estés aquí por las mañanas. Ya que eres nuestro líder- dijo Capa.

Microchip y Shang-Chi le miraron estando totalmente de acuerdo con su joven compañero de amplio manto.

-Tranquilo, me veréis aquí mucho más de lo que os gustaría, aunque hay que guardar las apariencias. Steve Lockley tiene que encargarse de sus negocios. ¿Habéis averiguado algo de los Ladrones Fantasma?

-Muy poco- contestó Microchip.

-Esta mañana hemos estado con Microchip, informándonos- añadió Shang-. Después, Capa y yo salimos a buscar pistas.

-Fui al Bronx y allí no hay nada.

-Yo me pasé por Chinatown, pero tampoco se sabe nada.

-Uhm. De todos modos, suelen atracar de día, nunca de noche, así que por las mañanas estarán trabajando.

-Seguramente para recibir más notoriedad- dijo Microchip-. He conseguido las cintas de seguridad de los bancos robados, días antes de ser desvalijados y en ellas aparece siempre el hombre joven, aunque todavía no he conseguido identificarle.

-Eso significa que vigilan los bancos antes de atracarlos. No son tan vulgares ladrones como creíamos- añadió Spector.

-¿Cómo habéis conseguido las cintas de vigilancia?- preguntó Capa.

-Mejor no quieras saberlo- contestó Spector-. Microchip es una joya en bruto, pero la mayoría de lo que hace cuando coge un teclado es ilegal.

-Es mi mayor don y mi mayor maldición- bromeó Micro.

-¿Tenemos un plan entonces?- preguntó Shang-Chi.

-Aún tenemos día por delante, puede que de noche tengamos más suerte a la hora de cogerles o encontrarles, pero también debemos tener en cuenta que el grupo no está formado todavía. Microchip, sigue buscando datos sobre ese hombre misterioso y danos todo lo que puedas sobre Shocker. Se ha unido a esos delincuentes y cada vez se vuelven más violentos. Shocker casi se carga a dos guardias de seguridad y el tipo joven sí ha matado a uno, aunque siguen yendo principalmente a robar, nada más.

-De acuerdo, jefe- dijo Microchip.

-Shang-Chi, irás a por otro de los hombres de nuestra lista. Tendrás que ir a Harlem a por Luke Cage. Formaba parte del antiguo equipo así que es justo que al menos lo intentemos.

-¿No vas a ir tú? Aquella vez aceptó porque fuiste tú (4)- dijo Shang.

-En realidad aceptó porque es un héroe de alquiler y yo un mercenario. Nos entendemos. Ve tú mejor, yo y Capa iremos a por quien formó el primer grupo.

-Daredevil- murmuró Capa.

-Exacto.

-No creo que Daredevil tenga muchas ganas de esto- dijo Shang-Chi-. Creo que hace poco volvió a la ciudad y retomó su mando en la Cocina del Infierno.

-Mejor. Igual así puedo convencerle de que necesita la fuerza de la unión para mantener libre su barrio de la escoria. De paso, buscaremos a esos Ladrones Fantasma en la Cocina del Infierno. Intenta buscar alguna pista por Harlem y alrededores.

-De acuerdo.

-Antes de que nos pongamos en movimiento- Spector tendió una mano abierta a Micro-. Pásame los transmisores.

Microchip se levantó de la silla, fue a coger unos pequeños objetos de uno de los cajones de un armario cercano y volvió con ellos. Se los pasó a su jefe.

-Estos pequeños transmisores se colocan en el oído. Prácticamente ni molestan, ni se caen con movimientos bruscos, ni se ven, a no ser que os miren directamente en el oído. Pulsáis este botón para oír y este para hablar. Así de fácil.

Marc se los pasó a sus compañeros.

-Microchip nos puede escuchar a todos y grabar nuestras conversaciones desde aquí, además, cada transmisor tiene un localizador incorporado. Micro nos puede encontrar desde aquí, aunque estemos en cualquier parte del mundo.

Sus compañeros se pusieron los transmisores, los probaron en unos momentos y fueron a prepararse. Spector estaba ansioso por ponerse el traje del Caballero Luna, su auténtica piel, sin la cual se sentía desnudo. ¿Notaba alguno de sus compañero esa ansía? No lo creía posible, pero era mejor que no se dieran cuenta.


Charles Weber guardó sus dos pistolas en las cartucheras bajo su gabardina. Su novia se colocó junto a él al lado de la puerta del piso.

-¿No llevo el traje? Puedo llevarme las unidades vibroconmocionadoras por si acaso- dijo Herman.

-Prefiero que no. Vamos a hablar. Coge los dos maletines- le enseñó los dos maletines que él llevaba-. Yo llevo otros dos. El dinero en grandes sumas impresiona a cualquiera y más a un asesino a sueldo.

-¿Dónde es el punto de reunión?- preguntó Sally.

-En un pequeño tugurio en Harlem.


Poco después, ya de noche. Harlem.

El gran hombre afroamericano vestido con una chaqueta de cuero, camiseta blanca y pantalones vaqueros, agarraba las bolsas de papel llenas de productos del supermercado con cuidado de no aplastarlas, mientras se acercaba a su casa. En las escaleras que conducían a su portal, se encontraba un hombre asiático que se levantó para recibirle.

-Buenas noches, Luke.

-Buenas noches, Shang- Cage sonrió al verle y sacó las llaves de su casa con la mano que tenía libre-. ¿Te quedas a cenar? Sé que no comes mucha carne, pero puedo prepararte algo que te guste, en un rato. No es molestia.

-¿Tienes algo de tiempo libre para hablar?

-Para ti, todo el que quieras. Mañana tengo un curro rápido. Una banda de jóvenes está extorsionando a una pareja de ancianos para que se vayan de su piso, así que creo que tendrán que aprender quién soy.

-Bueno, yo estoy trabajando ahora así que tendrá que ser una charla rápida.

-¿Estás trabajando? ¿Es que eres periodista o algo así?- bromeó Cage.

-No, estoy aquí para hacerte una oferta.

-Uhm. No soy de esos tipos que experimentan, soy de los clásicos, pero gracias por la oferta- guiñó un ojo a su amigo, quien rió ante la broma.

-No, estoy aquí por orden de Marc Spector.

Cage fue a abrir la puerta pero se detuvo un instante.

-Spector. ¿Cómo le va?

-¿Recuerdas aquel equipo que reunió Daredevil y al que Spector te pidió que te unieras a él?

-Claro. Un gran equipo, aunque una lástima que no durase.

-Spector nos ha reunido de nuevo.

Cage suspiró sonoramente, introdujo la llave en su ranura y abrió el portal. Shang no hizo ademán de detenerle.

-No, Shang.

El asiático no respondió, sino que se mantuvo en su sitio, mirando fijamente a Cage.

-Odió que hagas eso.

-¿El qué?

-Lo de quedarte callado esperando que el otro hable para así poder pillarle.

-No tengo que pillarte.

-Te agradezco...¿por qué no ha venido Marc?

-Está liado con otra persona.


La Cocina del Infierno.

El Caballero Luna se asomó desde la azotea y miró las calles que tenía debajo. En la oscuridad de donde estaban, Capa le habló.

-Creía que sabías encontrarle.

-Eso suponía, pero parece que nuestro amigo se esconde mejor de lo esperado. ¿No puedes teleportarte dónde él esté?

Capa esbozó una leve sonrisa en la oscuridad.

-Sabes bien cómo funcionan mis poderes y conoces que no van de esa manera.

-Touche- Spector sonrió bajo la máscara-. No hace falta que le busquemos, ya está aquí.

Los dos amigos se volvieron hacia las sombras que había en la otra punta de la azotea. Daredevil se dejó ver levemente.

-Impresionante. Al final me habéis detectado- susurró.

-¿Cuánto llevas ahí?- preguntó el Caballero Luna.

-Un rato. Os he escuchado desde el momento en que habéis entrado en mi barrio- miró a Capa-. Hola, Capa.

Capa asintió a modo de saludo.

-Venimos a hacerte una oferta.

-Si tú y Capa estáis aquí, creo que sé cuál es esa oferta.


-Daredevil dirá que no- dijo Cage.

-Yo opino lo mismo. Él y Spector no terminaron muy bien, pero creo que un grupo como el nuestro haría un gran bien a la ciudad...al mundo.

-No te digo lo contrario, ya sabes que me afectó bastante que el grupo se disolviera, pero si pasó una vez puede volver a pasar.

-Esta vez no. Tendrías que ver todo lo organizado por Spector.

-Marc fue quien disolvió el grupo.

-También fue quien te hizo entrar en él y quien te defendió ante Daredevil.

-Se lo agradezco, es un buen amigo, pero no me interesa...por ahora. La oferta es muy tentadora pero ahora mismo no.

-Bueno, no te haría cambiar de opinión. ¿Verdad?

-No- Cage rió-. Sin embargo, no es una negativa de por vida. Si en el futuro os hace falta alguien más, llamadme a mi primero. Sin dudarlo.

-Así lo haremos- Shang-Chi saludó a su manera a Luke Cage y se dispuso a irse cuando su amigo le detuvo.

-No lo intentéis con Puño de Hierro- Shang le miró extrañado-. Está con SHIELD.

-Spector se sentirá muy decepcionado también con eso.


-Estoy muy decepcionado- murmuró el Caballero Luna.

-Me lo imagino, pero mi respuesta sigue siendo no- volvió a decir Daredevil.

-¿Por qué no?- preguntó Capa desde donde estaba-. Tengo entendido que tú formaste el anterior grupo

-Lo formé por una razón concreta.

-Una razón que realmente no servía, una razón egoísta- añadió Spector.

-No tengo ganas de discutir contigo, Spector. Hace poco que volví a la ciudad y aún menos que recuperé mi barrio.

-Si hubiéramos estado unidos no hubieras tenido que recuperarlo tú solo.

-He dicho que no. Además, tengo mis propios problemas ahora mismo.

-¿Y si nuestro propósito volviera a ser cazar a Punisher? ¿Te unirías?

Daredevil se mantuvo en silencio unos instantes, sintiendo una mezcla de rabia y vergüenza ante la pregunta y su posible contestación.

-No, Punisher no puede ser detenido de manera normal(5). De todos modos, luego nos dedicamos a salvar la ciudad. ¿Verdad? Y tú desmantelaste el grupo, ¿verdad? Creo que os irá bien sin mí.

La tensión entre el caballero escarlata y el caballero blanco se hacía patente. Spector miró de arriba abajo a Daredevil y se volvió hacia Capa.

-Nos vamos. No hay nada que hacer.

-Un placer verte por aquí, Capa- saludó Daredevil sin molestarse en despedirse de Spector, quien se metió dentro de la capa de su compañero quien se teleportó a la Torre Spector.


Shang-Chi paseaba por el Harlem, sin mucho ánimo tras la negativa de su amigo. Sabía que la lista de Spector era bastante larga, pero entre los que ya estaban ocupados y los que decían que no, la lista se hacía cada vez más pequeña. Si al final no encontraban a nadie más, ¿disolvería el grupo Spector, otra vez? No podía culpar a Cage por decir que no aunque él estaba convencido que hacía lo correcto. ¿Verdad?

De repente, se fijó en un hombre que entraba en un local bastante animado por la calle por la que paseaba. La cara del hombre joven le sonaba y en pocos segundos sabía de qué: era uno de los Ladrones Fantasma.

Sin reparar en que llevaba en su oído derecho el transmisor para avisar a sus compañeros, entró en el local, lleno de motoristas y delincuentes. El humo y el olor a alcohol le invadieron. Vio al hombre joven sentado junto a un hombre de cabeza rapada y mirada desafiante.

“Bueno, no son muchos” pensó Shang-Chi contando rápidamente los hombres que allí había y podían causarle problemas.

Se acercó al hombre joven que sostenía dos maletines frente al tipo de la cabeza rapada y le miró fijamente. El hombre joven no pareció reconocerle pero el otro sí.

-¡Tú! Vas a ir a la cárcel o a un hospital. Tú decides.

Charles Weber sonrió de forma nerviosa y miró al otro hombre.

-Tranquilo, no sé quién es pero enseguida...

-Es Shang-Chi, la leyenda, el mito de Chinatown. Su padre es Fu-Manchu, señor de los bajos fondos de China y futuro rey del mundo.

-Veo que estás bastante informado- murmuró Shang sorprendido.

Algunos de los hombres del local salieron despavoridos, otros se prepararon para una buena pelea y los trabajadores del local se ocultaron tras la barra.

-¿Es un superhéroe?- preguntó Charles al hombre.

-No, exactamente. Es un fraude, una lastimera forma de lo que debería ser.

-¡Calla! Vengo a por él y por nadie más. Cualquiera que se meta en mi camino, recibirá su destino.

-De acuerdo- Charles Weber sacó dos fajos de billetes de su gabardina y señaló con ellos a los hombres que quedaban en el local-. ¡Caballeros, aquí tengo tres mil dólares! ¡Serán para el que logre derribarle!

Charles se volvió a sentar, mientras Shang se volvía hacia los demás hombres que ya se relamían con el premio.

-Los que os vayáis ahora mismo no iréis al hospital- ninguno de los hombres se fue sino que se acercaron más a él.

-¿Qué pretendes?- preguntó el hombre rapado a Charles Weber.

-Quiero comprobar una cosa. ¿Le conoces? ¿Saldrá de esta?

-Espero que sí, para poder medirse conmigo. Por cierto, acepto el trato. Me tienes en tu equipo.

-¡Genial!- tomó un sorbo de su cerveza-. Disfrutemos del espectáculo.

Shang-Chi se colocó en posición de combate y sonrió.

-De acuerdo. Venid a por mí.

Continuará...


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Referencias:
1 .- El personaje en español fue llamado el Conmocionador, pero es de los pocos casos en los que prefiero el nombre en inglés, Shocker. Siento las molestias causadas.
2 .- Antes de ser Capa y Puñal, eran unos simples adolescentes que vagaban sin rumbo por las calles hasta que les involucraron en un extraño experimento con drogas de diseño. Se cree que despertaron unos poderes que aún no están del todo claro que sean mutantes en su totalidad.
3 .- Medianoche fue uno de los clásicos enemigos de Shang-Chi que murió en una pelea con este...al menos el primer hombre que se hizo llamar Medianoche.
4 .- La primera vez que Luke Cage se unió a este equipo sin nombre (que los lectores conocemos como Marvel Knights) fue el Caballero Luna quien le convenció de ello.
5 .- Ver el tomo “Punisher: La conjura de los necios” primer tomo del personaje publicado por Panini en formato 100% Marvel que contenía un arco argumental donde la andadura del personaje terminaba en la línea MK. En dicho tomo, Punisher dejaba claro a Daredevil que solo le detendría matándole.

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