Motorista Fantasma y Kamen Black Rider nº03


Título: Capitulo 3
Autor: Luis Guillermo del Corral
Portada: Daniel Medina
Publicado en: Mar 2015

Establecida la alianza, es hora de librar la primera batalla bajo las calles de Nueva York. El Espíritu de la Venganza y el Rey Secular juntos... ¡frente a las fuerzas de la Mano!".
Stan Lee y Action Tales presentan:

Resumen de lo publicado: El recién llegado se detuvo y con un acento que delataba su origen extranjero, preguntó: "¿Eres tu aquel que llaman Motorista Fantasma?"


El Espíritu de la Venganza se puso en guardia. No se fiaba. Cuando alguien con semejante aspecto (como un saltamontes erguido) le buscaba, no solía ser para nada bueno. Ya conducía su mano hacia la cadena cuando algo que vio le detuvo. El recién llegado le tendía un sobre lacrado. Reconoció el sello como el del Doctor Extraño. De inmediato lo aceptó.

 -Me dijeron que te diera esto cuando te encontrara. Necesito tu ayuda.

-El Motorista Fantasma no hizo demasiado caso. Rasgó el sobre y de este surgió una espectral réplica del rostro del Hechicero Supremo. Kamen Rider Black no escuchó nada. Pero al cabo de unos instantes, u interlocutor introdujo el mensaje en el interior de su cazadora. Por unos instantes se vislumbró un esqueleto envuelto en unas infernales llamas que parecían ocupar más dimensiones que las físicamente posibles.

  -Ya veo... El asunto es serio y con gusto te ayudaré. Pero antes tengo un asunto más inmediato del cual ocuparme. Ayúdame y podré dedicar toda mi atención a esta alianza.

  -¡Tu mundo está en peligro! ¿Qué amenaza es esta que no puede esperar?

  -Una que puede causar que se derrame sangre inocente si no la detengo a tiempo. No se como será
el mundo del que vienes, pero aquí luchamos por nuestro hogar a diario.

  >>Stephen es de fiar. Si él dice que te puedo ser útil, le creo. Pero llegas en un muy inoportuno momento. Ayúdame y luego estaré a tus órdenes.

En su fuero interno, Kamen Rider Black admitió que el otro tenía razón. Pero si esa alma era la que él sospechaba no podía perder tiempo. Más aceptando las circunstancias que a regañadientes, accedió.

  -Sea. Te ayudaré. ¿A donde vamos? -El Motorista señaló la destrozada entrada al metro.

  -Sospecho que tendremos que recorrer muchos kilómetros de túnel en busca del rastro de lo que persigo. -Antes de preceder la marcha, se inclinó sobre el ninja de la Mano. Seguía en posición fetal, gimiendo de la manera más patética.

  -Vas a entregarte. La policía, el FBI, SHIELD, no importa cual. Les contarás todo lo que sabes. Si no lo haces, te buscaré, te encontraré y enviaré tu alma al más negro infierno que puedas imaginar.

  Al Motorista Fantasma le extrañó que Battle Hopper circulara tras su piloto, como una especie de presencia guardiana. Se sorprendió pensando en una extraña, incómoda sensación: La de que era más un ser vivo que una máquina.
 
-Así es. Es mi compañera, mi aliada. Gracias a ella pude huir del lugar donde los siervos de Gorgom me mantenían preso.

  -¿Gorgom?

 -Perdona. Olvido que no existen en este mundo. Una organización malvada. Tienen más de cincuenta mil años de...

  -¡Silencio! Luego me pondrás al día, amigo. Creo que hemos encontrado lo que he venido a buscar.

  Tras descender hasta la estación, que permanecía abandonada, continuaron avanzando por los túneles a pie. Seguir el rastro había sido posible gracias al Ojo Múltiple de Black. Podía captar rastros invisibles para un ojo normal y corriente. En este caso, rastros de calor corporal.

  La pista les había llevado hasta la entrada a un viejo y estrecho túnel de servicio.  El rastro se perdió de inmediato y el fuego que cubría el cráneo del Motorista Fantasma se avivó, reaccionado a las energías místicas del lugar.

  -Es mi turno. Ahora verás como nos enfrentamos al mal en Nueva York. Dile a tu... compañera que se quede atrás. Vamos a tener que salir corriendo y mi moto sigue e la superficie. -La moto, que había entendido a la perfección, emitió un bocinazo de protesta.

  -Obedece, Battle Hopper. El sabe lo que hace.

  El túnel acababa en una puerta mucho más nueva que el resto de aquel estrecho y oscuro corredor, que hedía a aire estancado y detritus pudriéndose. No había telarañas, ni polvo, ni siquiera escuálidas ratas escurriéndose de la atención de los intrusos. Pero notaban una opresión en el ambiente, como si la maldad casi se condensara en las movedizas sombras.
  Las llamas del cráneo del Motorista Fantasma aumentaron su intensidad y altura, rozando el mugriento techo.
 
-Se ha derramado sangre inocente y no hace mucho. Tiene que ser vengada.

  -Espera. No oigo nada. -Las antenas en el entrecejo de Kamen Rider Black oscilaron-. Es una trampa. Nos están esperando.
 
-La sangre inocente ha de ser vengada -repitió-. No se cual será tu costumbre. Pero nada de muertes, yo no mato humanos, ¿entendido? -El campeón de otro mundo asintió. Podía aceptar eso. El mismo nunca había matado a persona alguna, por malvada que esta fuera.

  -Bien. Ocúpate de pelear. Yo me encargaré de recuperar lo que busco.

  Sin más, dio una patada arrancando la puerta de sus goznes. Cayó con menos estruendo del esperado, como si aquella cámara se alimentara de todo lo que es vida y movimiento. Era un lugar amplio, iluminado por braseros incrustados a intervalos regulares en las paredes.
  Entre brasero y brasero permanecía de pie un ninja, inmóvil, observando a lo dos héroes que osaban irrumpir en sus dominios. A unos diez metros, sentado ante una especie de altar se hallaba otro que en casi nada se distinguía del resto de presentes, salvo por una cierta mirada confusa. Extendió los brazos, como si los usara por primera vez. Alzó la vista y sus ojos se desorbitaron al reconocer a uno de los recién llegados.

 -¡Matadlos! ¡Has cruzado un universo persiguiéndome, pero aquí gozó de mayor poder del que pueda imaginar!

  El espíritu de la Venganza se abalanzó hacia el altar, donde vio un cadáver y aquello que buscaba. Su compañero adoptó una desafiante pose, con las piernas abiertas. Como un ritual guerrero, efectuó una serie de rápidos gestos.

  -¡Kamen Rider... BLACK! -Levantó la pierna. De un revés con el talón, rechazó el ataque de uno de sus enemigos. Al tiempo que la pierna descendía, derribó a otros dos que tenían sus espadas en alto. Saltó evitando el cuchillo lanzado por otro, que acabó hundiéndose hasta la empuñadura en el pecho de otro ninja. Este cayó, deshaciéndose en una fina nube de humo, no dejando más rastro que sus ropas.

  El Motorista Fantasma agarró su cadena, haciéndola restallar como un repicante látigo de acero. La arrojó hacia delante tratando de atrapar aquello que había venido a buscar. Uno de sus enemigos se arrojó en una suicida defensa, recibiendo el impacto de los infernales eslabones en su torso.

  -¡Maldita sea! ¡Desperdiciáis vuestras vidas al servicio del mal!

  -¡Atrás demonio! -Ante él se interponía un ninja con los puños enfundados en uno guanteletes de una sustancia cristalina y negra, como obsidiana flexible.- ¡Tenemos armas que pueden exorcizarte de esta realidad!

  La pelea e vio interrumpida de modo inesperado.

  -¡KINGSTONE FLASH!

  Un prolongado, poderoso destello llenó el espacio. Aquel estallido de energía hizo que los luchadores de la Mano, cegados, se retorcieran de dolor. Algo había en esa luz que atacaba a la vez cuerpo y espíritu y que entorpecía su mente, incapacitándoles.

  -¡Vamos! ¡Coge aquello que ha venido a buscar y marchémonos!

  El Motorista Fantasma, afectado en parte por aquel brillo, reaccionó de manera más lenta de lo habitual. Pudo agarrar el objeto, pero el que parecía el líder del grupo se escapó antes de que pudiera usar en él su Mirada de Penitencia.

  -¡Esta es solo una batalla, Kamen Rider Black! ¡No puedes matar lo que ya ha muerto!

  -¡Battle Hopper! -Los encarnados ojos del héroe parpadearon con una viva luz. La moto entró atropellando sin contemplaciones a los guerreros de la Mano. Black montó y esperó a que su aliado se le uniera antes de abandonar aquel lugar. Cuando alcanzaron la superficie, ya amanecía.

  Entonces y sin previo aviso, Black se derrumbó sobre el manillar, ¡justo cuando de frente se dirigía hacia ello un camión de recogida de basuras!

Continuará…

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