Título: Reunión familiar Autor: Lobo Rojo Portada: Juan Andrés Campos Publicado en: Enero 2008
En la busqueda del Segador, la Visión y el Hombre Maravilla se topan con una reunión de Maggia...¡Saltaran chispas!
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Posee un cuerpo artificial que le dota de enormes poderes: controla su densidad, posee una mente computerizada y una joya solar capaz de absorver y emitir grandes cantidades de energía. Y sin embargo es su alma humana y compasiva lo que le convierte en uno de los Héroes Más Poderosos de la Tierra. El es...
Creado por Roy Thomas y John Buscema
Resumen de lo publicado:Si procediese, unas líneas para situar a nuestros lectores respecto a lo que ha ocurrido. De nuevo, no os paséis en la extensión. Si quieren detalles, que se lean los fics anteriores.
Lugar: Nueva York, gimnasio de la Mansión de los Vengadores.
- ¿Estás listo, Visión? – La voz que emite el sistema de megafonía de la sala pertenece al doctor Henry Pym, alias Chaqueta Amarilla, miembro fundador de los Vengadores, los Héroes Más Poderosos de la Tierra.
- Procede cuando quieras doctor. – La voz que contesta, que para los oídos no acostumbrados podría parecer fría y carente de emociones, pertenece a otro miembro de los Vengadores, el ser artificial llamado, la Visión.
En fracciones de segundo la sala de entrenamiento se puso en funcionamiento. Un panel se abrió a la izquierda del sintozoide y expulsó un par de proyectiles conmocionadores que volaron hacia él. Sin problemas el vengador alteró su densidad de sólido a inmaterial y los misiles le atravesaron sin dañarle hasta impactar en el otro extremo de la sala.
Sin aviso, los altavoces de la sala comenzaron a emitir ondas sonoras que afectaron los receptores auditivos del vengador y le hicieron recuperar su estado normal, entonces un rodillo gigantesco surgió de uno de los muros laterales y comenzó a rodar en su dirección con intención de aplastarlo. La Visión se incorporó y, con un leve esfuerzo mental, alteró su densidad hasta la dureza del diamante. El rodillo le golpeó con contundencia. La forma endurecida de la Visión soportó la embestida, y el rodillo se detuvo en seco para caer partido en dos mitades justo por donde chocó con el vengador.
Entonces el suelo bajo sus pies se abrió mostrando una caída de diez metros. La forma inmaterial de la Visión flotó eludiendo la fuerza de la gravedad.
- Parece que sus poderes funcionan al cien por cien. – Dijo para sí Pym desde la sala de evaluación. – Me pregunto que es lo que le preocupará.
Una potente cortina de fuego se elevó alrededor de la Visión formando una jaula ígnea. El vengador, en vez de atravesarla inmaterial, optó por volver a endurecer su cuerpo y atravesar las llamas caminando confiando en su invulnerabilidad.
- Se acabó. – Dijo el vengador.
- Te equivocas. Todavía quedo yo. – Contestó una voz desafiante a sus espaldas.
La Visión calló. Ante él estaba la forma de Simon Williams, Hombre Maravilla, vistiendo el traje original que llevaba cuando el Barón Zemo y sus Amos del Mal le usaron contra los Vengadores originales. Entonces Williams ayudó a capturar a los Héroes Más Poderosos de la Tierra, pero finalmente se arrepintió, y aparentemente murió salvando a los Vengadores [1] . Sus pautas cerebrales fueron grabadas por el doctor Pym y usadas tiempo más tarde por el malévolo robot Ultrón como base para la personalidad de la Visión [2] . Años después, Hombre Maravilla regresó a la vida, de un estado de hibernación parecido al de un gusano que muta a mariposa, transformado en un ser de energía iónica. Y así, aunque con pasados y experiencias diferentes, ambos hombres, eran en cierto modo gemelos, compartiendo gustos y aficiones parecidas, hasta el punto de estar enamorados de la misma mujer. Wanda, la hermosa Bruja Escarlata.
Ver a Hombre Maravilla cargando contra él, aunque fuera un simulacro, fue para la Visión como una broma pesada por parte del programa de ordenador de la sala de entrenamiento. El objeto de esta sesión era analizar sus poderes de cambiar de densidad y buscar la causa de los fallos que había experimentado días atrás [3] . Y hasta ahora todo había ido bien. El vengador, molesto, decidió terminar la sesión, aumentar su densidad y dejar que el falso Hombre Maravilla aplastase sus puños contra su cuerpo endurecido. Fue un error.
El puño de Hombre Maravilla golpeó el cuerpo del vengador con una fuerza más allá de la que un vulgar simulacro artificial podría ejercer. La Visión sintió el golpe y cayó varios metros atrás hasta chocar con un muro. El simulacro de Hombre Maravilla gritó alarmado.
- ¡Visión! ¡Maldición, pensé que se volvería intangible antes de que le tocase y no frené mis puños! – Mientras se acercaba al vengador caído, Hombre Maravilla se quitó la máscara para revelar el rostro asustado del verdadero Simon Williams tras ella - ¡Hank, aborta la sesión!
- Está hecho Simon. – Resonó la voz de Pym por la megafonía. La Visión apoyado en la pared abollada, comenzaba a levantarse.
- ¿Estás bien, Visión?
- ¿Simon? ¿De verdad eres tú? – Interrogó la Visión mientras se incorporaba. - ¿Cómo...?
- Espera siempre lo inesperado Visi... – Contestó Williams mientras le ayudaba levantarse. – El Capi nos lo ha repetido mil veces. ¡Dame un abrazo hermano! – Dijo aliviado al verle de una pieza.
La muestra de afectividad de Simon Williams reconfortó a la Visión.
- Creía que todavía estabas en Brasil, trabajando para tu Fundación.
- Mi vuelo aterrizó anoche en el JFK, y dado que hasta dentro de unos días no tengo que estar en la Costa Oeste, decidí pasar a ver como estabais. ¿No hay noticias de Wanda?
- Me temo que no. Todos los días consulto con el doctor Richards, y la búsqueda no da ningún resultado. Es... Es tan frustrante. - Simon Williams notó el tono de desesperación que ahogaba a su gemelo artificial.
- No te preocupes, Visión. Wanda es una mujer con recursos. Esté donde esté, sobrevivirá. – Dijo mientras le ponía la mano fraternalmente en el hombro. Hubo unos momentos de silencio entre ambos hombres. Ninguno de ellos podía olvidar que el otro también amaba a la vengadora desaparecida. Finalmente Simon Williams rompió el silencio
- Dime, Visión. ¿Qué sabes de mi hermano Eric? ¿Le trata bien SHIELD?
- Simon, Eric también ha desaparecido... Hace unos días, el transporte de SHIELD que le trasladaba fue asaltado y el Segador fue abducido por individuos no identificados. SHIELD ha perdido su pista.
- ¿Estás listo, Visión? – La voz que emite el sistema de megafonía de la sala pertenece al doctor Henry Pym, alias Chaqueta Amarilla, miembro fundador de los Vengadores, los Héroes Más Poderosos de la Tierra.
- Procede cuando quieras doctor. – La voz que contesta, que para los oídos no acostumbrados podría parecer fría y carente de emociones, pertenece a otro miembro de los Vengadores, el ser artificial llamado, la Visión.
En fracciones de segundo la sala de entrenamiento se puso en funcionamiento. Un panel se abrió a la izquierda del sintozoide y expulsó un par de proyectiles conmocionadores que volaron hacia él. Sin problemas el vengador alteró su densidad de sólido a inmaterial y los misiles le atravesaron sin dañarle hasta impactar en el otro extremo de la sala.
Sin aviso, los altavoces de la sala comenzaron a emitir ondas sonoras que afectaron los receptores auditivos del vengador y le hicieron recuperar su estado normal, entonces un rodillo gigantesco surgió de uno de los muros laterales y comenzó a rodar en su dirección con intención de aplastarlo. La Visión se incorporó y, con un leve esfuerzo mental, alteró su densidad hasta la dureza del diamante. El rodillo le golpeó con contundencia. La forma endurecida de la Visión soportó la embestida, y el rodillo se detuvo en seco para caer partido en dos mitades justo por donde chocó con el vengador.
Entonces el suelo bajo sus pies se abrió mostrando una caída de diez metros. La forma inmaterial de la Visión flotó eludiendo la fuerza de la gravedad.
- Parece que sus poderes funcionan al cien por cien. – Dijo para sí Pym desde la sala de evaluación. – Me pregunto que es lo que le preocupará.
Una potente cortina de fuego se elevó alrededor de la Visión formando una jaula ígnea. El vengador, en vez de atravesarla inmaterial, optó por volver a endurecer su cuerpo y atravesar las llamas caminando confiando en su invulnerabilidad.
- Se acabó. – Dijo el vengador.
- Te equivocas. Todavía quedo yo. – Contestó una voz desafiante a sus espaldas.
La Visión calló. Ante él estaba la forma de Simon Williams, Hombre Maravilla, vistiendo el traje original que llevaba cuando el Barón Zemo y sus Amos del Mal le usaron contra los Vengadores originales. Entonces Williams ayudó a capturar a los Héroes Más Poderosos de la Tierra, pero finalmente se arrepintió, y aparentemente murió salvando a los Vengadores [1] . Sus pautas cerebrales fueron grabadas por el doctor Pym y usadas tiempo más tarde por el malévolo robot Ultrón como base para la personalidad de la Visión [2] . Años después, Hombre Maravilla regresó a la vida, de un estado de hibernación parecido al de un gusano que muta a mariposa, transformado en un ser de energía iónica. Y así, aunque con pasados y experiencias diferentes, ambos hombres, eran en cierto modo gemelos, compartiendo gustos y aficiones parecidas, hasta el punto de estar enamorados de la misma mujer. Wanda, la hermosa Bruja Escarlata.
Ver a Hombre Maravilla cargando contra él, aunque fuera un simulacro, fue para la Visión como una broma pesada por parte del programa de ordenador de la sala de entrenamiento. El objeto de esta sesión era analizar sus poderes de cambiar de densidad y buscar la causa de los fallos que había experimentado días atrás [3] . Y hasta ahora todo había ido bien. El vengador, molesto, decidió terminar la sesión, aumentar su densidad y dejar que el falso Hombre Maravilla aplastase sus puños contra su cuerpo endurecido. Fue un error.
El puño de Hombre Maravilla golpeó el cuerpo del vengador con una fuerza más allá de la que un vulgar simulacro artificial podría ejercer. La Visión sintió el golpe y cayó varios metros atrás hasta chocar con un muro. El simulacro de Hombre Maravilla gritó alarmado.
- ¡Visión! ¡Maldición, pensé que se volvería intangible antes de que le tocase y no frené mis puños! – Mientras se acercaba al vengador caído, Hombre Maravilla se quitó la máscara para revelar el rostro asustado del verdadero Simon Williams tras ella - ¡Hank, aborta la sesión!
- Está hecho Simon. – Resonó la voz de Pym por la megafonía. La Visión apoyado en la pared abollada, comenzaba a levantarse.
- ¿Estás bien, Visión?
- ¿Simon? ¿De verdad eres tú? – Interrogó la Visión mientras se incorporaba. - ¿Cómo...?
- Espera siempre lo inesperado Visi... – Contestó Williams mientras le ayudaba levantarse. – El Capi nos lo ha repetido mil veces. ¡Dame un abrazo hermano! – Dijo aliviado al verle de una pieza.
La muestra de afectividad de Simon Williams reconfortó a la Visión.
- Creía que todavía estabas en Brasil, trabajando para tu Fundación.
- Mi vuelo aterrizó anoche en el JFK, y dado que hasta dentro de unos días no tengo que estar en la Costa Oeste, decidí pasar a ver como estabais. ¿No hay noticias de Wanda?
- Me temo que no. Todos los días consulto con el doctor Richards, y la búsqueda no da ningún resultado. Es... Es tan frustrante. - Simon Williams notó el tono de desesperación que ahogaba a su gemelo artificial.
- No te preocupes, Visión. Wanda es una mujer con recursos. Esté donde esté, sobrevivirá. – Dijo mientras le ponía la mano fraternalmente en el hombro. Hubo unos momentos de silencio entre ambos hombres. Ninguno de ellos podía olvidar que el otro también amaba a la vengadora desaparecida. Finalmente Simon Williams rompió el silencio
- Dime, Visión. ¿Qué sabes de mi hermano Eric? ¿Le trata bien SHIELD?
- Simon, Eric también ha desaparecido... Hace unos días, el transporte de SHIELD que le trasladaba fue asaltado y el Segador fue abducido por individuos no identificados. SHIELD ha perdido su pista.
Tres días después.
- ¿Así que este tampoco te ha gustado, Visi... Vic? – preguntó Norman Webster.
- No, Norman, me ha parecido demasiado inseguro. El edificio está demasiado habitado. – Contestó la Visión en su identidad de Victor Shade - No quiero poner a nadie en peligro.
Victor Shade y Norman Webster acababan de visitar juntos el tercer apartamento vacío en su búsqueda de un lugar para alquilar en su identidad secreta. Mientras caminan juntos por las calles de Manhattan, el sintozoide pondera el oportuno regreso de Simon Williams, justo cuando Eric ha desaparecido, el peligro inminente que supone para él la reapertura del Proyecto Vigilancia, y la poca seguridad que le confiere la popular Mansión de los Vengadores, ya que pese a sus sistemas de seguridad, su permanencia en ella le convierte en un objetivo fácilmente localizable. Se fijó en su buen amigo Norm, que caminaba a su lado. Notó que comenzaba cojear.
- Norman, se que tu pierna ya está mejor y puedes caminar, pero me parece que hoy la estás forzando demasiado. Será mejor que cojamos un taxi.
- Te lo agradezco, Victor. – Contestó Norman. – Mis piernas te lo agradecerán de verdad. – Se detuvo un momento mientras oteaba la calle y sacaba su móvil para pedir un vehículo. Victor Shade le retuvo con un gesto de su mano, pues ya estaba realizando esa misma operación a través de su conexión a la red.
Mientras esperaban ninguno de los dos hombres notó como un par de puntos luminosos se había materializado en el cielo sobre ellos.
– ¿Sabes? – Continuó Norman - No sé cómo no me di cuenta antes de que mi viejo amigo, la Visión, y Victor Shade, el amigo de confianza de mi novia, o sea tú, erais la misma persona… – Se frenó antes de confesar los intensos celos que había sentido al pensar que Darby estaba enamorada de Shade - Tenéis tantos gestos en común…
Durante las semanas transcurridas desde el día en que Norman ayudó a la Visión a derrotar a Zainiac, y tras descubrir la identidad secreta del vengador [4] , la amistad entre ambos se había renovado, consolidado y fortalecido. La Visión se había dado cuenta de que fuera de los Vengadores y del círculo de aventureros y seres con poderes con los que se relacionaba, apenas había disfrutado de la amistad de un ser humano normal. Sí, estaba Jarvis, pero el mayordomo de los Vengadores, al igual que los agentes de SHIELD con los que se relacionaba últimamente, formaba parte de su entorno profesional. Por eso se sentía a gusto con Norman, era humano al cien por cien.
Un pitido proveniente de la Visión, interrumpió la incesante cháchara de Norman que se apresuró a susurrar. - ¿La alarma de los Vengadores?
- Eso parece Norm, me temo que tendré que dejarte,- dijo mientras se introducía en un callejón adyacente. – Si me disculpas, prose…guiremos otro día… – y desactivando su disfraz holográfico y su modulador de voz, fuera de la vista de la gente, la Visión desapareció, hundiéndose intangible en el suelo.
- Por supuesto, Visi, primero salva el mundo, luego buscaremos piso. Primero lo fácil, luego lo difícil… - Y se dio cuenta de que estaba hablando solo.
Norman se disponía a abandonar el callejón cuando notó como las dos extrañas esferas brillantes colisionaron justo en el punto donde la Visión había desaparecido. El choque emitió una extraña luz que comenzó a expandirse lentamente, le pareció oír una voz que pedía ayuda desde su interior. Una mano salió de la luz, tras ella un brazo, y Norman por impulso la agarró. Sintió el dolor en sus convalecientes piernas mientras se esforzaba por tirar del miembro humano para extraer hacia sí el resto del cuerpo. Finalmente, cuando vio su rostro no pudo dar crédito a sus ojos.
- ¿Así que este tampoco te ha gustado, Visi... Vic? – preguntó Norman Webster.
- No, Norman, me ha parecido demasiado inseguro. El edificio está demasiado habitado. – Contestó la Visión en su identidad de Victor Shade - No quiero poner a nadie en peligro.
Victor Shade y Norman Webster acababan de visitar juntos el tercer apartamento vacío en su búsqueda de un lugar para alquilar en su identidad secreta. Mientras caminan juntos por las calles de Manhattan, el sintozoide pondera el oportuno regreso de Simon Williams, justo cuando Eric ha desaparecido, el peligro inminente que supone para él la reapertura del Proyecto Vigilancia, y la poca seguridad que le confiere la popular Mansión de los Vengadores, ya que pese a sus sistemas de seguridad, su permanencia en ella le convierte en un objetivo fácilmente localizable. Se fijó en su buen amigo Norm, que caminaba a su lado. Notó que comenzaba cojear.
- Norman, se que tu pierna ya está mejor y puedes caminar, pero me parece que hoy la estás forzando demasiado. Será mejor que cojamos un taxi.
- Te lo agradezco, Victor. – Contestó Norman. – Mis piernas te lo agradecerán de verdad. – Se detuvo un momento mientras oteaba la calle y sacaba su móvil para pedir un vehículo. Victor Shade le retuvo con un gesto de su mano, pues ya estaba realizando esa misma operación a través de su conexión a la red.
Mientras esperaban ninguno de los dos hombres notó como un par de puntos luminosos se había materializado en el cielo sobre ellos.
– ¿Sabes? – Continuó Norman - No sé cómo no me di cuenta antes de que mi viejo amigo, la Visión, y Victor Shade, el amigo de confianza de mi novia, o sea tú, erais la misma persona… – Se frenó antes de confesar los intensos celos que había sentido al pensar que Darby estaba enamorada de Shade - Tenéis tantos gestos en común…
Durante las semanas transcurridas desde el día en que Norman ayudó a la Visión a derrotar a Zainiac, y tras descubrir la identidad secreta del vengador [4] , la amistad entre ambos se había renovado, consolidado y fortalecido. La Visión se había dado cuenta de que fuera de los Vengadores y del círculo de aventureros y seres con poderes con los que se relacionaba, apenas había disfrutado de la amistad de un ser humano normal. Sí, estaba Jarvis, pero el mayordomo de los Vengadores, al igual que los agentes de SHIELD con los que se relacionaba últimamente, formaba parte de su entorno profesional. Por eso se sentía a gusto con Norman, era humano al cien por cien.
Un pitido proveniente de la Visión, interrumpió la incesante cháchara de Norman que se apresuró a susurrar. - ¿La alarma de los Vengadores?
- Eso parece Norm, me temo que tendré que dejarte,- dijo mientras se introducía en un callejón adyacente. – Si me disculpas, prose…guiremos otro día… – y desactivando su disfraz holográfico y su modulador de voz, fuera de la vista de la gente, la Visión desapareció, hundiéndose intangible en el suelo.
- Por supuesto, Visi, primero salva el mundo, luego buscaremos piso. Primero lo fácil, luego lo difícil… - Y se dio cuenta de que estaba hablando solo.
Norman se disponía a abandonar el callejón cuando notó como las dos extrañas esferas brillantes colisionaron justo en el punto donde la Visión había desaparecido. El choque emitió una extraña luz que comenzó a expandirse lentamente, le pareció oír una voz que pedía ayuda desde su interior. Una mano salió de la luz, tras ella un brazo, y Norman por impulso la agarró. Sintió el dolor en sus convalecientes piernas mientras se esforzaba por tirar del miembro humano para extraer hacia sí el resto del cuerpo. Finalmente, cuando vio su rostro no pudo dar crédito a sus ojos.
Bill Bishop de la policía de Nueva York, entraba en un lujoso hotel del centro de Maniatan. Mientras se dirigía al ascensor, hacía puzzles en la cabeza con las diversas piezas de información que tenía. El misterioso asesinato que estaba investigando, algo simple en su inicio, la muerte de un villano menor a manos del Azote del Bajo Mundo, no era lo que aparentaba ser. Para empezar el muerto no era el verdadero Lionfang en sí, sino el hermano del villano original, un hombre que, no solo jamás había llegado vestir el uniforme del fallecido, sino que ni siquiera había llegado a delinquir en toda su vida. Alejandro Cortez, el original Lionfang murió en combate con Luke Cage hace ya años [5] . Matar a los familiares de los villanos, no entraba en el modus operandi del Azote, lo que desviaba la investigación en otra dirección, pese a que su grito de guerra, “¡Se ha hecho justicia!”, fuese oído por una vecina. Una vecina sorda, además. Su viejo amigo Teddy, ahora el teniente Edward S. Chance de SHIELD, le había facilitado otra serie de pistas que le habían permitido continuar indagando. Llamó a la puerta de una ostentosa suite situada en la última planta del edificio. Oyó una voz femenina avisarle desde el interior.
- ¿Señorita Hughes? Soy el sargento Detective Bishop, hablamos antes por teléfono...
En cuestión de segundos, la puerta se entreabrió y un bello rostro de mujer se asomó por ella. Su mirada perspicaz examinó al detective de arriba abajo. Analizó la placa identificativa que Bishop mostraba en su mano izquierda, y procedió a dejarle pasar.
- ¿Señorita Hughes? Soy el sargento Detective Bishop, hablamos antes por teléfono...
En cuestión de segundos, la puerta se entreabrió y un bello rostro de mujer se asomó por ella. Su mirada perspicaz examinó al detective de arriba abajo. Analizó la placa identificativa que Bishop mostraba en su mano izquierda, y procedió a dejarle pasar.
De los archivos del Teniente Edward S. Chance, de SHIELD.
"No se puede afirmar que durante los últimos tiempos la paz entre las diversas grandes familias de la organización criminal conocida como Maggia haya sido una realidad. La llegada de un misterioso hombre que asumía el título de “Gran M”, y la efectividad con la que su guardaespaldas, el mercenario asesino llamado Leopoldus, ha ido eliminando a diversos rivales del desconocido líder, han agitado las raíces más profundas de la organización. Cuando Eric Williams, también conocido como el Siniestro Segador sobrevivió a un intento de asesinato a cargo de Leopoldus, Williams fue detenido por el vengador conocido como la Visión. SHIELD aprovechó la oportunidad y ofreció al Segador un trato que tenía por objeto explotar su reputación y sus conocimientos sobre Maggia.
Lamentablemente esto atrajo la atención de la Visión sobre nuestras operaciones en la base Prevención. Consciente de que cualquier veto al vengador no haría más que despertar su curiosidad, y de que una acción hostil contra él, incluso de tener éxito, acabaría por atraer al resto de sus compañeros de equipo, tomé la decisión de permitirle acceder a la base Prevención así como de facilitarle parte de la información sobre nuestras operaciones.
Pero la presencia de la Visión no representó un riesgo de seguridad para SHIELD, más bien al contrario, el vengador ayudó a detener el ataque de un dúo de alienígenas, los Hermanos Sangre, que perseguían al Segador, y a descubrir la presencia, contra todo pronóstico, de un traidor en nuestras filas, el oficial de comunicaciones Donald Patterson.
La traición de Patterson, así como mis investigaciones acerca de la identidad de Leopoldus, y sus verdaderos propósitos, me llevan a sospechar de que en sus planes hay algo más oscuro que una simple disputa por el control de la organización criminal Maggia. Informaciones contrastadas con la directora Carter, y con otros operativos de nuestra agencia me llevan a unas conclusiones que todavía no puedo demostrar, de tener razón podríamos estar enfrentándonos al resurgimiento de una amenaza más grande.
Por otra parte, circunstancias ajenas a nuestra organización, han ralentizado nuestras operaciones y nos han obligado a cambiar el rumbo. El Proyecto Vigilancia, operación internacional que implica a gran parte de las agencias de inteligencia mundiales y de la que nosotros mismos formamos parte, ha vetado la implicación de la Visión en nuestras operaciones, ya que consideran que el sintezoide vuelve a representar una amenaza para la red mundial de ordenadores. Personalmente estoy en contra de la decisión tomada por el director de la operación, el agente canadiense Cameron Brock. Por mi experiencia personal con el vengador, y mi conocimiento sobre el perfil que define a los diferentes miembros de los Vengadores, creo poder asegurar que la toma del control de los ordenadores que el sintezoide realizó hace unos años, obedecía a las circunstancias de entonces, y que hoy en día, nuestro individuo carece tanto de las motivaciones, como de los medios tecnológicos que le condujeron a convertirse en semejante amenaza. La misma implicación del Proyecto que dirige Brock ha vuelto a suponer un revés para mi planificación.
Hace unas semanas, cuando la crisis que los héroes han definido en sus informes como El Crepúsculo de los Dioses comenzaba a manifestarse, los hombres de Brock se llevaron de mi base a Eric Williams. El informe de Brock requería a Williams para ponerle al mando de una unidad de agentes cuya misión primordial sería capturar al sintezoide. Para pesar de Brock, el transporte que trasladaba a Williams fue asaltado y el Siniestro Segador fue liberado o apresado por una partida desconocida [6] .
Finalmente, en estos últimos días comenzó a correr la voz de que el nuevo “Gran M” convocaba a todos los líderes de Maggia en activo, con la intención de establecer la unidad de todas las familias bajo su mando. A sabiendas de que la desconfianza en su convocatoria podía ser tomada como una trampa por el resto de los jefes, “Gran M” contactó con dos de los profesionales más respetados por el mundo del hampa. Dos hombres cuya intachable reputación y discreción como proveedores de determinados servicios habían siempre satisfecho a todos los líderes criminales, fueran o no de la familia. Así, Phineas Mason, el terrible Chapucero, creador de los más mortíferos arsenales, y el Supervisor, adiestrador de criminales en toda clase de combate, recibieron el encargo, siempre bajo previo pago de una sustanciosa fortuna, de organizar la reunión de todas las familias, mantener el perímetro de seguridad, y establecer las condiciones necesarias para que ninguno de las Familias de Maggia tomase ventaja sobre el resto."
"No se puede afirmar que durante los últimos tiempos la paz entre las diversas grandes familias de la organización criminal conocida como Maggia haya sido una realidad. La llegada de un misterioso hombre que asumía el título de “Gran M”, y la efectividad con la que su guardaespaldas, el mercenario asesino llamado Leopoldus, ha ido eliminando a diversos rivales del desconocido líder, han agitado las raíces más profundas de la organización. Cuando Eric Williams, también conocido como el Siniestro Segador sobrevivió a un intento de asesinato a cargo de Leopoldus, Williams fue detenido por el vengador conocido como la Visión. SHIELD aprovechó la oportunidad y ofreció al Segador un trato que tenía por objeto explotar su reputación y sus conocimientos sobre Maggia.
Lamentablemente esto atrajo la atención de la Visión sobre nuestras operaciones en la base Prevención. Consciente de que cualquier veto al vengador no haría más que despertar su curiosidad, y de que una acción hostil contra él, incluso de tener éxito, acabaría por atraer al resto de sus compañeros de equipo, tomé la decisión de permitirle acceder a la base Prevención así como de facilitarle parte de la información sobre nuestras operaciones.
Pero la presencia de la Visión no representó un riesgo de seguridad para SHIELD, más bien al contrario, el vengador ayudó a detener el ataque de un dúo de alienígenas, los Hermanos Sangre, que perseguían al Segador, y a descubrir la presencia, contra todo pronóstico, de un traidor en nuestras filas, el oficial de comunicaciones Donald Patterson.
La traición de Patterson, así como mis investigaciones acerca de la identidad de Leopoldus, y sus verdaderos propósitos, me llevan a sospechar de que en sus planes hay algo más oscuro que una simple disputa por el control de la organización criminal Maggia. Informaciones contrastadas con la directora Carter, y con otros operativos de nuestra agencia me llevan a unas conclusiones que todavía no puedo demostrar, de tener razón podríamos estar enfrentándonos al resurgimiento de una amenaza más grande.
Por otra parte, circunstancias ajenas a nuestra organización, han ralentizado nuestras operaciones y nos han obligado a cambiar el rumbo. El Proyecto Vigilancia, operación internacional que implica a gran parte de las agencias de inteligencia mundiales y de la que nosotros mismos formamos parte, ha vetado la implicación de la Visión en nuestras operaciones, ya que consideran que el sintezoide vuelve a representar una amenaza para la red mundial de ordenadores. Personalmente estoy en contra de la decisión tomada por el director de la operación, el agente canadiense Cameron Brock. Por mi experiencia personal con el vengador, y mi conocimiento sobre el perfil que define a los diferentes miembros de los Vengadores, creo poder asegurar que la toma del control de los ordenadores que el sintezoide realizó hace unos años, obedecía a las circunstancias de entonces, y que hoy en día, nuestro individuo carece tanto de las motivaciones, como de los medios tecnológicos que le condujeron a convertirse en semejante amenaza. La misma implicación del Proyecto que dirige Brock ha vuelto a suponer un revés para mi planificación.
Hace unas semanas, cuando la crisis que los héroes han definido en sus informes como El Crepúsculo de los Dioses comenzaba a manifestarse, los hombres de Brock se llevaron de mi base a Eric Williams. El informe de Brock requería a Williams para ponerle al mando de una unidad de agentes cuya misión primordial sería capturar al sintezoide. Para pesar de Brock, el transporte que trasladaba a Williams fue asaltado y el Siniestro Segador fue liberado o apresado por una partida desconocida [6] .
Finalmente, en estos últimos días comenzó a correr la voz de que el nuevo “Gran M” convocaba a todos los líderes de Maggia en activo, con la intención de establecer la unidad de todas las familias bajo su mando. A sabiendas de que la desconfianza en su convocatoria podía ser tomada como una trampa por el resto de los jefes, “Gran M” contactó con dos de los profesionales más respetados por el mundo del hampa. Dos hombres cuya intachable reputación y discreción como proveedores de determinados servicios habían siempre satisfecho a todos los líderes criminales, fueran o no de la familia. Así, Phineas Mason, el terrible Chapucero, creador de los más mortíferos arsenales, y el Supervisor, adiestrador de criminales en toda clase de combate, recibieron el encargo, siempre bajo previo pago de una sustanciosa fortuna, de organizar la reunión de todas las familias, mantener el perímetro de seguridad, y establecer las condiciones necesarias para que ninguno de las Familias de Maggia tomase ventaja sobre el resto."
- ¿Nuevo Látigo Negro? – Los ojos del terrible Chapucero miraron al recién llegado por encima de la montura de sus lentes. Examinaron meticulosamente su uniforme de kevlar, el variado número de empuñaduras metálicas que colgaban de su cinturón, cada una de ellas probablemente un arma mortal.
- Sí. El nuevo y más letal. Hoy va a ser el día en que afiance mi reputación. Tengo entendido que el “Gran M” está detrás de algo grande y quiero hacerme un sitio en el seno de Maggia.
- Lo siento señor, no está en la lista. Solo está Marc Scarlotti, el Látigo Negro original. – Y sonrió. – Mira hijo, hoy no es un día para principiantes. Solo los veteranos tienen acceso a esta reunión. No obstante, - prosiguió con tono más paternal y considerado - reconozco por el tono de tu voz y tu determinación que puedes llegar a ser alguien importante en este negocio... Toma mi tarjeta, pídeme hora, ven a verme y veremos que se puede hacer con tus preciosos juguetes, he de reconocer que ofrecen posibilidades...
- ¿Tu tarjeta? Está bien, pero acepta tú la mía. O al menos pásasela al “Gran M”...
- Descuida, haré llegar a “Gran M” el interés que has demostrado. Estoy seguro que no prescindirá de alguien con tus cualidades. ¿Pero ven a verme, eh?
- Siempre intentado ganar un dólar ¿Eh, viejo? – Comentó el Supervisor al ver como Látigo Negro se alejaba con la tarjeta en su mano.
- Todo es negocio, mi querido amigo. Pero no te preocupes, una vez armados, cuando necesitan sicarios para reclutar en sus bandas, les remito a ti. ¡Faltaría más!
- Sí. El nuevo y más letal. Hoy va a ser el día en que afiance mi reputación. Tengo entendido que el “Gran M” está detrás de algo grande y quiero hacerme un sitio en el seno de Maggia.
- Lo siento señor, no está en la lista. Solo está Marc Scarlotti, el Látigo Negro original. – Y sonrió. – Mira hijo, hoy no es un día para principiantes. Solo los veteranos tienen acceso a esta reunión. No obstante, - prosiguió con tono más paternal y considerado - reconozco por el tono de tu voz y tu determinación que puedes llegar a ser alguien importante en este negocio... Toma mi tarjeta, pídeme hora, ven a verme y veremos que se puede hacer con tus preciosos juguetes, he de reconocer que ofrecen posibilidades...
- ¿Tu tarjeta? Está bien, pero acepta tú la mía. O al menos pásasela al “Gran M”...
- Descuida, haré llegar a “Gran M” el interés que has demostrado. Estoy seguro que no prescindirá de alguien con tus cualidades. ¿Pero ven a verme, eh?
- Siempre intentado ganar un dólar ¿Eh, viejo? – Comentó el Supervisor al ver como Látigo Negro se alejaba con la tarjeta en su mano.
- Todo es negocio, mi querido amigo. Pero no te preocupes, una vez armados, cuando necesitan sicarios para reclutar en sus bandas, les remito a ti. ¡Faltaría más!
- ¡Leopoldus! – La voz que sonaba a través del comunicador del mercenario asesino era inconfundible para los oídos de este.
- ¿”Gran M”?
- Me imagino que todo está dispuesto para la gran reunión, tal y como planeamos...
- En efecto jefe, el Supervisor y el Chapucero han contactado en estas semanas con todas las familias. Todo aquel que es alguien o tiene aspiraciones a pertenecer a la familia, será evaluado de acorde a nuestras varemos, facilitándole o negándosele el acceso.
- ¿Se tomaron las oportunas medidas para que todo el mundo sea realmente quien dice ser?
- “Gran M”, hemos contratado a los mejores...
- ¿”Gran M”?
- Me imagino que todo está dispuesto para la gran reunión, tal y como planeamos...
- En efecto jefe, el Supervisor y el Chapucero han contactado en estas semanas con todas las familias. Todo aquel que es alguien o tiene aspiraciones a pertenecer a la familia, será evaluado de acorde a nuestras varemos, facilitándole o negándosele el acceso.
- ¿Se tomaron las oportunas medidas para que todo el mundo sea realmente quien dice ser?
- “Gran M”, hemos contratado a los mejores...
- ¿Sam Smithers? ¿El Hombre Planta? – Comentó el Supervisor – No tenía ni idea de que estuviera afiliado con Maggia. El Supervisor examinó fijamente al Hombre Planta.
- Lo estuvo. – Replicó el Chapucero. – Fue reclutado por el Conde Nefaria en su intento de chantaje a Washington hace ya muchos años. Cuando la Patrulla X desbarató los planes de Nefaria, Smithers aprovechó la coyuntura para apropiarse de la tecnología necesaria que creía que le permitiría convertirse en una amenaza mundial... – Mason calló ante el gesto que su compañero le hizo con la mano.
- Ahora recuerdo. – Dijo desenvainando su espada con velocidad fulminante. - Desde entonces comenzó a usar simulacros vegetales para tareas menores... ¡Simulacros como este! – Y la hoja de metal seccionó al Hombre Planta por la mitad. La savia verde que sustituía la sangre del ser vegetal se desparramó por el suelo.
- ¿Cómo lo adivinaste? No tuve tiempo de aplicarle nuestros sensores.
- Instinto, viejo. No me gustan los simulacros sujetos a una programación implantada, son malos para el negocio. Yo entreno esbirros..., No hay nada como la relación maestro-alumno. – Dijo mientras limpiaba su espada del verdoso líquido.
- Siguiente.
- Lo estuvo. – Replicó el Chapucero. – Fue reclutado por el Conde Nefaria en su intento de chantaje a Washington hace ya muchos años. Cuando la Patrulla X desbarató los planes de Nefaria, Smithers aprovechó la coyuntura para apropiarse de la tecnología necesaria que creía que le permitiría convertirse en una amenaza mundial... – Mason calló ante el gesto que su compañero le hizo con la mano.
- Ahora recuerdo. – Dijo desenvainando su espada con velocidad fulminante. - Desde entonces comenzó a usar simulacros vegetales para tareas menores... ¡Simulacros como este! – Y la hoja de metal seccionó al Hombre Planta por la mitad. La savia verde que sustituía la sangre del ser vegetal se desparramó por el suelo.
- ¿Cómo lo adivinaste? No tuve tiempo de aplicarle nuestros sensores.
- Instinto, viejo. No me gustan los simulacros sujetos a una programación implantada, son malos para el negocio. Yo entreno esbirros..., No hay nada como la relación maestro-alumno. – Dijo mientras limpiaba su espada del verdoso líquido.
- Siguiente.
De los archivos del Teniente Edward S. Chance, de SHIELD.
"Parecía que nunca íbamos a encontrar el lugar de la reunión de Maggia. Afortunadamente, contar con los recursos de la agencia de inteligencia más sofisticada del planeta nos facilitó la labor. El lugar era la carpa de un circo ambulante situada a las afueras de la capital de la nación, sin duda una de las tapaderas para las academias itinerantes del Supervisor. Desde un pequeño Heli-Transporte a bastantes kilómetros de altura mantenemos en observación el lugar. Por desgracia, la carpa está protegida por algún tipo de tecnología que bloquea los sensores y escáners de nuestros más avanzados satélites espía. Al menos hasta que nuestros agentes estén posicionados en su interior."
"Parecía que nunca íbamos a encontrar el lugar de la reunión de Maggia. Afortunadamente, contar con los recursos de la agencia de inteligencia más sofisticada del planeta nos facilitó la labor. El lugar era la carpa de un circo ambulante situada a las afueras de la capital de la nación, sin duda una de las tapaderas para las academias itinerantes del Supervisor. Desde un pequeño Heli-Transporte a bastantes kilómetros de altura mantenemos en observación el lugar. Por desgracia, la carpa está protegida por algún tipo de tecnología que bloquea los sensores y escáners de nuestros más avanzados satélites espía. Al menos hasta que nuestros agentes estén posicionados en su interior."
- Muy bien caballeros, veo que el celo puesto en su vigilancia es verdaderamente encomiable.
- ¿Quién? – Phineas Mason miró hacia el lugar de donde procedía la voz, y vio dos hombres corpulentos dirigiéndose hacia él. Tuvo que bajar la mirada para descubrir que ante los fornidos guardaespaldas caminaba César Cicerón, el abogado de la Maggia, hombre de corta estatura, y grandes ideas, envuelto, como siempre, en su abrigo de piel y con su sombrero calado hasta las orejas.
El Supervisor saludó al abogado, - Mister Cicerón... – Y luego miró a sus guardaespaldas con extremado celo, y un brillo de orgullo. Eran de los mejores graduados de sus academias. Recuerda como marcó con su afilada espada la cicatriz que recorría la mejilla de uno de ellos, John Tiburón Casey, individuo descarado y sin escrúpulos, al que tuvo que enseñar cual era su sitio.
- ¿Quién? – Phineas Mason miró hacia el lugar de donde procedía la voz, y vio dos hombres corpulentos dirigiéndose hacia él. Tuvo que bajar la mirada para descubrir que ante los fornidos guardaespaldas caminaba César Cicerón, el abogado de la Maggia, hombre de corta estatura, y grandes ideas, envuelto, como siempre, en su abrigo de piel y con su sombrero calado hasta las orejas.
El Supervisor saludó al abogado, - Mister Cicerón... – Y luego miró a sus guardaespaldas con extremado celo, y un brillo de orgullo. Eran de los mejores graduados de sus academias. Recuerda como marcó con su afilada espada la cicatriz que recorría la mejilla de uno de ellos, John Tiburón Casey, individuo descarado y sin escrúpulos, al que tuvo que enseñar cual era su sitio.
En el interior de la carpa circense, individuos vistiendo los disfraces más variopintos y coloridos, en contraste con la pista vacía, y en contra de lo habitual, se sentaban en las primeras filas... Individuos de la calaña de Pierre Fresson, alias Ciclón, representante de la rama francesa de la Maggia, emigrado desde hace unos años a los USA, o, sentado a su lado, Edward Lavell, la Anguila, en representación del detenido Cabeza de Martillo.
- Oí que tu jefe fue detenido. – Comentó Fresson. – Dicen que fue SHIELD... ¿Ya ni siquiera está al nivel de los enmascarados como Daredevil o Spiderman?
- Fue una trampa de Leopoldus. Y no fue SHIELD, fue uno de los malditos Vengadores, el robot... [7] .- Se interrumpió al ver una cara fuera de lugar - ¿Ey, no es ese Jack O´Lantern? ¿Desde cuando pertenece a la familia?
- ¿Y cual Jack O´Lantern es? – añadió Ciclón. – Creo que al menos hay dos tipos en activo con esa identidad...
- La gente no tiene respeto, ni amor propio. Nosotros al menos usamos nombres y tecnología de individuos fallecidos. – Comentó Anguila - Mantenemos una tradición...
- Ey, mira ese bombón, mon ami... ¿La conoces?
- Solo de oídas, esa belleza es Lotus Newark. Durante un tiempo dirigió desde la sombra las bandas de Los Ángeles, parece ser que con la repentina desaparición de Madame Máscara [8] , aprovechó su posición para adueñarse del liderazgo de la rama de Maggia en la Costa Oeste.
- ¿Necesitará consorte? Creo que me he enamorado...
- ¡Je! Dicen que es letal. – Sonrió Anguila bajo su máscara. - En la cama, y fuera de ella...
A escasos metros de ellos, el hombre vestido como Jack O´Lantern estudiaba con detenimiento la situación e identidad de todos los presentes. Representantes de todas las familias de Maggia establecidas en cada estado de los USA, algunos de otros continentes, e incluso algún que otro enviado de otras corporaciones criminales como la Yakuza, o representantes del legado de Kingpin, perteneciese ahora a quien perteneciese. Miró el reloj incorporado en el interior de su máscara. Apenas quedaban treinta segundos para la hora convenida para la reunión.
Dicho y hecho, en el momento acordado, el suelo comenzó a vibrar, y del mismo centro de la pista se erigió un podio. Alrededor de él media docena de amenazadores Dreadnoughts formaban en posición defensiva. Sobre el podio, con los brazos cruzados, el hombre llamado Leopoldus, observó desafiante a la audiencia.
- ¡Buenas noches, damas y caballeros! Es un placer tenerles a todos ustedes aquí. – Saludó sonriendo.
Por un momento, la desconfianza y el temor a una emboscada recorrieron la mente de prácticamente todos los presentes. Leopoldus estaba encantado, olió y saboreó el miedo reinante durante unos segundos, y continuó hablando.
- Tranquilidad, queridos amigos. Mi jefe, “Gran M”, dio su palabra de que hoy no habría agresiones. Nuestros viejos amigos, el Supervisor y el Chapucero, ambos hombres respetables, además de profesionales impecables, garantizarán la seguridad de todos los invitados. Esto es, si todos son quienes dicen que son. – Sus ojos se posaron en Jack O´Lantern.
- Oí que tu jefe fue detenido. – Comentó Fresson. – Dicen que fue SHIELD... ¿Ya ni siquiera está al nivel de los enmascarados como Daredevil o Spiderman?
- Fue una trampa de Leopoldus. Y no fue SHIELD, fue uno de los malditos Vengadores, el robot... [7] .- Se interrumpió al ver una cara fuera de lugar - ¿Ey, no es ese Jack O´Lantern? ¿Desde cuando pertenece a la familia?
- ¿Y cual Jack O´Lantern es? – añadió Ciclón. – Creo que al menos hay dos tipos en activo con esa identidad...
- La gente no tiene respeto, ni amor propio. Nosotros al menos usamos nombres y tecnología de individuos fallecidos. – Comentó Anguila - Mantenemos una tradición...
- Ey, mira ese bombón, mon ami... ¿La conoces?
- Solo de oídas, esa belleza es Lotus Newark. Durante un tiempo dirigió desde la sombra las bandas de Los Ángeles, parece ser que con la repentina desaparición de Madame Máscara [8] , aprovechó su posición para adueñarse del liderazgo de la rama de Maggia en la Costa Oeste.
- ¿Necesitará consorte? Creo que me he enamorado...
- ¡Je! Dicen que es letal. – Sonrió Anguila bajo su máscara. - En la cama, y fuera de ella...
A escasos metros de ellos, el hombre vestido como Jack O´Lantern estudiaba con detenimiento la situación e identidad de todos los presentes. Representantes de todas las familias de Maggia establecidas en cada estado de los USA, algunos de otros continentes, e incluso algún que otro enviado de otras corporaciones criminales como la Yakuza, o representantes del legado de Kingpin, perteneciese ahora a quien perteneciese. Miró el reloj incorporado en el interior de su máscara. Apenas quedaban treinta segundos para la hora convenida para la reunión.
Dicho y hecho, en el momento acordado, el suelo comenzó a vibrar, y del mismo centro de la pista se erigió un podio. Alrededor de él media docena de amenazadores Dreadnoughts formaban en posición defensiva. Sobre el podio, con los brazos cruzados, el hombre llamado Leopoldus, observó desafiante a la audiencia.
- ¡Buenas noches, damas y caballeros! Es un placer tenerles a todos ustedes aquí. – Saludó sonriendo.
Por un momento, la desconfianza y el temor a una emboscada recorrieron la mente de prácticamente todos los presentes. Leopoldus estaba encantado, olió y saboreó el miedo reinante durante unos segundos, y continuó hablando.
- Tranquilidad, queridos amigos. Mi jefe, “Gran M”, dio su palabra de que hoy no habría agresiones. Nuestros viejos amigos, el Supervisor y el Chapucero, ambos hombres respetables, además de profesionales impecables, garantizarán la seguridad de todos los invitados. Esto es, si todos son quienes dicen que son. – Sus ojos se posaron en Jack O´Lantern.
- La reunión ha comenzado, Teniente Chance. Parece que nuestro paquete está en posición. Todavía no hay señal de “Gran M”. – Dijo la femenina voz de una agente de SHIELD.
- Gracias agente Welch, quiero un escrutinio perfecto de todo lo que sucede alrededor de esa carpa. – Contestó Chance- Todas las unidades dispuestas para el asalto en cuanto yo de la orden.
- ¿Chance, por qué no proceden simplemente a arrestar a todos los presentes? – Dijo una voz masculina a sus espaldas.
Chance miró a su interlocutor en la sombra. Meditó unos momentos la respuesta y comenzó a hablar.
- Verá, detener a los de abajo no supondría un problema. Estoy seguro de que entre posesión de armas ilegales, pequeños, o incluso, grandes crímenes pendientes, encontraríamos razones para meter entre rejas al 99% de esa basura. Pero en cuestión de días sus abogados les sacarían bajo fianza. El dinero que gastamos de los contribuyentes en esta misión debe ser utilizado para frenar las operaciones de Maggia de cuajo, o al menos para obtener la información necesaria para llevar a cabo ese trabajo. Debemos esperar a que “Gran M” de sus pasos...
- ¡Teniente Chance, parece que “Gran M” ha aparecido! – Advirtió otro de los agentes de vigilancia.
- Gracias agente Welch, quiero un escrutinio perfecto de todo lo que sucede alrededor de esa carpa. – Contestó Chance- Todas las unidades dispuestas para el asalto en cuanto yo de la orden.
- ¿Chance, por qué no proceden simplemente a arrestar a todos los presentes? – Dijo una voz masculina a sus espaldas.
Chance miró a su interlocutor en la sombra. Meditó unos momentos la respuesta y comenzó a hablar.
- Verá, detener a los de abajo no supondría un problema. Estoy seguro de que entre posesión de armas ilegales, pequeños, o incluso, grandes crímenes pendientes, encontraríamos razones para meter entre rejas al 99% de esa basura. Pero en cuestión de días sus abogados les sacarían bajo fianza. El dinero que gastamos de los contribuyentes en esta misión debe ser utilizado para frenar las operaciones de Maggia de cuajo, o al menos para obtener la información necesaria para llevar a cabo ese trabajo. Debemos esperar a que “Gran M” de sus pasos...
- ¡Teniente Chance, parece que “Gran M” ha aparecido! – Advirtió otro de los agentes de vigilancia.
- ¡Queridos amigos, es un honor para mi dirigirme a tan selecta audiencia! – La voz del misterioso “Gran M” resonó en el interior de la carpa. Sobre el podio central una figura corpulenta, bien vestida, y con el rostro cubierto por una máscara surgía del suelo ante los curiosos ojos de los presentes. El enmascarado prosiguió...
- Ante todo, ruego que disculpen mi máscara, al igual que espero que sepan perdonar las diversas medidas de seguridad a las que les hemos sometido para llegar hasta aquí. Pero como todos ustedes comprenderán, esta reunión de negocios necesitaba de la máxima discreción. – Miró a la audiencia presente. Apoyó sus manos en el púlpito y continuó hablando.
- Se que en las últimas semanas hemos tenido diferencias. En gran parte debido a las acciones hostiles que mi fiel lugarteniente, Leopoldus, ha ejecutado contra algunos de vuestros intereses, o de vuestros aliados... Todo ello, siguiendo siempre mis estrictas órdenes. – Un murmullo de desaprobación recorrió la grada.
- Lamentablemente, - Alzó la voz “Gran M” - es un duro mundo éste en el que nos movemos, y eso lo sabéis todos los presentes, lo que importa es el poder, el poder... y la fuerza. Si uno aspira al liderazgo de nuestra familia, de nuestras familias, ha de tener agallas para enfrentarse a quien quiera que sea... ¡Y yo las tengo!… como ya he demostrado. Pero no somos animales, en nuestro caso, el macho de la manada no tiene por que usar siempre la fuerza para prevalecer, no ha de exterminar o expulsar al resto de sus rivales. Somos hombres, o mujeres, - Dijo mirando a Lotus Newark - empresarios que podemos solucionar nuestras diferencias hablando alrededor de una mesa. – Hizo una pausa ensayada y continuó. - De un hombre de negocios a otros, os pido que consideréis las operaciones violentas de las últimas semanas como el inicio de una OPA... Una OPA hostil, si se me permite bromear al respecto... cuyo único objetivo era darme a conocer y así poder presentarme ante esta selecta audiencia para comenzar a negociar un nuevo futuro, una nueva dirección que resulte fructífera y provechosa para todos los que me sigan...
Desde el acceso a la carpa el Supervisor escuchaba la charla mientras con su mirada observaba atentamente a “Gran M”, su lenguaje corporal no era el de nadie al que conociera, o hubiera estudiado. Se dio la vuelta, y se dirigió hacia el panel de control tras el que estaba el Chapucero.
- La verdad, viejo, es que el individuo tiene agallas, nadie, ni siquiera nosotros, sabemos quien es, y ahí está el tío, delante de todos, ofreciéndoles que se pongan a su disposición. – Se percató del gesto preocupado del C diseñador de arsenales. - ¿Qué pasa? ¿Te preocupa algo viejo?
- Son estos instrumentos, parece como que algo los ha recalibrado. Una pequeña emisión externa, muy cercana. – El Chapucero se fijó en la tarjeta que le había entregado el neófito Látigo Negro. - ¡Maldición! – Exclamó mientras la rompía. - ¿Cómo he podido ser tan bobo?
- La codicia te cegó viejo. ¡Maldita sea! ¿Cómo está el perímetro de seguridad? -
- Arriba, sobre la carpa, hay una brecha.
El Supervisor penetró en la carpa y miró hacia lo alto de la bóveda de lona. No tuvo tiempo de alertar a nadie. La tela se rajó ante sus ojos, rasgada por la fuerza de una afilada hoja metálica. Por el hueco resultante se deslizó una figura conocida por el instructor. - ¿El Siniestro Segador?
En efecto, desde las alturas de la carpa, Eric Williams descendía lentamente, sostenido en el aire por el poder giratorio de su guadaña, en un símil muy parecido al de la hélice de un helicóptero.
Posó los pies en el suelo a escasos metros de la fila de los Dreadnought, y saludó con una sonrisa irónica a la tribuna donde estaba “Gran M”. Luego, haciendo con los dedos de su mano izquierda la forma de una pistola apuntó a Leopoldus, simuló un disparo y de manera burlona se sopló el dedo índice.
Tras él, a través de la tela reventada, una plataforma voladora tripulada por dos figuras irrumpió en la reunión y aterrizó junto a Williams.
- ¡El Merodeador Enmascarado y su Tri-Hombre!
Al ver a los recién llegados, Leopoldus apretó los puños. El Segador y el Merodeador eran precisamente los dos miembros de Maggia que habían escapado a sus atentados. El Merodeador escapó a su emboscada en el Empire State, gracias al robot Tri-Hombre, el mismo que ahora le acompañaba. Pensaba que le había metido suficiente miedo en el cuerpo para que no se atreviera a dar la cara, y sin embargo, ahí está. En cuanto al Segador, creía que todavía estaba en manos de SHIELD.
- ¿Qué significa esto Leopoldus? – Preguntó “Gran M” a su lugarteniente. – Creí que lo tenías todo bajo control.
El Supervisor estudió meticulosamente al trío de recién llegados. Había algo que le era familiar. El Segador comenzó a hablar...
- Bien “Gran M”, ¿Quieres hablar...? Hablemos. Pero primero pongamos las cosas claras... Tu “OPA hostil” ha fracasado, y hay que renegociar. – La mano del Merodeador Enmascarado se posó sobre el hombro de Eric Williams y en ademán autoritario le interrumpió. Haciendo caso omiso de la mirada indignada de Williams, el enmascarado se puso al frente y continuó hablando.
- Lo que mi compañero quiere decir, “Gran M”, es que la demostración de fuerza que has realizado no ha tenido efecto en nosotros. – Paseó de un lado a otro dirigiéndose tanto al púlpito de “Gran M” como hacia la tribuna de espectadores. – Más bien al contrario, tanto el Segador, al que mis hombres liberaron de la custodia de SHIELD hace unos días, como yo, hemos salido fortalecidos y convencidos de que ahora podemos optar a compartir, o incluso a apropiarnos de la cuotas de poder a las que aspiras. Es cierto que la Maggia unida posee gran poder, pero, ¿A quién debe beneficiar? ¿Quién debe dirigirla?
- “Curioso” – Dijo para sí el Supervisor sin perder detalle. Detrás del Merodeador, el Segador desafiante, y el Tri-Hombre impasible, vigilaban todos los movimientos de los congregados.
- Ante todo, ruego que disculpen mi máscara, al igual que espero que sepan perdonar las diversas medidas de seguridad a las que les hemos sometido para llegar hasta aquí. Pero como todos ustedes comprenderán, esta reunión de negocios necesitaba de la máxima discreción. – Miró a la audiencia presente. Apoyó sus manos en el púlpito y continuó hablando.
- Se que en las últimas semanas hemos tenido diferencias. En gran parte debido a las acciones hostiles que mi fiel lugarteniente, Leopoldus, ha ejecutado contra algunos de vuestros intereses, o de vuestros aliados... Todo ello, siguiendo siempre mis estrictas órdenes. – Un murmullo de desaprobación recorrió la grada.
- Lamentablemente, - Alzó la voz “Gran M” - es un duro mundo éste en el que nos movemos, y eso lo sabéis todos los presentes, lo que importa es el poder, el poder... y la fuerza. Si uno aspira al liderazgo de nuestra familia, de nuestras familias, ha de tener agallas para enfrentarse a quien quiera que sea... ¡Y yo las tengo!… como ya he demostrado. Pero no somos animales, en nuestro caso, el macho de la manada no tiene por que usar siempre la fuerza para prevalecer, no ha de exterminar o expulsar al resto de sus rivales. Somos hombres, o mujeres, - Dijo mirando a Lotus Newark - empresarios que podemos solucionar nuestras diferencias hablando alrededor de una mesa. – Hizo una pausa ensayada y continuó. - De un hombre de negocios a otros, os pido que consideréis las operaciones violentas de las últimas semanas como el inicio de una OPA... Una OPA hostil, si se me permite bromear al respecto... cuyo único objetivo era darme a conocer y así poder presentarme ante esta selecta audiencia para comenzar a negociar un nuevo futuro, una nueva dirección que resulte fructífera y provechosa para todos los que me sigan...
Desde el acceso a la carpa el Supervisor escuchaba la charla mientras con su mirada observaba atentamente a “Gran M”, su lenguaje corporal no era el de nadie al que conociera, o hubiera estudiado. Se dio la vuelta, y se dirigió hacia el panel de control tras el que estaba el Chapucero.
- La verdad, viejo, es que el individuo tiene agallas, nadie, ni siquiera nosotros, sabemos quien es, y ahí está el tío, delante de todos, ofreciéndoles que se pongan a su disposición. – Se percató del gesto preocupado del C diseñador de arsenales. - ¿Qué pasa? ¿Te preocupa algo viejo?
- Son estos instrumentos, parece como que algo los ha recalibrado. Una pequeña emisión externa, muy cercana. – El Chapucero se fijó en la tarjeta que le había entregado el neófito Látigo Negro. - ¡Maldición! – Exclamó mientras la rompía. - ¿Cómo he podido ser tan bobo?
- La codicia te cegó viejo. ¡Maldita sea! ¿Cómo está el perímetro de seguridad? -
- Arriba, sobre la carpa, hay una brecha.
El Supervisor penetró en la carpa y miró hacia lo alto de la bóveda de lona. No tuvo tiempo de alertar a nadie. La tela se rajó ante sus ojos, rasgada por la fuerza de una afilada hoja metálica. Por el hueco resultante se deslizó una figura conocida por el instructor. - ¿El Siniestro Segador?
En efecto, desde las alturas de la carpa, Eric Williams descendía lentamente, sostenido en el aire por el poder giratorio de su guadaña, en un símil muy parecido al de la hélice de un helicóptero.
Posó los pies en el suelo a escasos metros de la fila de los Dreadnought, y saludó con una sonrisa irónica a la tribuna donde estaba “Gran M”. Luego, haciendo con los dedos de su mano izquierda la forma de una pistola apuntó a Leopoldus, simuló un disparo y de manera burlona se sopló el dedo índice.
Tras él, a través de la tela reventada, una plataforma voladora tripulada por dos figuras irrumpió en la reunión y aterrizó junto a Williams.
- ¡El Merodeador Enmascarado y su Tri-Hombre!
Al ver a los recién llegados, Leopoldus apretó los puños. El Segador y el Merodeador eran precisamente los dos miembros de Maggia que habían escapado a sus atentados. El Merodeador escapó a su emboscada en el Empire State, gracias al robot Tri-Hombre, el mismo que ahora le acompañaba. Pensaba que le había metido suficiente miedo en el cuerpo para que no se atreviera a dar la cara, y sin embargo, ahí está. En cuanto al Segador, creía que todavía estaba en manos de SHIELD.
- ¿Qué significa esto Leopoldus? – Preguntó “Gran M” a su lugarteniente. – Creí que lo tenías todo bajo control.
El Supervisor estudió meticulosamente al trío de recién llegados. Había algo que le era familiar. El Segador comenzó a hablar...
- Bien “Gran M”, ¿Quieres hablar...? Hablemos. Pero primero pongamos las cosas claras... Tu “OPA hostil” ha fracasado, y hay que renegociar. – La mano del Merodeador Enmascarado se posó sobre el hombro de Eric Williams y en ademán autoritario le interrumpió. Haciendo caso omiso de la mirada indignada de Williams, el enmascarado se puso al frente y continuó hablando.
- Lo que mi compañero quiere decir, “Gran M”, es que la demostración de fuerza que has realizado no ha tenido efecto en nosotros. – Paseó de un lado a otro dirigiéndose tanto al púlpito de “Gran M” como hacia la tribuna de espectadores. – Más bien al contrario, tanto el Segador, al que mis hombres liberaron de la custodia de SHIELD hace unos días, como yo, hemos salido fortalecidos y convencidos de que ahora podemos optar a compartir, o incluso a apropiarnos de la cuotas de poder a las que aspiras. Es cierto que la Maggia unida posee gran poder, pero, ¿A quién debe beneficiar? ¿Quién debe dirigirla?
- “Curioso” – Dijo para sí el Supervisor sin perder detalle. Detrás del Merodeador, el Segador desafiante, y el Tri-Hombre impasible, vigilaban todos los movimientos de los congregados.
En el cielo sobre la carpa, los técnicos del transporte de SHIELD estudiaban en sus pantallas minuciosamente los acontecimientos de la reunión. El Teniente Chance se dirigió sonriendo a la figura entre sombras tras él. – Se dará cuenta de que las disensiones entre los diferentes líderes de Maggia pueden utilizarse para nuestro provecho.
-¿Eso cree, Chance? – Contestó su interlocutor. – Maggia es poderosa, tiene recursos y contactos que desconoce, y este nuevo “Gran M” ha demostrado hasta ahora ser una caja de sorpresas.
- Bueno... SHIELD también tiene un par o dos de sorpresas... - replicó Chance.
-¿Eso cree, Chance? – Contestó su interlocutor. – Maggia es poderosa, tiene recursos y contactos que desconoce, y este nuevo “Gran M” ha demostrado hasta ahora ser una caja de sorpresas.
- Bueno... SHIELD también tiene un par o dos de sorpresas... - replicó Chance.
- El pastel es grande – Contestó “Gran M” al Merodeador.- Pero somos todos tan golosos. – Dijo a la tribuna - ¿Estamos dispuestos a compartirlo? ¿O por el contrario nos arriesgaremos a que se nos caiga al suelo en el forcejeo perdiendo así suculentas porciones?
- “Gran M”, – le interrumpió el Merodeador. – todos sabemos por dónde vas... El que parte y reparte... ¿Nos ofreces las sobras? ¿No os dais cuenta? ¡Nos está ofreciendo migajas! – Gritó a la audiencia.
El Segador miró al Tri-Hombre, el robot multiforme al servicio del Merodeador. - ¡Je! Un discurso impecable. Parece que está ganándose a la audiencia... – El ser artificial ignoró al hombre de la guadaña.
Los ojos de Eric Williams se dirigieron a la tribuna, vio al Supervisor realizar un movimiento fugaz con su arco en la mano. Oyó un chisporrotear a su lado. Tras él, la figura del Tri-Hombre, con una flecha adherida en el pecho comenzó a vibrar desprendiendo una mezcla de luminosidad y color muy similar a la imagen de la pantalla de una televisión defectuosa lo haría. El Segador intentó localizar al Supervisor entre la multitud, pero este, espada en mano, ya saltaba por encima de las primeras filas del público. Con inusitada maestría, la afilada hoja del Supervisor rasgó la túnica del Merodeador Enmascarado de arriba a abajo, poniendo al descubierto el uniforme oculto bajo este, una uvedoble roja estampada sobre una camisa negra. Paralelamente la imagen fluctuante que oscilaba sobre el lugar que ocupaba el Tri-Hombre se desvaneció dejando al descubierto la verdadera identidad del otro infiltrado, el sintozoide vengador llamado...
- ¡La Visión! – Exclamó Leopoldus.
- Y Hombre Maravilla... – Expuso sonriendo, el Segador mientras Simon Williams se despojaba del resto del uniforme del Merodeador Enmascarado.
- Una interpretación digna de un oscar, caballeros, - Dijo el Supervisor. – Pero llevo bastante tiempo estudiando el lenguaje corporal de los héroes disfrazados para dejarme engañar por simples máscaras o trucos holográficos...
- “Gran M”, – le interrumpió el Merodeador. – todos sabemos por dónde vas... El que parte y reparte... ¿Nos ofreces las sobras? ¿No os dais cuenta? ¡Nos está ofreciendo migajas! – Gritó a la audiencia.
El Segador miró al Tri-Hombre, el robot multiforme al servicio del Merodeador. - ¡Je! Un discurso impecable. Parece que está ganándose a la audiencia... – El ser artificial ignoró al hombre de la guadaña.
Los ojos de Eric Williams se dirigieron a la tribuna, vio al Supervisor realizar un movimiento fugaz con su arco en la mano. Oyó un chisporrotear a su lado. Tras él, la figura del Tri-Hombre, con una flecha adherida en el pecho comenzó a vibrar desprendiendo una mezcla de luminosidad y color muy similar a la imagen de la pantalla de una televisión defectuosa lo haría. El Segador intentó localizar al Supervisor entre la multitud, pero este, espada en mano, ya saltaba por encima de las primeras filas del público. Con inusitada maestría, la afilada hoja del Supervisor rasgó la túnica del Merodeador Enmascarado de arriba a abajo, poniendo al descubierto el uniforme oculto bajo este, una uvedoble roja estampada sobre una camisa negra. Paralelamente la imagen fluctuante que oscilaba sobre el lugar que ocupaba el Tri-Hombre se desvaneció dejando al descubierto la verdadera identidad del otro infiltrado, el sintozoide vengador llamado...
- ¡La Visión! – Exclamó Leopoldus.
- Y Hombre Maravilla... – Expuso sonriendo, el Segador mientras Simon Williams se despojaba del resto del uniforme del Merodeador Enmascarado.
- Una interpretación digna de un oscar, caballeros, - Dijo el Supervisor. – Pero llevo bastante tiempo estudiando el lenguaje corporal de los héroes disfrazados para dejarme engañar por simples máscaras o trucos holográficos...
En la mansión de los Vengadores, el Caballero Negro, actual líder del grupo llevaba trabajando varias horas en su gabinete privado, mientras atendía los asuntos burocráticos que permitían que los Héroes Más Poderosos de la Tierra funcionasen a máxima efectividad.
- ¡Maldición…! Las cuentas de la Fundación María Stark no cuadran… ¡Y llevo toda la tarde revisándolas! – El sonido del interfono interrumpió sus maldiciones. - ¿Sí?
- Señor – dijo la voz familiar del mayordomo de los Vengadores – Tiene visita.
- ¿Quién es, Jarvis? Estoy muy ocupado… Si es un periodista, ¿No podrías atenderle tú?
- Señor me temo que es algo más serio, algo que necesitará de la atención directa del actual presidente de los Vengadores.
- Jarvis, ¿De verdad que…?
- Señor, es Cameron Brock.
- ¿Brock? ¿Se atreve a venir aquí? – Recordó los informes de la Visión acerca de sus recientes ataques. - Está bien, voy para allá, - Contestó mientras se ajustaba el casco de Caballero Negro.
- ¡Maldición…! Las cuentas de la Fundación María Stark no cuadran… ¡Y llevo toda la tarde revisándolas! – El sonido del interfono interrumpió sus maldiciones. - ¿Sí?
- Señor – dijo la voz familiar del mayordomo de los Vengadores – Tiene visita.
- ¿Quién es, Jarvis? Estoy muy ocupado… Si es un periodista, ¿No podrías atenderle tú?
- Señor me temo que es algo más serio, algo que necesitará de la atención directa del actual presidente de los Vengadores.
- Jarvis, ¿De verdad que…?
- Señor, es Cameron Brock.
- ¿Brock? ¿Se atreve a venir aquí? – Recordó los informes de la Visión acerca de sus recientes ataques. - Está bien, voy para allá, - Contestó mientras se ajustaba el casco de Caballero Negro.
De los archivos del Teniente Edward S. Chance, de SHIELD.
"Poco después de que el Merodeador Enmascarado huyese de la emboscada que Leopoldus les había tendido a Cabeza de Martillo y a él en el Empire State, mis hombres asaltaron su cuartel general y le capturaron. De inmediato planeamos usar este pequeño triunfo para hallar una manera de acceder a la cúspide de Maggia, pero no contábamos con la intervención de Cameron Brock y los agentes del Proyecto Vigilancia que en su empeño de arrestar a la Visión, comenzaron a interferir en nuestra estrategia. Primero nos obligaron a restringir el acceso del sintezoide a nuestra base, y a suspender cualquier tipo de colaboración con él. Posteriormente obtuvieron una orden de custodia sobre el Siniestro Segador, y lo arrebataron de nuestro poder. Afortunadamente, mi lugarteniente, el agente Cross, siempre bajo mi responsabilidad, continuó con el plan establecido, y orquestó el secuestro de Williams de los hombres de Brock, haciendo su liberación más creíble que si la hubiéramos fingido. Con Eric Williams oculto bajo nuestro control, mantuvimos contacto con la Visión a través de su otro “hermano”, Simon Williams, Hombre Maravilla, que regresó a Nueva York justo a tiempo para suplantar al Merodeador."
- Teniente, los dos vengadores y el Segador han sido descubiertos. – Comunicó la agente Welch.
- ¡Maldición, eso lo cambia todo!¡Acordonad el perímetro! Vamos a intervenir. ¿Está mi equipo listo?
- Su plan parece que no va a funcionar, - se jactó el hombre en las sombras.
Indignado, Chance agarró por la pechera al misterioso interlocutor, y lo sacó violentamente a la luz.
- Así es, mister Farnum, lo que indica evidentemente que ya no es de ninguna utilidad en mi puente de mando. - y se dirigió a dos de sus hombres. – ¡Sacadlo de aquí!
- Pero Chance, nuestro trato... – Clamó Frank Farnum, el verdadero Merodeador Enmascarado, mientras dos fornidos agentes de SHIELD le sacaban fuera de la sala de guerra.
"Poco después de que el Merodeador Enmascarado huyese de la emboscada que Leopoldus les había tendido a Cabeza de Martillo y a él en el Empire State, mis hombres asaltaron su cuartel general y le capturaron. De inmediato planeamos usar este pequeño triunfo para hallar una manera de acceder a la cúspide de Maggia, pero no contábamos con la intervención de Cameron Brock y los agentes del Proyecto Vigilancia que en su empeño de arrestar a la Visión, comenzaron a interferir en nuestra estrategia. Primero nos obligaron a restringir el acceso del sintezoide a nuestra base, y a suspender cualquier tipo de colaboración con él. Posteriormente obtuvieron una orden de custodia sobre el Siniestro Segador, y lo arrebataron de nuestro poder. Afortunadamente, mi lugarteniente, el agente Cross, siempre bajo mi responsabilidad, continuó con el plan establecido, y orquestó el secuestro de Williams de los hombres de Brock, haciendo su liberación más creíble que si la hubiéramos fingido. Con Eric Williams oculto bajo nuestro control, mantuvimos contacto con la Visión a través de su otro “hermano”, Simon Williams, Hombre Maravilla, que regresó a Nueva York justo a tiempo para suplantar al Merodeador."
- Teniente, los dos vengadores y el Segador han sido descubiertos. – Comunicó la agente Welch.
- ¡Maldición, eso lo cambia todo!¡Acordonad el perímetro! Vamos a intervenir. ¿Está mi equipo listo?
- Su plan parece que no va a funcionar, - se jactó el hombre en las sombras.
Indignado, Chance agarró por la pechera al misterioso interlocutor, y lo sacó violentamente a la luz.
- Así es, mister Farnum, lo que indica evidentemente que ya no es de ninguna utilidad en mi puente de mando. - y se dirigió a dos de sus hombres. – ¡Sacadlo de aquí!
- Pero Chance, nuestro trato... – Clamó Frank Farnum, el verdadero Merodeador Enmascarado, mientras dos fornidos agentes de SHIELD le sacaban fuera de la sala de guerra.
Bishop regresó a su mesa de despacho en la comisaría. Todavía no sabía lo que estaba buscando, aunque confiaba en que las indicaciones de Chance sirvieran para algo. La mujer entrevistada, Timber Hughes, resultó ser una chica joven y atractiva, de rostro agradable. La dama al parecer había sido pareja durante cierto tiempo de Alyosha Kravinoff. Como su compañera sentimental, Hughes, había supervisado la subasta de los viejos diseños del chaleco original del padre de Kravinoff, Sergei, más conocido popularmente, como el Tarzán de segunda mano, y habitual sparring de Spider-Man, Kraven el Cazador. Otro villano también fallecido hace años. Lamentablemente, Timber Hughes no le supo revelar la identidad del comprador. Se preguntó porqué Chance le había mandado tras esta pista. No parecían tener relación. Ni Kraven ni Lionfang habían actuado jamás juntos, ni siquiera habían tenido enemigos comunes. ¿Estaban en verdad relacionados ambos casos? ¿Podía SHIELD estar alejándole de la verdadera investigación? Chance era un viejo amigo, pero sabía que el enrevesado y duro mundo del espionaje podía cambiar a cualquier hombre. Repasó lo que sabía de Lionfang, un profesor de instituto amante del circo que creó un dispositivo electrónico capaz de transferir conocimientos y habilidades entre diversas personas, algo que pensaba ideal para transmitir conocimientos a sus alumnos. Cuando Educación le retiró la subvención por considerar peligrosos sus experimentos, Cortez usó su invención para dotar de inteligencia a los felinos salvajes de un circo, y a cambio, adquirió de ellos su agilidad, su ferocidad, y sus instintos animales. Bajo la identidad disfrazada de Lionfang, asesinó a los que habían vetado sus investigaciones y Luke Cage, Héroe de Alquiler, fue contratado para detenerle. La historia de Kraven era en cambio más extensa. Un apasionado de la caza que disfrutaba acosando a cualquier tipo de presa, cuanto más peligrosa mejor, una afición que le llevó a cruzar los límites de la ley y a perseguir sin ningún escrúpulo por la vida humana, primero a Spiderman, luego a oros héroes aventureros como, Ka-Zar, Daredevil, o Tigra... Habían subastado su chaleco... Se preguntó cuanto habrían sacado. Miró la foto de Kravinoff. Sonrió preguntándose si alguien sería capaz de pujar por aquellos leotardos de piel de leopardo. Y entonces lo vio... ¡El chaleco con forma de cabeza de león! ¡El casco utilizado para dotar de inteligencia a felinos salvajes! Era descabellado, pero quizás había encontrado la conexión...
La Carpa:
La Visión se volvió intangible y la flecha electrónica adherida a su cuerpo cayó al suelo inutilizada.
- Visión, la flecha... – preguntó Simon Williams mientras adoptaba su forma de energía iónica.
- Solo destruyó mi disfraz holográfico, estoy a plena capacidad de combate. – Dijo mientras efectuaba un análisis de sus sistemas temiendo volver a experimentar algún fallo.
El Segador miró a los dos hombres que compartían pautas cerebrales. Recordó avergonzado las ocasiones en las que había considerado al hombre artificial la reencarnación de su querido hermano fallecido. También lo difícil que le resultó aceptar la resurrección del verdadero Simon. Despreciaba la copia de Simon en la que se había convertido
la Visión
, y adoraba a su hermano pequeño... Ahora parecía que tendría que luchar junto a ellos por su vida. Los tres hermanos que nunca fueron... Si hubiera suerte y alguien reventara al robot...
- ¡Cuidado Eric! – Y el cuerpo invulnerable de Simon Williams se interpuso entre su hermano mayor y la ráfaga de llamas procedente de los puños de un par de Dreadnoughts asesinos.
- ¡Simon! – Expresó el Segador con preocupación al ver la pira ígnea en se convertía su hermano. A escasos metros, la Visión, haciendo caso omiso de la situación de Hombre Maravilla, golpeaba con sus endurecidos puños la cabeza de otro Dreadnought arrancándola de su tronco de cuajo.
Por su parte, el Hombre Maravilla ignorando las llamas que le rodeaban se abalanzó sobre los dos robots que le atacaban y tras agarrar de la pierna a uno de ellos lo levantó sobre sí, girándolo y aplastándolo contra el otro, con tal fuerza que los redujo a chatarra.
La Visión se volvió intangible y la flecha electrónica adherida a su cuerpo cayó al suelo inutilizada.
- Visión, la flecha... – preguntó Simon Williams mientras adoptaba su forma de energía iónica.
- Solo destruyó mi disfraz holográfico, estoy a plena capacidad de combate. – Dijo mientras efectuaba un análisis de sus sistemas temiendo volver a experimentar algún fallo.
El Segador miró a los dos hombres que compartían pautas cerebrales. Recordó avergonzado las ocasiones en las que había considerado al hombre artificial la reencarnación de su querido hermano fallecido. También lo difícil que le resultó aceptar la resurrección del verdadero Simon. Despreciaba la copia de Simon en la que se había convertido
la Visión
, y adoraba a su hermano pequeño... Ahora parecía que tendría que luchar junto a ellos por su vida. Los tres hermanos que nunca fueron... Si hubiera suerte y alguien reventara al robot...
- ¡Cuidado Eric! – Y el cuerpo invulnerable de Simon Williams se interpuso entre su hermano mayor y la ráfaga de llamas procedente de los puños de un par de Dreadnoughts asesinos.
- ¡Simon! – Expresó el Segador con preocupación al ver la pira ígnea en se convertía su hermano. A escasos metros, la Visión, haciendo caso omiso de la situación de Hombre Maravilla, golpeaba con sus endurecidos puños la cabeza de otro Dreadnought arrancándola de su tronco de cuajo.
Por su parte, el Hombre Maravilla ignorando las llamas que le rodeaban se abalanzó sobre los dos robots que le atacaban y tras agarrar de la pierna a uno de ellos lo levantó sobre sí, girándolo y aplastándolo contra el otro, con tal fuerza que los redujo a chatarra.
En las gradas, el resto de los criminales presentes observaban inquietos la batalla.
- ¿Deberíamos intervenir? – Preguntó Ciclón.
- No sé, puede haber más Vengadores en camino, quizás deberíamos esfumarnos. – Contestó Anguila.
- ¡Wonder Man...! – Chilló Lotus al ver a su odiado enemigo. - ¡Cinco millones de dólares al que me traiga su iónica cabeza!
- Esperad, - Gritó Jack O´Lantern. – Quizás sea mejor ver como se desenvuelve “Gran M” en esta situación. Si está tan capacitado como dice para dirigir Maggia debería poder remediar esto.
En el centro de la carpa, rodeado de lo que parecía ser un impenetrable campo de fuerza, “Gran M” observaba la batalla. Sabía que los Dreadnought no bastarían para detener a los dos vengadores presentes. Miró a Leopoldus, cuyo rostro parecía extasiado ante el despliegue de violencia que acaecía su alrededor, y entonces le dio la orden.
- Activa el plan Sangre Azul. – A continuación miró a la grada y volvió a hablar por el micrófono. - Señoras y señores, si son tan amables de permanecer en sus asientos, mi equipo técnico eliminará este desagradable imprevisto y enseguida reanudaremos nuestras conversaciones. Mientras tanto, disfruten del espectáculo, y disculpen las molestias. – Al mismo tiempo una señal ultrasónica fue enviada hacia el interior de la corteza terrestre donde una cápsula sellada herméticamente se abrió liberando al prisionero en su interior.
- ¿Deberíamos intervenir? – Preguntó Ciclón.
- No sé, puede haber más Vengadores en camino, quizás deberíamos esfumarnos. – Contestó Anguila.
- ¡Wonder Man...! – Chilló Lotus al ver a su odiado enemigo. - ¡Cinco millones de dólares al que me traiga su iónica cabeza!
- Esperad, - Gritó Jack O´Lantern. – Quizás sea mejor ver como se desenvuelve “Gran M” en esta situación. Si está tan capacitado como dice para dirigir Maggia debería poder remediar esto.
En el centro de la carpa, rodeado de lo que parecía ser un impenetrable campo de fuerza, “Gran M” observaba la batalla. Sabía que los Dreadnought no bastarían para detener a los dos vengadores presentes. Miró a Leopoldus, cuyo rostro parecía extasiado ante el despliegue de violencia que acaecía su alrededor, y entonces le dio la orden.
- Activa el plan Sangre Azul. – A continuación miró a la grada y volvió a hablar por el micrófono. - Señoras y señores, si son tan amables de permanecer en sus asientos, mi equipo técnico eliminará este desagradable imprevisto y enseguida reanudaremos nuestras conversaciones. Mientras tanto, disfruten del espectáculo, y disculpen las molestias. – Al mismo tiempo una señal ultrasónica fue enviada hacia el interior de la corteza terrestre donde una cápsula sellada herméticamente se abrió liberando al prisionero en su interior.
Espoleado por la iniciativa de sus compañeros, el Segador esquivó el puño de uno de los robots de Gran M, rodó por el suelo hasta ponerse en pie, y accionó el rotor de su guadaña haciéndola girar a gran velocidad para crear un escudo que detuvo una lluvia de aguijones explosivos disparada contra él. De su guadaña salió una poderosa descarga eléctrica que derribó a su contrincante. Entonces sintió un frío paralizante a su alrededor. Tras él, otro de los Dreadnought emitía una poderosa descarga de gas freón que comenzaba a congelar el aire a su alrededor cubriéndole con una capa de hielo. Mientras sentía como el frío le atenazaba, Eric Williams vio como el robot resultaba aplastado bajo el peso de la Visión a máxima densidad. En meros segundos los rayos termo ópticos del odiado sintezoide fundieron el hielo que le atrapaba. Sin ningún atisbo de agradecimiento, Eric dirigió la vista hacia su hermano - ¿Simon?
- No hay por qué preocuparse. – Dijo el vengador artificial – Su cuerpo invulnerable ha sobrevivido a mayores temperaturas. – Y la cabeza del sexto Dreadnought cayó rodando a los pies de la pareja. Simon Williams les miró sonriente.
- Bueno hermanitos, ¿Qué es lo siguiente?
- ¡Simon, por nuestra madre, no llames hermano a... esta... a esta cosa! – Gritó ofendido el Segador. La Visión permaneció en silencio y miró hacia “Gran M”. Le alarmó que no pareciera nada preocupado. Se preguntó que as podía tener en la manga. Entonces el suelo comenzó a temblar.
- No hay por qué preocuparse. – Dijo el vengador artificial – Su cuerpo invulnerable ha sobrevivido a mayores temperaturas. – Y la cabeza del sexto Dreadnought cayó rodando a los pies de la pareja. Simon Williams les miró sonriente.
- Bueno hermanitos, ¿Qué es lo siguiente?
- ¡Simon, por nuestra madre, no llames hermano a... esta... a esta cosa! – Gritó ofendido el Segador. La Visión permaneció en silencio y miró hacia “Gran M”. Le alarmó que no pareciera nada preocupado. Se preguntó que as podía tener en la manga. Entonces el suelo comenzó a temblar.
- ¡Teniente Chance, código rojo! - Exclamó alarmada la agente Welch.
- ¿Qué sucede agente? – Se apresuró a preguntar Chance.
– Es una figura humana, señor. Los sensores indican la existencia de un ser ahí abajo que irradia enormes cantidades de energía…
- ¡Un ser bastante poderoso! Según mis lecturas – Contestó otro técnico.
- ¿De dónde viene? ¿Qué tipo de energía emite? – Reclamó Chance. –¡Necesito datos!
- Parece que se abre paso desde las profundidades teniente…
- Energía… Iónica, señor… - Contestó la agente Welch - Acabo de constatar las lecturas con nuestros archivos, coincide en un 95% con la información que tenemos de…
- ¡¿Él?! –Exclamó asombrado Chance.- ¿Ahora? ¿Aquí?
- ¿Qué sucede agente? – Se apresuró a preguntar Chance.
– Es una figura humana, señor. Los sensores indican la existencia de un ser ahí abajo que irradia enormes cantidades de energía…
- ¡Un ser bastante poderoso! Según mis lecturas – Contestó otro técnico.
- ¿De dónde viene? ¿Qué tipo de energía emite? – Reclamó Chance. –¡Necesito datos!
- Parece que se abre paso desde las profundidades teniente…
- Energía… Iónica, señor… - Contestó la agente Welch - Acabo de constatar las lecturas con nuestros archivos, coincide en un 95% con la información que tenemos de…
- ¡¿Él?! –Exclamó asombrado Chance.- ¿Ahora? ¿Aquí?
- ¡Simon, Eric! ¡Algo viene hacia nosotros desde abaj…!- El hombre artificial no pudo terminar la frase. El suelo estalló en mil pedazos y fragmentos de polvo y piedra volaron por el interior de la carpa. La Visión perdió el equilibrio y cayó al suelo. Sus sensores ópticos no podían definir la figura que salía del suelo.
La poderosa silueta del recién llegado se plantó firme entre los escombros, los rayos desintegradores de la guadaña del Segador no parecieron causarle efecto. Con velocidad inesperada su brazo derecho alcanzó la garganta de Eric Williams, que sintió como cada vez le era más difícil respirar.
- ¿El Segador? Hubo un tiempo en el que me fuiste útil… - Dijo el recién llegado. - Para tu desgracia, ya no.
Los ojos del Segador reflejaron el horror al reconocer a su contrincante. En meros segundos los huesos de su cuello se quebraron, y Eric Williams murió, por ¿segunda? ¿Tercera vez?
Al ver caer a su hermano como un muñeco roto, Hombre Maravilla se lanzó con toda su furia contra el intruso.
- ¡Simon, no! ¡no deb…! - intentó advertir la Visión, pero la ira por la muerte del Siniestro Segador había cegado al vengador llamado Hombre Maravilla. Simon Williams se enzarzó en un abrazo mortal con el asesino de su hermano, estallidos de energía iónica comenzaron a iluminar la carpa donde se desarrollaba el combate.
Las figuras de ambos contendientes se fusionaron en resplandecientes formas de energía. Simon notó la familiaridad que el contacto con su oponente le suponía, de alguna manera le absorbía sus fuerzas, sabía que había vivido esto antes. Intentó zafarse de su abrazo pero era demasiado tarde, el contacto entre ellos no podía romperse.
Por su parte el recién llegado sonrió al borde del éxtasis. La energía que extraía del iónico vengador revitalizaba su cuerpo y sus fuerzas, es más, le permitía recuperar la libertad de movimientos y pensamiento que los técnicos de “Gran M” le habían arrebatado.
La Visión voló en ayuda de Simon, pero fue demasiado tarde. Hombre Maravilla salió expulsado con fuerza del interior de la contienda, atravesó la forma intangible del sintozoide y cayó tras él.
La nube de polvo creada por la llegada del intruso comenzó a disiparse, y la poderosa figura de este se hizo clara para todos los presentes.
- ¿Le conoces? – Exclamó el francés Ciclón.
- Me suena… Contestó a su lado Anguila
- Sí, es… - Comenzó a revelar el abogado Cicerón.
- Damas y caballeros, permítanme que haga las presentaciones, con todos ustedes…
- ¡El Conde Nefaria! – Dijo para sí la Visión al tiempo que oía resonar el nombre por megafonía.
La Visión recordó como Luchino Nefaria, antiguo líder de Maggia desapareció meses atrás, cuando sus energías iónicas fueron dispersadas a través de la atmósfera terrestre. Entonces hizo falta el poder conjunto de los Vengadores y los Thunderbolts para derrotarle. Ahora solo estaban él y Hombre Maravilla.
La poderosa silueta del recién llegado se plantó firme entre los escombros, los rayos desintegradores de la guadaña del Segador no parecieron causarle efecto. Con velocidad inesperada su brazo derecho alcanzó la garganta de Eric Williams, que sintió como cada vez le era más difícil respirar.
- ¿El Segador? Hubo un tiempo en el que me fuiste útil… - Dijo el recién llegado. - Para tu desgracia, ya no.
Los ojos del Segador reflejaron el horror al reconocer a su contrincante. En meros segundos los huesos de su cuello se quebraron, y Eric Williams murió, por ¿segunda? ¿Tercera vez?
Al ver caer a su hermano como un muñeco roto, Hombre Maravilla se lanzó con toda su furia contra el intruso.
- ¡Simon, no! ¡no deb…! - intentó advertir la Visión, pero la ira por la muerte del Siniestro Segador había cegado al vengador llamado Hombre Maravilla. Simon Williams se enzarzó en un abrazo mortal con el asesino de su hermano, estallidos de energía iónica comenzaron a iluminar la carpa donde se desarrollaba el combate.
Las figuras de ambos contendientes se fusionaron en resplandecientes formas de energía. Simon notó la familiaridad que el contacto con su oponente le suponía, de alguna manera le absorbía sus fuerzas, sabía que había vivido esto antes. Intentó zafarse de su abrazo pero era demasiado tarde, el contacto entre ellos no podía romperse.
Por su parte el recién llegado sonrió al borde del éxtasis. La energía que extraía del iónico vengador revitalizaba su cuerpo y sus fuerzas, es más, le permitía recuperar la libertad de movimientos y pensamiento que los técnicos de “Gran M” le habían arrebatado.
La Visión voló en ayuda de Simon, pero fue demasiado tarde. Hombre Maravilla salió expulsado con fuerza del interior de la contienda, atravesó la forma intangible del sintozoide y cayó tras él.
La nube de polvo creada por la llegada del intruso comenzó a disiparse, y la poderosa figura de este se hizo clara para todos los presentes.
- ¿Le conoces? – Exclamó el francés Ciclón.
- Me suena… Contestó a su lado Anguila
- Sí, es… - Comenzó a revelar el abogado Cicerón.
- Damas y caballeros, permítanme que haga las presentaciones, con todos ustedes…
- ¡El Conde Nefaria! – Dijo para sí la Visión al tiempo que oía resonar el nombre por megafonía.
La Visión recordó como Luchino Nefaria, antiguo líder de Maggia desapareció meses atrás, cuando sus energías iónicas fueron dispersadas a través de la atmósfera terrestre. Entonces hizo falta el poder conjunto de los Vengadores y los Thunderbolts para derrotarle. Ahora solo estaban él y Hombre Maravilla.
A kilómetros de altura, en el interior del pequeño Heli-transporte de SHIELD, el teniente Chance corría hacia su lanzadera personal, al tiempo que ladraba órdenes por su comunicador.
- ¡Todas las unidades dispuestas, cerrad el perímetro, vamos a intervenir! ¡Condición roja! ¡Equipo M preparado, estoy en camino, entraremos en la carpa en cuanto me reúna con vosotros! ¡Activad el plan AV-9W! – Y mientras la lanzadera era expulsada de la nave nodriza, las partes metálicas de un sofisticado traje de combate se fueron ensamblando automáticamente a su alrededor.
- Nefaria… - Pensó Chance. – Quién lo iba a decir... - Había esperado durante años este encuentro.
- ¡Todas las unidades dispuestas, cerrad el perímetro, vamos a intervenir! ¡Condición roja! ¡Equipo M preparado, estoy en camino, entraremos en la carpa en cuanto me reúna con vosotros! ¡Activad el plan AV-9W! – Y mientras la lanzadera era expulsada de la nave nodriza, las partes metálicas de un sofisticado traje de combate se fueron ensamblando automáticamente a su alrededor.
- Nefaria… - Pensó Chance. – Quién lo iba a decir... - Había esperado durante años este encuentro.
Los rayos solares de la Visión golpearon al Conde Nefaria, pero este apenas se sintió afectado por el calor. Cambiando súbitamente de estrategia, el vengador apuntó al suelo bajo el aristócrata italiano, transformando la roca en un charco de lava donde el antiguo líder de magia comenzó a hundirse. Aprovechando los segundos de respiro, instintivamente ayudó a su caído hermano Simon a levantarse, entonces recordó la capacidad de Nefaria de esclavizar a otros seres compuestos de energía iónica.
- ¡Hombre Maravilla, mata a la Visión! - oyó tras sí la voz de Nefaria.
No tuvo tiempo de reaccionar, el puño de Simon contactó con toda su fuerza contra el cuerpo de la Visión, y el vengador artificial voló hasta estamparse contra el campo de energía que separaba a los contendientes de los espectadores.
- Esclavo, - volvió a ordenar Nefaria - reduce ese cuerpo artificial a un amasijo de plástico, y sangre sintética. – Incapaz de resistirse Simon Williams comenzó a avanzar muy lentamente dispuesto a obedecer las órdenes de su amo y señor.
“Gran M” observaba como Nefaria se había hecho cargo de la situación, el Segador muerto, la Visión inconsciente a punto de ser machacado por el esclavizado Hombre Maravilla. Recordó como su equipo de científicos había recuperado la dispersada esencia de Nefaria y la había reunificado en su laboratorio. Le habían asegurado que el conde estaba totalmente bajo su control, y sin embargo, la actitud que Nefaria había adoptado tras enfrentarse a Hombre Maravilla y esclavizarlo le hacía dudar de su sumisión.
- ¡Leopoldus! – Susurró a su lugarteniente. - Supervisa el control del Conde, algo no me gusta.
- Ya habéis oído a “Gran M”, - Dijo el mercenario a sus técnicos.
– Realizad una comprobación sobre los controladores implantados en Nefaria.
El sonriente Conde Nefaria se retorció un instante de dolor, puso momentáneamente una rodilla en el suelo. Hombre Maravilla se detuvo. Realizando un esfuerzo, Nefaria se irguió. De nuevo un chisporrotear de energía iónica fluyó entre Simon Williams y el noble italiano. En esos momentos la consola tras la que trabajaban los técnicos de Leopoldus estalló matando a sus dos usuarios.
Nefaria miró al encapuchado “Gran M”.
- Mi familia nació para ordenar, no para obedecer. Somos amos, no esclavos. ¡Hombre Maravilla, termina con el robot, y luego mata a todos los que puedas! – Los ojos de Nefaria brillaron al rojo vivo y dos poderosos rayos láser se dispararon contra el campo de fuerza que protegía a “Gran M”. La burbuja comenzó a parpadear, adquiriendo un tono rojizo.
- ¡Hombre Maravilla, mata a la Visión! - oyó tras sí la voz de Nefaria.
No tuvo tiempo de reaccionar, el puño de Simon contactó con toda su fuerza contra el cuerpo de la Visión, y el vengador artificial voló hasta estamparse contra el campo de energía que separaba a los contendientes de los espectadores.
- Esclavo, - volvió a ordenar Nefaria - reduce ese cuerpo artificial a un amasijo de plástico, y sangre sintética. – Incapaz de resistirse Simon Williams comenzó a avanzar muy lentamente dispuesto a obedecer las órdenes de su amo y señor.
“Gran M” observaba como Nefaria se había hecho cargo de la situación, el Segador muerto, la Visión inconsciente a punto de ser machacado por el esclavizado Hombre Maravilla. Recordó como su equipo de científicos había recuperado la dispersada esencia de Nefaria y la había reunificado en su laboratorio. Le habían asegurado que el conde estaba totalmente bajo su control, y sin embargo, la actitud que Nefaria había adoptado tras enfrentarse a Hombre Maravilla y esclavizarlo le hacía dudar de su sumisión.
- ¡Leopoldus! – Susurró a su lugarteniente. - Supervisa el control del Conde, algo no me gusta.
- Ya habéis oído a “Gran M”, - Dijo el mercenario a sus técnicos.
– Realizad una comprobación sobre los controladores implantados en Nefaria.
El sonriente Conde Nefaria se retorció un instante de dolor, puso momentáneamente una rodilla en el suelo. Hombre Maravilla se detuvo. Realizando un esfuerzo, Nefaria se irguió. De nuevo un chisporrotear de energía iónica fluyó entre Simon Williams y el noble italiano. En esos momentos la consola tras la que trabajaban los técnicos de Leopoldus estalló matando a sus dos usuarios.
Nefaria miró al encapuchado “Gran M”.
- Mi familia nació para ordenar, no para obedecer. Somos amos, no esclavos. ¡Hombre Maravilla, termina con el robot, y luego mata a todos los que puedas! – Los ojos de Nefaria brillaron al rojo vivo y dos poderosos rayos láser se dispararon contra el campo de fuerza que protegía a “Gran M”. La burbuja comenzó a parpadear, adquiriendo un tono rojizo.
- Parece que esto se nos va de las manos, viejo. – Comentó el Supervisor.
- ¡Je! Pues no ha hecho más que comenzar. – Advirtió el Chapucero al mirar sus sensores.
- ¿Qué quieres decir? Oh, ya veo...- y una voz retumbó en el interior de la carpa.
-¡ATENCIÓN TODOS LOS PRESENTES! ¡LES HABLA EL TENIENTE CHANCE DE S.H.I.E.L.D! POR LA AUTORIDAD QUE ME HA SIDO CONFERIDA LES ORDENO QUE DEPONGAN LAS ARMAS, ABANDONEN CUALQUIER ACTITUD VIOLENTA Y SE ENTREGUEN SIN RESISTENCIA A MIS HOMBRES. TENEMOS RODEADO EL RECINTO.
Como respuesta a la voz de Chance la lona de la carpa comenzó a disolverse para revelar sobre y alrededor de ella las fuerzas de elite de SHIELD.
- Habrá que crear una diversión – susurró el instructor de esbirros. Por toda respuesta el terrible Chapucero accionó un par de interruptores y desaparecieron las barreras que separaban a los representantes de las distintas familias de Maggia de la pista central donde la acción se desarrollaba.
- Caballeros… A partir de este momento me temo que es ¡Sálvese quien pueda! - Advirtió el Chapucero por megafonía.
Con las barreras de separación bajadas y ante la invasión de los agentes de SHIELD, los criminales reunidos dudaron durante unos instantes su siguiente movimiento. El abogado César Cicerón, consciente de la situación colocó sus manos sobre la cabeza y ordenó a sus guardaespaldas que le imitaran, conocía muy bien la situación, y si manejaba bien las leyes en 24 horas estaría fuera. Otros “respetables hombres de negocios” siguieron su ejemplo.
Entre los villanos disfrazados, Jack O´Lantern miró hacia donde Hombre Maravilla se disponía a golpear el cuerpo inconsciente de la Visión. Dirigió su mirada a Lotus Newark, y preguntó.
- Ms. Lotus, ¿Sigue en pie tu oferta por la cabeza de Hombre Maravilla?
Ella sonrió y asintió.
- La aumento a diez millones. - Sabía que nadie de los presentes lo conseguiría pero podía aprovechar la distracción para desaparecer. La plataforma voladora de Jack O´Lantern se activó y el villano se lanzó en picado hacia el iónico vengador.
Simon Williams avanzaba lentamente hacia su caído hermano, sus puños cerrados con fuerza se levantaron dispuestos a golpear al vengador artificial.
Entonces de la mano del mercenario de Halloween brotó una forma nebulosa con rasgos faciales fantasmales. La boca del espectro fue creciendo y solidificándose mientras caía sobre Williams para finalmente devorarle. Casi sin darse cuenta, Hombre Maravilla se encontró atrapado dentro de una sólida y dúctil bolsa de plástico que se estiraba tanto como sus músculos la tensaban. Una descarga eléctrica golpeó entonces al vengador haciéndole caer, antes de que recuperase el equilibrio, poderosos vientos comenzaron a bambolear su prisión atrapándole en un torbellino de aire. Jack O´Lantern vio que la Anguila, y Ciclón le seguían, dispuestos a cobrar la recompensa. Una sonrisa se gestó bajo su casco con forma de calabaza.
- ¡Je! Pues no ha hecho más que comenzar. – Advirtió el Chapucero al mirar sus sensores.
- ¿Qué quieres decir? Oh, ya veo...- y una voz retumbó en el interior de la carpa.
-¡ATENCIÓN TODOS LOS PRESENTES! ¡LES HABLA EL TENIENTE CHANCE DE S.H.I.E.L.D! POR LA AUTORIDAD QUE ME HA SIDO CONFERIDA LES ORDENO QUE DEPONGAN LAS ARMAS, ABANDONEN CUALQUIER ACTITUD VIOLENTA Y SE ENTREGUEN SIN RESISTENCIA A MIS HOMBRES. TENEMOS RODEADO EL RECINTO.
Como respuesta a la voz de Chance la lona de la carpa comenzó a disolverse para revelar sobre y alrededor de ella las fuerzas de elite de SHIELD.
- Habrá que crear una diversión – susurró el instructor de esbirros. Por toda respuesta el terrible Chapucero accionó un par de interruptores y desaparecieron las barreras que separaban a los representantes de las distintas familias de Maggia de la pista central donde la acción se desarrollaba.
- Caballeros… A partir de este momento me temo que es ¡Sálvese quien pueda! - Advirtió el Chapucero por megafonía.
Con las barreras de separación bajadas y ante la invasión de los agentes de SHIELD, los criminales reunidos dudaron durante unos instantes su siguiente movimiento. El abogado César Cicerón, consciente de la situación colocó sus manos sobre la cabeza y ordenó a sus guardaespaldas que le imitaran, conocía muy bien la situación, y si manejaba bien las leyes en 24 horas estaría fuera. Otros “respetables hombres de negocios” siguieron su ejemplo.
Entre los villanos disfrazados, Jack O´Lantern miró hacia donde Hombre Maravilla se disponía a golpear el cuerpo inconsciente de la Visión. Dirigió su mirada a Lotus Newark, y preguntó.
- Ms. Lotus, ¿Sigue en pie tu oferta por la cabeza de Hombre Maravilla?
Ella sonrió y asintió.
- La aumento a diez millones. - Sabía que nadie de los presentes lo conseguiría pero podía aprovechar la distracción para desaparecer. La plataforma voladora de Jack O´Lantern se activó y el villano se lanzó en picado hacia el iónico vengador.
Simon Williams avanzaba lentamente hacia su caído hermano, sus puños cerrados con fuerza se levantaron dispuestos a golpear al vengador artificial.
Entonces de la mano del mercenario de Halloween brotó una forma nebulosa con rasgos faciales fantasmales. La boca del espectro fue creciendo y solidificándose mientras caía sobre Williams para finalmente devorarle. Casi sin darse cuenta, Hombre Maravilla se encontró atrapado dentro de una sólida y dúctil bolsa de plástico que se estiraba tanto como sus músculos la tensaban. Una descarga eléctrica golpeó entonces al vengador haciéndole caer, antes de que recuperase el equilibrio, poderosos vientos comenzaron a bambolear su prisión atrapándole en un torbellino de aire. Jack O´Lantern vio que la Anguila, y Ciclón le seguían, dispuestos a cobrar la recompensa. Una sonrisa se gestó bajo su casco con forma de calabaza.
“Gran M” notaba como el campo de fuerza que le separaba de Nefaria comenzaba a ceder. Había hecho bien en mantener su generador independiente de los aparatos del Chapucero, pero parecía que no le iba a servir de mucho. Intentó localizar a Leopoldus entre el caos generalizado, pero fue inútil.
Nefaria miró con desprecio a su alrededor, y se acercó con una sonrisa de triunfo hacia la burbuja humeante. Levantó el puño con intención de golpearla y derribarla de una vez por todas… Pero sin aviso un agudo sonido alcanzó sus oídos clavándose en su cerebro como afiladas cuchillas.
El Conde se tambaleó unos instantes, levantó la cabeza y vio a su alrededor las imponentes cinco figuras acorazadas de lo que sus recuerdos reconocían como Mandroides de SHIELD.
- ¡Lucchino Nefaria, estás bajo arresto! - dijo el Mandroide V-M mientras se acercaba hacia él con unas argollas neutralizadoras. Otro par de agentes acorazados, II-M y IV-M mantenían en funcionamiento los proyectores sónicos usados contra él.
– Hombrecitos... – Murmuró el noble italiano. – Hace años, me ofrecieron comprar los diseños de vuestras armaduras en el mercado negro… Entonces Moses Magnum me ganó en la puja… ¡Je! Ahora ya no os necesito… ¡No necesito a nadie!- Y golpeando con fuerza el suelo hizo perder pie a los Mandroides que le rodeaban, escapando así al radio de acción de las ondas sónicas.
Haciendo gala de la velocidad de la que sus formidables poderes le dotaban, el Conde Nefaria agarró al Mandroide V-M. Incrustó sus dedos en su coraza de acero omnium, y destrozó su placa pectoral mostrando al agente de SHIELD en su interior. Levantándole en vilo lo extrajo de entre el amasijo de cables y acero. Y tras mirarle despectivamente lo arrojó al suelo.
Un cable de titanio se enrolló a su cuello, de inmediato otro sujetó su muñeca, y dos potentes descargas eléctricas recorrieron su cuerpo. Nefaria sintió cosquillas, y estirando de ambos cables intentó atraer a sus oponentes hasta él. El Mandroide III-M que sujetaba su cuello fue afortunado pues tuvo los reflejos suficientes para desconectar el extremo de su cable, I-M, en cambio, voló en dirección al conde que le recibió con toda la dureza de sus puños. Antes de que III-M pudiera reaccionar, vio como el cuerpo de I-M volaba hacia él a velocidad desorbitante. La colisión fue brutal y ambas armaduras rodaron por el suelo, levantando polvo y chispazos eléctricos. Los sistemas de energía de ambas armaduras se desconectaron automáticamente para evitar que estas estallaran o que sus portadores murieran electrocutados.
El Conde Nefaria se frotó las manos y se dispuso a dar cuenta del dúo de Mandroides que quedaba. Entonces se percató de cómo los dos habían retrocedido, abriendo paso a un nuevo Mandroide, algo más alto y voluminoso. El antiguo líder de Maggia dedujo por las estrellas que adornaban la armadura que este debía ser el oficial al mando.
- Volvemos a encontrarnos señor conde... – Dijo el teniente Chance.
Nefaria miró con desprecio a su alrededor, y se acercó con una sonrisa de triunfo hacia la burbuja humeante. Levantó el puño con intención de golpearla y derribarla de una vez por todas… Pero sin aviso un agudo sonido alcanzó sus oídos clavándose en su cerebro como afiladas cuchillas.
El Conde se tambaleó unos instantes, levantó la cabeza y vio a su alrededor las imponentes cinco figuras acorazadas de lo que sus recuerdos reconocían como Mandroides de SHIELD.
- ¡Lucchino Nefaria, estás bajo arresto! - dijo el Mandroide V-M mientras se acercaba hacia él con unas argollas neutralizadoras. Otro par de agentes acorazados, II-M y IV-M mantenían en funcionamiento los proyectores sónicos usados contra él.
– Hombrecitos... – Murmuró el noble italiano. – Hace años, me ofrecieron comprar los diseños de vuestras armaduras en el mercado negro… Entonces Moses Magnum me ganó en la puja… ¡Je! Ahora ya no os necesito… ¡No necesito a nadie!- Y golpeando con fuerza el suelo hizo perder pie a los Mandroides que le rodeaban, escapando así al radio de acción de las ondas sónicas.
Haciendo gala de la velocidad de la que sus formidables poderes le dotaban, el Conde Nefaria agarró al Mandroide V-M. Incrustó sus dedos en su coraza de acero omnium, y destrozó su placa pectoral mostrando al agente de SHIELD en su interior. Levantándole en vilo lo extrajo de entre el amasijo de cables y acero. Y tras mirarle despectivamente lo arrojó al suelo.
Un cable de titanio se enrolló a su cuello, de inmediato otro sujetó su muñeca, y dos potentes descargas eléctricas recorrieron su cuerpo. Nefaria sintió cosquillas, y estirando de ambos cables intentó atraer a sus oponentes hasta él. El Mandroide III-M que sujetaba su cuello fue afortunado pues tuvo los reflejos suficientes para desconectar el extremo de su cable, I-M, en cambio, voló en dirección al conde que le recibió con toda la dureza de sus puños. Antes de que III-M pudiera reaccionar, vio como el cuerpo de I-M volaba hacia él a velocidad desorbitante. La colisión fue brutal y ambas armaduras rodaron por el suelo, levantando polvo y chispazos eléctricos. Los sistemas de energía de ambas armaduras se desconectaron automáticamente para evitar que estas estallaran o que sus portadores murieran electrocutados.
El Conde Nefaria se frotó las manos y se dispuso a dar cuenta del dúo de Mandroides que quedaba. Entonces se percató de cómo los dos habían retrocedido, abriendo paso a un nuevo Mandroide, algo más alto y voluminoso. El antiguo líder de Maggia dedujo por las estrellas que adornaban la armadura que este debía ser el oficial al mando.
- Volvemos a encontrarnos señor conde... – Dijo el teniente Chance.
En la quinta avenida neoyorquina, el timbre de la puerta principal de la Mansión de los Vengadores sonaba ininterrumpidamente. Edwin Jarvis, el eficaz mayordomo, se dirigía hacia la entrada dispuesto a atender la llamada. Al doblar la esquina del corredor se sobresaltó, pues casi tropieza con la forma lupina de la mascota de uno de los más nuevos Vengadores, que le gruñó molesto.
- Tranquilo “Lobo” – Dijo el cheyenne vengador Lobo Rojo [9] mientras sujetaba a su compañero. – Perdona Jarvis, nos dirigíamos a abrir.
- Lo siento señor, - contestó el sirviente manteniendo su compostura – Pero estaba en el piso superior…
- Discúlpanos tú, Jarvis, - contestó cortésmente el aventurero piel roja - “Lobo” todavía no se ha acostumbrado a nuestra presencia aquí. ¿Sigue el Caballero Negro reunido con el hombre del gobierno? Llevan horas… Debe ser importante.
- Sí, señor Lobo Rojo. – La discreción de Jarvis le hizo reservarse su opinión, pero intuía que la visita del agente Brock no presagiaba nada bueno para la Visión. – Si me disculpa iré a abrir.
Picado por la curiosidad, Lobo Rojo acompañó a Jarvis hasta la puerta. El mayordomo la abrió y dos figuras entraron a trompicones en el recibidor.
- ¡Maldita pierna! – Se quejó Norman Webster mientras intentaba mantener en pie al hombre que le acompañaba.
Lobo Rojo se apresuró a sostener a los recién llegados. No conocía al hombre que había hablado, pero sí recordaba a su agotado acompañante, le conoció levemente durante su primera visita a la Mansión de los Vengadores, hacía ya años [10] . Jarvis no dudó un instante de su identidad.
- ¡Señor Pietro!
Y el vengador llamado Mercurio abrió los ojos un instante para balbucear cuatro inaudibles palabras, antes de volver a perder la consciencia.
- Parecía querer decir algo… – comentó el Mayordomo.
- Lo dijo - contestó el Cheyenne, cuyos sentidos agudizados le habían permitido captar el mensaje.
– Ha dicho, “¡Wanda…, salvad a Wanda…!”
- Tranquilo “Lobo” – Dijo el cheyenne vengador Lobo Rojo [9] mientras sujetaba a su compañero. – Perdona Jarvis, nos dirigíamos a abrir.
- Lo siento señor, - contestó el sirviente manteniendo su compostura – Pero estaba en el piso superior…
- Discúlpanos tú, Jarvis, - contestó cortésmente el aventurero piel roja - “Lobo” todavía no se ha acostumbrado a nuestra presencia aquí. ¿Sigue el Caballero Negro reunido con el hombre del gobierno? Llevan horas… Debe ser importante.
- Sí, señor Lobo Rojo. – La discreción de Jarvis le hizo reservarse su opinión, pero intuía que la visita del agente Brock no presagiaba nada bueno para la Visión. – Si me disculpa iré a abrir.
Picado por la curiosidad, Lobo Rojo acompañó a Jarvis hasta la puerta. El mayordomo la abrió y dos figuras entraron a trompicones en el recibidor.
- ¡Maldita pierna! – Se quejó Norman Webster mientras intentaba mantener en pie al hombre que le acompañaba.
Lobo Rojo se apresuró a sostener a los recién llegados. No conocía al hombre que había hablado, pero sí recordaba a su agotado acompañante, le conoció levemente durante su primera visita a la Mansión de los Vengadores, hacía ya años [10] . Jarvis no dudó un instante de su identidad.
- ¡Señor Pietro!
Y el vengador llamado Mercurio abrió los ojos un instante para balbucear cuatro inaudibles palabras, antes de volver a perder la consciencia.
- Parecía querer decir algo… – comentó el Mayordomo.
- Lo dijo - contestó el Cheyenne, cuyos sentidos agudizados le habían permitido captar el mensaje.
– Ha dicho, “¡Wanda…, salvad a Wanda…!”
En el centro de la carpa del circo, la figura de Hombre Maravilla daba vueltas sin cesar en el torbellino creado por Ciclón. Instintivamente Simon Williams dejó de hacer fuerza contra los vientos y voló en la misma dirección en la que el huracán le impulsaba. Unió su propia velocidad de vuelo a la del vendaval y logró salir de la tormenta, chocando duramente contra el suelo. Los cascotes resultantes del impacto sirvieron para encontrar algo afilado que le permitiese ejercer presión y rasgar la envoltura que le atrapaba. Tenía que matar a
la Visión tal y como su amo le había ordenado, pero antes debía disponer de sus atacantes. El puño de Hombre Maravilla agrietó el casco de calabaza de Jack O´Lantern, y el cuerpo de este sirvió para barrer del camino a Anguila y Ciclón. Nada podía detenerle ahora. Se acercó a la Visión y levantó sus puños destructores decidido a machacar el cuerpo inanimado que se hallaba ante él….
Continuará en La Visión Annual #01!!!
la Visión tal y como su amo le había ordenado, pero antes debía disponer de sus atacantes. El puño de Hombre Maravilla agrietó el casco de calabaza de Jack O´Lantern, y el cuerpo de este sirvió para barrer del camino a Anguila y Ciclón. Nada podía detenerle ahora. Se acercó a la Visión y levantó sus puños destructores decidido a machacar el cuerpo inanimado que se hallaba ante él….
Continuará en La Visión Annual #01!!!
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Referencias:
1 .- Como se narró en Avengers 9 (1965)
2 .- Como descubrimos en Avengers 58 (1968)
3 .- Episodio anterior.
4 .- Como vimos en el episodio anterior
5 .- Luke Cage, Hero for Hire 13 (Septiembre 73)
6 .- Un breve resumen de lo acontecido durante nuestros primeros once números
7 .- Ver La Vision #08
8 .- Como vimos en La Visión #04.
9 .- Lobo Rojo fue invitado a unirse a los Vengadores de forma oficial en Los Vengadores #13.
10 .- En Avengers 80 (Septiembre 1970)
1 .- Como se narró en Avengers 9 (1965)
2 .- Como descubrimos en Avengers 58 (1968)
3 .- Episodio anterior.
4 .- Como vimos en el episodio anterior
5 .- Luke Cage, Hero for Hire 13 (Septiembre 73)
6 .- Un breve resumen de lo acontecido durante nuestros primeros once números
7 .- Ver La Vision #08
8 .- Como vimos en La Visión #04.
9 .- Lobo Rojo fue invitado a unirse a los Vengadores de forma oficial en Los Vengadores #13.
10 .- En Avengers 80 (Septiembre 1970)
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