Marvel Knights nº04

Título: El grupo (y IV)
Autor: The Stranger
Portada: Ron Frenz
Publicado en: Enero 2007

Con el grupo por fin reunido, deben poner fin a la amenaza de los ladrones fantasma, sea como sea. ¿Podrán los Caballeros afgrontar su primer reto?
Cuando reina el caos y los criminales campan por sus anchas, solo un grupo de solitarios héroes es capaz de hacer lo necesario para mantener la paz y seguridad urbanas. No salvan universos, ni planetas, ni al mundo...se dedican a salvar a la gente de a pie. No tiene nombre oficial pero nosotros les conocemos extraoficialmente como...
Creado por Chuck Dixon y Ed Barreto

Resumen de lo publicado: El equipo reunido por el Caballero Luna y aún sin formar del todo, afronta su primera derrota a manos de los Ladrones Fantasma, un equipo de ladrones formado por Sally Dahmer, una bruja; Medianoche, un asesino a sueldo experto en artes marciales; Shocker, el conocido supervillano y Charles Weber, el líder del grupo. Tras la derrota, Marc Spector y Shang-Chi van a por Hobie Brown, también conocido como el Merodeador, al que parecen convencer para que se una al equipo. Después. Spector tiene una reunión con Marta Plateada, la conocida mercenaria europea a quien convence del todo. Aún así, todavía queda un miembro al que llamar.


Mientras Marc Spector y Microchip hablaban sobre el nuevo miembro del equipo, Mindy S. McPherson y Hobie Brown contemplaban la enorme habitación que se suponía era el nuevo hogar de ambos.

-¿Lo has visto todo, Mindy?- preguntó Hobie mientras indagaba en cada rincón de la habitación-. Piscina olímpica, gimnasio, tecnología punta... ¿Y has visto la habitación? ¡Tiene de todo!

Mindy lo miraba todo con una mezcla de fascinación y desgana.

-Sí, es fantástico.

-¡Y lo único que tengo que hacer es ser un héroe! ¡Ser un héroe y hacer nuestras vidas! ¡Es genial! ¡Un sueño hecho realidad!

Su mujer se sentó en el amplio y caro sofá. Hobie siguió gritando un buen rato más, expresando su alegría hasta que se dio cuenta que Mindy no la compartía. Se sentó a su lado y cogió sus manos entre las suyas.

-¿Qué te pasa, cariño?- preguntó Hobie Brown a pesar de tener una ligera idea.

-Nada, amor.

-Te pasa algo. ¿Por qué todas las mujeres decís que nos os pasa nada cuando en realidad os pasa algo?

-Vendrá en los genes- Mindy sonrió.

-Vamos...

-Me gusta esto pero...vamos a tener la misma discusión de siempre, Hobie.

-El Merodeador, ¿verdad?

-Exacto, cielo. Ahora no eres solo tú, sino que estamos en un grupo de héroes... ¡En un grupo! Ya no es solo que tenga al Merodeador en mi vida, sino que ahora todo esto forma parte de la mía y la verdad...me gusta, pero no sé si lo bastante.

-Mindy...

-Ya sabes lo que pienso, Hobie. ¿Por qué estoy aquí? Porque te quiero, no quiero dejarte, nunca quise dejarte y sé que hemos pasado por cosas peores y que, seguramente, este cambio será a mejor, pero no termina de gustarme. Sin embargo, ahora me sentiré más segura cuando salgas como el Merodeador ya que tienes a gente para que te cubra las espaldas y por lo que se ve, gente que sabe lo que se hace.

-Cariño, eso significa mucho para mí.

-Es lo último que voy hacer por ti, cielo- dijo Mindy sonriendo levemente a su marido-. En cuanto no vea las cosas claras o vea que nuestra vida juntos va mal por culpa de esto...

-Tranquila, seré el primero en dejarlo.

-Eso espero.

Mindy y Hobie se besaron y cuando pararon se echaron a reír, sabiendo la suerte que tenían y que las cosas irían mejor de lo que habían ido nunca.

-¿Seguirás trabajando?- preguntó Hobie.

-Por supuesto.

-Me alegro- volvieron a besarse.

-¿Nadie sospechará si nos ve entrar en este edificio?- preguntó la mujer.

-Parece ser que hay una entrada casera, además, se supone que esto es un simple complejo de oficinas. Nadie ajeno al edificio puede entrar, ya has visto las medidas de seguridad.

-¿Y nadie sospechará de esa extraña nave en lo alto del edificio?

-Un sistema de camuflaje impide que sea detectado- Hobie sonrió-. Parece que estemos en una peli de James Bond, ¿verdad?

Los dos volvieron a besarse, esta vez más apasionadamente. Hobie abrazó a su mujer y la elevó por los aires, luego la volvió a dejar en el suelo.

-Creo que ni los Vengadores viven tan bien- comentó Hobie.

Ambos comenzaron a reírse a carcajadas.


A la mañana siguiente.

Hobie Brown entró en la sala de reuniones donde ya esperaban Capa, Microchip y Shang-Chi.

-¡Buenos días!- saludó Hobie siendo devuelto su saludo al instante-. ¿Y Marc?

-Ha salido a buscar al último miembro de nuestro equipo- contestó Microchip-. Supongo que ya habrás desayunado.

-¡Sí, gracias! ¡Y de una forma excelente! Nuestra habitación es prácticamente un apartamento.

-Todas las habitaciones lo son- añadió Capa.

-¿Y tu mujer?- preguntó Shang-Chi.

-Ha salido a trabajar. No quiere dejar su vida normal y corriente y en parte la comprendo.

-Ojala pudiera volver a esos tiempos- susurró Capa amargamente.

Microchip hizo una señal para que sus compañeros se acercasen a los amplios monitores donde solía trabajar, se sentó en su sillón de trabajo y comenzó a teclear rápidamente.

-Spector nos ha dado instrucciones precisas para mantenernos ocupados esta mañana.

-¿Qué tenemos que hacer?- pregunto Shang-Chi.

-Algo que quizás no os guste- Microchip sonrió-. Tenéis que acompañarme durante toda la mañana en mi búsqueda de los Ladrones Fantasma.

-¿No seriamos más útiles en la calle?- preguntó Hobie.

-Totalmente de acuerdo- añadió Shang-Chi.

-Spector cree que volverán a atacar hoy y quiere que localicemos desde aquí los bancos atacados y la forma en que lo hacen. Puedo acceder a las cámaras de seguridad informatizadas desde aquí, así sabremos como lo harán ahora que son cuatro y las zonas elegidas. Además, tenemos que seguir buscando la identidad de esos cuatro.

Hobie Brown vio uno de los nombres de uno de los Ladrones Fantasma.

-¿Schultz? ¿Te refieres a Herman Schultz?

-¿Herman Schultz? Me suena- dijo Microchip.

-Shocker- murmuró Hobie-. Ese tipo del traje amarillo acolchado y las unidades vibro...vibro...

-Vibroconmocionadoras- completó Microchip.

-Gracias.

-Tenía que haberlo supuesto. Un experto ladrón de bancos y reventador de cajas fuertes con un grupo de atracadores. Qué propio- dijo Microchip con rabia-. No habríamos perdido tanto tiempo.

-Al menos ya conocemos a uno de ellos y ya sabemos cómo evitar que se teleporten- añadió Capa.

-¿Qué se teleporten? ¿Así atracan tan rápido?- preguntó Hobie.

-Capa, ponle al día mientras Shang y yo nos quedamos aquí esperando que hagan su próximo movimiento.

-¿Y si no lo hacen?- preguntó Shang-Chi.

-Tiempo a nuestro favor- sonrió Microchip-. Por cierto, Spector dice que de tener éxito, nuestro grupo estará completo esta misma tarde.

-¿A por quién ha ido, si no es mucho preguntar?- dijo Hobie antes de comenzar a hablar con Capa.

-Ni os lo imagináis- Microchip le guiñó un ojo.


Mattie Franklin abrió la puerta de la casa de sus tíos y fue directa hasta su cuarto, claramente agotada después de una larga mañana de instituto. Soltó un sonoro resoplido en cuanto soltó la maleta, más debido al cansancio que al peso de la maleta ya que debido a su gran fuerza, entre otros poderes, por muy pesada que fuese la maleta era casi como llevar una simple hoja de papel.

-¡Tía Marla, tío Jonah! ¿Estáis en casa?- gritó Mattie.

Oyó una voz femenina de fondo, por lo que dedujo que era su tía. Siempre pasaba lo mismo, prácticamente todos los días gritaba lo mismo y casi siempre recibía la misma respuesta. ¿Su tío, el importante editor del Daily Bugle, J. Jonah Jameson en su casa a la hora de comer? Ni pensarlo, no al menos en los días entre semana. Algún fin de semana podría ser, pero entre semana...y sin embargo, Martha Franklin siempre tenía la costumbre de preguntar por los dos nada más llegar del instituto. Era lo menos que podía hacer por aquellos a quienes consideraba su propia familia, más que la suya propia. Si Jonah Jameson estaba obsesionado con el trabajo, al lado de su padre era un padre modelo, de ahí que desde hacía ya bastante tiempo viviera con sus tíos.

-¡Tía Marla, tengo un hambre de...!- Mattie calló de golpe al entrar en el salón y ver que su tía tenía visita.

-Cariño, ¿qué tal el día?- preguntó su tía levantándose para saludarla.

-Muy bien, gracias- Mattie se fijó en el hombre elegantemente vestido y peinado estaba sentado en uno de los sofás de la casa-. ¡Buenas tardes!

-Buenas tardes, Martha.

-¡Perdón!- se disculpó Marla-. Mattie, este es el señor Grant. Steven Grant.

-¿El millonario?

-Veo que ha oído hablar de mí, señorita Franklin- Steven Grant sonrió.

-¿Está aquí por tío Jonah?- susurró Mattie a su tía en un oído.

-No, está aquí por ti.

-¿Por mí?

-Señora Jameson. ¿Podría dejarnos a solas?- preguntó educadamente Steven Grant.

Marla Jameson se volvió con una sonrisa hacia el hombre. Era bien parecido, iba bien trajeado, bien peinado y además era un famoso millonario, no a la altura de Tony Stark en cuanto a fama, pero sí a su altura en cuanto a dinero e incluso puede que más. Además, ya habían hablado lo suficiente sobre su sobrina y lo que había venido a ofrecerle.

-Ningún problema- Marla Jameson dio un beso en la mejilla a su sobrina y salió del salón.

Mattie Franklin se sentó frente a Steven Grant, el cual no comenzó a hablar hasta que no oyó a Marla Jameson en la cocina, preparando la comida.

-Bueno, Martha, aquí estamos.

-¿Qué tiene exactamente que ofrecerme un millonario como usted?

-Hay dos versiones: la primera es lo que le he dicho a tu tía. Quiero que vengas a una escuela privada donde podrás desarrollar tus aptitudes académicas como es debido.

-Vaya...muy bonito- dijo Mattie en un tono claramente sarcástico-. Y ahora viene la parte extraoficial que por supuesto, no le ha contado usted a mi tía para que no llame a la policía o algo parecido. ¿Cierto?

-Cierto- Steven Grant sonrió levemente-. Aunque tampoco hará falta llamar a la policía ni nada parecido.

-¿No?

-No. Verás, hace unos dos meses aproximadamente, tuviste cierto encuentro con un asesino vestido de blanco . ¿Me equivoco?

El gesto le cambió a Mattie.

-No sé quién es usted en realidad, pero no hacía falta meter a mi familia en...

-Ese asesino...le detuviste gracias al Doctor Extraño y al Caballero Luna- Steven Grant puso un gesto serio-. Yo sé muchas cosas de ti, Mattie Franklin. Sé que eres la tercera Spiderwoman, sé todo lo referente a cómo conseguiste tus poderes, sé lo de Norman Osborn (1), sé por qué vives con tus tíos y sé en qué consisten tus poderes.

-Dime quién eres y si quieres pelea, que sea fuera de aquí- gruñó Mattie dispuesta a proteger a su tía con todas sus fuerzas.

-En realidad, Steven Grant es una de mis identidades que uso para moverme con libertad. Realmente, me hago llamar Marc Spector, fui mercenario y ahora aquellos que saben mi identidad secreta, me conocen también como el Caballero Luna.

Los ojos de la chica se abrieron como platos y comenzó a sonreír como si no se lo creyera.

-Eres...eres... ¡Uau! Y me lo has dicho, a mí. ¡Tope! Y...y...estás en mi casa...me has dicho tu identidad y estás...estás en mi casa y...

-Tranquila, Mattie- sonrió Spector ante el entusiasmo de la chica-. Procura que ni tu tía ni los vecinos de aquí a dos kilómetros puedan enterarse.

-Je je...vale, vale. Es que...no puedo creérmelo. Steven Grant es...el Caballero Luna.

-Bueno, vengo aquí a decirte otra cosa, pero si lo que te interesa es solo eso...

-¡No, no! Dígame usted...dime tu...no sé qué hacer- la sonrisa de la chica era tan amplia que Spector podía ver todos sus blancos dientes.

-Estoy formando un grupo de vigilantes, de luchadores contra el crimen y creo que nos haces falta. En resumidas palabras, quiero que seas nuestro último miembro.

Mattie sonrió aún más ampliamente, si eso era posible e intentó por todos los medios no comenzar a saltar de alegría e ir y decírselo a su tía.

-Esto es...

-Piénsatelo bien y...

-¡Por supuesto que acepto! ¡Yo en un grupo de superhéroes! ¿Cómo os llamáis? ¿Los Campeones? ¿Es una nueva formación de los Campeones? No...Mejor aún...¡Los Nuevos Vengadores! Los antiguos ya están algo pasados y creo que...

Spector la miró con impaciencia. Mattie hizo un gesto de cerrar su boca con una cremallera y tirar la llave.

-Lo siento.

-Por ahora, creo que lo más indicado sería que vinieras conmigo a nuestra base y vieras a nuestros otros miembros y decidieras con la cabeza más fría y habiéndotelo explicado todo. Piensa que tu juventud te puede jugar una mala pasada.

-De acuerdo. Tienes razón. Si estoy con vosotros...

-Vivirías con el grupo. Le diría a tu tía que estás en la escuela a la que me refería antes. Podrías seguir teniendo a tus amigos, yendo a tu instituto e incluso viendo a tu familia, pero vivirías en la Torre Spector, comerías allí...lo tendrías todo allí. No tendrás que preocuparte del dinero ni de nada durante todo el tiempo en el que estés con nosotros.

-Flipante- murmuró Mattie.

Los dos comenzaron a hablar del tema ficticio de la escuela en cuanto oyeron a Marla Jameson acercarse al salón.

-¿Se queda a comer, señor Grant?

-Muchas gracias, pero creo que Martha y yo comeremos fuera. Se está pensando mi oferta pero quiero que esté bien segura.

-¡Claro!- exclamó Marla sonriendo-. ¿Qué te ha parecido?

Mattie miró a Steven Grant y después a su tía.

-Una oferta que no puedo rechazar.

Su tía asintió, sonriente y volvió a la cocina. Steven Grant, en realidad Marc Spector y Mattie volvieron a hablar.

-Y otra cosa, hay que darte un traje permanente. Los que llevabas(2)parecían hechos por...

Mattie le sonrió, feliz.

-Por una niña...tendrás que cambiar de traje y que sea permanente.

-¡Tengo varias ideas!

-No te molestes, pero ya te he preparado uno. Lo tuyo no es hacer trajes.


Esa misma tarde.

Shang-Chi, Capa, Microchip y Hobie Brown ya estaban sentados alrededor de la larga mesa de reuniones, por orden expresa de Marc Spector, quien había llegado hacía unas horas. Iba a presentarles a los dos últimos miembros del equipo, el cual ya estaba completo.

Todos se levantaron en cuanto oyeron el ascensor llegar y de él salir a tres personas: Spector con su traje de Caballero Luna, una mujer vestida toda de blanco y una adolescente de aspecto nervioso.

-Caballeros, os presento a Marta Plateada y Martha Franklin- presentó el Caballero Luna-. Puede que a algunos de vosotros, Marta os suene e incluso que hayáis trabajado con ella pero no creo que ninguno conozca a Martha Franklin.

Hobie Brown y Shang-Chi saludaron con efusividad a Marta, ya que se conocían de haber trabajado juntos. Todos se sentaron tras los rápidos saludos. El Caballero Luna presidió la reunión, quedándose de pie mientras los demás se sentaban.

-Aquí estamos. Al fin estamos todos- fijó su mirada en Microchip-. ¿Se sabe algo de esos Ladrones Fantasma?

-Esta mañana han dado otro...otros golpes, como tu bien decías. Tres golpes simultáneos.

-Y habrá más. Por eso debemos actuar rápido y ser precisos.

-¿Habrá más?- preguntó Mattie que había sido debidamente informada mientras Spector le enseñaba su base de operaciones-. ¿No tienen ya suficiente pasta?

-Cariño, nunca se tiene suficiente pasta- contestó Marta Plateada.

-Se han confiado. Nuestra derrota a sus manos y él haber conseguido un cuarto miembro, les ha dado la confianza suficiente como para perpetrar atracos casi a diario.

-Shang-Chi tiene razón- respondió el Caballero Luna-. Al principio, los atracos se sucedían cada semana...cada dos semanas como muy tarde y ahora, en menos de una semana han tenido varios y además, ahora tres simultáneos.

-Además, han matado a otras dos personas: otro guardia de seguridad y un policía fuera de servicio- añadió Microchip.

-Mañana volverán a atacar y de nuevo de la misma forma. ¿Han sido bancos muy cercanos los unos de los otros?

-Sí- respondió Microchip al Caballero Luna-. Aunque tampoco muy cercanos. Dentro de la ciudad, pero no demasiado cerca.

-De todos modos da igual, ¿verdad?- dijo Capa-. Teniendo a esa bruja, puede teleportarles a cualquier sitio.

-Pero si no se alejan es posible que a más lejos más gasto de energía. Puede que se agote en exceso- dijo Shang-Chi-. ¿No es lo mismo que te pasa a ti?

-Sí.

-Entonces puede ser por eso- añadió Hobie Brown-. ¿Y qué hacemos ahora?

-Ahora mismo nada- contestó el Caballero Luna-. La noche está llegando y hoy ha sido un día duro para todos. Se han confiado tanto que siguen pautas cuando antes no las seguían. Creen que los poderes de la bruja sirven para mantenerlos a salvo, pero están muy equivocados. Su primera pauta es que atacan de día, por lo que es más que probable que mañana o pasado vuelvan a cometer un atraco. Estaremos preparados.

-Estaré atento a las cámaras de seguridad y las radios de la policía- dijo Microchip.

-De acuerdo, pero creo que antes de que acabe el día deberíamos presentarnos debidamente, ya que algunos de nosotros no nos conocemos- dijo Spector quitándose la máscara-. Me llamo Marc Spector, fui mercenario, aunque como Steven Grant soy un millonario de la más alta clase, pero vosotros me conocéis más como el Caballero Luna, sacerdote del dios de la venganza Khonshu.

Señaló a Hobie Brown, el cual se levantó y con una sonrisa miró a sus compañeros.

-Se llama Hobie Brown, aunque puede que os suene más si digo que es el Merodeador. Comenzó su carrera siendo enemigo de Spiderman, hasta pasar a ser su aliado. No solo se ha enfrentado a algunos de los más grandes héroes del planeta, sino que ha combatido a su lado.

Hizo un gesto para que Hobie se sentase y después se dirigió a Marta Plateada.

-Marta Plateada, mercenaria, millonaria y empresaria. Tiene tanta destreza en el campo de batalla como la que más y al igual que Hobie, ha peleado tanto al lado como en contra de algunos de los más valientes guerreros.

-Me encanta cuando te pones melodramático- bromeó la mercenaria sentándose.

-A Capa y Shang-Chi ya les conocéis- los dos hombres se levantaron-. Capa, un joven cuya mutación surgió a raíz que experimentasen en él con potentes drogas. Sus poderes de teleportación nos serán muy útiles. Ya estuvo en la anterior encarnación de este equipo, al igual que Shang-Chi. Hijo de Fu-Manchu, señor del crimen de China y experto en todo tipo de arte marcial con o sin armas.

Los dos hombres se sentaron tras un saludo y Spector señaló a Microchip.

-Nuestro cerebro y el hombre detrás de todo, Linus Lieberman, más conocido como Microchip. Nos dará apoyo táctico, información y se meterá donde tenga que meterse. SHIELD, CIA, FBI, KGB... cualquier organismo, así que tenemos vía libre para cualquier tipo de información. Que no os asuste el hecho de que haya pasado años trabajando con Frank Castle.

-¿Con El Castigador?- preguntó Mattie Franklin.

-Sí, con El Castigador.

-Empezamos bien- murmuró Mattie.

-Ya que estás tan habladora, Mattie, levántate- la chica obedeció-. Os presento al miembro más joven, novato, desconocido y puede que poderoso de todo el grupo. Se llama Martha Franklin, pero algunos la conoceréis más como la tercera Spiderwoman.

Los otros miembros del equipo la miraron con asombro. Mattie sonrió, nerviosa mientras oía los murmullos de sus compañeros. Se sentía como si estuviera el primer día de clase en un instituto nuevo.

-¿La tercera Spiderwoman?- preguntó Hobie incrédulo-. ¿Esa que apareció durante un tiempo y desapareció misteriosamente?

-Las clases, los chicos...te quitan mucho tiempo- bromeó Mattie.

-Martha Franklin consiguió sus poderes tras una especie de reunión con otros cuatro individuos (3). Los consiguió de forma mágica. Es la más nueva en esto, pero tiene algo de experiencia en el campo de batalla. Lo sé, porque la he visto (5).

La chica se sentó mientras sus demás compañeros asentían o la miraban.

-Mañana por la mañana os quiero a todos aquí a primera hora, listos y preparados. Con algo de suerte, mañana podemos terminar con esto. Id hablando entre vosotros y por supuesto, espero de vosotros lo mejor mañana. Somos un equipo.

Los demás asintieron mientras veían como Spector se retiraba rápidamente hacia el ascensor. Mattie se fijó en que se puso velozmente la máscara en cuanto acabó de hablar. Miró hacia delante y Capa la estaba mirando. El hombre miró a Mattie, después a Spector y de nuevo a Franklin y ambos asintieron: los dos habían reparado en que Spector tenía bastante urgencia en ponerse su máscara cuando todos estaban allí sin identidades secretas.


El Soho.

Charles Weber miraba a su novia, desnuda entre las sabanas, desde la silla en la que estaba sentado. Fumaba un cigarrillo sin prisas y con una calma desasosegante. Sally le miraba con una sonrisa y una tranquilidad que solo daban los momentos posteriores a hacer el amor.

-¿En qué piensas?

Charles sonrió y antes de contestar dio una calada al cigarrillo.

-Mañana puede que sea nuestro último golpe. No necesitamos tanta pasta, al menos nosotros.

-Los demás no lo aprobarán. Para ellos nunca es suficiente.

-Daremos varios golpes en una mañana y quedarán satisfechos. Mañana, después de los golpes iniciales, lo hablaré con ellos. Creo que ya tenemos bastante como para irnos al Caribe y no preocuparnos más por nada, nunca más.

Sally rió como una niña, se levantó y le besó apasionadamente.

-Ahora duerme, cielo, mañana será un día duro.


Marc Spector se descubrió ante la estatua de Khonshu en su cuarto privado, que era más bien una especie de pequeño templo al dios de la venganza. Las velas encendidas, el incienso en el aire, las pequeñas ofrendas de comida y piedras preciosas así lo decían, aunque Spector sabía perfectamente que era lo que más satisfacía su dios: la venganza.

-Mañana la llevaré a cabo. Yo soy el Caballero Luna, tu sacerdote de la venganza- agachó la cabeza ante la mirada de la estatua-. Mañana recibirás tus ofrendas.


A la mañana siguiente.

La mesa de reuniones estaba de nuevo llena. Hobie Brown había llegado el primero, tras despedir a Mindy en la salida trasera del edificio y en cuanto se había ido fue a ponerse su traje de Merodeador. Capa, Shang-Chi y Microchip llegaron después y los últimos fueron Marta Plateada, el Caballero Luna y Mattie con su nuevo traje.

-Vaya, la verdad es que...- dijo Mattie observando de pie su nuevo traje-. ¿Cómo estoy?

Hobie Brown, con la máscara quitada, le guiñó un ojo.

-La verdad es que es un traje estupendo.

-¡Gracias! Esa que se ha ido antes tan temprano... ¿era tu mujer?

-Sí, se llama Mindy. Seguro que hacéis buenas migas.

-Eso espero, aunque si se va tan temprano...- Mattie se acercó a Microchip y miró la hora en su reloj digital-. ¡Mierda! Hoy tenía clase, espero que Spector tenga razón y hoy podamos patearle el culo a esos atracadores.

-Tranquila, Mattie- contestó Spector por detrás ya embutido en su traje de Caballero Luna-. ¿Qué tal te va el traje?

-Como un guante.

-Quería añadirle tanto a tu traje como al de Hobie algunos...extras, pero no he tenido tiempo y el tiempo ahora mismo es vital. No sabemos cuánto tiempo más pasarán esos ladrones en acción, así contra antes demos con ellos, mejor.

-¡Jefe!- gritó Microchip-. ¡Tengo algo!

Todos se acercaron a Microchip y su lugar de trabajo.

-¿Dónde?

-El banco Central United, una alarma silenciosa y...ahora el banco Turner Cash, las cámaras de seguridad captan a una mujer.

-¿Tienes las cámaras del United?

-Claro- las puso en el monitor y vieron como un hombre trajeado y con dos pistolas atracaba el banco-. Vaya, es el tal Charles.

Spector sonrió bajo su máscara.

-Es mío- se dirigió a Capa-. Llévame al United. Shang-Chi y Marta Plateada iréis a por la chica. Merodeador, tú irás a por el de negro, yo me encargaré de Charles y Spiderwoman y Capa os encargareis de Shocker. Micro, ve dándole a Capa las posiciones de cada uno y que los vaya teleportando. La primera que debe caer es la chica y recordad que...

-¡Otro aviso en el Central Dash!- Microchip cogió la señal de las cámaras-. Un tipo de negro y...

-Microchip, espera que esté la chica y en cuanto esté...Capa irá para allá acompañado por el Merodeador, Shang-Chi y Marta Plateada. ¿Habéis entendido?

Todos asintieron.

-¿Estáis preparados? ¿Armas, equipamiento, comunicadores? No puede haber fallos, todos habéis combatido, ninguno sois novatos en esto, actuad como un equipo y considerad esto, como una prueba, como el entrenamiento más importante de vuestras vidas.

Todos asintieron y se prepararon. El Caballero Luna hizo una señal a Capa y este abrió su manto.

-Vamos allá.


Charles Weber comenzó a disparar al techo para intimidar a todos los que estaban en el banco. Se acercó al lugar donde estaban las cajeras, las cuales comenzaron a llenar las sacas que había dejado abiertas frente a sus ventanillas.

-¡Más rápido!- gritó disparando de nuevo al techo-. ¡No tengo todo el día!

Las mujeres, visiblemente asustadas, llenaron las sacas en apenas dos minutos. Charles las sonrió de forma cruel, cogió su móvil con una mano, mientras con la otra sujetaba una de sus pistolas y apuntaba a todo el mundo.

-¿Cariño?- nadie contestó al otro lado del móvil-. ¿Sally?

-Sally, está ocupada...

Charles se volvió hacia la voz y frente a él se encontraba el Caballero Luna, aparecido de la nada.

-Tú...- susurró el atracador, guardando su móvil y cogiendo su otra pistola.

-Yo y tú- Spector sonrió bajo la máscara-. ¿Creías ser el único en poder teleportarse?

-El mutante- Charles asintió.

-Exacto- el Caballero Luna se fue acercando hacia Charles-. La última vez no tuvimos mucho tiempo para charlar...Charles.


El móvil de Sally Dahmer sonaba, mientras la chica y quien había ido a recoger, el asesino a sueldo, Medianoche, observaban a los tres héroes que tenían ante sus ojos.

-Voy a recoger a Spiderwoman- murmuró Capa a sus compañeros mientras desaparecía en busca de su compañera.

Marta Plateada asintió a su compañero antes de que desapareciera y se puso en guardia junto al Merodeador y Shang-Chi. Todos los que estaban en el banco, agachados y con las manos en la cabeza, se quedaron asombrados ante tal espectáculo.

-Mierda- murmuró Sally Dahmer.

-Sabemos que puedes teleportarte a cualquier sitio, bruja- dijo Shang-Chi-. Sabemos que no es algo fácil de hacer y que ahora seguramente no tengas tiempo. ¿Sabes que cada uno de nosotros está con cada uno de tus amigos? Nuestro jefe está con el tuyo, así que yo que tú me lo pensaría dos veces antes de escapar.

Sally Dahmer, temblorosa, miró hacia los héroes, después a Medianoche que permanecía impasible y después a los rehenes. Sus manos se llenaron de energía eléctrica mientras pronunciaba antiguos cánticos.

-¡Fuera de aquí o me cargo a los...!

Marta Plateada saltó hacia ella, propinándole una fuerte patada que la estrelló contra las puertas dobles del banco. Sus manos dejaron de brillar. La mercenaria esquivó un débil puñetazo de la bruja, le propinó un fuerte codazo en el estómago mientras la empujaba hacia fuera donde las sirenas de policía sonaban cada vez más cerca.

Medianoche, observó cómo Marta sacaba del banco a su compañera y se volvió hacia Shang-Chi. Sonrió bajo las mascara negra.

-Nuestro turno, hijo de Fu-Manchu.

-Lo dudo- Shang-Chi sonrió alegremente mientras el Merodeador atacaba a Medianoche-. ¡Marta! ¡Voy en tu ayuda!

El hombre salió del banco mientras su compañero combatía con Medianoche.


Shocker tenía la saca llena de dinero y se disponía a llamar a Sally, justo cuando Capa y Spiderwoman aparecieron frente a él.

-¡Quieto!- gritó Capa con una voz cavernosa.

Shocker llamó por el móvil a Sally y Capa se rió de él.

-Tranquilo, pronto estaréis todos juntos en una cárcel- se acercó hacia él ondeando su gran manto azul y negro-. ¿O prefieres otro sitio?

-Malditos héroes- murmuró Shocker-. ¡Siempre interfiriendo! ¡Siempre evitando que me haga una vida!

-Tuvo una infancia difícil- bromeó Spiderwoman.

-¡Cállate!- Shocker apuntó hacia Spiderwoman y disparó con sus unidades vibroconmocionadoras.

Velozmente, Capa abrió su manto entre la descarga y su compañera. La oscuridad de su capa lo absorbió todo, evitando que Spiderwoman fuese dañada. Shocker abrió los ojos ante lo fútil de su ataque.

-Malditos...- apuntó a los rehenes del banco-. ¡Entrometidos!

Mattie Franklin reaccionó a una velocidad de vértigo, voló hacia el villano, lo cogió del traje acolchado y lo arrojó con inusitada fuerza contra las puertas del banco, destrozándolas.

-¡Vamos!- gritó la joven, saliendo del banco y yendo a enfrentarse contra Shocker.

Salió afuera, seguido de cerca por su compañero Capa. En el exterior, los coches de policía ya habían llegado y Shocker les lanzaba potentes ráfagas que los mantenían a raya.

-¡No me cogeréis! ¡Ya he pasado suficiente tiempo en la cárcel!

-¡No el suficiente!- gritó Spiderwoman volando hacia él.

Shocker se volvió hacia ella rápidamente y le lanzó varias ráfagas de lleno, arrancándole partes de su traje y tirándola a varios metros de allí.

Capa miró furioso al villano, quien le apuntó y disparó sus unidades vibroconmocionadoras. De nuevo, las descargas se perdieron en la oscuridad de Capa, quien se acercaba cada vez más a su objetivo.

A unos metros, entre unos coches de policía destrozados, Spiderwoman intentaba recuperarse del ataque de Shocker.

“Estoy luchando contra Shocker, uno de los más peligrosos enemigos de Spiderman y he aguantado un ataque directo”, pensó Mattie sonriendo bajo la máscara.

“Mola”

Se levantó y volvió a la batalla.


Charles Weber retrocedió poco a poco mientras el Caballero Luna se acercaba hacia él. Apuntó con sus pistolas al vigilante y le amenazó.

-¡Voy a volarte la cabeza!

-Inténtalo. No sería la primera vez que muero. ¿Sabes? Puede que esta vez sea la decisiva- vio la mirada de duda en los ojos del atracador-. Inténtalo. Venga. ¿Sabes por qué voy de blanco? Muy sencillo: para que me veáis venir.

El ladrón, asustado, apuntó a los rehenes. El Caballero Luna se movió velozmente y le lanzó dos de sus lunas arrojadizas y afiladas, quitándole las armas de sus manos. Charles le miró, asombrado.

-Las próximas irán a tu cuello y tus ojos.

Charles Weber salió corriendo del banco. El Caballero Luna le dejó escapar, sabiendo que la policía ya estaba fuera, miró a los rehenes y les habló.

-Ya están a salvo- se dirigió fuera del banco donde Charles Weber estaba rodeado de policías-. Entrégate...Charles.

El hombre trajeado le miró, furioso y le gritó.

-¡Putos superhéroes! ¿No podéis estar tranquilos en vuestras casas? ¡Solo quería algo de dinero!

-Haberlo intentado en Los Ángeles- contestó el Caballero Luna.

-Ahora me estáis obligando a hacer algo que no quería- Charles se quitó la chaqueta mientras desatendía las ordenes de los policías-. Algo que quería evitar a toda costa.


Sally Dahmer lanzó una ráfaga de fuego místico hacia Shang-Chi el cual la esquivó con absoluta facilidad, saltando hacia un lado.

-¡Marta, a tu izquierda!- gritó a su compañera.

Marta Plateada susurró una protesta sobre que le dieran órdenes y se dirigió hacia la bruja por su izquierda. Sally la vio y le lanzó un rayo biomistico verde que pasó rozando la cabeza de Marta. La mercenaria desenfundo velozmente una pistola y disparó varias veces contra la ladrona, quien hizo aparecer un escudo mágico rojo que paró las balas.

-Trucos mágicos- se quejó Marta mientras disparaba-. ¡Tu turno!

Shang-Chi corrió hacia Sally quien no pudo reaccionar debido al ataque continuado de Marta Plateada. Saltó por encima del escudo mágico, aterrizó justo al lado de la bruja y le sacudió una fuerte patada en la nuca, dejándola inconsciente.

-Buen trabajo- dijo Shang-Chi en cuanto Marta se acercó al cuerpo inconsciente de la bruja.

-No recibo ordenes de nadie.

-No era una orden, era una sugerencia- Shang-Chi sonrió.

-Ya, ya- Marta le devolvió la sonrisa y habló al comunicador en su oído derecho-. ¡Caballero! ¡Tenemos a la bruja! ¡Capa, ven a recogernos!


En el interior del banco, mientras Sally Dahmer era noqueada, el Merodeador se encontraba con dificultades para vencer al asesino a sueldo y experto en artes marciales, Medianoche.

-¡Uf!- se quejó el Merodeador al caer sobre su espalda debido a un fuerte puñetazo de su enemigo.

-¿Esto es lo que me dan?- Medianoche se paseaba frente al Merodeador como si valiera menos que nada-. Toda una vida esperando al hijo de Fu-Manchu, Shang-Chi y me dan...esto.

Hobie Brown se levantó y se abalanzó sobre su enemigo, quien esquivó sus garras, dos patadas, bloqueó una tercera y le sacudió dos rápidos puñetazos en el estómago. Dio una rápida voltereta hacia atrás, soltando una patada en la mandíbula del Merodeador, haciéndole sangrar dentro de la máscara.

-Un perdedor...eso es lo que me dan.

-Sí- el Merodeador supuso que aquel tipo no le conocía y le apuntó con sus muñequeras-. Un perdedor con recursos.

Disparó una cápsula con gas que impactó en pleno rostro de Medianoche. La sorpresa fue mayúscula y a pesar de su máscara, respiró el suficiente gas como para caer inconsciente a los pocos segundos. El Merodeador se levantó y se dirigió a él.

-¡Aquí el perdedor del grupo!- hablaba con el comunicador-. ¡Tengo a uno!


Shocker seguía disparando a los policías, pero Capa seguía interponiéndose entre sus descargas y los agentes, haciendo que la oscuridad de su manto pusiera fin al ataque del ladrón.

-¡Atrás!- gritó a los policías.

-¡Se acabó!-exclamó Shocker lanzando una potente descarga a los pies de Capa y destrozando la acera bajo él, desequilibrándole-. ¡Tu turno!

-El tuyo.

Shocker miró hacia atrás y vio a Spiderwoman elevándose sobre él...con un semáforo arrancando de cuajo entre sus manos.

-Espero que traigas aspirinas para la cabeza- bromeó la chica.

El ladrón alzó sus unidades vibroconmocionadoras un segundo tarde. Spiderwoman le lanzó un potente golpe con el semáforo en plena cabeza, después otro golpe que lo estrelló contra el suelo y un tercero y definitivo que lo tiró por los aires, hasta aterrizar encima de un coche de policía, inconsciente.

-Podrías haberle matado- dijo Capa levantándose.

-Negativo, compañero- Spiderwoman soltó su improvisada arma-. Su traje está hecho para aguantar los temblores de sus unidades vibroconmocionadoras. Puede aguantar los golpes más fuertes.

-¿Cómo sabes eso?

-Es un enemigo de Spiderman- dijo sonriendo.

-Vamos con los demás. Me han dicho que ya tienen a dos.


El Caballero Luna no comprendía que pretendía hacer Charles Weber, rodeador de policías, sin armas, sin poderes de ningún tipo y solo contra él.

-Estas rodeado y enseguida vendrán mis compañeros. Ríndete antes de que sea peor.

-¡Una mierda, peor! ¡Todo lo que pase ahora, será culpa vuestra!

-¿Nuestra?

Charles se volvió y allí estaban los compañeros del Caballero Luna, más otros que no había visto la primera vez y sus compañeros estaban con ellos, los tres inconscientes.

-¿Sally?- susurró Charles al ver a su chica.

-Está atrapada. Como tu- dijo el Caballero Luna-. ¿Crees que aún tienes algo que hacer?

Vio como Shang-Chi y Marta Plateada entregaban a sus compañeros a las autoridades y entonces explotó.

-¡Jodios superhéroes con vuestros poderes! ¡Creéis que el mundo es vuestro por poder volar, disparar rayos por los ojos o leer las mentes! ¿Creéis que quería esto? ¡No, vosotros lo habéis pedido!

De repente y para sorpresa de todos, la piel de Charles Weber se transmutó en lo que parecía una especie de acero ligeramente dorado. Creció en tamaño hasta alcanzar del doble del suyo original. Varias partes de su traje se rompieron por la transformación.

-Sorpresa- susurró.

Velozmente, cogió al Caballero Luna del pecho y lo lanzó con fuerza hacia sus compañeros, después se volvió hacia los policías que comenzaron a dispararle sin hacerle nada.

-¡Equipo, arriba!- exclamó Spector levantándose.

-¿Qué es?- preguntó Shang-Chi.

-Mutante. Acero orgánico aunque esa tonalidad dorada...- dijo Marta Plateada.

-Eso quiere decir que mayor fuerza, mayor resistencia y prácticamente invulnerable- añadió Spiderwoman-. Al menos, eso le pasa a Coloso de los X-Men.

-Nuestra compañera es una enciclopedia ambulante- bromeó el Merodeador.

-Entonces cambio de estrategia- el Caballero Luna señaló a sus compañeros-. Marta y Merodeador, distraerle con vuestras armas pero no os acerquéis. Capa, mantente alerta por si necesitamos alejar a alguien con tus poderes de teleportación. Spiderwoman, Shang-Chi y yo le atacaremos cara a cara. ¿Preparados?

Todos asintieron y comenzó el ataque. Marta Plateada comenzó a disparar sobre su enemigo, sin hacerle nada. Las balas rebotaban sobre su cuerpo metálico. El Merodeador comenzó a atacarle desde otro ángulo, lanzándole sus cápsulas de gas adormecedor. Charles Weber comenzó a reírse.

-¿Eso es todo?- comenzó a acercarse hacia los héroes-. ¡Creía que teníais poderes de verdad!

Spiderwoman voló hacia él, esquivó dos puñetazos y le dio un fuerte gancho en el estómago.

-Eso lo he notado- Charles Weber la cogió fuertemente del cuello y la elevó en el aire-. Parece que sí que hay alguien con poderes.

Comenzó a apretar, pero Spiderwoman le sacudió una fuerte patada en la cara. El mutante la soltó y en pocos segundos recibió una ristra de puñetazos por parte de la chica, sin embargo, Mattie controlaba demasiado su fuerza, así que sus ataques no le hacían tanto daño como debiera. Charles la miró con furia y le soltó un fuerte manotazo que la hizo volar por los aires.

-¡Capa, cógela!- gritó el Caballero Luna-. ¡Shang-Chi, vamos a por él!

Mientras los dos héroes iban a por el mutante, Capa se teleportaba a mitad de trayecto de la chica y antes de que se estampase contra una pared cercana, abrió su capa, la cogió y volvió abrirla en un lugar a salvo. La chica salió del manto de Capa visiblemente atontada.

-¡Ouch!- se quejó.

El Caballero Luna esquivó un fuerte puñetazo del mutante, le dio una patada en su estómago que no hizo ningún efecto, golpeó su cara con sus puños, pero lo único que consiguió fue hacerse daño a sí mismo.

-Patético- murmuró Charles Weber.

Soltó una patada al Caballero Luna, quitándoselo de encima. Shang-Chi atacó a su enemigo, cogiendo de un brazo y haciéndole una poderosa llave marcial que tiró al mutante de cara contra el asfalto. Charles intentó levantarse, pero Shang-Chi dio una voltereta por el suelo, le cogió la cabeza y se la enterró de nuevo en el asfalto, con fuerza. Charles se revolvió, cogió a Shang-Chi en volandas y lo lanzó contra el suelo, donde le dio una fuerte patada en el estómago. El Caballero Luna volvió a atacar a su enemigo, pero esta vez el mutante fue más rápido y cogió a Spector del cuello.

-¡Veamos ahora quien da miedo!- gritó mientras apretaba.

Spector notaba como las fuertes manos metálicas del atracador se cerraban en torno a su cuello que estaba a punto de explotar.

-¡No!

De repente, un borrón rojo pasó por delante de sus ojos y el mutante dejó de apretarle. Spiderwoman había arremetido contra Charles Weber y lo había estampado contra una pared cercana.

-¡Se acabó!- gritó la chica enfadada usando toda su fuerza.

Comenzó a lanzar potentes puñetazos a diestro y siniestro, mientras Charles trataba de esquivarlos, sin conseguirlo. La chica no fallaba ni uno y todos a la cara del atracador, quien acabó por caer inconsciente al suelo.

-¡Au!- gimió Mattie al ver como sus guantes estaban destrozados y sus nudillos sangraban.

-Buen trabajo- el Caballero Luna se había recuperado y estaba a su lado.

-Gracias, pero perdí el control y...

-Era lo que necesitábamos- miró a Charles Weber-. Él lo necesitaba.

La policía, al ver que habían vencido, comenzó a acercarse hacia los héroes. Spector lo advirtió y se llevó a Spiderwoman con los demás.

-Capa, llévanos a casa. Aquí hemos terminado.


Epilogo

Marc Spector estaba sentado frente a su estatua de Khonshu tras haber hablado con sus compañeros. Les había felicitado por el trabajo bien hecho y sobre todo a Mattie Franklin, la cual creía él que tenía un gran potencial. Microchip le había preguntado esa misma noche, al irse los demás, que si la había elegido por su juventud o por sus poderes. Él había dicho que por sus poderes, aunque su juventud también había tenido algo que ver. ¿No era más moldeable así, al fin y al cabo? Los demás eran veteranos y sabían qué camino seguir, pero Mattie era distinta. Era arcilla que podía acabar siendo algo grande en las manos adecuadas y él pretendía ser el alfarero.

En una mano tenía su máscara y en la otra la segunda lista que había elaborado, con otros guerreros más...agresivos que los que había elegido. ¿Tenía sentido mantener esa lista a pesar de que todo hubiera salido bien y estar el grupo completo?

Spector leyó de nuevo todos los nombres de su lista y miró a la estatua directamente a los ojos.

-Por si acaso.

Y dejó la lista tras la estatua, bien escondida.

FIN


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Referencias:
1 .- Norman Osborn organizó una reunión entre cinco personas con cinco fragmentos de piedra mágicos cada una. Al unirlos los cinco, a cada una de dichas personas se les confirió un poder distinto. Mattie Franklin consiguió el poder absoluto.
2 .- Durante sus aventuras en solitario, Mattie cambiaba de traje de combate casi a diario, llegando a tener diversos modelos a cada cual peor. Solo algunos de esos modelos se salvaban de ser desastrosos
3 .- Los otros cuatro individuos fueron, el villano Sobrecarga, Madame Web, el propio Norman Osborn y Morris Maxwell, el encargado de un tienda de empeños y antigüedades. Mientras Mattie se llevo el poder absoluto, Sobrecarga consiguió el don de la muerte, Madame Web el don de la juventud e inmortalidad, Norman Osborn el don de la locura y Morris Maxwell el don del conocimiento.

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