Los Defensores nº14

Título: Una vez más, ¡el Exterminador de Demonios!
Autor: John Schneider
Portada: Juan Andrés Campos
Publicado en: Noviembre 2006

La Garra Negra esta apunto de desvelar el secreto que se oculta en Dogsville y los Defensores necesitaran la ayuda de Morbius y el nuevo Exterminador de Demonios para poder detener esa amenaza!!
El Doctor Extraño. Hulk. Estela Plateada. Namor. Poderosos guerreros que no encajan en ningun lugar. Cuatro héroes que se reúnen sólo cuando la Tierra se enfrenta a las mayores amenazas. Ellos son el "no-grupo" más famoso de la historia. Ellos son...
Creado por Roy Thomas y Ross Andru

Morbius no puede evitar mirar hacia atrás mientras sigue a la Garra Negra, lo que ve le provoca una sensación de malestar profunda, los muertos son convertidos en zombis uniéndose así al ejército de no muertos. La misma idea de usar los cadáveres como carne de cañón, volviéndolos contra aquello que defendieron en vida le parece obsceno al igual que su actitud distendida.

- No te preocupes por ellos, ahora serán felices, su vida se ha vuelto muchísimo más sencilla.

- Porque ya no tienen voluntad propia.

- Eso ayuda mucho, la gente le da demasiadas vueltas a los problemas, piensan demasiado y actúan muy poco. ¿Te imaginas un ejército en el que cada soldado decidiera su estrategia? Sería un caos, la gente necesita alguien que les guíe, que les diga qué deben hacer, aunque no haya ningún motivo, eso es lo de menos. Si tienes autoridad entonces no importará si la razón te acompaña.

- Así han empezado las mayores tragedias de la humanidad.

- Te aseguro que no te vas a perder esta, es más, tú serás en cierta medida el causante.



Mientras el Defensicar se dirige al pueblo de Dogville los Defensores estudian la situación. Namor mira la ficha de la Garra Negra con el ceño fruncido.

- ¿Es este chiste de supervillano el que tiene en jaque al FBI?

- No podemos permitirnos el lujo de subestimarlo, es una amenaza y como tal tenemos que tratarla. Estela, quiero que hagas un reconocimiento aéreo. Nosotros estableceremos un puesto de control a las afueras de Dogville, quiero evitar que llegue más gente.

Hulk comprueba una de las armas y mirando de reojo al hechicero supremo pregunta.

- ¿Y luego qué haremos? Tengo ganas de jugar un rato a matar zombis.

- Eso mismo será lo que hagamos, Morbius tendrá la parte más difícil, descubrir el plan de la Garra Negra y avisarnos.


La capa guía a su nuevo portador de vuelta a Dogville, a cumplir con su recién adquirida misión. La capa se siente cómoda en su nuevo portador, pero aún así no deja de pensar en el anterior. Se llamaba Eric Payne. Compartieron muchas aventuras. Luego cambió, renació diferente y libre de sus errores pasados. El mundo seguía necesitando un exterminador de demonios, y la capa se fue en busca de un sustituto. No fue hasta hace poco que sintió su llamada, como el canto de una sirena. Junto a ese sonido había otro más familiar, aunque más que un sonido era una sensación, un conjunto de señales que relacionas instintivamente a una situación o en este caso a una amenaza. La presencia de un demonio de gran poder produce una firma, una marca en la zona en la que está que criaturas sensibles como la capa detectan. Ese era el sonido que la llevó a Dogville. Parecía lógico que el regreso del Exterminador de Demonios coincidiera a su vez con la aparición de un demonio. ¿Para qué si no volvería?

Envuelto en una sensación extraña el nuevo portador se deja llevar por la capa. Apenas consigue asimilar lo sucedido en las últimas horas. Demasiado raro, incluso para lo que tiene visto. O quizás la diferencia sea que esta vez le ha afectado directamente, en vez de ser un espectador pasivo. Observa con curiosidad el hacha que le ha dado la capa. ¿Qué clase de arma es? No tiene ninguna duda de que se trata de algo más de lo que aparenta, y deberá serlo si piensa enfrentarse al ejército de zombis con ella. "Ya queda poco", le dice la capa. "Prepárate para tu momento".


El gobernador recibe las imágenes de Dogville en medio de una reunión con sus asesores. No hay palabras. SHIELD ha montado un perímetro para que nadie se acerque al pueblo. Las cámaras de los helicópteros muestran un ejército de no muertos acampado en la ciudad, quietos, esperando nuevas víctimas.

-Quiero respuestas ya, me dijeron que eran terroristas, que el FBI se encargaría. Maldita sea. Esto es un desastre.

Un veterano ex marine se levanta atrayendo la atención del resto de los presentes.

-Tiene razón señor, es un completo desastre. El problema es que no había manera de saberlo, a menos que vigilemos cada pueblo de este país las veinticuatro horas del día. Tenemos una amenaza de corte sobrenatural y ya hay un grupo de enmascarados en el tema, Los Defensores.

-¿Esos tíos que se apoderaron del mundo?

-Los mismos que ayudaron a SHIELD en el asunto de la Tierra Salvaje, no me entusiasman pero en estos temas saben lo que hacen.

-Espero por nuestro bien que así sea o esto puede acabar destruyendo nuestro país.



Warren Worthington observa las pantallas de la sala de seguridad del edificio Tempo en silencio. Bethany Cabe se acerca y le ofrece una taza de café.

-Con leche y azúcar.

-Gracias, esto tiene mala pinta.

-Zombis, ¿hay algo más desagradable?

-Si yo te contara. Ponme con Cable, quiero ver como les va.

-Construir casas para pobres, ¿de quién fue la idea?

- Digamos que surgió en una charla con el Doctor Extraño, pensamos que sería positivo que la Corporación X prestara ayuda a gente que no sea necesariamente mutante.

Una de las pantallas muestra a Cable cargando tablones de madera acompañado por Dominó, que comprueba algo en su pda.

-Hola Nathan, ¿cómo os va?

-Lo que más costó fue convencerles de que no íbamos a echarlos. En cuanto vieron tuvieron sus contratos de propiedad nos ayudaron a tirar sus chabolas. En cuanto a la construcción, va como la seda. No tendrán que volver a preocuparse por las crecidas del río.

-¿Alguna noticia de los caciques de la zona?

-De momento no se han dejado ver pero estamos atentos, Monet está patrullando el área.

-Espero que el gobierno de Brasil mantenga su promesa.

-Yo también.



La Garra Negra conduce a Morbius a un pequeño edificio, la oficina del alcalde. Varios no muertos custodian la entrada armados con palos con grabados llamativos. Morbius hace un gesto de extrañeza que no pasa desapercibido a su captor.

- No te dejes engañar por su apariencia, esos palos son más peligrosos que una uzi.

- Me lo creo. Aunque soy un científico puedo ver que estás usando magia y eso me preocupa.

-Relájate Morbius, el mundo será mejor. Te aseguro que serán más felices.

Entran y se dirigen a unas escaleras que parecen bajar al mismísimo infierno, una sensación reforzada por las imágenes que se van cruzando. Sacrificios humanos, invocaciones, ejércitos aniquilados, cada imagen parece reflejar un acto abyecto, una pieza de la historia de Dogville. Morbius memoriza cada detalle, esperando encontrar la clave de esta locura. El viaje se hace eterno, las bombillas dan paso a antorchas, las escaleras se convierten en una gruta cavada en roca viva.

-Ya estamos cerca. Verás Morbius, este pueblo tiene secretos, que descubrí recientemente, la historia de los primeros colonos es apasionante, ¿no crees? Encontrarse con lo puesto en una tierra hostil, tener que conseguir tu tierra, ese lugar al que llamarás hogar. Los indios ayudaron a los del Mayflower. Digamos que los fundadores de Dogville recibieron una ayuda más especial.

- Las pinturas son demasiado reveladoras, ¿acaso encontraron un demonio?

- Esperaba reservar esa revelación para el final de nuestro paseo pero ya me esperaba que lo dedujeras tú solito.

-¿Para qué me necesitas?

-Así me gusta directo, tranquilo, Doctor, pronto lo sabrás.

Al terminar de pronunciar esta frase señala el final de la gruta, en el que se vislumbra una caverna iluminada por una gran hoguera.

-Observa el secreto de Dogville.

Ante ellos hay una criatura enorme, de unos cinco metros de envergadura atada con cadenas a la roca. Su piel esta compuesta de pequeñas placas superpuestas, la mayoría están rotas. Una lanza clavada en el pecho la mantiene erguida. De su torso salen cuatro brazos, dos a cada lado. Esta herido pero vive. En su cara parecida a la de un dragón, aunque con rasgos remotamente humanos se detecta cansancio. Una batalla cruenta lo redujo a este estado de prisionero. Mira a los recién llegados con desidia sin mostrar -más interés del que mostraríamos por ver unas hormigas en un jardín.

-Aquí tienes el secreto de Dogville. Hace mucho tiempo, antes de que llegaran los primeros colonizadores un grupo de alquimistas llegó a esta zona en busca de zonas de poder, lugares en los que las barreras entre dimensiones son más débiles, permitiendo acceder a ellas. Uno de ellos se había convertido en un vampiro por medios científicos como tú. Durante un año estudiaron la zona buscando el punto más idóneo para sus ceremonias. Así dieron con esta gruta, un lugar sagrado para una civilización ya olvidada.

El vampiro vio que la barrera era extremadamente fina y junto a sus compañeros consiguió abrirla. Ante ellos se mostró un reino de fuego y lava en el que criaturas como la que ves aquí mantenían luchas sin fin por la primacía. Las observaron meticulosamente anotando sus poderes. Entonces decidieron tomar una parte más activa, ya no serían sólo meros espectadores asomándose a lo desconocido.

- Escogieron a una de esas criaturas en función a las capacidades que mostró y prepararon una trampa. Trajeron cadenas de Italia forjadas por un viejo masón de alto rango siguiendo las proporciones divinas. Mediante cánticos y unas víctimas propiciatorias escogidas entre la población local atrajeron a la criatura a la abertura. Hambrienta entró en nuestra dimensión. El cambio la desorientó y el vampiro aprovechó ese momento para clavarle esa lanza. Débil y atado por los sortilegios de los alquimistas fue encadenada. Durante un tiempo estuvo a su merced concediéndoles dones a cambio de alimento. Pero al final se cansaron del nuevo mundo y volvieron a Europa dejándole enterrado, olvidado.

-Bonita historia, déjame adivinar, los colonos que reclamaron estas tierras lo encontraron, guiados quizás por ilusiones proyectadas por la criatura, ella intentó convencerlos que la liberaran pero no sabían cómo así que hicieron el mismo pacto que los alquimistas y desde aquella la alimentan. ¿Me equivoco?

-En absoluto. Y ahora toca mi parte, cuando descubrí la historia de esta criatura indagué la manera de liberarla y se lo hice saber. Firmamos un pacto, él me dio el poder de generar zombis que extendieran su estado como una infección y a cambio yo la liberaría, y por eso estás aquí.

Las palabras falso vampiro vuelven a la mente de Morbius.


Un círculo de zombis rodea Dogville, armados con palos y pistolas. El Exterminador no duda un segundo y carga contra ellos. El hacha corta carne y hueso. Los no muertos le golpean de forma anárquica, sin una estrategia definida. Se revuelve entre ellos despezándolos. El olor de su carne putrefacta le inunda sus sentidos. La capa le guía entre la muchedumbre que se apelotona a su alrededor. El mal está cerca le repite incesantemente, como si pudiera olvidarlo. Un rayo de energía cósmica abre un camino fundiendo cadáveres a su paso.

-¿Quién eres?

-El Exterminador de Demonios.

-Bienvenido a Dogville, ¿necesitas ayuda?

-Nunca sobran manos para combatir a las fuerzas de la oscuridad.

Estela Plateada hace una señal a sus compañeros que se presentan con el Defensicar y barren el área empujando a los zombis hacia los edificios. El Doctor Extraño toma la palabra.

-SHIELD ha aislado esta zona, ahora nos toca a nosotros acabar con esta plaga. Exterminador, espero que estés a la altura de tu predecesor. Si es así tendrás un lugar en nuestro grupo.

Banner mira con recelo.

-¿Estás seguro Doc?, oí que el original era como el Castigador de lo sobrenatural, no me ilusiona tener un asesino en serie en casa.

-Sólo mato a las fuerzas de la oscuridad.

-Eso es más difícil hacerlo que decirlo.

Namor empieza a impacientarse.

-Ya discutiréis sobre ética cuando acabemos con esos zombis. Tenemos trabajo que hacer.

Dicho esto pronuncia su ya clásico Imperiux Rex y sale volando hacia un grupo de zombies. Banner desenfunda un par de ametralladoras pesadas y sonríe.

-Que empiece el juego.



-Demonio, mira tu salvación, un falso vampiro como el que te atrapó. Usa su energía y permíteme quitarte esa lanza que te retiene.

Morbius golpea a uno de los lacayos de la garra negra y corre hacia la salida. Antes de que pueda intentar algún truco es derribado por un rayo. La Garra negra acaricia un amuleto azul, la fuente del ataque.

-Traedlo aquí y que empiece la ceremonia.



Las balas atraviesan los cuerpos sin vida reventándolos como piñatas. Namor arranca brazos y piernas sin piedad. El Doctor Extraño los reduce a polvo con sus sortilegios mientras recuerda lo que le dijo a la Hermana Nada.

- Pero puedo matarlos con solo tocarlos.

- Ya están muertos, sólo hay que recordárselo. Tienes que hacer algo para mí.

-Lo sé pero quería acompañaros, ser una más del grupo.

-Y lo eres.

Estela Plateada los desintegra con su energía cósmica. Poco a poco la cantidad de no muertos disminuye y se resguardan en la oficina del alcalde.

-Stephen, hay algo que no entiendo- Señala Bruce Banner mientras cambia los cargadores de sus armas- ¿De dónde sale toda esta gente? Aun sumando la población de Dogville, los del pueblo vecino que vinieron a investigar y los chicos del FBI no dan la cifra que tenemos aquí.

- La Garra Negra ha debido ir convirtiendo gente por todo el país antes de venir aquí. Además fíjate que también hay animales.

-Sí, igual de desagradables,- dice mientras le da un puntapié a un perro.


El Demonio abre la boca por primera vez desde que entraron en la estancia.

-Bien, has cumplido tu parte, ahora vete brujo, no querrás estar aquí cuando me libere.

La Garra Negra se escabulle y toma una salida oculta en la gruta con rumbo desconocido. Morbius hace el ademán de seguirle pero algo le retiene. Es el demonio, siente como algo le agarra y le fuerza a quitar la lanza. A pesar de sus esfuerzos lo hace. Las cadenas ceden con una facilidad inusitada. El demonio ruge complacido. Levanta sus brazos y lanza un hechizo. El demonio y Morbius son teletransportados justo delante de los Defensores y el Exterminador de Demonios.

Morbius señala a la criatura e intenta explicar el plan de la Garra Negra. El Exterminador de Demonios le ignora y se lanza contra su enemigo natural. Tu primera prueba ha llegado le susurra la capa. Blande el hacha. El Demonio conjura una pantalla de protección. El filo de la hoja choca y es rechazado. El demonio lanza un ataque flamígero pero las bandas de Cytorak lo contienen. Sin necesidad de palabras los Defensores atacan al unísono desviando la atención del monstruo, consiguiendo unos preciados segundos para que el Exterminador de Demonios invoque una nueva arma, una espada bendita por el Arcángel Miguel ante la que las defensas del Demonio se funden como mantequilla. El nuevo Exterminador se sorprende ante el tacto de la empuñadura. Se trata de un arma difícil de manejar, para ocasiones de extremo peligro como este.

La hoja penetra en el cuerpo del Demonio abriendo un portal a su dimensión natal. Como un agujero negro lo absorbe. Al principio se rebela a su destino pero al comprender a donde se dirige lo acepta. Cuando su último trozo cruza el portal se sella dejando sólo polvo de su paso por nuestro mundo.

-Bueno, se acabó.-Suspira aliviado Banner, al final fue más fácil de lo que esperaba.

-No te relajes aun queda la Garra Negra.

-Me temo, Stephen, que ha huido. En cuanto liberó al Demonio se fue con su premio. Un amuleto. Así es como hizo este ejército. Le permite que sus zombis infecten a otras personas.

-Y animales.- Completa Banner el comentario de Morbius.

-Deberemos encontrarle, puede ser más peligroso que nunca y me gustaría que tú no ayudaras.- dice Extraño en referencia al Exterminador.

- Estaré encantado de hacerlo, además tengo muchas preguntas que haceros, soy primerizo en esto, hace nada estaba en la oficina del sheriff Jackson y ahora llevo una capa mágica.

- Si yo te contara.- Banner sonríe.- Yo era un tirillas con gafas que desarrollaba una bomba para los militares y aquí me tienes, convertido en un goliat verde. Si quieres saber de que va tu nueva vida estás ante tu mejor oportunidad de descubrirlo.

Lejos, en otra dimensión, un enemigo de los Defensores recompone su cuerpo, gravemente dañado en la pelea de la Tierra Salvaje y medita su regreso. Unas palabras brotan de su nueva mandíbula: Larga vida al Furher.

Continuará en el Invasores nº15!!!


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