| Título: Las Guerras Borg (I): Se prepara la Batalla Autor: Miguel Ángel Naharro Portada: Daniel Muñoz Demanuel Publicado en: Marzo 2008 ¡Comienzan Las Guerras Borg! La Federación esta en alerta ante la amenaza de los borg, al tiempo que la Uss Voyager recibe la visita de una facción rebelde borg en vistas a ayudarles en la crisis. Esto colocará en un dilema a Seven of Nine, al descubrir que entre los borg rebeldes se encuentra Axum, su antiguo amor.Además, el almirante Stoner inicia sus propios planes para intentar detener a los borg. |
“Tras su largo viaje de vuelta a casa, la Uss Voyager afronta nuevos retos, nuevas exploraciones y nuevos peligros ahora en el cuadrante Alpha y más allá...”
Gene Rodenberry y Action Tales presentan:
Creado por Rick Berman, Michael Piller y Jeri Taylor
Resumen de lo publicado: ST Universe Anual#1:
Los borg han regresado, devastando la Republica Talariana a su paso y acabando con millones de seres vivos y desplegando sus fuerzas por el cuadrante. En el Imperio Klingon también aparecen, controlando una estación de investigación científica. La IKS Gorkon, al mando del capitán klingon Klag averigua que los borg están en territorio klingon y corre a advertir a sus lideres.
ST Voyager#19: Tras regresar de su permiso en Risa, Seven of Nine se conecta a su unidad de regeneración borg para descansar, cuando su sensor de proximidad se activa. Son los borg.
Los borg han regresado, devastando la Republica Talariana a su paso y acabando con millones de seres vivos y desplegando sus fuerzas por el cuadrante. En el Imperio Klingon también aparecen, controlando una estación de investigación científica. La IKS Gorkon, al mando del capitán klingon Klag averigua que los borg están en territorio klingon y corre a advertir a sus lideres.
ST Voyager#19: Tras regresar de su permiso en Risa, Seven of Nine se conecta a su unidad de regeneración borg para descansar, cuando su sensor de proximidad se activa. Son los borg.
Prólogo
Cuadrante Delta, a más de 70.000 años luz de territorio de la Federación, unas semanas atrás.
La superficie del planeta era un auténtico caos. Las ciudades creadas en los últimos años por los habitantes de este mundo eran ya sólo un recuerdo desvanecido en apenas un suspiro. La raza que habitaba este planeta con duras condiciones de vida se auto denominaban los ocampa. Los ocampa vivían debajo de la superficie, en las entrañas de la tierra, durante muchas generaciones. Debido a una gran catástrofe ocurrida en el pasado, la superficie se volvió inhabitable y tuvieron que sobrevivir en el subsuelo, provistos de todo lo que necesitaban para subsistir por el Guardián y su compañera, a los que prácticamente consideraban sus dioses.
Primero la compañera del Guardián se marchó, y este se quedó sólo en su tarea de vigilar a los ocampa, casi como un padre que vigila a sus indefensos hijos.
Pasó el tiempo y el Guardián falleció, haciendo que los ocampa tuviesen que salir a la superficie del planeta, aprendiendo a valerse por ellos mismos, recreando en cierta medida la civilización ocampa que una vez floreció en este lugar.
Por desgracia, no había durado más que unos pocos años antes de desaparecer de la faz de la galaxia por un poder mucho más grande que ellos.
Una figura caminaba solitaria entre la radiación y los restos humeantes de las ciudades ocampa. Apenas quedaban cuerpos, la mayoría habían sido incinerados por la potencia de las armas usadas en los bombardeos.
Una pequeña mano, delicada, casi infantil, tocó las cenizas de un ocampa, cuya silueta se podía adivinar en el suelo. La mano se cerró con fuerza, dejando escapar la ceniza por la comisura de los dedos.
Un gritó de rabia e ira salió de su garganta. Un desolador lamento por la muerte de una raza. Y sólo un pensamiento resonando por cada rincón de su mente “Venganza”.
Cuadrante Alpha, a bordo de la Uss Enterprise.
El capitán Jean Luc Picard caminaba pensativo por los corredores de la nave. Venía de uno de los laboratorios, donde el nuevo oficial científico, el doctor Marcus Feynman, le había intentando explicar uno de sus últimos inventos a su peculiar manera. No dudaba de su valía como eminente científico, pero tenía algunos comportamientos que muchos tildarían como poco de excéntrico.
Sonrió al pensar en cómo le hubiese tratado de explicar el experimento Data. Y este mismo recuerdo le hizo darse cuenta de lo mucho que echaba en falta al androide.
De repente los escuchó. Primero escuchó un susurro, después, escuchó miles de voces que hablaban como una sola. Era un sonido que pensaba no volver a escuchar en su vida. Una llamada, una advertencia ¿Cómo podía olvidarla? Le asimilaron, le alteraron mecánicamente y quirúrgicamente para ser uno de ellos. Le obligaron a liderar las fuerzas borg que acabaron con treinta y cinco naves y sus tripulaciones. Y durante todo ese tiempo no pudo hacer nada para evitarlo. [1]
El rostro de Picard se descompuso. La pesadilla había empezado de nuevo. Los borg se volvían a cruzar en su camino, amenazando de nuevo con desmoronar todo lo que amaba y respetaba en este mundo.
1
El sonido de la alarma que resonaba en todas las cubiertas de la nave indicaba que se encontraban en alerta roja. Todo el personal de la Voyager se movía con rapidez para ocupar sus puestos en la crisis que se avecinaba.
En ingeniería, B’elanna Torres supervisaba la protección con un campo de fuerza del núcleo de anti-materia, uno de los procedimientos habituales al entrar en situación de combate.
La jefe de ingenieros no pudo menos que sentirse una pequeña punción de miedo en su corazón al saber que estaban apunto de enfrentarse nuevamente con los borg. Su temor más grande no era por ella misma, su marido o sus amigos, si no por lo que pudiese ocurrirle a su pequeña Miral. Intentando concentrarse de nuevo en su tarea, B’elanna oculto su temor en algún lugar de su mente y siguió dando ordenes al equipo de técnicos a su servicio.
En la enfermería, el Doctor preparaba todo su equipo para los posibles heridos que inevitablemente llegarían de iniciarse el combate. Repasando los tratamientos usuales para heridas de armas borg, el Doctor no dejaba de tener un pensamiento inquietante que aparecía siempre que se enfrentaban a la raza cibernética. El que capturasen a Seven asimilándola de nuevo dentro de su colectivo. Y arrebatándosela para siempre.
- Todas las bio-camas están en línea, Doctor.- Dijo la doctora Selar, su nueva y reciente ayudante.
- No parece muy alarmada. Supongo que usted y Tuvok deben de ser los únicos en toda la nave inmunes a la atmosfera de miedo que parece perseguir a los borg.- Observó el holograma médico.
La vulcaniana arqueó una ceja.
- Los vulcanianos no nos dejamos llevar ninguna emoción, mucho menos la del miedo, Doctor. Además, no es la primera vez que me veo envuelta en un enfrentamiento con esta raza.
Rial Elbrun repartía los fusiles phaser al cuerpo de seguridad de la nave y distribuía a sus hombres para proteger los puntos vitales de la misma.
El mismo Rial los había estado entrenando durante los últimos meses y los tenía en alta consideración, pero no pudo evitar percibir cierto temor en sus miradas y el miedo reflejado en su semblante. Hasta el oficial más experimentado sentía un temor casi sobrenatural al escuchar el nombre del enemigo con el que estaban a punto de batirse.
Rial salió de la armería, en dirección al turboascensor para subir al puente. Por el camino se cruzó con Seven of Nine.
- Tú eres quien más debe de saber de los borg en esta nave. He escuchado historias terribles sobre esta raza, incluso en Kylesia se nombra en voz baja su nombre. Los borg son los seres más amorales y malvados de los que he oído hablar jamás a nadie.- Comentó Rial Elbrun.
-¿Malvados? El concepto de maldad es ajeno totalmente al colectivo. Los borg se encuentran más allá del bien y del mal tal y como lo identifican la mayoría de especies conscientes. ¿Acaso le otorgas maldad o crueldad a un fenómeno natural como una tormenta o un maremoto?- Observó Seven of Nine sin cambiar la expresión de su hermoso rostro.
- Nunca lo había pensado de ese modo.- Apuntó Rial Elbrun que se dio cuenta que Seven respiró hondo y que parecía más alterada de lo habitual en ella.
- ¿Malos recuerdos, Seven?- Preguntó el jefe de seguridad.
- No puedes ni imaginarlo.- Dijo simplemente la ex-borg.
Cuando las puertas del turboascensor se abrieron, la mirada de los dos se fue inevitablemente a la
pantalla principal que dominaba el puente y cuya imagen de la nave borg. La esfera borg permanecía inmóvil, como un temible depredador esperando el momento adecuado para asestar el golpe a su desprevenida presa.
- Es una esfera borg de tipo 2. Diámetro de 600 metros. Su armamento consiste en phasers, torpedos y disruptores de plasma de alta intensidad.- Indicó Harry Kim.
- Apunten los haces de phasers. Carguen torpedos.- Ordenó Chakotay.
Chakotay se dio cuenta de que Seven se había quedado de pie, inmóvil, sin apartar la vista de la esfera borg que acababa de salir de un conducto transfactorial.
- ¿Te encuentras bien, Seven?- Preguntó Chakotay.
La pregunta del capitán pareció sacar a la joven del trance en el que parecía sumida y asintió tímidamente mientras ocupaba su puesto habitual en el puente. –Esto es más difícil para ella que para nadie de esta tripulación.- Pensó Chakotay al tiempo que se sentaba en la silla del capitán y centraba de nuevo su atención en la esfera.
- No muestran signos de querer atacarnos, simplemente están hay quietos observándonos.- Indicó Tuvok que se hallaba a un lado del capitán.
- Capitán, Han abierto un canal de comunicación.- Dijo Harry Kim.
- Póngalo en pantalla, señor Kim.-
En la pantalla apareció la imagen de un borg. Su aspecto era el habitual en la raza bio-tecnológica, con toda clase de implantes y mecanismos cibernéticos por todo su cuerpo. Las marcas y arrugas en su cráneo revelaban su origen klingon, pero en el ojo que no había sustituido por un sensor óptico y en la expresión de su rostro se podía averiguar una pasión y una rabia que no era innata en la habitual frialdad e indiferencia los borg. Aunque había trascurrido tiempo desde la última vez que lo vio, Chakotay lo reconoció casi inmediatamente.
- ¡General Korok!- Exclamó Chakotay.- Es una grata sorpresa verle de nuevo.
Korok frunció el ceño y asintió levemente.
- Nuestra batalla contra los borg fue gloriosa, comandante Chakotay.
- Lo fue, Korok, pero ahora soy capitán, general.
El klingon-borg movió su cabeza afirmativamente, como si esa información le agradase.
- No tenemos tiempo que perder. Hemos recorrido un largo camino para unirnos a vosotros en la batalla que se cierne sobre esta parte del espacio.
- ¿Batalla? ¿A que te refieres?
- Son los borg. Se han recuperado de su último encuentro con vosotros y vienen hacía aquí.- Afirmó con un tono de preocupación Korok.
- Será mejor que hablemos en persona. Le invito a que suba a la Voyager y nos explique que es lo que esta sucediendo.- Dijo Chakotay.
Korok asintió y la imagen del monitor desapareció.
- Capitán, ¿cree prudente subir borg a bordo?- Preguntó Rial Elbrun alarmado.
- No se preocupe, teniente Elbrun. Korok y su gente son de confianza. Conduzcan a nuestros invitados a la sala de reuniones.- Dijo Chakotay incorporándose para ir hacía la sala adyacente.
- Creo que me he perdido algo, chaval. ¿Los borg no eran el enemigo?- Preguntó Rial Elbrun a Harry Kim.
- Estos son diferentes al resto de borg. Hace unos años, cuando estábamos en el cuadrante Delta, descubrimos que había una mutación genética recesiva que les daba la capacidad de crear un mundo virtual y de vivir en él, libres de la mente colmena del colectivo, como individuos independientes, mientras se encontraban en su ciclo de regeneración A la creación virtual la llamaban la “Unimatrix Cero”.- Comentó Harry.- En esa realidad virtual, recuperaban su identidad y podían interaccionar entre si. La mutación no era habitual y solo un borg de cada millón tenía posibilidad de tenerla. [2]
- ¿Y que es lo que ocurrió?
- La Reina Borg fue consciente de lo que estaba ocurriendo e intento localizarlos como fuese para eliminarlos, ya que amenazaban la integridad del colectivo. Algunos integrantes de la Unimatrix Cero contactaron con nosotros a través de Seven, que había pertenecido a la Unimatrix en su época de borg. Nos pidieron ayuda para liberarse de una vez y por todas del colectivo antes de que los localizasen y los exterminasen. Conseguimos introducir un nanovirus en el sistema del colectivo que hizo que cuando despertasen de su regeneración recordasen su vida virtual, liberándose del colectivo y rebelándose contra los borg. No volvimos a saber más de ellos. Hasta ahora.
- ¿La Reina Borg? No sabia que tuviesen nada semejante.- Dijo Rial.
- Un ser de lo más siniestro e inquietante. Aún me da escalofríos el recordar nuestros encuentros anteriores.- Observó Harry recordando el inquietante instante en el que la siniestra reina le llamó por su nombre de pila cuando contacto con la Voyager tiempo atrás.
- Así que una facción rebelde dentro de los borg, y yo que pensaba que había visto de todo en esta vida.- Dijo Rial esbozando una sonrisa.
Diez minutos más tarde, en la sala de reuniones de la Voyager.
Rial Elbrun y dos guardias armados custodiaron a los invitados hasta la sala, donde se hallaban esperándoles Chakotay, B’elanna Torres, Tuvok, Seven, Harry Kim, Reginald Barclay y Tom Paris.
El general Korok estaba flanqueado por dos compañeros. Una borg de origen aparentemente humano y un borg de una raza sin identificar que Seven reconoció de inmediato.
- Axum.- Pronunció Seven of Nine en voz baja.
Chakotay lo escuchó y se quedó mirando al borg llamado Axum. Durante varios años, mientras se encontraban viviendo en la realidad virtual de la Unimatrix Cero, Seven había mantenido una intensa y apasionada relación con él. La última vez que se vieron fue antes de la destrucción del mundo virtual, previo a la liberación de los borg rebeldes y a la creación del movimiento de resistencia. No cabía duda de que la situación podía ser de lo más incomoda para ella, debido a su actual relación con el Doctor.
- Annika.- Dijo Axum acercándose a Seven.
- Axum… No es el lugar y el momento para conversar de nosotros.- Apuntó Seven. –Tendremos tiempo más adelante para hablar.
Axum se quedó un poco sorprendido, pero asintió comprensivo.
- Capitán Chakotay, nunca le podremos agradecer lo suficiente lo que hicieron por nosotros, por ello, hemos venido a volver a forjar una alianza conjunta contra el colectivo borg.- Dijo Korok.
- Cuéntenos, general Korok ¿Qué es lo que ha ocurrido en el tiempo que no hemos mantenido el contacto?- Preguntó Chakotay.
Korok se quedó un instante pensativo, como refrescándose la memoria.
- Tras nuestra liberación, nos fuimos reuniendo con nuestras hermanas y hermanos, uniéndonos para crear una resistencia organizada. Al principio nos fue bien, fuimos realizando guerra de guerrillas por todo el cuadrante Delta, interfiriendo en todo lo que pudimos en los planes del colectivo.
Hubo un momento donde acariciamos la victoria final… Fue cuando infectasteis al colectivo con un patógeno neurolitico y destruisteis el Uni-complex.
El patógeno casi acaba con el colectivo, murieron millones de drones borg y mundos enteros cayeron antes de que consiguieran adaptarse y erradicarlo. [3]
- Fascinante. El nivel de adaptación borg es algo sorprendente, considerando que ese patógeno fue fabricado en el futuro.- Indicó Tuvok.
- ¿Uni-complex?- Preguntó Rial.
- Era un gran complejo situado en espacio borg, compuesto de múltiples estructuras interconectadas entre si, albergando a miles de cubos borg y de drones.- Aclaró Seven.
- Su cuartel general.- Dijo Rial.
- La similitud no es del todo exacta, pero se podría decir así.
- ¿No quedo muy mermado su colectivo? Eso os daría facilidades para proseguir vuestra cruzada.- Observó Tom Paris.
- No necesariamente. Cuando el colectivo tiene grandes pérdidas de drones se inicia un protocolo que activa una campaña de asimilación a gran escala para reemplazarlos.- Apuntó Seven.
- En efecto. Eso es exactamente lo que ocurrió. Llevados por la necesidad, el colectivo fue asimilando mundo tras mundo, asimilando a sus habitantes y rearmando su ejército de drones a su servicio.
- Entonces ese es el motivo de su regresó. Quieren reemplazar sus bajas con los habitantes de este cuadrante, como una maquinaria a la que se le añaden piezas nuevas. – Observó B’elanna.
-Suena estremecedor.- Dijo Tom Paris.
- Afirmativo. No cejaran hasta sustituir a las partes del colectivo que fueron dañadas o eliminadas e incluso aumentando su número. Como no descansaron centrar todos sus esfuerzos en eliminarlos de una vez y por todas.- Dijo Korok.
Korok y sus dos compañeros se intercambiaron unas miradas de tristeza.
- Perdimos a muchos amigos, muchos conocidos cayeron ante el avance del colectivo borg. Nosotros y el resto de mi tripulación somos los únicos supervivientes de la resistencia.

Sus ojos se posaron en Axum.
- Lamentamos mucho vuestra perdida.- Comentó Chakotay.- El sacrifico que habéis hecho viniendo de tan lejos para ayudarnos no será en vano.
- ¡Si! ¡Se cantarán grandes canciones con nuestras hazañas!- Exclamó Korok.
- Contactaré con el Alto Mando, indicándole nuestra asociación y vuestra disposición a colaborar conjuntamente para derrotar al enemigo común.- Observó el capitán Chakotay.
- Buscaré un método para mejorar nuestras armas para que sean más efectivas contra los borg.- Dijo Seven.
- Yo puedo ayudarle en ese cometido.-Dijo Axum.
Seven estuvo apunto de negarse a que Axum, pero finalmente guardo silencio.
- Excelente, trabajaremos en equipo. Teniente Barclay, quizás puedan ayudarle a mejorar los sensores de largo alcance de la nave.- Dijo Chakotay.
- ¿Y-Yo?- Preguntó Barclay señalándose.
- Ella se ocupará de revisar sus sistemas.- Dijo Korok señalando a su compañera.
Barclay contempló a la borg y tragó saliva. Los borg le aterraban enormemente.
Chakotay deseó tener a su lado a Kathryn. No sólo para disfrutar de su presencia, si no por que su mayor experiencia y su consejo le serian muy necesarios en esta crisis.
2
La sala de reuniones del mando de la Flota Estelar bullía de gente. Los miembros del Alto Mando habían sido reunidos de emergencia y acudieron desde todos los rincones del cuadrante.
En la gran mesa, los oficiales de alto rango repasaban los informes antes del comienzo de la reunión a la que habían sido convocados con tanta premura.
Se activó el monitor de la sala, apareciendo el rostro de Zek Thane, el recién electo presidente de la Federación Unida de Planetas y que sustituía a la boliana Min Zife.
Thane era un zaranite, y como todos los de su raza, fuera de su mundo estaban equipados con una máscara y equipo especial que les permitía respirar un gas basado en el flúor, su atmosfera habitual.
Sus ojos estaban cubiertos por el equipo de respiración, por lo que nadie pudo saber cual era su expresión ante su primera crisis tras ser nombrado presidente.
- Bienvenidos. Como sabrán, se ha convocado esta reunión de emergencia debido a una inminente crisis en este sector del espacio. Los borg de nuevo amenazan nuestra supervivencia.- Dijo Thane con una voz que se entrecortaba por el sonido del respirador.
- ¿Los informes son ciertos? ¿La Republica Talariana ha caído?- Preguntó el vice-almirante Thomas Henry.
- Completamente aniquilada, excepto unas pocas naves con refugiados que tuvieron la inmensa suerte de escapar con vida.- Comentó el almirante Leonard James Akaar.
- Millones de seres vivos muertos… O asimilados.- Dijo el almirante Mathews.- Me estremezco sólo de pensar en el destino de esa pobre gente.
- Dígame, almirante Bowers ¿Están desplegándose las diferentes flotas para garantizar la seguridad de nuestras fronteras? - Dijo el presidente Thane.
- En efecto, presidente, todas nuestras naves disponibles están movilizándose. Hemos avisado incluso a la reserva para que se mantengan alerta.- Indicó Bowers.
- Hemos recibido informes del Imperio Klingon que indican que ellos también han sido atacados y…
- Al diablo los klingon, al diablo todos.- Interrumpió la voz del almirante Stoner a la vice-almirante Sitak.
La oficial vulcaniana se quedó callada con semblante serie e indiferente.
- ¿Tiene algo que añadir, almirante Stoner?- Preguntó Sitak.
Stoner se levantó de su asiento y paso su mirada por cada uno de los oficiales allí presentes.
- Llevo mucho tiempo aconsejando al consejo de la Federación toda clase de medidas preventivas para evitar situaciones como estas ¿Y que he obtenido hasta ahora? Nada. Han hecho caso omiso de todos mis informes e estrategias. El universo es un océano plagado de depredadores dispuesto a abalanzarse sobre nosotros y devorarnos sin piedad.
- ¿Y que es lo que sugiere en este caso, almirante Stoner?- Preguntó el presidente Thane.
- Optimizar y centrar nuestros recursos en protegernos nosotros mismos. Mientras los borg se entretienen con los cardassianos o los klingon, podemos ganar tiempo para hallar un modo de detenerlos, tengo varios operativos diseñados contra ellos que llevo preparando desde hace tiempo, por lo que podríamos…
- ¿Pero se esta escuchando? No podemos dejar que vayan destruyendo todo a su paso sin mover ni un dedo esperando a que crucen nuestra frontera para atacar.- Interrumpió la almirante Janeway.
- Si me hubiese dejado seguir experimentando con su oficial borg quizás esto no hubiese llegado a ocurrir.- Acusó Stoner frunciendo el ceño.
- Esos son sus métodos inhumanos, Stoner, pasar por encima quien sea para obtener sus preciosos “resultados”, sin importarle el daño o el dolor que cause en el proceso. – Dijo Janeway visiblemente alterada. – Con actitudes como la suya, jamás hubiese nacido la Federación.
Janeway estuvo tentada de hablar a los miembros del Alto Mando sobre los experimentos del doctor Shaun financiados por Stoner, pero de inmediato lo descarto. No tenía pruebas importantes que pudiesen incriminarlo y sacar el tema sólo los distraería del tema que estaban tratando.
- No debemos discutir entre nosotros, caballeros. Aunque según mi opinión, solo con la ayuda de nuestros aliados podremos sobreponernos a esta crisis.- Dijo el almirante Akaar.- La unión hace la fuerza, como se demostró en la pasada guerra contra el Dominion.
Stoner se volvió contra Akaar, dispuesto a replicarle, cuando el almirante Ross levantó una mano indicando silencio.
Una luz parpadeó en uno de los paneles.
- Tenemos una comunicación subespacial. Su procedencia es la Uss Voyager.- Indicó el almirante Ross.
Algo cambió en el rostro de Janeway al escuchar mencionar el nombre de su antigua nave.
- Veamos que es lo que nos quiere comunicar el capitán de la Voyager.- Observó el presidente Thane.
En otro de los monitores apareció el rostro del capitán Chakotay.
Kathryn sintió una gran alegría al volver a contemplar a su compañero sentimental.
- Miembros del Alto Mando, hemos recibido la noticia del ataque borg y tenemos información importante al respecto.- Dijo Chakotay.- Hemos recibido el ofrecimiento de ayuda de unos aliados que nos podrían ser de mucha utilidad en un conflicto con los borg.
- ¿De que aliados se trata?- Preguntó el almirante Paris intrigado.
- Una facción rebelde del colectivo, liberados de la influencia de la colmena y que ya ayudaron a nuestra tripulación en el pasado, durante nuestro viaje por el cuadrante Delta.
- ¿Borg rebeldes? Explíquese.- Preguntó la vice-almirante Sitak.
- Eran un grupo de drones borg con una extraña mutación genética que hacía que durante su estado de regeneración pudiesen liberarse del colectivo y recuperar su individualidad. Gracias a nuestra ayuda consiguieron recuperar su libertad e iniciaron una guerra contra el colectivo Borg. En el pasado nos ayudaron contra ellos y en estos momentos han venido desde el cuadrante Delta para ofrecérnosla de nuevo.
- No puedo creer lo que estoy oyendo. Sin duda se trata de una trampa. Cuan oportuno es que vengan a ofrecer su cooperación cuando sus congéneres nos atacan.- Dijo Stoner torciendo el gesto.
- ¿Cuál es su opinión, almirante Janeway? ¿Confía en ellos?- Dijo el presidente Thane.
- Los borg son su enemigo tanto como el nuestro, presidente. Y su experiencia y sus conocimientos serian de gran ayuda en estos momentos y una ventaja táctica considerable.
- En eso estoy totalmente de acuerdo con la almirante Janeway. Si en verdad son de fiar, su apoyo nos seria de mucha utilidad.- Apuntó Akaar.
- No estamos en condiciones de rechazar ninguna ayuda. Yo voto por que colaboren con nosotros. Para mayor tranquilidad, se les puede mantener en permanente vigilancia.- Comentó el almirante Bowers.
- ¿De cuantas naves estamos hablando, capitán Chakotay?- Preguntó el almirante Mathews.
- Una esfera borg de tipo 2. Su tripulación y la mía ya están trabajando unidos para preparare contramedidas contra los borg. Créanme cuando les digo que su ofrecimiento es totalmente sincero, asumo cualquier responsabilidad que pudiera derivarse al respecto.
- Aunque pudiese parecer arriesgado, me inclino a pensar en la posibilidad de esta alianza. En tiempos desesperados hacen falta soluciones desesperadas.- Dijo el presidente Thane.
- ¡Esto es un ultraje! Me niego a creer que se pueda siquiera llegar a plantear semejante aberración. Son monstruos, inhumanos, fríos y calculadores, con sólo un pensamiento: Acabar con toda forma de vida diferente a la suya ¿y vamos a compartir espacio con esta clase de criaturas? ¡No!- Gritó Stoner dando un puñetazo en la mesa.
- Cálmese, Stoner, no se altere. – Dijo Bowers.- Libres del colectivo, son personas no muy diferentes a usted o a mí. Creo que merecen el beneficio de la duda.
- No nos compare con esos autómatas ¿sabe cuantos seres queridos o amigos he perdido por sus acciones?
- Todos hemos tenido perdidas debido a los borg, almirante Stoner. Sin embargo, si existe una mínima posibilidad de que con su aportación podamos desequilibrar la balanza a nuestro favor ¿no merece la pena el riesgo?- Dijo el almirante Paris.
- Todo el mundo sabe de su predilección por la almirante Janeway, es lógico que este de su parte.- Dijo Stoner con el rostro descompuesto.
- Les aseguro de que yo seré el primero en actuar si se diese el caso. – Aseguró Chakotay.
- No se si deberíamos fiarnos del capitán Chakotay, dado su pasado común en los Maquis.- Dijo Stoner.- Si se volvió contra nosotros una vez ¿Por qué no hacerlo de nuevo?
- ¿Cómo se atreve a dudar de mi lealtad?- Contestó indignado Chakotay.
- ¡¡Basta!!
A través del monitor pudieron comprobar como el presidente Thane se había levantado de su asiento con evidente enfado.
- Me niego a que nos enzarcemos en continuas disputas entre nosotros. Desde este momento la alianza temporal con esa facción borg es un hecho, con la condición indispensable de que estén bajo estrecha vigilancia de sus actividades.
El almirante Stoner estuvo a punto de contestar algo, pero se contuvo a duras penas.
Una persona se le acercó al presidente Thane y le dijo algo en voz baja.
- En estos momentos me informan que una nave borg se dirige hacía territorio de la Federación, hacia el planeta Evora.
Todos eran conscientes de lo que eso significaba. La guerra ya había comenzado. Ya no era posible una vuelta atrás.
El almirante Bowers se incorporó de su asiento para dirigirse a sus compañeros.
- Ordenaré a la sexta flota que desplace parte de sus naves para proteger Evora. Capitán Chakotay, se encuentran relativamente cerca de allí, así que la Voyager y la esfera borg se unirán a la fuerza de defensa de Evora.
- Cambiaremos de rumbo de inmediato, almirante. Chakotay fuera.- Dijo el capitán de la Voyager antes de cortar la transmisión.
- Esta reunión se da por terminada. Estaremos en contacto, coordinando nuestras fuerzas para la defensa de la Federación. Esperemos que todo salga bien.
La imagen del presidente fue sustituida por la bandera de la Federación.
El almirante Stoner se marchó enfurecido, sin decir adiós a nadie.
- Parece que no se lo ha tomado excesivamente bien.- Apuntó Janeway con una medio sonrisa.- No esta acostumbrado a no salirse con la suya.
- Me daría por satisfecho si ese fuera nuestro mayor problema.- Comentó el almirante Bowers.- Por desgracia, no es el caso.
El almirante Stoner caminaba por los pasillos del cuartel general sin ser consciente siquiera de las personas con las que cruzaba en el camino. Estaba enfadado como nunca antes, enfadado y sobre todo decepcionado. – Si quieren que esta Federación se hunda no contarán conmigo- pensaba.- Cuando yo solucione este conflicto tendrían que darme los poderes para arreglar los males que asolan a la organización.
Sonrió ante esta posibilidad. Se metió por un pasillo donde no hubiese nadie y activó su insignia intercomunicadora.
- Transpórtenme a bordo.- Ordenó Stoner.
En unos segundos se empezó a desmaterializarse para rematerializarse en la sala de transporte de una nave en órbita estándar alrededor de la Tierra. Era la Uss Éxodo, una nave estelar bajo el mando de Stoner y cuya tripulación era enteramente de su confianza.
Por la entrada de la sala de transporte entró el capitán Sergei Bakunin. Se abrazaron efusivamente. Sergei era miembro de la Uss Melbourne cuando estaba bajo el mando de Stoner. En aquella ocasión, Stoner le salvó la vida y él se lo había recompensado con un respecto y una devoción sin límite.
- Pongamos rumbo al sistema Evora, Sergei. Ha llegado nuestro momento.- Afirmo Stoner.
Sergei asintió y dio la orden de abandonar la orbita terrestre.
- Espero que le sepan reconocer sus méritos cuando esto termine, almirante.
- Uno casi nunca es profeta en su tierra, Sergei. Dime ¿esta preparado el operativo Colmena?
- Listo para entrar en acción, como usted quería, almirante.
- Perfecto. Me retiraré a mis aposentos para descansar, avísame cuando nos acerquemos a Evora.
Stoner salió a un pasillo y se metió en el turboascensor, al tiempo que la Uss Éxodo saltaba a velocidad warp.
3
Cuando las puertas de holosección se abrieron, Seven of Nine se quedó inmóvil al contemplar la recreación holográfica que tenía en funcionamiento el programa.
Era como una hermosa postal, donde se veía un paisaje paradisiaco, lleno de frondosos bosques, ríos caudalosos y grandes montañas llenas de vida y paz. Era el aspecto que debía tener para alejarse lo más posible de la fría y oscura tecnología que los había esclavizado tanto tiempo.
- Era realmente hermosa, aunque no tanto como lo eres tú, Annika.- Dijo la voz de Axum.
- Es mejor que me llames Seven of Nine. Nadie en este lugar me llama así.- Indicó Seven volviéndose hacía Axum.
Axum asintió y se quedó mirando a la recreación de la Unimatrix Cero.
- En numerosas ocasiones la echo en falta. En cierta manera, era nuestro hogar el tiempo que permanecimos como drones del colectivo.- Observó con aire nostálgico.
- Me indicaron que estabas aquí. Tenemos mucho trabajo que hacer. El estar en este lugar, recrear la Unimatrix, es algo irrelevante.
- ¿También te parece irrelevante lo que sentimos el uno por el otro?- Dijo Axum rodeándole con sus manos la cintura.
Seven le quitó las manos violentamente. Axum se quedó sorprendido y extrañado.
- ¿Qué es lo que te ocurre? En la sala de reuniones te noté distante, pero pensé que era por estar con tus compañeros, pero ahora que estamos a solas…
- Eso no va a ocurrir nunca, Axum.- Dijo secamente Seven.
- ¿Ya no sientes nada por mi? Durante seis años estuvimos enamorados dentro de la Unimatrix Cero. Cuando desapareciste y no regresaste en tus periodos de regeneración, al haberte desconectado del colectivo, pensé que nunca más te volvería a ver. Tras conseguir contactar contigo para pedir tu ayuda antes de que la Reina Borg acabase con todos nosotros, me sentí embriagado de felicidad, por fin te había recuperado y estábamos juntos de nuevo. Fue una felicidad breve, por que te volviste a alejar de mi lado. Sólo tu recuerdo me ha permitido seguir adelante ¿y ahora ya no me amas?
En los ojos de Seven se podía observar un sufrimiento.
- L-las cosas no son tan sencillas, Axum. Lo que tuvimos fue especial, pero todo ha cambiado.- Dijo
Seven con voz levemente temblorosa.
- Tú aún sientes algo por mí, lo puedo ver en tus ojos. – Apuntó Axum.- Lo que sentimos el uno por el otro era demasiado fuerte para que haya desaparecido tan fácilmente.
- Hay otra persona en mi vida.- Dijo Seven finalmente.- Es especial… le amo.
- Comprendo.- Dijo contrariado Axum.- Las cosas no son había imaginado que fuesen.
- Rara vez lo son, Axum. Te sigo teniendo afecto, pero ya no estoy enamorada de ti. Lo lamento.- Dijo Seven con tristeza.
- ¿Puedo preguntar de quien se trata?
Seven dudo un instante, para después responder.
- Se trata del Doctor.
- ¿El programa médico holográfico de la nave? Si ni siquiera es real.- Comentó Axum algo aturdido.
- El Doctor es tan real como cualquiera de nosotros y le quiero. Es mejor que demos esta conversación por zanjada. Te esperaré en uno de los laboratorios.
Tras decir esto último, se dio la vuelta y se marchó de la holosección, dejando a un sorprendido y entristecido Axum. No daba crédito a lo que le estaba sucediendo. Había imaginado la escena de su reencuentro innumerables veces, anhelado su tacto, su suavidad, su ternura, su amor. Y ahora, de un modo que no alcanzaba a comprender, todo parecía desmoronarse. No podía permitirlo. No sin luchar. Se prometió a si mismo, que antes de que esta crisis terminase Annika volvería a sus brazos y le amaría como lo hizo en el pasado.
En el despacho del capitán, Chakotay se sirvió un té del replicador y se volvió hacía su invitado, el cual no paraba de mirarlo todo con intensa curiosidad.
- Le serviría algo para celebrar nuestra recién nombrada alianza, pero sé que los borg no se alimentan.- Comentó Chakotay.
- Correcto, capitán Chakotay. Tienen una buena nave. Pequeña y no demasiada armada para mi gusto, pero eficiente sin duda.- Observó Korok.
- Permítame una pregunta. Si ya se encuentran desligados del colectivo ¿Por qué conservar los implantes cibernéticos?
El klingon se le quedó mirando un instante.
- ¿No lo adivina? Por necesidad. Sin nuestros implantes no somos rivales para enfrentarnos al colectivo borg. Cuando consigamos nuestra ansiada victoria y no los necesitemos, nos desharemos de ellos.
- ¿Tiene ganas de regresar a su hogar en el imperio klingon?
- Desde que me liberé del deshonor de ser un drone borg no he ansiado otra cosa, capitán. No espero que me reciban con los brazos abiertos. Mi familia me daba por muerto y traería la deshonra a mi linaje. Espero poder morir con honor en combate y poder ir a Stovokor, como todos los grandes guerreros klingon.
Chakotay decidió cambiar de tema y accedió a uno de los paneles, hasta que apareció una imagen en el pequeño monitor de la mesa de su despacho que mostraba un mapa del cuadrante Alpha y Beta, donde se concentraban las grandes facciones y gobiernos estelares.
- Dígame, Korok ¿Cuál cree que será su estrategia de ataque?
- Una táctica de dispersión. Avanzaran atacando simultáneamente diversos territorios, haciendo retroceder a las fuerzas que se le opongan hasta acabar con ellos.- Comentó Korok.
- ¿Cree que tenemos posibilidad de victoria real?- Preguntó Chakotay antes de dar un largo trago a su taza de té.
- Nos superan en casi todos los niveles, pero son un enemigo sin honor y consciencia. No tienen valores, ni alma. Lo sé muy bien, fui uno más en su mente colectiva. Si tenemos suficiente fe en la victoria, les derrotaremos y si no, obtendremos una muerte digna de un auténtico guerrero.- Dijo
Korok adoptando una expresión de fiereza en su rostro.
No cabe duda de que a pesar de todo lo ocurrido sigue teniendo el espíritu de un auténtico klingon.- Pensó Chakotay.- Sólo deseaba tener su mismo coraje para pensar en que pudiesen salir triunfantes.
En la sala de astrometría, el teniente Reginald Barclay no se sentía del todo cómodo con su acompañante actual. La mitad de su cara estaba cubierta por un implante cibernético que le cubría el ojo izquierdo y parte de la mejilla, en su mano derecha lucia un servomecanismo con toda clase de gadgets que la ayudaban en sus tareas, varias luces rojas parpadeaban en diferentes partes de su cuerpo. Por si no fuese suficiente difícil estar compartiendo el mismo lugar con un borg, además era una mujer, lo que lo hacía todo mucho más extraño e inquietante.
- ¿Q-que opina de n-nuestra s-sección de a-astrometría?- Preguntó Barclay activando la pantalla, sin dejar de quitarle el ojo de encima a la borg.
- Seven of Nine hizo un excelente trabajo aplicando tecnología borg para crear este lugar.- Observó.- Por cierto, puede llamarme Mia Bakeney, es mi nombre.
- ¿Mia? Es un nombre humano, pensé…
- ¿Qué usaría una designación borg? Desde que volví a ser yo misma, decidí usar mi antiguo nombre, teniente Barclay.- Dijo Mia esbozando una leve sonrisa.
- D-discúlpeme, no q-quería ofenderle.- Dijo Barclay nervioso.
- No se preocupe, una confusión muy habitual. Realmente nunca pensé en que volvería a estar en el interior de una nave de la Flota Estelar.
Barclay pareció sorprendido.
- ¿U-usted era de los nuestros?
- Si, era miembro de la tripulación de la Uss Albión, hace más de diez años. Estábamos en una misión de exploración en Barlak II, con un equipo de hombres investigando las ruinas arqueológicas de ese mundo cuando apareció por sorpresa un cubo borg. Yo era uno de los que componían el grupo de tierra y asistimos indefensos a la destrucción de nuestra nave. Mis amigos, mis compañeros, todos murieron en el acto y no pude hacer nada para evitarlo…
Pero viéndolo con el tiempo, ellos fueron los afortunados. A los supervivientes nos transportaron a su nave y nos asimilaron a la fuerza, borrando nuestra voluntad, nuestro libre albedrío al ser unidos a la mente colectiva borg.
Yo aún fui afortunada, de algún modo desarrollé la mutación que me permitió unirme a la Unimatrix Cero, no todos tuvieron tanta suerte.- Mia se quedó callada, con la emoción y la tristeza reflejada en su rostro.
Barclay se sintió mal por las dudas y recelos que había tenido sobre Mia.
- S-siento h-hacerle r-recordar esa experiencia traumática, señorita Bakeney.- Se disculpó Barclay.
- Esos recuerdos me hacen más fuerte. Me ayuda a seguir adelante y sólo pensar en que a nadie más le ocurra nada similar, teniente Barclay.
Barclay intentó sonreír.
- Por favor, l-llámeme Reg.
- Sólo si me llamas Mia y no señorita.- Observó la borg.- Bien, será mejor que empecemos con un diagnostico de sistema, para ver como podemos mejorar el alcance de los sensores de la Voyager.
Barclay asintió y se dispuso a seguir las instrucciones de su nueva compañera.
4
- Carguen las lanzaderas de torpedos y los disruptores.- Ordenó el capitán Klag a sus hombres.
En la pantalla de la IKS Gorkon podían contemplar como el cubo borg estaba haciendo pedazos al escuadrón de la Fuerza de Defensa Klingon. Además de ellos, dos cruceros clase Vorcha y un Ave de Presa eran quienes quedaban para defender el puesto avanzado de Koracak. La lógica hubiese indicado que se retirasen, pero un klingon nunca se rinde, para ellos no es una elección que se pudiese contemplar.
- Los borg están intentando bloquear a la Koloch con su rayo tractor.
-Disparen al emisor del rayo.- Dijo Klag enérgicamente.
Dos torpedos salieron de la Gorkon, impactando contra el monolítico navío. El rayo tractor dejo de emitir y el ave de presa klingon quedó liberada. No duró mucho la alegría, pues un haz de luz surgió del cubo, haciendo que la nave klingon se partiese en dos y estallase con un cegador resplandor.
- Malditos.- Exclamó Drex.
No tenemos tiempo para lamentarnos- pensó Klag.- Si dudamos sólo un segundo estamos acabados.
- Rodek, coordine el fuego con los artilleros de las otras dos naves para apuntar a un mismo punto.- Ordenó el capitán Klag.
El artillero de la Gorkon asintió, y con rapidez las tres naves dispararon todo su arsenal sobre el cubo borg. Simultáneamente de las entrañas de la nave enemiga salió un rayo devastador que destruyó en el acto los dos cruceros, y la explosión resultante hizo salir despedida a la Gorkon, virando con violencia.
La onda expansiva alejó a la nave klingon del cubo borg. Algunas consolas habían estallado, y el fuego se extendía por el puente.
Klag se levantó del suelo y se tocó la frente, tenía una herida en la frente de la que manaba sangre.
En el monitor aún podía ver la nave borg alejándose. Estaban muy dañados, pero no dejarían que siguieran avanzando hacía el corazón del Imperio, aunque tuviesen que sacrificar sus vidas.
- ¡Velocidad de ataque! ¡Rumbo de colisión!- Gritó el capitán Klag.
- No es posible, señor, los motores están desconectados, estamos a la deriva.
Klag elevó un grito de frustración y descargo su ira contra uno de los paneles. Nos ignoran.- pensó- Klag- No nos consideran dignos de su atención. Lo lamentarán, lo juraba por sus ancestros. Conseguiría ver con sus propios ojos como eran derrotados, aunque fuese lo último que hiciese en este mundo.
5
En el hangar que servia como aposento de Seven of Nine, esta trabajaba a conciencia, intentando de ese modo quitarse de la cabeza el conflicto de emociones que bullía en su interior.
Axum fue su primer amor, concebido en el mundo virtual de la Unimatrix Cero y cuyo recuerdo se desvaneció al ser rescatada del colectivo por la Voyager. Tras recuperar la memoria de esa parte de su vida, se sintió confusa y desorientada, pero el amor que tenía con Axum era algo especial, diferente. El conocimiento de que cuando Axum despertase, libre de la mente de la colmena del colectivo, estaría lejos de su alcance, a más de un cuadrante de distancia, hizo que se resignase a que nunca se reunirían de nuevo. Ahora que Axum estaba ahí, ya no sentía lo mismo. Le tenía afecto, y le quería, pero solo como se puede querer a un amigo o un hermano, nada más. O al menos ese creía ¿era cierto? ¿No se estaría realmente engañando a si misma? Estaba muy segura de sus sentimientos actuales sobre el Doctor. Sin embargo, la duda sobre si seguía sintiendo algo más que amistad por su antigua pareja no dejaba de ensombrecer sus pensamientos. Nunca había tenido un conflicto emocional de semejante índole y Seven no sabía controlar el maremágnum de emociones que la desbordaban. Para su lado borg, el amor era muy parecido a una enfermedad. Cuando alguien esta enamorado, las respuestas bioquímicas provocan emociones y reducen las funciones del individuo afectado y su rendimiento. Para su lado humano era algo muy diferente a cualquier otra cosa que pudiese haber imaginado.
La ex-borg suspiró. – Era más fácil cuando no necesitaba tener que convivir con las emociones humanas- pensó. Seven siguió intentando centrarse en su proyecto actual, intentar modificar las armas de la Flota Estelar para modular adecuadamente la frecuencia de los disparos para poder dañar a los borg en el combate cuerpo a cuerpo de manera más eficaz. Era una lastima que la tecnología que les proporcionó la almirante Janeway de un futuro alternativo se volviese totalmente inservible, borrándose cualquier rastro suyo tras regresar del cuadrante Delta. Una medida de seguridad para no alterar el presente por parte de la almirante, pero un inconveniente en el conflicto actual. [4]
Cerró los ojos un instante, y cuando los volvió a abrir ya no se encontraba en sus aposentos. La luz brillaba por su ausencia, excepto en diversas zonas iluminadas por un resplandor verde, que le daban un aspecto levemente fantasmagórico. Los zumbidos de la maquinaria, la elevada temperatura ambiental y los paneles con la familiar tecnología no dejaban lugar a dudas. Se encontraba en el interior de una nave borg.
Un trío de drones borg seguían con sus tareas habituales, sin hacer el más mínimo caso de su nueva “invitada”.
- No tienes nada que temer, Seven of Nine, adjunta terciaria a la unimatrix cero uno. Aún permaneces en la Voyager. Gracias a tu implante cortical podemos comunicarnos de este modo.
- ¡Tú!- Exclamó Seven sorprendida.- ¿Qué es lo que quieres de mi?
La expresión del rostro de la Reina Borg se tornó en disgusto.
- Parece que no te alegras de verme, Seven of Nine. Eres tremendamente desagradecida con quien te concedió el inmenso regalo de ser parte de nuestro colectivo.- Dijo la Reina Borg moviéndose alrededor de Seven y deteniéndose detrás suyo.
- ¿Regalo? Matasteis a mis padres y siendo solo una niña de seis años me arrebatasteis mi libertad, mi individualidad, mi vida, convirtiéndome en un mero autómata. No tengo nada que agradeceros.- Indicó Seven con cierto tonó de despreció en su voz.
La Reina Borg se situó delante de Seven y le posó la mano mecánica encima de su brazo.
- Eres uno de los mayores triunfos y uno de los mayores fracasos del colectivo. Has alcanzado un grado entre humanidad y borg como nadie antes. Eres única, pero desperdicias tu inmenso talento y tu potencial conviviendo con esos “humanos” – Dijo la Reina Borg.
- Esos “humanos” son ahora mi familia. Mi colectivo.- Contestó Seven.- Te has comunicado conmigo por alguna razón. Explícate.
- Tienes una última oportunidad de unirte a nosotros voluntariamente. Te reintegraríamos en la mente de la colmena. Uniendo tus recuerdos y experiencias acumuladas en tus años en la Voyager al colectivo. Debes saber que todos tus compañeros, tus amigos y todo cuanto conoces va a dejar de existir como tal. Se unirán a nosotros, tanto si quieren como si no. Su cultura y su libre albedrío no es nada comparado con acercarse a la perfección al pasar a formar parte del colectivo.- Comentó la Reina Borg.- Quien se resista, terminara su existencia. Si no vuelves con nosotros por tu propia voluntad, no puedo asegurar que no sufras daño o perezcas.
Seven se encaró con la Reina Borg.
- ¡Prefiero morir que volver a ser uno de vosotros! Nunca abandonaremos o nos rendiremos. Deberías haber aprendido la lección la última vez que te enfrentaste a nosotros, por que esta vez será la última.
- Destruisteis nuestra red transfactorial y nos infectasteis con un tecno-virus que nos hizo un gran daño y pudo haber acabado con el colectivo. Pero no fue así, nos adaptamos, como siempre hacemos. En aquella ocasión utilizasteis tecnología del futuro que no tenéis a vuestra disposición. No tenéis ninguna posibilidad de detenernos sin ella. Esta parte de la galaxia será obligatoriamente parte del colectivo borg.
- Vuestra confianza será vuestra perdición. No debes subestimarnos.- Dijo Seven
- Pobre niña. No te das cuenta de lo que realmente has perdido. Tu perspectiva de las cosas es demasiado primitiva, demasiado humana. Te has vuelto algo tan pequeño e insignificante. Has perdido tu oportunidad. Algo que lamentarás con el tiempo. Adiós, Seven of Nine.
La Reina Borg hizo un gesto con la mano, como apartándola.
Seven despertó violentamente en el suelo de su aposento. Las puertas se abrieron, dando paso a Axum, que corrió alarmado para asistirla.
- ¿Qué te ha ocurrido, Annika?
En ese momento, llegó el Doctor. Venía a consultar unos temas médicos para contrarrestar ataques borg y de paso poder pasar un rato a solas con Seven. Cuando abrió la puerta y contempló a Axum sobre ella se dispararon todas las alarmas en la mente del Doctor. No dejaba de tener un aspecto borg, lo que le identificaba inconscientemente como una amenaza.
- ¡Quítale las manos de encima!- Gritó el Doctor.
Axum se dio la vuelta y al observar la presencia del holograma, se apartó del lado de Seven. El Doctor trato de incorporar con cuidado a Seven.
- Tranquilízate, Doctor. Axum no me ha hecho ningún daño.- Dijo en voz baja Seven.
El Doctor se volvió hacía Axum.
- Lo siento, al verla tirada en el suelo, contigo al lado, pensé…
- No tiene de que disculparse. Sólo quería protegerla.- Indicó Axum.
- ¿Te encuentras bien? –Preguntó con preocupación el Doctor.
- Si. Ha sido la Reina Borg, contacto conmigo a través de mi implante cortical.
- ¿La Reina Borg? ¿Es que no hay manera de librarse de semejante engendro? - Observó el Doctor.
- Ella no puede morir. Es la representación física del colectivo, quien lleva orden al caos. Cuando uno de sus cuerpos muere, se recrea su Adn en un nuevo cuerpo, introduciendo su conciencia en el mismo.- Apuntó Seven.
- Así que se puede decir que es virtualmente inmortal. Es cierto el dicho “mala hierba nunca muere”.- Dijo el Doctor frunciendo el ceño.
- ¿Te hizo daño?- Preguntó Axum pensativo.
Seven negó con la cabeza.
- Me ofreció la posibilidad de volver a unirme al colectivo voluntariamente. Un ofrecimiento final antes de iniciar el ataque.- Dijo Seven con voz algo dubitativa.
- Es mejor que te haga un pequeño reconocimiento, no sabemos como te puede haber afectado tu conversación con la Reina Borg.- Indicó el Doctor sin dejar de pensar en lo difícil que habría sido para Seven tener que enfrentarse cara a cara con sus miedos.
- No, me encuentro perfectamente y tengo que seguir con la modificación de las armas…
- De eso nada, me acompañaras de inmediato, tu salud es lo primero, querida.- Dijo el Doctor en un tono que le dejo muy claro a Seven que no tenía otra opción.
- Yo proseguiré con tu trabajo, Anni… Seven.- Dijo Axum.- El Doctor tiene razón, debes ir a la enfermería.
Axum siguió con la mirada a la pareja hasta que salieron de los aposentos. La reacción del Doctor holográfico le había sorprendido. Estaba claro que el programa creía realmente sentir algo profundo por Annika. Eso no cambiada en nada sus planes que tenía pensados para los dos. Axum empezó a estudiar el trabajo de la modificación del armamento que estaba realizando y apartando, momentáneamente, sus sentimientos y sus emociones al respecto de su antigua pareja.
6
- Estamos apunto de salir de velocidad warp, capitán.-Indicó Tom Paris.
Chakotay se preguntaban que se encontrarían cuando llegasen a su destino. Korok había regresado a su nave para prepararse para la cercana batalla.
- ¿Qué sabemos del planeta Evora, señor Tuvok?- Preguntó Chakotay a su primer oficial.
- Los Evora se unieron como protectorado a la Federación durante la guerra con el Dominion.- Explicó Tuvok.- Apenas un año antes habían descubierto el motor warp, pero debido a la dureza de la guerra, la Federación buscaba aliados donde fuese [5] . Su nivel tecnológico no es muy elevado, similar al de la Tierra en el siglo 22, por lo que se encontraran prácticamente indefensos ante un ataque de esta envergadura.
- Señor Barclay, Seven ¿Qué nos pueden decir del cubo borg al que nos enfrentaremos?
En la sala de astrometría, Seven of Nine, Barclay y Mia se hallaban analizando los datos obtenidos con los sensores de largo alcance.
La imagen del cubo borg se formó en la gran pantalla en tres dimensiones de astrometría.
- Se trata de un cubo táctico borg de clase 4.- Indicó Barclay.- Es superior al cubo borg estándar, con mucho más armamento y protección elevada por todo el casco. Esta protegido con multi-escudos regenerativos.
- En el pasado nos hemos enfrentados a este tipo de cubo borg. Es mucho más temible que el cubo borg estándar.- Indicó Seven preguntándose si en algún lugar de su interior se hallaría la Reina.
- Un enemigo formidable. – Añadió Mia.
- Seven, pasa los informes y datos que tengamos de nuestros enfrentamientos con esta clase de cubo al resto de la flota.- Dijo Chakotay.
- Hemos llegado, capitán.- Anunció Harry Kim.
- En pantalla.- Ordenó Chakotay.
En la pantalla principal pudieron contemplar al resto de naves de la fuerza de defensa de Evora. Una
quincena de naves estelares de muy diferentes clases, entre ellas una clase Galaxia, Excelsior o Prometheus. La Voyager y la esfera borg se unieron al resto de la flota. A poca distancia se hallaba el cubo borg, que se desplazaba hasta Evora.
- La Uss Sutherland nos llama. Es la nave insignia y quien dirige el contingente.- Comentó Harry Kim.
En la pantalla apareció el afable rostro del capitán Elorac. Era un boliano y el color azul de su cara destacaba enormemente con la luz oscura y rojiza de la alerta roja que iluminaba el puente de su nave.
- Capitán Chakotay, nos alegra de poder contar con ustedes en la batalla. Toda ayuda es bien recibida. Nos han informado de nuestros nuevos aliados. Intentaremos no alcanzarles por error.- Bromeó Elorac.
- Me hubiese gustado conocernos en mejores circunstancias, capitán. Estamos listos para entrar en combate.- Afirmó con rotundidad Chakotay.
- Mi oficial táctico les coordinará con el resto de naves. Suerte, capitán Chakotay, la necesitaremos. Elorac fuera.
- Preparen armas. Todos a sus puestos de combate.- Dijo Chakotay.
Rial Elbrun se encontraba seguro de si mismo, confiaba en su capacidad y en las de sus compañeros ante cualquier adversidad. No tenía temor alguno. Sin embargo, no estaba preparado para el imponente aspecto y tamaño del objeto que veían a través de la pantalla.
El cubo borg aparecía gris e aparentemente inmóvil sobre un fondo estrellado. La desmesura de su tamaño hacía que las naves de la Federación parecieran diminutas en comparación.
Aunque parecía ir muy lentamente, lo cierto es que era tremendamente veloz.
-Recibimos una comunicación en audio en todas las frecuencias.- Observó Harry Kim.
-“Somos los Borg. Bajen sus escudos y rindan sus naves. Su existencia tal y como la conocían ha terminado. Sumaremos sus características técnicas y biológicas a las nuestras. Prepárense para ser asimilados. La resistencia es fútil.”
Chakotay hizo un gesto a Harry Kim para que cortasen la comunicación.
- El capitán Elorac ha dado la orden. Entramos en combate.- Dijo Rial Elbrun.
Las naves estelares se lanzaron en formación, atacando en oleadas al gigante de metal.
La Uss Exeter fue alcanzada por el poderoso haz tractor del cubo táctico borg, quedando completamente paralizada e inmóvil.
- Torpedos de fotón a discreción.- Ordenó Chakotay.
Rial Elbrun manipuló rápidamente los controles y los torpedos destellaron al salir de los tubos lanza-torpedos hasta impactar en la nave borg. La Exeter quedó liberada y se unió de inmediato a la Voyager.
El cubo borg respondió con dureza, con un disparo alcanzó a la Uss Delfos, haciéndole estallar ambas barquillas y quedando flotando en la inmensidad del espacio como a un pájaro al que le han arrancado las alas.
- ¡Maniobras de evasión!- Gritó Chakotay.
- Maniobra Delta.- Dijo Tom Paris haciendo que la Voyager se moviese lo mejor posible para esquivar los poderoso disparos del cubo borg.
La flota de defensa se movía entorno a la nave, disparando todo su arsenal bélico a su disposición.
No parecían afectarle en exceso. Como si fuesen simples picaduras de insecto, molestas, pero prácticamente inofensivas.
La cubierta de la Voyager se tambaleó al recibir un impacto.
- Escudos al 75%- Indicó Elbrun.
Inesperadamente, se materializaron cinco figuras en el puente. Tomándolos totalmente por sorpresa. Antes de que Chakotay pudiese ordenar a sus hombres que les repeliesen, una intrincada prótesis metálica le agarró del cuello, estrangulándolo con fuerza. Chakotay escuchaba el sonido de disparos, de gritos y de explosiones a su alrededor, pero sólo podía ver los fríos e inhumanos ojos del borg mientras todo se empezaba a tornar borroso.
Próximo Número: ¿Conseguirá sobrevivir Chakotay al ataque del borg? ¿Qué es el operativo Colmena? Todo esto y mucho más en el capitulo 2 de las Guerras Borg!
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Referencias:
1 .- En la saga “Lo Mejor de Dos Mundos” entre la 3 y 4 temporada de ST La Nueva Generación
2 .- En los episodios “Unimatrix Zero “parte 1 y 2 en el capitulo final de la sexta temporada y el primero de la séptima de la serie de TV de ST Voyager.
3 .- En la saga “End’s Game” de la 7 temporada de ST Voyager
4 .- En la mencionada saga “End’s Game” de la 7 temporada de ST Voyager
5 .- Eso se vio en la película Star Trek Insurrección
1 .- En la saga “Lo Mejor de Dos Mundos” entre la 3 y 4 temporada de ST La Nueva Generación
2 .- En los episodios “Unimatrix Zero “parte 1 y 2 en el capitulo final de la sexta temporada y el primero de la séptima de la serie de TV de ST Voyager.
3 .- En la saga “End’s Game” de la 7 temporada de ST Voyager
4 .- En la mencionada saga “End’s Game” de la 7 temporada de ST Voyager
5 .- Eso se vio en la película Star Trek Insurrección
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