Los Vengadores nº09

Título: Ayer me vengúe por lo que hiciste mañana (y II): Chispas y Estrellas
Autor: Lobo Rojo
Portada: Edgar Rocha
Publicado en: Septiembre 2006

Mientras el ataque de los Badoon continúa y el experimento en el proyecto Pegaso continúa, Hércules deberá tomar una de las decisiones más difíciles de su vida, algo que la cambiará para siempre...
Y llegó un día en el que los héroes más poderosos de la Tierra se unieron contra el enemigo común...¡Aquél día nacieron los Vengadores!... Para combatir aquellas amenazas que ningún superhéroe podría derrotar en solitario.
Creado por Stan Lee y Jack Kirby

Cuando muere un héroe sus camaradas se reúnen alrededor de su tumba para honrarle y darle su último adiós. Generalmente los cielos se encapotan para entonarse con el luto, y la lluvia riega el cementerio como si los dioses llorasen por la pérdida de un ser querido. Esta soleada mañana, sobre este pequeño cementerio local la situación es bien distinta. Diversos miembros de los Héroes Más Poderosos de la Tierra se han reunido para despedir a su más reciente pérdida. El silencio solo es cortado por la voz del sacerdote que oficia la ceremonia. Cada miembro de los Vengadores presentes recuerda como llegaron a esta situación, se preguntan si podrían haber hecho algo para evitar la pérdida, y alguno, incluso, se siente culpable...



Cuatro días antes

Mónica Rambeau, la vengadora llamada Fotón, quería gritar mientras su mente se sentía despedazada, pero con su cuerpo transformado en energía sus cuerdas vocales no podían funcionar. Sus átomos se fusionaban y se separaban continuamente con los de Arthur Parks, más conocido como el Láser Viviente. Al otro lado de la mampara podía ver los rostros alarmados de Henry Pym, Tony Stark y Anson Harkov, algo marchaba mal y no podía comunicarse con ellos, era incapaz de concentrarse y sintonizar con el espectro electromagnético hasta acceder a una frecuencia de radio, estaba incomunicada, impotente...


Horas antes en la Mansión de los Vengadores

La última planta de la Mansión de los Vengadores posee un hangar multiespecializado donde los Quinjets de los Vengadores, por un acuerdo con el ayuntamiento de Nueva York, el Consejo Nacional de Seguridad y la Federación para la Regulación del Tráfico Aéreo Estadounidense, pueden despegar y aterrizar sin riesgos para la población urbana. Este acuerdo es válido también para cualquier nave voladora que transporte en misión de emergencia a cualquiera de los coloridos personajes que ostentan el título de vengador. Así, la nave de Titán que devuelve a la tierra al sintozoide llamado la Visión, y a Miguel Santos, más conocido como el Rayo Viviente hace su entrada en el clásico edificio de Manhattan, ante la atenta mirada del Caballero Negro, actual líder del grupo, sus compañeras, la Avispa, y Ave de Fuego, y el siempre eficaz mayordomo, Edwin Jarvis.

- Nunca dejará de maravillarme la sofisticada tecnología de los Eternos de Titán. –Comentó Dane Whitman - ¿Habéis visto con que delicadeza se está posando la nave sobre el suelo de nuestro hangar? Parece una nave casi viva...

- Solo he visto aterrizar un quinjet con esa precisión cuando la Visión, o las computadoras de la armadura de Iron Man interactúan con los mandos de la aeronave. – Contestó la Avispa.

- ¿Jarvis, está todo listo? – Preguntó el presidente de los Vengadores.

- Sí, señor Caballero. Las unidades médicas están dispuestas para atender al Rayo Viviente en cuanto le traslademos a la enfermería.

- Perfecto...

En cuestión de segundos la escotilla de la nave titaniana se abrió y de ella descendieron los dos esperados vengadores. Sus compañeros se acercaron a saludarles.

- Dane comentaba que ha sido un aterrizaje perfecto, Visión, - Dijo Ave de Fuego - ¿Lo has dirigido tú? – Ante la pregunta de Bonita Juárez, el sintozoide vengador pareció dudar.

- No, Ave de Fuego. Me temo que no. Desde hace ya unos años la tecnología de Titán está programada para evitar que cualquiera, especialmente yo, pueda obtener acceso a sus computadoras. – De todos los presentes, solo el perspicaz mayordomo pudo notar la sombra de vergüenza que asomó en el habitual rostro imperturbable del vengador artificial.

El Caballero Negro y la Avispa, más preocupados por el estado físico de Miguel Santos, tan solo pararon medio segundo, si lo hicieron, para recordar como la Visión, usando la tecnología de ISAAC, el supercomputador que rige el satélite de Titán, tomó control de todos los sistemas informáticos de la tierra en un desesperado y utópico intento de forzar a sus gobiernos a transformar el planeta en un paraíso de paz[1]. Por fortuna, los Vengadores le hicieron desistir de sus nobles, pero equivocadas intenciones.

- Estoy bien – Contestó Miguel Santos a las preguntas de Janet Van Dyne – Solo un poco mareado y bastante cansado.

- Bonita, ayuda a Jarvis a acomodar a Miguel en la enfermería y luego reúnete con nosotros. – Ordenó el Caballero – Jan, Visión, acompañadme a la sala de reuniones, tenemos que hablar sobre este asunto con los Baadon, y comprobar como les va a Pym, Stark y Fotón con el Láser Viviente.


Soluciones Stark

- Bien Mónica, la operación es sencilla y está controlada. Los riesgos son mínimos... ¿estás dispuesta? – Preguntó Tony Stark.

- Por supuesto – contestó ella con decisión.

- ¿ Y tú, Parks? – Se volvió Stark hacia la figura luminosa del monitor a su espalda.

- Yo...yo... ¿Dolerá? – Contestó el Láser Viviente dubitativo

- Dolerá horrores – Aseguró Stark sin ningún disimulo. Su mirada fría se clavó en su antiguo enemigo. Y volvió a preguntar con rotundidad. - ¿Estás preparado?

El Láser Viviente calló, lo que exasperó el ánimo de Tony Stark.

- ¡Por Dios, Parks! ¡Esto no es un juego! ¡Hay vidas en peligro!

- ¡Entre ellas la mía! – Contestó el Láser. – ¡Tú no sabes el dolor que se siente al intentar transformarse! La agonía... – Chilló Arthur Parks al borde de la histeria.

- iDebiste de pensártelo dos veces antes de jugar científico loco e implantarte todos esos diodos láser bajo la piel! ¡Fueron tus ansias de poder y venganza las que te llevaron hasta donde estás...!

Las miradas entre los dos viejos enemigos se cruzaron desafiantes. El doctor Henry Pym observó la escena. "Curioso" pensó. El Láser Viviente comenzó siendo enemigo suyo, y ahora parecía más un oponente de Iron Man. No era la primera vez que pasaba. Nathan Garrett, el Caballero Negro villano, el Puercoespín, incluso más recientemente el Torbellino, todos los villanos de sus primeros tiempos como super-héroe dejaron de oponérsele y pasaron a enfrentarse a otros vengadores más populares como Iron Man o el Capitán América... Era un alivio que dejasen de buscar venganza contra él, y sin embargo, no podía apartar de sí un sentimiento de decepción. Fue entonces cuando se percató de que la discusión entre Stark y Parks había incrementado y el vengador había sellado su armadura, dispuesto a emprender una acción violenta contra el Láser. Por su parte, Arthur Parks se disponía a repeler cualquier ataque, los niveles de energía láser de su cámara estanca comenzaban a alcanzar el límite.

- ¡Tony, no! ¡Por lo que más quieras! – Chilló Pym al tiempo que aumentaba de tamaño e interceptaba con su gigantesca mano al vengador dorado. Al mismo tiempo, Fotón, en su forma de rayos X, atravesó el muro de contención y alcanzó la cámara sellada donde el Láser estaba confinado.

- ¡Láser! ... Arthur... Tranquilízate. - Dijo mientras asumía de nuevo su forma lumínica. Al ver a Fotón a su lado el Láser Viviente se calmó.

- Tú... tú si te has portado bien conmigo.- Los niveles de energía lumínica comenzaron a descender en la habitación.

- Arthur... creí que ya habíamos hablado de esto... – Comentó con suavidad.

- Sí, es solo que...

- ¿Qué ocurre? ¿Es miedo al dolor? Arthur, no puedes dejar que te atenace. Perderás todo lo que llevamos ganado...

- No, no es eso... bueno... sí. En parte. Es solo que la actitud autoritaria y autosuficiente de Stark es insoportable.

- Ya... – Consideró ella. – La verdad es que no está pasando una de sus mejores épocas[2].


Al mismo tiempo en el espacio exterior

Los restos de la flota Baadon derrotada, con sus tripulaciones todavía bajo la influencia del vengador Starfox, se dirigían de regreso a su galaxia, vigilados atentamente por el eterno de Titán y su compañero Quasar.

- ¡Amigo Eros, amigo Eros! – Dijo excitado uno de los aliens al frente de los sistemas de comunicación.

- ¿Sí? – Contestó curioso el hijo de Mentor.

Quasar observó como el baadon intercambiaba información con Eros. Al ver el cambio de gesto en el rostro de Starfox y como se dirigió hacia él, Wendell preguntó.

- ¿Problemas?

- No lo se. Los sistemas de detección han localizado un grupo de naves dirigiéndose hacia nosotros. Depende de sus intenciones, pueden ser problemas o no.

- Saldré a su encuentro, e intentaré recabar toda la información posible. -

- Ten cuidado – Advirtió Starfox mientras le veía alejarse envuelto en un fulgor dorado.


Las bandas quantum del vengador cósmico analizaron las naves que se dirigían a interceptarles. A medida que estaban más cerca su exploración detectó unos puntos pequeños disgregados del grueso de la flota. Al parecer seres humanoides volaban escoltando la comitiva que cada vez estaba más cerca. Wendell Vaughn no tardó en reconocer el diseño de las naves como pertenecientes al imperio Sh´Iar. Fue entonces cuando una voz en su cabeza llamó su atención.

- ¡Quasar, de los Vengadores de la Tierra, protector del Universo y portador de las bandas Quantum. Heraldo de Eón y tutor de Época! ¡No temas, venimos en paz! Yo, Oráculo, de la Guardia Imperial Sh´Iar, te saludo y te invito a conferenciar con nosotros. Nuestro pretor, Gladiador, y Rompedor, te escoltaran hasta nuestra nave capitana.



Antes de que siquiera parpadease, Quasar se encontró cara a cara con los dos poderosos miembros de la Guardia Imperial. Tras cruzarse miradas intimidatorias, el vengador optó por acompañarles amistosamente.


Hospital Memorial.

En la habitación de la moribunda Taylor Madison, el Hijo de Zeus lleva horas sin moverse de los pies del lecho de de su amada.

- Hércules...- Le dijo con suavidad la doctora Foster. – Perdóname, pero no puedes seguir así. Deberías...

- ¿Debería qué? Milady Jane. ¿Qué me aconsejas? – Contestó él Hijo de Zeus – Tu ciencia no puede ayudar más a mi amada, - Dijo señalando el camastro donde yacía la entubada Taylor Madison - tan solo mitigar su dolor y prolongar su agonía... ¿Hasta cuando?

- Por favor, - posó la mano en su hombro y le miró con franqueza a los ojos. –no pierdas la esperanza... Siempre puede ocurrir un...

- ¿Un qué? ¿Un milagro? - Y rió con sonoridad - ¡Ja,ja,ja,ja! Eso es cosa de dioses y yo hace tiempo dejé de serlo. Cuando me atreví a desafiar a mi padre por el amor de esta mujer. Mi fuerza y resistencia pueden no haber variado, pero el paso del tiempo vuelve a hacer mella en mí. No me importa envejecer, no tengo miedo a la muerte, pero quiero hacerlo a su lado. Y ella, ella se está yendo... Y nadie puede hacer nada...

- ¿Nadie? Pero...

- Mi padre, Zeus, Señor del Olimpo, Thor, antaño mi mejor amigo, y reciente Señor de Asgard, se han vuelto contra mí, me han dado la espalda en el momento en que más podría necesitarlos, negándome su ayuda. Si ellos no hacen nada, ningún Dios lo hará...

- ¿Estás seguro mi querido amigo? – Dijo una voz procedente de las sombras de un rincón de la habitación donde segundos antes no había nadie. Un escalofrío recorrió la espalda de Jane Foster al reconocer aquella voz que rezumaba maldad y regocijo a partes iguales, su apariencia, ahora más terrible, había cambiado, pero el brillo maligno de sus ojos lo podría reconocer en cualquier parte. Hércules también...

- ¡Loki! – Exclamaron ambos al unísono.


Calles de Nueva York

La niña llora desconsolada mientras señala la copa de un árbol cercano. El padre se ha quitado la chaqueta, se ha arremangado la camisa y comienza a trepar por el tronco. Todo por evitar las lágrimas de su niña. No las tiene todas consigo pero lentamente asciende hasta las ramas más altas. No quiere mirar para abajo, estira el brazo, hacia el pequeño Piolín. No deja de pensar en que Piolín es nombre para un canario, y no para un gato, pero su hija quería un gato, y le gustaba más el nombre de Piolín que el de Silvestre. Ya está cerca, puede estirar el brazo, y si el felino accede podrá recogerlo, en un brazo, entonces, sin mirar abajo, lenta, muy lentamente, descenderá y verá el sonriente e iluminado rostro de su niña. Pero para desgracia de Albert, parece que Piolín no está por la labor. Cuando la mano del padre de su dueña se estira hacia él, el lindo gatito, asustado, saca las uñas y las clava con fuerza. Albert ante el dolor pierde el equilibrio, su asidero, y cae. De pronto, su caída es detenida por un fuerte brazo. Con perplejidad, Albert descubre que está en los brazos de un hombre moreno y sonriente, poderoso y... volador. Con calma el salvador deposita a Albert en el suelo, le pregunta educadamente como se encuentra, y tras escuchar sus balbuceantes respuestas, se eleva de nuevo hacia la copa del árbol. Los zarpazos de Piolín son inútiles contra su piel de acero. Sin perder la compostura, la figura vestida de azul regresa al lado de la desconsolada niña y su padre con el felino indemne envuelto en su capa roja. Tras entregarlo luciendo una destelleante y blanca sonrisa, saluda con la mano, y remonta el vuelo en dirección hacia otro lugar donde se le necesite. Tras de sí quedan unos boquiabiertos ciudadanos incapaces de creer lo que han visto.




Ahora en el Cementerio

Los jets de las botas de Iron Man sobrevuelan el cementerio donde los héroes lloran al amigo caído. El vengador dorado no aterriza en primera fila como sería su costumbre, sino que se mantiene apartado, observando desde una colina cercana.

Desde su coche patrulla dos policías distinguen su figura.

- Oye Mike, ¿No hay una orden de detención contra Stark? – Dice uno de ellos - Quizás deberíamos...

- No, este no es el momento. Si intentamos acercarnos echaría a volar, y su armadura es inmune a nuestras armas. Además, es muy probable que la armadura esté controlada a distancia. ¿Has probado a leerle los derechos a una de las cáscaras de cacahuete vacías que hay en el cenicero? Sería igual de ridículo.

Los receptores auditivos amplificados de la armadura de Stark escuchan a los dos agentes, y en el interior de la armadura el vengador sonríe un momento. Tenía que haber venido en persona era lo menos que podía hacer. Casi al instante, al recordar la pérdida que ha venido a honrar, su rostro se vuelve serio, y los ojos se le humedecen. Entonces recuerda...

Cuatro días antes. Soluciones Stark.

- ¿Tony, puedo hablar contigo...?

- Por supuesto Mónica. – Dijo él usando el tono que acostumbraba a utilizar cuando una mujer bonita le hablaba.

- Verás, no se lo que está pasando exactamente, Tony. Pero hay algo que no me gusta. Es... No se, me ha recordado a los días cuando me uní a los Vengadores por primera vez.

- Bueno, Fotón ha pasado mucho tiempo desde entonces – dijo él mientras le colocaba paternalmente el brazo sobre el hombro. – Has demostrado en infinidad de veces lo que vales para este grupo...

- No, no me entiendes – Dijo mientras retiraba suavemente el brazo de Stark – No me refiero a mi. Me refiero a ti. – y clavó sus profundos ojos oscuros en el hombre de la armadura de acero.

- ¿A mi? – Contestó contrariado

- Sí. Cuando me uní a los Vengadores eras un héroe de identidad secreta, un modelo a seguir por todos. En tan solo cuestión de semanas, abandonaste el grupo, coincidiendo con la quiebra de Stark International. Entonces pensé que Iron Man tenía que respaldar al arruinado Stark en tan graves circunstancias y no podía dedicarse al grupo. Solo meses más tarde me enteré de que Stark era Iron Man y que un amigo suyo le había sustituido temporalmente a cargo de la armadura...

- Sí fueron tiempos duros, pero aquello ya pasó...

- Déjame terminar. Estos días estoy viendo en ti detalles que me recuerdan al vengador de aquellos tiempos, el que estaba apunto de romperse y acabó sumiéndose en un pozo muy oscuro y profundo...

- Fotón, yo...

- No, no me contestes, Tony. Solo tú sabes lo que estás haciendo. Y si tengo razón en mis presentimientos solo tú puedes detenerte y evitar tu propia caída. – Ambos se miraron en silencio durante unos segundos. Mónica Rambeau prosiguió. - Pero eso tendrá que ser más tarde. Hoy estamos aquí con un objetivo, recuperar el cuerpo de un hombre y contribuir a su estabilidad mental, devolverle la vida. Deja tu arrogancia a un lado y ayúdanos a hacerlo. Sé el vengador dorado que necesitamos. Por favor.

- Por supuesto. – Contestó sin titubear. Satisfecha, Fotón se dirigió hacia la salida.

- ¡Mónica, espera! - Dijo Iron Man.

-¿Sí?- Contestó ella.

- ¡Gracias! De verdad.

- No hay de qué, vengador. – Sonrío ella mientras salía del despacho.



En la cámara estanca en la que se hallaba confinado, Arthur Parks recordaba ansioso lo que era tener una forma física. Para mantener la cordura, su mente manipulaba la forma de energía en la que se había convertido creando un holograma de sí mismo. Miró las palmas de sus manos e instintivamente intentó juntarlas... se atravesaron mutuamente, como los haces de luz giratorios de una discoteca al cruzarse. Se desesperó por enésima vez.

- Paciencia Arthur... – Sonó la voz del profesor Anson Harkov a través del sistema de comunicación de la celda.

- Harkov... Ha pasado tiempo. – Contestó el Láser. – ¿Por fin te atreves a hablarme “Profesor”?

- Las cosas no tenían que haber salido así, hijo. Eras tan brillante... Uno de los mejores alumnos que he tenido...

- ¿Uno? El mejor, viejo. No lo dudes.

- Seguramente, Arthur, y sin embargo tu ambición y tu orgullo te perdieron. Pudiste continuar a mi lado...

- ¿Como tu eterno ayudante? Eso te hubiera gustado... No, Arthur Parks se prometió que nunca sería un secundón.

- Y así has llegado a donde has llegado. – Dijo Harkov con compasión – Una pena, con nuestro talento unido podríamos haber descubierto tantas cosas. Explorar juntos la energía fotónica y sus posibilidades... Tu propio brillo te cegó, usaste tus conocimientos sobre la luz para crear unos dispositivos de los que beneficiarte y te olvidaste de todas las aplicaciones que hubieran podido ayudar a la humanidad, sistemas de comunicación, de transporte, medicina...

- Ahórrate la charla, viejo. ¿Qué has hecho tú?

- He pasado años estudiando la luz y sus aplicaciones, pero por prudencia nunca he podido encontrar la clave para dar el paso que tú has dado. – Se lamentó. – Dos mentes brillantes como las nuestras podrían haber catapultado el progreso de la humanidad a cotas insospechadas. Y todavía podemos hacerlo...

- ¿Qué quieres decir?

- He hablado con Stark. Si logramos recuperarte, una vez reestablecida tu salud, los Vengadores intercederán por ti ante la ley, y en poco tiempo se te permitirá trabajar conmigo en mis investigaciones. Podemos hacer tanto bien... ¿Qué me dices, Arthur?

Arthur Parks calló unos segundos y finalmente contestó. - Lo... lo pensaré.


Mansión de los Vengadores.

Ave de Fuego entró en la sala de reuniones de la Mansión, donde el Caballero Negro, y la Avispa oían los informes de la Visión de primera mano. Tímidamente, sin querer interrumpir, tomó asiento en su silla correspondiente. De los presentes solo Janet Van Dyne le dirigió una sonrisa, Dane Whitman permanecía pensativo, casi contrariado, mirando seriamente a la Visión, que continuó hablando durante unos cuantos minutos más. La recién llegada, pensó que si ella tuviese una personalidad más susceptible, le hubiera molestado el ínfimo caso que hicieron de su llegada.

- ...eso es todo. – Terminó el sintozoide finalmente. Y casi como si en ese momento se diese cuenta de la presencia de Bonita Juárez en la sala, giró la mirada hacia ella para preguntar. – ¿Ave de Fuego, cómo está el Rayo Viviente?

- Miguel está bien. Parece muy cansado y ha caído rendido en la cama. Jarvis se quedó velándole por si necesitaba algo.

- ¿Puedes ser más concreta Bonita? – Intervino el Caballero Negro - ¿Qué pasó con el examen médico?

- Oh... – dijo azarada – Pues los exámenes realizados en la enfermería demuestran que físicamente está bien. – intentó no ponerse nerviosa al ver que sus tres compañeros la miraban fijamente - En cuanto a su especial fisiología, los análisis están listos para ser estudiados por Hank... erh..., el doctor Pym, en cuanto este pueda.

- Perfecto, Avispa por favor, contacta con Soluciones Stark. – Ordenó el Caballero, pero antes de que la hermosa Van Dyne accediera a la consola de comunicaciones, las pantallas visoras se encendieron automáticamente y el rostro alarmado de Quasar apareció en ellas.

- ¡Atención, Vengadores! ¡Emergencia, código rojo!

- ¡Wendell! ¿Qué ocurre? – Preguntó la Avispa.

- Tuvimos un encuentro con parte de la flota Sh´Iar. Pese a su orgullosa altanería, la Guardia Imperial se mostró muy competente y colaboradora. En la nave capitana D´Coqrun nos informaron a Eros y a mi de que la Guardia Imperial había detenido esta misma mañana a otro contingente de la flota Baadon que amenazaba con exterminar a una raza primitiva, a la que denominaron Objetivo 2, en el sistema de Alfa Centauro. – Quasar alejó de su cabeza la idea de que él había sido marcado como Objetivo 3 y prosiguió - Oráculo, de la Guardia Imperial, leyó en la mente del oficial Baadon al mando que todo forma parte de una misma operación militar llamada Venganza Futura y que otras dos expediciones Baadon tenían como destino la tierra... Nosotros desbaratamos una, pero...

- Queda otra entonces – Concluyó la Visión - la partida que debe ir tras un supuesto Objetivo 1.

- Y a estas horas, sea cual sea su objetivo, debe de haber desembarcado en la tierra... – Añadió el Caballero Negro.

- Así que ahora mismo estoy abriendo un portal quantum para saltar hacia la órbita terrestre. – Terminó de decir Quasar - En unos minutos estaré ahí.


Soluciones Stark

El laboratorio principal del complejo de Stark Soluciones que el multimillonario vengador ha cedido a los Vengadores para la ocasión no tiene nada que envidiar al de la sede principal de Soluciones Stark en Nueva York. En él, durante las ultimas semanas Pym, Harkov y Stark han estudiado el estado del Láser Viviente, y ahora con ayuda de la vengadora Fotón creen que están preparados para realizar su tarea con éxito.

- Todo está listo Tony. – Confirmó Henry Pym mientras se ajustaba la máscara de su uniforme de Chaqueta Amarilla. – Las lentes de mi máscara protegerán mis retinas, al igual que la armadura de Iron Man protegerá a Stark. Anson, si haces el favor de ponerte los lentes protectores diseñados para ti.

- ¿Anson? - Pidió la aprobación Stark.

- Los niveles de energía son los adecuados – Contestó el profesor Harkov dijo mientras se colocaba las gafas. – Desde aquí puedo canalizar y almacenar el exceso de energía, evitando así alcanzar la masa crítica como ocurrió en el Proyecto Pegaso[3].

- Fotón, Parks... – Dijo Stark mirando a los dos manipuladores de energía.

- Cuando digáis – Contestó Mónica Rambeau.

El Láser Viviente vaciló y finalmente movió la cabeza afirmativamente.

- Li...listo.

- Pues vamos allá, - y tras aislarse herméticamente en el interior de su armadura el vengador dorado dio la orden definitiva - Proceded como hemos acordado. ¡YA! –

Mónica Rambeau se transformó en luz y su forma de energía se fusionó con la de Arthur Parks. Un relámpago cegador inundó la sala, al tiempo que los escaners que Anson Harkov comenzaban a medir los flujos de energía.

- In...increíble - murmuró el doctor Harkov asombrado. – Nunca pude sospecharlo...


Francia, Paris. A los pies de la Torre Eiffel.

Vance Astrovik y Angelica Jones, la pareja de miembros de los Vengadores, New Warriors y también mutantes, conocida como Justicia y Estrella de Fuego siempre había querido viajar a la vieja Europa de vacaciones. Unas vacaciones, merecidas por su esfuerzos y conseguidas gracias a su sueldo como Vengadores activos durante una temporada. Unas vacaciones románticas para una pareja enamorada ¿Y que hay más romántico en Europa que la ciudad de las luces?

- Venecia, Vance, te dije que debimos haber ido a Venecia. – Dijo la mutante conocida como Estrella de Fuego, al tiempo que volaba esquivando las ráfagas disparadas por la docena de aliens Baadon que les atacaban. - ¿son amigos tuyos, cariño? – Y una descarga de microondas desactivó las armas de media docena de aliens.

- Casi. – Contestó Justicia mientras formaba un escudo telekinético para protegerse de los disparos. – Son Baadon, una raza alien que conquistará la tierra dentro de diez siglos. – Y proyectó un ariete telequinético que impactó contra cuatro de sus oponentes dejándolos sin sentido. – Entonces, los Guardianes de la Galaxia les harán frente y plantarán la semilla de la libertad. – Vance observó de reojo como uno de sus enemigos sacaba un pequeño objeto, al mismo tiempo se percató de que otro apuntaba por la espalda a su chica, muy ocupada en desarmar a la otra media docena de aliens.

No tuvo opción, primero ella, luego su propia seguridad, una certera descarga telequinética derribó al francotirador traicionero, y un escudo tk, improvisado en el último momento, deflectó el objeto que el otro alien le lanzó. El rebote llevó el proyectil cerca de uno de los pilares de la Torre Eiffel, donde estalló. La legendaria torre comenzó a tambalearse poniendo en peligro a los turistas que se hallaban en su interior.

Estrella de Fuego no lo dudó, sin miramientos emitió una potente descarga de microondas contra los reptiles del espacio que tenía a su alrededor y ascendió volando con intención de desalojar a todos los civiles posibles.

Justicia comenzó a reforzar telequineticamente los soportes de la torre con la esperanza de dar tiempo a Angelica a salvar el máximo de vidas posibles. Eran ante todo, héroes.

Desde su posición privilegiada en el aire, cargada con una mujer embarazada y dos chiquillos, Estrella de Fuego observó con preocupación como uno de los Baadon aturdidos se recuperaba poco a poco y apuntaba con parsimonia contra Vance. Este, ocupado en mantener la torre Eiffel en equilibrio no podía hacer nada. Angelica en un momento pensó en freír al lagarto con una descarga de microondas, pero eso podría afectar al feto de la mujer que sostenía en brazos. No podía hacer nada.

- El objetivo cuatro está a tiro. – Gritó triunfante el Baadon, pero su sonrisa victoriosa se transformó en mueca de dolor cuando la pistola en su mano estalló prisionera de un constructo de energía creado por...

- ¡Quasar! – Exclamó Estrella aliviada.

- Afortunadamente llegué a tiempo. – Dijo él vengador cósmico mientras ayudaba a apuntalar la Torre Eiffel con sus constructos y a la vez encerraba en burbujas a todos los Baadon derrotados.

- ¿Quasar, sabes que significa esto? ¿Por qué nos atacaron? ¿Por qué me llamaron Objetivo 4...? – Preguntó con ansiedad Vance Astrovik cuando todo peligro había desaparecido.

- ¿Objetivo cuatro? – Repitió con preocupación Quasar al percatarse de que la amenaza no había terminado.


Hospital Memorial

- Curar a la mortal es fácil para mí. – Susurró la seductora voz del Dios del Engaño al oído de Hércules. – Pero, por supuesto, todo requiere un precio... ¿estarías dispuesto a pagarlo mi musculoso olímpico?

- Dilo. – Musitó Hércules pensativo - ¡El precio! ¿Cuál es?

- ¡No, Hércules! – Advirtió Jane Foster - No pactes con... – Un chasquear de los dedos de Loki ahogó el sonido procedente de la garganta de la doctora.

- Ah, la doctora Foster... – musitó aparentando melancolía - Has recorrido un largo camino desde los tiempos en que eras la enfermera del doctor Blake, el otro yo de mi odiado hermanastro. Eso te convirtió en un atractivo y conveniente rehén durante una larga temporada. Puede que ahora seas un médico entre los mortales, pero para Loki y el resto de los dioses ya no eres nada. Tenemos asuntos que discutir, déjanos.... ¡Te lo ordenó! - Sin mirar atrás, Jane Foster abandonó la habitación.

- ¿Por dónde íbamos mi forzudo amigo? - Dijo volviéndose hacia Hércules.

- El precio... dilo.

- Se acercan días oscuros... Días dónde solo se podrá sobrevivir mediante alianzas y pactos inteligentes. Surgirán varios bandos y habrá guerra. Todos, Dioses y mortales, necesitaremos aliados. Júrame que cuando necesite de tu fortaleza estarás a mi lado, y la salud de Taylor Madison será restablecida...

- Así sin más... ¿Sin trucos?

- Tienes mi palabra. – La voz de Loki era seductora, convincente, no en vano era el dios del engaño. - ¿Qué me dices? - Durante unos instantes Hércules dudó. Finalmente contestó.

- No, no hay pacto. Jamás lo habrá. Pactar con el Dios del Mal, el Manipulador, al que ligeramente algunos han llamado por educación o por miedo, el bromista, por evitar decir el mentiroso, no es la solución.

- ¿Y cual es la solución? - Chilló Loki con rabia – ¿Esperar a que papá Zeus y el noble Thor decidan posar la vista en ti? ¡Acaso no se sientan juntos en la misma mesa compartiendo bebidas mientras se ríen de tu desdicha! ¡Míralos! – Y de la mano de Loki brotó un humo blanco en el que se podía ver a Thor y a Zeus en los salones del Olimpo bebiendo juntos mientras compartían carcajadas. El ceño de Hércules se frunció. Y Loki adoptó un tono más amable y seductor, casi hipnótico.

- ¿Ves? Ahí están, los grandes señores mofándose de su poder. Decían que te apreciaban, pero ¿Qué han hecho por tu amada? ¡Nada! ¿Sabes lo que puedo hacer yo? Observa... – Y de nuevo con un movimiento de su mano Loki borró las imágenes de Thor y Zeus de los salones del Olimpo y las sustituyó por un caballero de dorada armadura que llegaba triunfante para ser recibido por su amada sentada en el trono. El campeón se quitó el yelmo y Hércules pudo contemplar su propio rostro exultante de alegría. La imagen de la mujer se agrandó y pudo ver en ella a Taylor, sonriente y bella como nunca... – Esto es lo que te puedo dar, Hércules. ¿Sigues negando mi alianza? – Dijo de nuevo con extrema afabilidad al tiempo que extendía su mano hacia él.

Hércules aturdido, casi hechizado, comenzó a dudar... Su boca se abrió para aceptar el pacto...Su mano se dirigió hacia su interlocutor como si tuviese voluntad propia con intención de estrecharse con la de Loki, y cerrar el trato. Loki en su interior sonreía victorioso cuando la espuma golpeó violentamente su rostro.

- ¡No te saldrás con la tuya! – La doctora Foster armada con un extintor había rociado la cara del dios del mal rompiendo el influjo que estaba ejerciendo sobre el vengador.

- ¿Qué? ¿Cómo has regresado? Te ordené...

- No puedes darme órdenes. Estoy tocada por los dioses. Igual que ignoré los designios de Zeus respecto a Taylor, ignoré tu control mental en cuanto salí de la habitación. No puedes manipularme... Soy inmune a tus trucos mentales.

- ¡Pero no eres inmune a un ataque físico, maldita mortal! – Exclamó mientras se dirigía hacia ella. Jane Foster no parpadeó ante el avance del asgardiano, sus manos sujetaban firmemente el extintor y estaba lista para golpearle la barbilla con él en cuanto estuviese a su alcance. No fue necesario, la túnica de Loki fue agarrada por unos dedos fuertes como el acero y su avance se detuvo.

- ¡Alto villano! – Ordenó Hércules, dueño de nuevo de sí mismo. Con un potente tirón, el Príncipe del Poder levantó a Loki del suelo y lo arrojó lejos de la doctora. Después se plantó firme ante él.

- ¡Tendrás que pasar sobre mi cadáver si quieres tocar a lady Jane! – Dijo cerrando los puños amenazador.

- ¿Así tratas a alguien que venía en son de paz? La mujer no me importa en realidad. ¿Qué dices de mi oferta?- Insistió Loki.

– No tienes nada que hacer aquí, asgardiano. Vete.

- Está bien, pero acabarás lamentándolo.- Un humo oscuro y espeso comenzó a brotar de sus pies. - No olvidaré esta afrenta Jane Foster. – Advirtió mientras se esfumaba.

- Desapareció. – Dijo Jane - Gracias Hérc, estaba aterrorizada y... – la doctora se interrumpió al comprobar que el vengador no la hacía caso, había vuelto a postrarse a los pies del lecho de su amada.


Sobre el Océano Atlántico

El Quinjet había despegado rumbo a Europa en cuanto Quasar trianguló la posición de los aliens invasores, sin embargo la amenaza había sido conjurada antes de que recorrieran una cuarta parte del camino. Sin embargo, la información del vengador cósmico dejó consternados al grupo de héroes, todavía existía un Objetivo 1, que estaba en peligro. La cuestión principal era quién y dónde.

- Comienzo a ver un modelo en todo esto. – Comentó la Visión. – Los Alfa Centauri, el joven Vance Astrovik...

- Sí, yo también – Añadió la Avispa

- ¿Os importa explicárnoslo? – Preguntó Dane Whitman.

- En un Futuro alternativo de dentro de diez siglos, los Baadon dominarán la tierra y parte de esta galaxia, y solo el nacimiento de un nuevo grupo de héroes, los Guardianes de la Galaxia, iniciará la ofensiva que les llevará a la derrota. Sabemos por nuestros encuentros con este grupo, que uno de sus miembros, Yondu, pertenece a la primitiva raza de los Alfa Centauro,...

- El Objetivo 2. – Murmuró el Caballero Negro

- Mientras que otro de ellos, el Mayor Vance Astro, es una versión futura de nuestro compañero vengador, Justicia. – Añadió la Avispa

- El Objetivo 4. – Dijo para sí Dane Whitman viéndolo todo más claro.

- Pensáis entonces que los Baadon están... – Intentó intervenir Ave de Fuego.

- Aunque los Guardianes procedían de un futuro alternativo, es muy posible que los Baadon, de alguna manera, hayan obtenido información sobre ellos y hayan iniciado esta operación para eliminar toda posibilidad de que en el futuro den al traste con sus planes de conquista. Las líneas alternativas pueden ser diferentes, pero a veces se desarrollan con detalles similares...

- Quizás incluso sea una retorcida misión de venganza. – Exclamó Whitman.

- ¿Retrocontinuidad despechada? Esto es demasiado para mí. - Comentó la Avispa. - Lo que no se es lo que pinta Quasar como Objetivo 3, y sobre todo quien puede ser el Objetivo 1.

- Está claro, que - dijo Ave de Fuego, - de alguna manera Wendell debe ser fundamental para la existencia de los Guardianes[4]. Lo mismo debe suceder con el Objetivo 1. Quizás alguien común a todos ellos...

Todos miraron incrédulos y en silencio a Ave de Fuego, los Guardianes no podían descender todos del mismo hombre. La mente computadora de la Visión sopesó las posibilidades, al tiempo que repasaba a velocidad proverbial todos los datos que sobre los Guardianes había en los archivos de los Vengadores. De pronto reaccionó alarmado. Y a una orden suya, el quinjet varió el rumbo y aumentó la velocidad.

- ¿Dónde vamos Visión? – Preguntó el Caballero Negro.

- Rumbo a Soluciones Stark.


Soluciones Stark

"El espectáculo de luz es inconcebible. Sino fuera por la gravedad de la situación me sentaría a disfrutar de los fuegos artificiales" pensó para sí Henry Pym.

– ¿Cómo está los niveles de energía? - preguntó a Harkov.

- Están dentro de los límites aceptables.

- La fisura dimensional está a punto de abrirse. – Comentó Iron Man. - ¿Cómo lo lleváis, Fotón, Láser?

- Bien - Dijo ella. -¿Arthur?

- Vamos allá. – Contestó él.

Las formas de luz del Láser Viviente y la antigua Capitán Marvel se diluyeron en un gran resplandor.

- Han abierto la brecha, - Informó Anson Harkov.

- Perfecto. - Los sensores de la armadura de Stark comenzaron a analizar la cantidad de energía desprendida, mientras que a su vez, la maquinaria del doctor Harkov comenzó a canalizar el exceso. Todo funcionaba según lo previsto, y sin embargo, Henry Pym tuvo un mal presentimiento.

- Tony, algo marcha mal.

El grito de agonía del Láser Viviente heló la sangre en las venas de los tres científicos presentes.

- ¡¡Los niveles de energía sobrepasan todas nuestras expectativas!! – Gritó Harkov alarmado.


En el exterior

Los Baadon siempre admiraron la capacidad de los Skrulls para moldear sus cuerpos e infiltrarse entre otras razas galácticas. Fue esta necesidad de pasar inadvertido lo que les condujo a diseñar el sistema de invisibilidad que les hace indetectables a ellos y sus naves. Lamentablemente el pequeño comando que habían enviado tras el Objetivo 4 al continente del otro lado del Océano Terrestre, quedaba fuera del alcance de su radio de acción. Ahora la nave Baadon flotaba invisible e indetectable sobre la sucursal de Soluciones Stark, justo donde se hallaba el Objetivo Principal. S´Tar y T´rek de guardia en el puente de mando detectaron la llegada veloz del Quinjet de los Vengadores.

- Capitán L´Matto, detectamos la aproximación a gran velocidad de una aeronave terrestre. – Informó S´Tar a través de su comunicador.

- Seguid su trayectoria, y no ataquéis sino estáis seguros de que habéis sido localizados. Algo que es imposible a todas luces. – Contestó la voz de su superior al otro lado del receptor. En tierra, L´Matto sonrío mientras dirigía a una docena de sus hombres a través de Soluciones Stark sin que nadie pudiera percibirles.

S´Tar y T´Rek intercambiaron una sonrisa cómplice, y siguieron la trayectoria del quinjet que finamente realizó un aterrizaje vertical en el aeródromo de las instalaciones. El Caballero Negro, la Visión, la Avispa, y Ave de Fuego salieron con precipitación de la nave y corrieron en dirección hacia el laboratorio principal justo cuando este comenzaba a brillar.

- Podemos disparar sobre ellos. – Dijo S´Tar. – Van en dirección hacia nuestros compañeros.

- Sería como disparar a Druffs[5]. – Contestó el copiloto. – Demasiado fácil.

- Si los Skrulls lo hacen... – Comentó mientras alargaba la mano hacia los sistemas de ataque, y entonces su conversación se interrumpió. La nave Baadon se encontró atrapada en una esfera gigante creada por los brazaletes quantum de Quasar, el Protector del Universo.

- Vengadores, mis bandas quanticas me permitieron localizar la nave Baadon. Siento no haber podido atravesar el Atlántico más deprisa[6]. Procedo a desactivar su armamento y su sistema de camuflaje tal y como nos enseñó Starfox.

- Gracias Wendell. – Contestó Dane Whitman. – ¿Visión, sigues sin poder contactar con Pym, Stark o Fotón? – Preguntó mientras avanzaban por el corredor.

- Me temo que no. Permanecen incomunicados. Su experimento requería toda su atención.

- ¡Maldita sea! ¿Avispa, dónde estás, informa? -

- Estoy un par de esquinas delante vuestro. El camino está despejado. He zigzageado por los pasillos sin chocar con ningún alien reptil invisible.

- Ten cuidado, Jan.

- No hay problema Dane, en este tamaño soy casi tan invisible para ellos, como ellos lo son para m... ¡Uh-oh! – En ese momento Quasar debió deshabilitar el camuflaje Baadon, ya que una docena de aliens se materializaron de la nada a escasos metros de la diminuta vengadora.

- ¡Avispa que ocurre! – Se preocupó el Caballero Negro.

- ¡Vengadores Reuníos! - Fue la contestación que recibió por su comunicador.


Unos escasos cinco minutos antes

Mientras avanza, invisible e indetectable, junto a sus hombres por los pasillos de Soluciones Stark, el capitán L´Matto de los Baadon, recuerda su día de gloria. El día en que la Fuerza Enigma le eligió a él como portador del poder del Capitán Universo para salvar la estirpe de los Baadon. Ese día, unos extraños seres del futuro llegaron al planeta natal de su raza con afán de exterminarlos y evitar así la futura expansión imperial de los Baadon. Una expansión que conquistaría la tierra dentro de diez siglos, y aniquilaría a gran parte de su población así como a las colonias que los terrestres crearan en planetas vecinos, como Mercurio, Júpiter o Plutón. Estos seres del futuro, los Guardianes de la Galaxia se llamaban, eran los únicos supervivientes de sus respectivas colonias, y eliminando a los Baadon pretendían, sino cambiar, al menos desahogar sus ansias de venganza ante el futuro exterminio de sus familias. Su lucha con los Guardianes fue interrumpida por el terrestre Doctor Extraño que usando magia desconocida para él, logró separarle de la Fuerza Enigma, permitiendo así que los Guardianes regresasen a la época futura de la que procedían[7]. Los enemigos huyeron con vida, no obstante fue su día de gloria, salvó a su raza del ataque de una tecnología superior que podía haberles exterminado. Fue un héroe, orgulloso de sí mismo durante los siguientes meses.

Y entonces vinieron los sueños,,, los sueños, y las voces... Vio el futuro, vio el dorado imperio que su raza construiría, y vio su caída. Vio a los mismos extraños seres que había combatido inflamar la antorcha de la rebelión en los esclavizados terrestres hasta primero tambalear y después derribar, la gloria del Imperio Baadon. No podía hacer nada por impedirlo, pues... ¿Acaso no ocurriría todo dentro de diez siglos? Entonces la voz le susurró... cuatro objetivos, cuatro golpes bien dados, y las vidas de sus contrincantes del futuro serían alteradas de forma irreversible. Al despertar lo vio todo claro. Durante las semanas siguientes usó las influencias ganadas por su día de gloria y organizó los ataques. Era difícil ganar todas las marcas pero alcanzar tan solo una de ellas ya cambiaría el futuro que había visto.

En el laboratorio ante él estaba el Objetivo 1. Sus hombres rápidamente colocaron el trípode que sostenía el aniquilador definitivo. L´Matto ajustó el arma para disparar a potencia letal. Los infrarrojos detectaban el calor de los cuerpos presentes al otro lado del muro. No había tiempo de establecer contacto visual, las cargas explosivas detonarían la puerta, e instantáneamente el disparo saldría en dirección a su víctima. Entonces, de alguna manera su camuflaje fue desactivado. Tres de sus hombres fueron noqueados por un pequeño objeto volador diminuto, al final del pasillo tres figuras con disfraces coloridos corrían hacia ellos, no había tiempo. Las cargas explosivas derribaron la puerta, al instante un imponente resplandor quemó las pupilas del capitán Baadon, pero este no dudó y apretó el gatillo en la dirección triangulada. El rayo mortal penetró en el laboratorio. En segundos, L´Matto nota el calor que rodea al aniquilador y se retira varios pasos. Las llamas emitidas por Ave de Fuego reducen el letal aparato a cenizas. El resto de sus hombres cae ante el poder de los Vengadores. Sin embargo L´Matto confía en haber ganado.


En el límite de la brecha entre nuestro mundo y la dimensión de la luz...

- ¡Arthur concéntrate! ¡Olvida el dolor y da todo de ti mismo! – Dijo Mónica Rambeau azotada por un remolino de luz.

- Lo intento – Contestó él – Pero duele...

- ¡No lo intentes, hazlo! Sino lo haces la brecha dimensional seguirá creciendo y la energía fotónica sobrepasará los límites que los aparatos diseñados por nuestros amigos pueden absorber....

El Láser Viviente cerró los ojos, o eso creyó hacer en su forma de energía, mentalmente se alejó de todo y se concentró ignorando el dolor tal y como había practicado en las últimas semanas con Fotón. Se sintió zarandeado por fuerzas más allá de su control, el dolor que experimentaba alcanzó límites tan insoportables que de pronto dejó de sentirlo. Sintió un hormigueo, luego calma, una calma que no conocía desde hacía años. Se sintió muy cansado, abrió los ojos y vio el mundo de otro color. ¡Sentía el suelo bajo su cuerpo! Miró el color bronceado de sus manos y tocó su cara. Sonrió. Estaba desnudo. Entonces a escasos metros de él vio el cuerpo inmóvil de Mónica Rambeau. Se acercó hacia ella temiendo lo peor. No la veía respirar, no le hallaba el pulso.

- No... No tiene pulso, no respira. – Exclamó con los ojos humedecidos.

El vengador dorado empujó a Parks un lado, el Caballero Negro entró en el laboratorio, evitó a Parks y se dirigió también hacia Mónica Rambeau. - Necesitamos asistencia médica! – Gritó. Henry Pym corrió a su lado.

Arthur Parks vio entonces a Bonita Juárez. Sus ojos llorosos miraban hacia el rincón donde había estado el profesor Anson Harkov. Solo un esqueleto quedaba en su lugar.

- ¿Harkov? – Preguntó Parks.

- Su esqueleto – Contestó Ave de Fuego horrorizada.

- Los huesos de Harkov... [8] – Comentó la Visión.


Dos días después. Mansión de los Vengadores.

Los apesadumbrados Frank y María Rambeau, padres de la vengadora Fotón, son recibidos por Jarvis el Mayordomo. Tras los afectados saludos son conducidos por este y los Vengadores presentes hasta la enfermería de la Mansión. Allí, abatidos por la pena, observan con aflicción el cuerpo de su hija Mónica encerrada en un tubo de éxtasis.

- ¿E...está viva? – Pregunta Frank.

- Sus constantes vitales están bajo mínimos. – Explica Dane Whitman.

- Hicimos todo lo posible por reanimarla. – Comenta el Doctor Pym, - Pero es como si su mente se hubiera apagado. No responde a ningún estímulo.

- Nuestros sistemas de mantenimiento la alimentan y la ayudan a respirar, sin ellos no tendría ninguna posibilidad. – La brusquedad con la que la Visión habló, levantó una mirada de reproche de Janet Van Dyne que se apresuró a intervenir.

- Los mejores especialistas se están ocupando de Mónica. – Puso la mano en el hombro de Frank - Está viva y no tardaremos en reanimarla. - Dijo secando las lágrimas del rostro de María.

- Mi... mi niña. – Sollozó Frank. Su mujer se apresuró a abrazarle.


Ahora en el Cementerio

La ceremonia termina. Tras unos minutos de silencio en señal de respeto al amigo perdido los presentes abandonan lentamente el camposanto. Tras ellos queda una tumba en cuya lápida de piedra queda inscrito en letras de bronce el siguiente epitafio.

Anson Harkov
Vivió por la luz
Murió por las estrellas
 1949-2006


Epílogo I Hospital Memorial

En el interior de su despacho, la doctora Foster se sobresaltó cuando el pitido de su busca comenzó a sonar ininterrumpidamente. Jane dejó a un lado los historiales médicos que tenía en sus manos y procedió a dirigirse a la planta donde la necesitaban. Era la habitación de Taylor Madison. Había intentado convencer al Hijo de Zeus que abandonase la habitación. Fue en vano. No ha asistido al funeral de Harkov. Ni siquiera ha visitado a la malherida Fotón. Sospecha que lamenta no haber aceptado la oferta de Loki. Loki... En un primer momento Jane temió lo peor, mientras tomaba el ascensor consideró una posible venganza de Loki, el ataque de algún supervillano... pero enseguida lo deshecho, el hospital estaba demasiado tranquilo para albergar una batalla de seres sobrehumanos. Salió del ascensor y se dirigió hacia la habitación. Lo primero que le chocó fue no ver a Hércules por ninguna parte, seguido por el olor de un humo familiar, el del rastro que deja un hechizo de transportación. La cama de Taylor estaba vacía. En su estado de preocupación la doctora no vio la luz encendida del cuarto de baño. Llamó a las enfermeras. Entonces vio la nota pegada en el cristal de la ventana.

”Milady Jane:

Perdóname, se que hiciste lo que pudiste, pero no me quedó otra opción, Ella lo es todo para mí. Dile que la quiero.

Hércules.”


En ese momento la puerta del baño se abrió, y una bella y saludable Taylor Madison salió de ella con mirada desconcertada.

- Perdón, ¿qué día es hoy? He perdido la noción del tiempo... – Preguntó a la anonadada doctora Foster.


Epílogo II

En su celda de contención, el ciego capitán L´Matto consideraba el resultado de su misión. Los Alfa Centauri fueron salvados por los Sh´Iar, el vengador llamado Justicia seguía vivo. El doctor Anson Harkov está muerto, por lo que carrera espacial de la tierra se verá retrasada durante siglos. Y Quasar... L´Matto pensó en el Protector del Universo y sonrió por unos instantes, para a continuación estallar en una sonora carcajada.


Epílogo III

Todo tiene un principio y un final... ¿Incluso el tiempo? Antes del primer segundo hubo 999 milésimas de segundo, podríamos desmembrar esas milésimas en otras milésimas de milésimas, y así extender una cadena infinita que nos llevaría cada vez más cerca del principio del tiempo sin llegar a alcanzarlo jamás, y sin embargo, sabemos que está ahí. ¿Dónde está el fin del tiempo? ¿De todos los tiempos? Se habla en susurros de un momento en el que la última estrella irá nova y se apagará... Se conoce ese momento como el fin de los tiempos, allí nacieron los Guardianes del Tiempo, trío de entidades que supervisan todas las líneas temporales pasadas y que ahora son informados por su lacayo, Inmortus, el autoproclamado señor del tiempo.

- Vuestras gracias, todo marcha según el plan diseñado. Otra realidad, la de la tierra 34.616.100, ha sido tocada por nuestros designios. Nuestra influencia sobre los Baadon ha derivado en la muerte del científico terrestre Anson Harkov, un hecho que retrasará siglos la expansión de la cultura terrestre a través de las estrellas. Otro de nuestros objetivos ha sido pues logrado.

- Y el joven terrestre... ¿Rick Jones? – Inquirió Zanth.

- Sí, ¿Que hay de él? - Redundó Vort.

- ¿Y de su conexión con la Fuerza del Destino? – Anotó preocupado Ast.

- Eso mis señorías, es una historia que podemos considerar ya escrita. En breve instantes viajaré al pasado, a la luna terrestre donde dispondré del joven Jones antes de que siquiera llegue a contactar con las energías que tanto tememos. –

Y dicho esto la figura de Inmortus se desmaterializó, dejando tras de sí a un trío de figuras pensativas.

Continuará…

Próximo Episodio:
No, verdaderos creyentes, me temo que ni Inmortus, ni los Guardianes del Tiempo pasarán por aquí. Sus manipulaciones y sus intentos de recluir a la humanidad en el planeta Tierra formaron parte de una historia que ya se contó en la maxiserie Avengers Forever 1-12 (1998-2000). Nosotros nos tendremos que contentar con...


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Referencias:
1 .- Una historia que comenzó en Avengers 238 (Dic-1983), pero que tuvo su punto álgido en Avengers 252-54 (Feb a Abr-1985)
2 .- Como podréis comprobar si leéis la serie de Iron Man en Action Tales
3 .- Como vimos en Los Vengadores 2-4
4 .- Efectivamente, los Vengadores no tienen forma de saber que en Guardians of the Galaxy 59 (Abril 1995), se reveló que Quasar es el padre de Halcón Estelar
5 .- Raza alien inofensiva sobre la que otros aliens sin escrúpulos disparan indiscriminadamente desde sus naves.
6 .- Quasar no usa los saltos quánticos dentro de la atmósfera terrestre ya que aumentan el agujero de la capa de Ozono, por ello se ha visto obligado a cruzar el océano a su máxima velocidad de vuelo, que no es moco de pavo.
7 .- Tal y como se narró en Guardians of the Galaxy 30-33 (1992-93)
8 .- "¡Huesos de Harkov!" Clásica exclamación de algunos miembros de los Guardianes de la Galaxia, como Martinex, o Charlie-27, nacidos en las colonias terrestres del Siglo XXX gracias a que un científico del Siglo XX llamado Harkov descubrió el método para viajar a través del espacio a la velocidad de la luz

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