La Vision nº02

Título: Asuntos de familia (II)
Autor: Lobo Rojo
Portada: Roberto Cruz
Publicado en: Agosto 2004

Una guerra terrible ha surgido en el inerior de la Maggia... y la Visión ha terminada atrapado en ella! ¿Serán suficientes sus enormes poderes para poder evitar el desastre?
Posee un cuerpo artificial que le dota de enormes poderes: controla su densidad, posee una mente computerizada y una joya solar capaz de absorver y emitir grandes cantidades de energía.  Y sin embargo es su alma humana y compasiva lo que le convierte en uno de los Héroes Más Poderosos de la Tierra. El es...
Creado por Roy Thomas y John Buscema

En el capítulo anterior: La Visión abandona la Mansión de los Vengadores resentido con Ojo de Halcón, que intenta adivinar que le pasa. Esa noche en la tienda que sirve de almacén laboratorio al terrible Chapucero, el Siniestro Segador que ha venido a recoger su nueva guadaña es atacado por un Dreadnaught enviado por Maggia. Aunque destruye al robot, es tiroteado por un equipo de asesinos de Maggia. Al mismo tiempo la Visión en su identidad de Victor Shade se reúne a tomar una copa con su amiga Darby. Ella le presenta a su nuevo ligue, que resulta ser Norman Webster.

Mientras Victor Shade regresaba a casa meditaba sobre lo pequeño que podía ser el mundo. Había sido toda una experiencia volverse a reencontrar con Norman Webster. Parecía que habían pasado siglos desde la última vez que le vio. Había conocido a Norman cuando como agente de una inmobiliaria les vendió a él y a Wanda su segunda casa en Leonia, New Jersey, y pronto se convirtió en uno de sus mejores amigos. Lamentablemente los ojos de Norman se fijaron en Crystal, la mujer de Pietro, el hermano de Wanda, y al mismo tiempo ella se sintió atraída por él. Eso condujo a una crisis en el matrimonio de Pietro que aún hoy en día apenas parece superada. Wanda nunca perdonó a Norman por su parte de culpa en el asunto, y las relaciones de amistad fueron cortadas de inmediato(1). La Visión siempre pensó que no era lógico tratar a Norman así, tan solo formaba parte de una ecuación en la que tanto Crystal como Pietro también tenían su parte de culpa, pero como explicabas eso a Wanda, embarazada por aquel entonces. Luego, tras el parto de Wanda, Norman dejó el barrio y nunca más volvieron a saber de él. Hasta esta noche. Curiosamente ahora Norman está saliendo con Darby, un antiguo ligue de Victor Shade a la que el agente inmobiliario también había conocido mientras le vendía una vivienda. Así era Norman.

Pese a que Darby conocía la verdadera identidad de Victor, desconocía la antigua relación existente entre la Visión y Norman, y al vengador le pareció interesante mantener la fachada de su relativamente nueva personalidad. Puede que fuera por un retorcido sentido del humor, impropio del enigmático vengador que siempre había aparentado ser, o puede que la parte de Simon Williams que hay en él le pidiera interpretar ese papel. El caso es que disfrutó cada momento de la velada. Ni siquiera pudo evitar un leve ofuscamiento cuando Norman le miró fijamente y le preguntó...

- ¿Seguro que no nos hemos conocido antes, Vic? Tengo la impresión de que hemos coincidido en algún lugar. Te conozco de algo y no se de que... ¿A qué te dedicas?-

- Seguridad.

- ¿Eres guardaespaldas? No tienes la pinta...

- No, no es eso, trabajo en ordenadores, me ocupo de la seguridad informática, antivirus, firewalls y ese tipo de cosas...

Sin darse cuenta había creado su propia tapadera. Ahora, cuando volvía hacia la Mansión de los Vengadores consideraba que quizás no sería mala idea crear su propio negocio en este campo. Sería una manera de interrelacionarse más con la humanidad y experimentar en el mundo de los negocios. Sin dejar de barajar esta nueva posibilidad, Shade penetró en una bocacalle menos iluminada, en la que, tras cerciorarse de que nadie le veía, desactivó su imagen holográfica y emprendió el vuelo como la Visión.


Todo era negrura a su alrededor. El cuerpo de Eric Williams se sentía relajado, sin embargo su alma estaba desasosegada. Flotaba en medio de la oscuridad mientras intentaba recordar como había llegado a ese lugar. Poco a poco recordaba... Sí, recordaba su visita al Chapucero, y como mientras charlaban sonaron las alarmas. Con su guadaña en la mano no tuvo problemas para eliminar al Temerario que Maggia había enviado contra él, sin embargo no estaba preparado para el segundo asalto de sus adversarios. Recuerda como una ráfaga de balas atravesó el kevlar de su uniforme y como cayó al suelo mientras sentía su propia sangre fluir.

¿Dónde estaba ahora? ¿En un tanque de fluidos regenerativos quizás? El dolor en su pecho había desaparecido, sus heridas cicatrizadas. No notaba nada a su alrededor, tan solo tranquilidad y relajación. No tenía cables ni tubos incorporados a su cuerpo, tampoco oía el ruido de la maquinaria de un laboratorio médico...

¡De pronto vio la luz! Una luz lejana que lentamente se iba acercando, ¿o quizás era al revés? La sensación de ingravidez era tal, que el Segador no se había percatado que era él el que inexorablemente se acercaba a la luz. Entonces se dio cuenta de donde estaba. Recordaba que ya había estado aquí antes... ¡Cuando murió por primera vez!


A unas manzanas de donde la Visión remontó el vuelo, Norman Webster acompañaba a Darby a su casa.

- Un tipo curioso tu amigo Vic. Pero hay algo en él... No se...

- Venga no me dirás que tienes celos.

- No, para nada, es solo que no puedo apartar de mi cabeza la idea de que le he conocido antes. Esa forma de moverse, por una parte es un tipo muy seguro y sin embargo en ciertos momentos la seguridad desaparece, parece como si dudase de lo que está haciendo, me recuerda a... ¡Bah! Es una tontería.

- ¿A quién, cariño? – Preguntó Darby interesada

- No, es una tontería. Me recordaba a un viejo amigo con el que perdí el contacto hace ya unos años. Ya hemos llegado.

- ¿Hoy no subes? – Dijo ella con voz melosa

- Me temo que no. Tengo que enseñar mañana una casa en las afueras a primera hora, y me he dejado el traje limpio en casa. ¿Nos vemos mañana?

- ¿Dónde me vas a llevar?

- Una cena romántica solo para dos – quería evitar a toda costa que Shade fuera un elemento habitual en su relación, al menos hasta saber que no estaba realmente interesado en su chica. – Reservaré en el Palatino a las nueve, ¿Te parece bien?

- Me encantará.


Recordaba cuando murió la primera vez... En aquella ocasión, en un enfrentamiento con sus supuestos hermanos, el Segador había caído a una profunda sima sin fondo, para comprobar que no era tal al dar con los huesos de su cuerpo en la dura y fría roca(2). No tuvo conciencia de aquella muerte. Solo sabe que por dos veces despertó transformado en zombie, reanimado por su amante Nekra. Y que las dos veces se rebeló contra la manipulación a la que se sentía sometido. Su ansia de independencia, unida a su necesidad de venganza le llevaron a conducirse por la no-vida forjando pactos con diversos demonios que aunque le dotaron de poderes inconmensurables, le desproveyeron de toda humanidad, e incluso de la independencia que anhelaba. La luz estaba más cerca, la luz que conducía al otro lado.

Había sido rescatado de la muerte en vida por su hermano Simon, y ahora parecía que regresaba allí de nuevo. El Segador no quería llegar a la luz, pues ya sabía lo que le esperaba al otro lado. De pronto, a contraluz una figura encapuchada apareció para recibirle. Desde la distancia a la que se encontraba no veía bien quien era, pero tan solo era una cuestión de segundos que alcanzase aquel lugar. Los segundos parecieron horas, y finalmente pudo ver el rostro de la encapuchada. Era la mujer más hermosa que jamás había visto, tendía sus brazos hacia él dispuesta a abrazarle primorosamente. Cualquiera estaría dispuesto a pasar el resto de la Eternidad en sus brazos. Pero Eric Williams no era cualquiera, había estado aquí antes y no estaba dispuesto a quedarse mucho tiempo. Williams rechazó los acogedores brazos de la bella encapuchada, y entonces en un breve parpadeo su bello rostro pasó a convertirse en una putrefacta calavera. Eric la gritó...

- ¡Te rechazo! ¿Me oyes? No quiero tu abrazo y reniego de ti. No creo en ti. Me escapé antes de tu reino y no pienso regresar. Aunque este condenado a vagar de por vida en este limbo infinito de oscuridad.

La figura encapuchada no dijo nada. Su imperturbable rostro no mostraba ninguna emoción. Tan solo se limitó a recoger sus brazos, darse la vuelta lentamente y dirigirse hacia el portal de luz. Una vez lo atravesó, la luz fue disminuyendo poco a poco hasta que todo volvió a ser oscuridad en torno a Eric Williams.

- ¡Aaaaarghgg! – El Segador recuperó la consciencia en medio del laboratorio en llamas del terrible Chapucero. Atontado e incrédulo se puso en pie, y observó el inmenso charco de sangre, su sangre, sobre el que había yacido. Con las yemas de sus dedos palpó los orificios de bala que milagrosamente se estaban cerrando. En el suelo estaban los proyectiles que su cuerpo, de una manera inverosímil, había rechazado. Le dolía todo el cuerpo pero estaba vivo. Había rechazado a la muerte. El sonido de las sirenas acercándose le sacaron de su ensimismamiento y a trompicones abandonó el laboratorio en ruinas.


A varias galaxias de distancia, en un satélite artificial que dejaría enana a la luna terrestre, su amo y señor se halla absorto en sus propios proyectos para el universo mientras trabaja en un nuevo ingenio de destrucción capaz de erradicar planetas con el solo acto de pulsar un botón. Sin previo aviso una disrupción en las fuerzas vitales de la realidad distraen su atención, y entonces las alarmas suenan, los niveles de energía de su artefacto comienzan a aumentar más allá de los niveles tolerables por su maquinaria. No hay tiempo para desalojar el satélite, todo parece perdido. Sin embargo, Thanos, el llamado Titán Loco, recupera su sangre fría, corrige el flujo de las pulsaciones energéticas y observa como en el tablero de mandos las luces indicadoras comienzan a bajar. Tras hacerse cargo de la situación, e incinerar a los dos técnicos testigos de su descuido, Thanos, susurra órdenes a su computadora.

 - Semejante afrenta no será permitida. -


- Jaque otra vez. - Dijo la Visión tras comer con la torre el caballo opuesto... El E-mail partió más rápido que el pensamiento.

- Veo que continúas con tu partida. ¿Hay algún E-Mail para mí hoy, Visión?-observó la Bruja Escarlata al entrar en la sala de ocio de los Vengadores.

- Tienes la contestación del Instituto Xavier.

- Vaya, madrugan mucho allí. O quizás tienen algún mutante insomne que contesta a los e-mails.

- ¿Sucede algo importante, Wanda? ¿Alguna noticia de tu padre...?

La cara de la bella mutante se entristeció durante un microsegundo, no le gustaba que le recordasen que era hija de Magneto, sin embargo, enseguida se hizo a la idea, recordando que era ella la que había querido despertar la curiosidad de su ex-marido. Además sabía que la pregunta era fruto de la preocupación que este sentía por ella por lo que se apresuró a contestar.

- No, no es importante. Bueno sí, he aceptado una oferta del Instituto Xavier para acudir a dar una conferencia sobre Magia, genética y mutación. Anoche envié mi confirmación, y veo que en la contestación me piden si puedo adelantar mi llegada a mañana.

- ¿Te unes a la Patrulla X? ¿Dejas los Vengadores? - Preguntó el sintozoide denotando preocupación.

- No, es tan solo una cuestión académica. Digamos que me tomo un permiso de los Vengadores, pero no tengo ninguna intención de unirme a los Hombres X, aunque quien sabe...

La Visión se disponía a consultar en sus datos de memoria la composición más actual del grupo de mutantes, cuando de improviso sonó una alerta...

- ¡Vengadores Reuníos! – Gritó la voz de Iron Man a través de los intercomunicadores de la mansión. – No os molestéis en subir al hangar, tenemos que investigar un 005 en el mismo corazón de la ciudad, os facilito las coordenadas, nos vemos allí. Iron Man fuera.

Con la profesionalidad que exigía su larga experiencia como Vengadores, la Visión y la Bruja Escarlata interrumpieron su charla y abandonaron la sala para dirigirse hacia el lugar indicado por su compañero vengador.


Las chamuscadas ruinas del cubil del terrible Chapucero no dejaban apenas discernir el sofisticado laboratorio que allí se erigía hasta la noche anterior. Los restos de un Acorazado decapitado en un rincón, y el charco de sangre seca en otro, eran todo lo que podía dar indicios a los Vengadores de que podía haber habido actividad de super-humanos en el local derribado. De pie, sobre los humeantes restos seis de los Héroes Más poderosos de la Tierra, Iron Man, la Visión, la Bruja Escarlata, la Avispa, Ojo de Halcón, y Hércules, contrastaban notas, mientras la policía mantenía la zona acordonada.

- ¿Qué opinas Visión? – Preguntó el vengador dorado.

- Mis datos coinciden con los tuyos, Iron Man. El análisis de la sangre seca recogida se equipara a los datos de ADN que tenemos en la ficha de Eric Williams...

- ¿El Segador? Habrá que avisar a Simon... - Dijo la diminuta Janet Van Dyne.

- Y aquí podemos ver los restos de un Acorazado. Fijaos que tajo más limpio, le ha rebanado el cuello. Dijo el arquero vengador desde otro rincón.

- Segado, sería una palabra más adecuada - contestó Wanda...

- Por la cantidad de sangre que parece haber perdido, no debería haber ido muy lejos... al menos por su propio pie.

- Estos malos nunca dejan de sorprendernos ¿Verdad Brujita? – Dijo una voz familiar pero inesperada.

- ¡Por Zeus...! ¿Quién se atreve? Sal de las sombras villano – Vociferó Hércules mientras levantaba la cabeza hacia el lugar del que había salido la burlona voz.

- Bienvenido Spider-Man. No te esperábamos.

- ¿Qué tal Visi? Tú siempre tan perspicaz. Vuestro amistoso trepamuros lleva ya un buen rato inspeccionando el terreno desde las sombras. Da gusto ver que con vuestra maravillosa tecnología ya habéis descubierto que el Segador andaba por aquí, y no hace falta ser Sherlock para deducir que esa chatarra son los restos de un robot Acorazado...

- Bien, Spidey, el Segador es enemigo nuestro, luego el caso es nuestro pues... – le interrumpió el arquero con ímpetu.

- Tranquilo, tranquilo Robin Hood, yo tengo bastante con mis duendes, y buitres para aumentar mi lista. No obstante os daré un dato que se os ha pasado por alto. Este viejo almacén tiene toda la pinta de haber sido uno de los laboratorios de mi viejo enemigo el Chapucero.

- ¿Estás seguro, Spidey? ¿Tienes pruebas de ello? – Inquirió Iron Man.

- La falta de pruebas es un buen indicio. Forma parte de su Modus Operandi. No dejar rastro para que nadie pueda duplicar ninguna de sus patentes.

- Lo cierto es que el Chapucero consta en nuestros archivos como suministrador de Eric Williams. ¿Alguna idea más, Spiderman?

- No se si tendrá algo que ver, pero escuchando a algunos hampones he sabido que hay un nuevo Gran M al frente de Maggia, y que parece que está decidido a eliminar a sus posibles competidores.

- El Segador fue un antiguo miembro de Maggia antes de convertirse en un incordio para los Vengadores ¿Podría estar relacionado? Dime Spidey, ¿Quieres colaborar con nosotros? – comentó la Avispa – Podríamos reinstaurar tu estatus de Vengador Reserva.

- No Avispita. Gracias de todo corazón, me siento muy honrado, pero como decía antes, estoy ocupado con mis propios asuntos. No obstante cualquier tipo de información que encuentre al respecto os la haré llegar de alguna manera. Y ahora si me disculpáis, esta arañita tiene que tomarse su ración de moscas antes de echarse a dormir en su tela. Adiós Vengadores.

- Adiós Spidey, y muchas gracias.

Ayudado de su legendaria telaraña, la figura del alegre enmascarado se elevó entre los rascacielos de la Gran Manzana hasta desaparecer. Tras inspeccionar durante unos minutos más los Vengadores dejaron el lugar en manos de la policía a la espera de que un equipo de técnicos de SHIELD terminase de estudiar el terreno.


En un tablero de ajedrez virtual un peón avanzó protegiendo a su rey del jaque al tiempo que dejaba una hilera diagonal blanca libre que colocaba al rey contrario a merced del alfil.

–Jaque.

A través de la red de redes la partida continuaba.


Alrededor de su mesa de reuniones, los Héroes Más poderoso de la Tierra estudiaban el caso que tenían ante sí. Las voces de los Vengadores se oían con desorden en diversas conversaciones mezcladas mientras esperaban que Iron Man terminase de contrastar su información con SHIELD. Los receptores auditivos de la Visión captaban todos los comentarios que se realizaban en torno a la mesa y tras analizarlos eran grabados o desechados por su mente en cuestión de segundos.

- Ya veo, así que Maggia ha vuelto y las cosas parecen revueltas en el panorama criminal de Nueva York... - comentaba Iron Man a un agente de SHIELD al otro lado de la pantalla visora.

- Venga hombre, es Maggia, no puede ser peor amenaza que Ultrón o Kang. Realmente necesitamos llamar a más miembros - Decía Ojo de Halcón impaciente.

- ¿Habéis contactado con Simon, Wanda? - Preguntaba la Avispa.

- Está en Sudamérica rodando un spot para su Fundación. Dice que cogerá el primer vuelo disponible. ¿No han regresado Hank y Dane de su visita al Proyecto Pegaso?

- ¡Por Zeus, que ardo en deseos de entrar en acción! Esta espera me está impacientando.

Incluso la suave y elegante voz del eficaz mayordomo de los Vengadores quedó registrada en los bancos de datos de la Visión.

- Señorita Wanda, el señor Pym y el señor Whitman llamaron. En el Proyecto Pegaso se encontraron ante una emergencia propiciada por el malfuncionamiento de un experimento de los científicos del centro. Aunque la situación era grave tan solo requirieron la ayuda del señor Quasar y la señorita Fotón que enseguida partieron para allá.

- ¡Atended, Vengadores! - Dijo finalmente Iron Man. - Un poco de orden. Efectivamente, los miembros que están en el Proyecto Pegaso lo tienen bajo control, pero su presencia allí ahora mismo es ineludible, por lo que la reunión ha de comenzar sin ellos. De todas formas, tal y como comentaba nuestro atolondrado arquero, y aunque nadie mejor que yo para reconocer el peligro que Maggia puede representar, somos suficientes Vengadores para manejarlo. Supongo...

- Ni lo dudes dorado, recuerda que dispones del poder del Hijo de Zeus a tu lado. Dispuesto a seguirte al mismo Hades.

- Eh... gracias Hércules pero sinceramente espero que no sea necesario llegar hasta allí. Ahora veamos lo que tenemos entre manos... ¿Visión?

- Los datos suministrados por SHIELD, confirman lo que nos dijo Spider-Man. Parece ser que la organización criminal llamada Maggia está liderada por un nuevo y misterioso Gran M que ha iniciado su vendetta particular contra todos aquellos antiguos líderes o miembros de la organización que pueden resultar una amenaza para su liderazgo. No solo ayer el Segador fue víctima de un ataque, sino que según SHIELD, la semana pasada la lujosa mansión de Cabeza de Martillo voló por los aires, Latigazo fue asesinado hace tres días. Otros antiguos lacayos super-poderosos de la organización, como Anguila o el Hombre Planta, han sido víctimas de ataques que les han obligado a salir fuera de los canales habituales del hampa, escondiéndose todavía más. Incluso la tienda de disfraces de Melvin Potter, alias el Gladiador ha sido arrasada, y eso que el antiguo villano se reformó. Parece que alguien ha declarado la guerra a todo aquel que antaño trabajó para Maggia.

- ¿Latigazo no estaba ya muerto?

- Da igual, Clint, sabes que siempre vuelven... Eh, ¿Iron Man, Tony, alguna noticia de tu vieja amiga Whitney Frost, o de su padre, el Conde Nefaria? ¿Crees que alguno de ellos puede estar relacionado con el caso?

- No se que pensar, Jan. Como tu has dicho, siempre vuelven. Pero por eso estoy interesado en seguir este caso de cerca. ¿Visión, puedes encargarte de recopilar todos los datos que tenemos sobre afiliados de Maggia, actuales y antiguos, su actual situación y sus quehaceres? Contrasta la información con SHIELD que parecía más predispuesta a ayudar que de costumbre. Ojo de Halcón, tú estás más preparado para husmear en los bajos fondos, ¿Por qué no te das una vuelta a ver que puedes encontrar? Llévate a Hércules de refuerzo, pero por favor no destrocéis nada. Janet tu me acompañarás

- Janet, Wanda, por favor supervisad a nuestros compañeros en el Proyecto Pegaso y comprobad que todo les va bien, si es así, reunios conmigo acompañadme al laboratorio principal de Empresas Stark, quiero hacer un par de pruebas para intentar localizar vía satélite rastros de la energía iónica que emite el Conde Nefaria. No creo que sea él, pero no esta de más asegurarse.

Iron Man notó una leve incomodidad en el rostro de la Bruja Escarlata.

- Wanda, olvidaba que tienes que ir al Instituto Xavier mañana por la mañana. Hazlo sin remordimientos. Creo que podemos permitirnos prescindir de ti. Maggia puede ser un incordio, pero no estamos ante un peligro inminente, tenemos suficientes Vengadores para manejarles y siempre podemos echar mano de los reservas.

- Gracias, Tony, te debo una. Estaba muy interesada en acudir a esta conferencia, aunque si me necesitáis, todavía puedo quedarme.

- Wanda, no lo pienses más, los Vengadores siempre se las han arreglado con los miembros que tenían a mano. Esta vez tampoco será diferente. – y ocultando sus deseos de que su ex -mujer permaneciese a su lado procedió a decir - ¡En marcha, Vengadores!

- Bueno... – Asintió Wanda ocultando su decepción. Hubiera preferido que la Visión le pidiera que se quedase con él.


En el Excelsior, un lujoso hotel del centro de Manhattan, seis hombres permanecen reunidos en una suntuosa suite cuyo uso solo puede ser sustentado por unos bolsillos privilegiados.

- Leopoldus, es asombroso. Primero los robots Temerarios, después toda esa tecnología sofisticada, ahora una de las más lujosas habitaciones de la Gran Manzana. ¿Seguro que no tienes ni idea de quien paga todo esto?

El hombre llamado Leopoldus, miró con desdén a uno de sus cinco colaboradores presentes. Había pedido al Supervisor que le buscara hombres de sangre fría, lo suficientemente listos para utilizar arsenal de alta tecnología, pero también lo suficientemente tontos, o al menos profesionales, para no formular preguntas inoportunas. El Supervisor casi siempre cumplía con su trabajo, pero de alguna manera la curiosidad de James Alexander se le había pasado por alto.

- Oh, Jimmy, compañero. ¿no crees que piensas demasiado? -contestó Leopoldus, y con una velocidad inusitada, empujó a su compañero contra la pared, colocando el cañón de su pistola en la boca del asombrado sicario -¿Por qué quieres saberlo?

- Cu...curiosidad...Leo, por favor...no... no me dispares...¡Porfavorporfavorporfavorporfavor...

- ¡Estúpido! – dijo apartándole a un lado - ¡Escuchadme todos! Se os paga, y se os paga muy bien, para cumplir órdenes sin preguntar, matar gente, y tener la boca cerrada. ¿queda claro?

Los otros cuatro hombres en la habitación asintieron cada uno con un gesto distinto.

- ¿James?, Jimmy, colega, no te he oído. ¿Está claro?

- S..sí...Leo... sí, lo que tu digas.

- ¡Perfecto! Pasemos a nuestra operación. Adrian, ¿Están colocadas la cargas?

- Sí jefe, a las diez el objetivo hará ¡Bum!

- Perfecto. Robert, informa.

- Ok, Leo. Veamos, en los últimos días nuestros diferentes equipos han ido eliminando o incapacitando a los objetivos que tú señalaste sin ningún problema aparente...

- Perfecto - interrumpió Leo, al tiempo que encendía un cigarro.

- Aparente a primera vista. – siguió informando Robert.

- ¿A primera vista? ¿Qué quieres decir?

- Bueno, hay dos excepciones o pequeñas anomalías que hemos descubierto tras comprobaciones más exhaustivas.

- ¡No me toques las...! ¡Escupe lo que quieres decir, Robert! ¡Todo estaba perfectamente planeado! No había margen para el error. – Rugió el líder del grupo.

- Primero está Latigazo. En realidad no era él, sino alguien que utilizaba su disfraz y su equipo para labrarse una reputación. Ya sabes, la clásica tradición de adoptar la tecnología de un villano difunto. El verdadero Mark Scarlotti al parecer continúa criando malvas. Al parecer su reemplazo era un friki al que le apasionaban los látigos que tuvo la oportunidad de acceder a la tecnología de Scarlotti.

- ¡Je! Pobre diablo... – y sonriendo lanzó un aro de humo por la boca - ¿La otra anomalía?

- Los Vengadores investigaron nuestro ataque al Segador.

- Eso es normal. Tarde o temprano tenía que pasar. – dijo Leo mientras expulsaba el humo de su cigarro hacia el techo.

- Pero...

- ¿Pero qué? – El rostro de Leo volvió a cambiar, tornándose más serio.

- No encontraron el cadáver de Williams. Según nuestras fuentes policiales, no había cadáver.

- ¡Bob, eso es absurdo! ¡Yo mismo comprobé el estado del Segador! ¡No respiraba! ¡Su corazón no latía! ¡No había pulso...!

- No puedes matar a la muerte...- Dijo una voz a sus espaldas.

Los seis hombres se volvieron hacia la ventana. A través de la puerta de la terraza, se podía vislumbrar una figura oscura embozada. El brillo metálico de la guadaña que aclaraba todas las dudas sobre su presunta identidad.

- Buenas noches caballeros, soy el Siniestro Segador y esta noche he venido a buscarles...


- ¿De verdad te ha gustado, Vic? – dijo

- Sí, Darby. Norm...Norman Webster es un gran tipo.

- Hablas como si le conocieras de toda la vida.

- Quiero decir, que me ha parecido un gran tipo para lo poco que le he visto. – El sintozoide se preguntó por qué no le comentaba a Darby que conocía a Norm como la Visión. Bastaría que Norm comentase a la chica que les vendió a él y a Wanda su casa de Leonia, para que Darby se diese cuenta de la broma. Pero precisamente encontraba atractivo el juego de la doble identidad.

- ¿Ey, Norman no será la identidad secreta de alguno de tus misteriosos amigos? No...no será uno de esos supervillanos.

- Descansa tranquila Darby, que no lo es... – Curioso, no esperaba que saliese por ahí - pensó el vengador.

- Menos mal. Me quitas un peso de encima, ya que él no se podía quitar de encima la sensación de que te conocía. Bueno, te dejo que tengo que terminar de arreglarme, esta noche Norman me invita a cenar al y viene a buscarme en veinte minutos, tenemos reserva en el Palatino a las nueve. Un beso.

- Hasta luego Darby, da recuerdos a Norman, y pasadlo bien.

La Visión volvió a dirigirse a los archivos de Maggia que estaba investigando. En realidad tenía toda la información disponible ya almacenada en su interior, pero manejar las computadoras de la mansión le hacían sentirse más humano. Había despedido a Wanda hacía media hora y ya comenzaba a echarla de menos. Pensó en comprobar su correo electrónico para ver como iba su partida de ajedrez, pero de improviso el sistema de comunicaciones saltó en alerta roja...

- ¡Visión, bbbzzz... Visión, me oyes? Aquí Iro...brrghh..n Cambio. Alerta Roja.

- Aquí la Visión, desde la Mansión de los Vengadores, ¿Iron Man, eres tú? La comunicación no llegó nada clara, intento anular la estática...

- Visión, aquí Iron Man, ¿Me recibes? Condición de alerta roja, Cambio...

- Ahora sí... Aquí la Visión. Informa, Iron Man.

- Jan y yo estamos de camino al Proyecto Pegaso, parece que la situación ha empeorado, y nuestros compañeros necesitan toda la ayuda que podamos aportar. Sino actuamos rápido medio continente podría resultar devastado. Contacta con Clint y Hércules, nos reuniremos allí. Iron Man fuera.

- Entendido, Corto y Fuera. .. - En cuestión de segundos la Visión envió la llamada al resto del grupo.

- Ojo de halcón, Hércules, alerta roja ¿Me oís?-Dijo mientras se encaminaba hacia el hangar

Lamentablemente en un oscuro garito de los bajos fondos, las tensiones entre diferentes facciones criminales habían estallado, y Hércules estaba, disfrutando todo hay que decirlo, involucrado en una escaramuza entre Marko el Hombre Montaña y el forzudo miembro de los Forzadores conocido como el Buey, mientras que a la vez el impetuoso Ojo de Halcón saltaba por encima de las mesas disparando a diestro y siniestro al tiempo que esquivaba el lazo del hombre llamado Montana, y los puntapiés del pequeño Fancy Dan. No parecía el momento más apropiado para contestar a llamadas de emergencia. Por si fuera poco, la consola de comunicaciones de los Vengadores volvió a parpadear con una nueva emergencia.

- ¡Atención Vengadores, aquí SHIELD! ¡Respondan cambio!

- Aquí la Visión. Informe SHIELD...-contestó el sintozoide mientras atravesaba el suelo del último piso de la mansión y se materializaba en el hangar. La pantalla de un monitor se encendió al tiempo que un brazo metálico la colocaba a la altura del rostro carmesí del vengador. En la imagen apareció la imagen del agente de SHIELD que horas antes había hablado con Iron Man.

- Aquí el agente Chance de SHIELD, informando de la aparición del Siniestro Segador en el hotel Excelsior. En estos momentos mantiene un intenso combate con un grupo de mercenarios no identificado. Hemos enviado un equipo de agentes bajo mi mando para hacerse cargo, pero acordé con Iron Man, que les concederíamos prioridad en este asunto.

La Visión dudó un instante. Miró el quinjet y calculó que tardaría media hora en llegar al Proyecto Pegaso. Hércules y Ojo de Halcón no contestaban. Había ya seis vengadores en el Proyecto, entre ellos tres de los mayores científicos de la tierra, y entre ellos varios de los Vengadores más poderosos. No le necesitaban. El hotel estaba a escasas manzanas de la Mansión, y Eric Williams se hallaba allí.

- Estoy en camino, agente Chance. Manténgame informado por este canal. – Afirmó mientras emprendía el vuelo hacia el hotel del conflicto. En su interior el sintozoide albergaba dudas sobre la lógica de su elección. ¿Podía la presencia de Eric Williams haber influido en su decisión? ¿Había tomado la decisión más lógica o se había dejado llevar por sus emociones? Confiaba que sus compañeros en el Proyecto Pegaso no necesitasen de su asistencia.


El Palatino era uno de los restaurantes más de moda en Nueva York desde hacía escasos meses. Allí Norman y Darby miraban la carta, mientras un refinado camarero descorchaba una botella seleccionada cuidadosamente por Darby. La charla de la pareja se desvió hacia un par individuos impecablemente vestidos, pero cuya corpulencia y modales les colocaba fuera de lugar en semejante local.

- Guardaespaldas, sin dudarlo. Me pregunto qué famoso estará cenando en el reservado. ¿Crees que le interesaría una lujosa mansión?

- Norm, por favor, estamos en una cita romántica. No pienses ahora en el trabajo. Brindemos...


El Teniente Edward S. Chance, agente de SHIELD, observaba los pisos cuarto y quinto del hotel Excelsior en llamas. Los bomberos habían desalojado a los civiles, pero la explosiones se sucedían de tal manera que parecía que el conflicto de Iraq se había trasladado a su interior. La maldita burocracia de SHIELD le impedía vestir su armadura de Mandroide para esta misión. Había órdenes de solo usar las sofisticadas armaduras en el caso de intervención de sujetos con super-poderes, y el Segador no estaba fichado como tal.

- Cross, Palmer, ¿Tenéis controlado el perímetro?

- Sí jefe. El equipo Beta impedirá que nadie escape por este sector.

- El equipo Gamma también está en posición, señor. Nada pasará a través de... ¿Uh?

- ¿Equipo gamma? ¡Cross responde! ¿Sucede algo?

- Ha..., ha sido... el sintozoide, señor, atravesó nuestra posición intangible sin que pudiéramos hacer nada.

- ¿La Visión? ¿Algún vengador más?

- Me temo que los demás Vengadores están ocupados esta noche Teniente Chance. Estoy ascendiendo al cuarto piso ¿Alguna baja? La voz fría del vengador sonó a través del comunicador del agente Chance.

- Afortunadamente no. Tan solo civiles magullados y en estado de shock. Alguna intoxicación de humo...

- Perfecto. Estoy dentro.

Los ojos de la Visión no tardaron en acostumbrarse al humo y polvo levantado por la contienda, no obstante la visibilidad era confusa. En su estado inmaterial comenzó a recorrer las habitaciones de la planta. De improviso algo parecido a una figura humana surgió de entre la oscuridad. Tambaleándose se dirigió hacia él y le atravesó cayendo al suelo con rotundidad. La Visión observó al desdichado mercenario que yacía a sus pies. El brazo derecho le había sido amputado, y la sangre manaba a borbotones de la herida abierta. El vengador no dudó en usar sus rayos ópticos para con precisión milimétrica cauterizar el muñón y cerrar la herida. El mercenario no moriría hoy, al menos desangrado.

Un rápido análisis del caído le hizo darse cuenta del nivel de tecnología al que se enfrentaba, el habitual en los equipos de asesinos de Hidra, I.M.A. y grupos similares. Su rostro, pese a la mueca de dolor, podía ser identificado en sus archivos como el de Robert Harper. Pequeño matón de barrio con aires de grandeza que probablemente fue reclutado por las academias del Supervisor. Varias pequeñas explosiones seguidas interrumpieron su análisis. Dejando atrás al inconsciente mercenario se encaminó hacia el lugar de estas.

Dos habitaciones más allá, los disparos proseguían ininterrumpidamente. Al llegar a la sala de los disparos, el vengador intangible penetró en ella, mientras algunas balas atravesaron su cuerpo inmaterial. Toda una ráfaga de proyectiles salpicaba la habitación, y sin embargo a primera vista no parecía haber nadie en ella. Con más detenimiento la Visión descubrió la causa de los disparos. El brazo ensangrentado de Harper todavía empuñaba el arma de fuego que portaba, y su dedo había quedado cerrado sobre el gatillo de esta. El retroceso al que el brazo era sometido le hacía serpentear por toda la habitación como un globo deshinchándose. La potencia de fuego y la cantidad de munición que estas armas portaban podía hacer que esta macabra danza durase más de una hora. En meros instantes, con precisión mecánica, la Visión detuvo el brazo y separó el dedo del gatillo. Mientras tocaba el brazo aún caliente lamentaba no ser todo lo frío emocionalmente que muchos le consideraban.

Los disparos le habían atraído en la dirección equivocada. Había habido lucha, sí, pero los contendientes habían pasado al piso superior hace ya algunos minutos. El agujero en el techo así lo confirmaba. Mientras se elevaba hacia él, observó como los bordes del muro que separaba las dos plantas habían sido cortados por una hoja giratoria cortante. La Visión recordó que la guadaña giratoria del Segador a menudo hacía ese truco.


En el quinto piso del hotel Excelsior, Eric Williams se lamentaba de lo mal que había ido todo. Había irrumpido en la habitación donde se hallaban los mercenarios que intentaron matarle la noche anterior. Esperaba que su inesperada presencia sirviese para infundir el miedo en los corazones de sus víctimas. Su entrada melodramática y macabra tenía tal fin, pero los criminales no siempre son supersticiosos. Maldijo al escritor que afirmó aquello en aquel libro que leyó en prisión, cuyo título ha olvidado. Nada más entrar en la habitación tres de sus contrincantes quedaron helados, pero su jefe, ¿Leonardo, se llamaba?, enseguida reaccionó y empujando a uno de sus propios esbirros contra la guadaña, aprovechó para ponerse a cubierto y coger la artillería pesada. Afortunadamente el Segador todavía poseía la experiencia de años de broncas en tumultuosas peleas de bares, a lo que también ayuda el haberse enfrentado cuerpo a cuerpo en un par de ocasiones a la Pantera Negra. Evitando que el esbirro cayese empalado sobre su guadaña y le imposibilitara mover un brazo, el Segador rodó por el suelo hasta el otro extremo de la habitación al tiempo que su guadaña describía un arco que lanzaba descargas eléctricas a lo largo y ancho de la sala. Las chispas comenzaron a brotar, y los lujosos visillos de la suite comenzaron a arder.

- ¡Plan de evasión beta! - gritó el tal Leo, y de inmediato dos de los mercenarios dispararon contra las bocas del sistema de incendios deteniéndolo. Diversas cargas estallaron en el pasillo, lo habían minado. El esbirro que se había salvado de morir empalado en la guadaña, disparó contra el Segador cuando lo tuvo a tiro, pero este estaba preparado y accionando el motor de la guadaña, esta comenzó a girar a gran velocidad de tal manera que creó un escudo impenetrable a los disparos. Al ver como el Segador partía con su guadaña un sofá en dos, el asesino tembló y abandonó la habitación corriendo. Peor suerte tuvo otro de sus compañeros intentando sorprender a Williams por la espalda. Pensando que el Segador se dirigía obsesivamente hacia Leo y sus compañeros y que a él no le había visto, levantó fríamente el brazo apuntando a la cabeza del super-villano. Fue un visto y no visto. Con un fugaz movimiento, el Segador hizo honor a su nombre y el brazo de su presunto asesino fue segado.

Entonces estalló el infierno, alguien comenzó a disparar a diestro y siniestro por la habitación, el humo no permitía vislumbrar con claridad al tirador, y el Segador a quien un par de balas perdidas alcanzaron de nuevo, pensando que estaba rodeado optó por abandonar la habitación a través del techo gracias a su guadaña giratoria.


- ¡Mierda, mierda, mierda! ¿Qué sois? ¿Unos nenazas? Necesito un informe de la situación, Adrian. ¡Ya! - vociferó Leopoldus mientras él y sus hombres subían por las escaleras a la siguiente planta. - ¿bajas?-


- James ha salido corriendo, hemos tenido que abandonar a Harper ya que estaba desangrándose.

- Una pena. Al menos su brazo sigue disparando. ¿No lo oís? ¡je, me reiría sino fuera por lo patético de la situación! ¿El público y las autoridades?

- Es solo cuestión de minutos que el edificio este rodeado. Los civiles están siendo desalojados. Tenemos un cuarto de hora para acabar con el Segador, pero todavía estamos a punto de marcharnos y volver a atacar otro día, señor…

- Marcharnos… Y olvidar la emoción de la caza… Acosar a la presa y arrinconarla hasta exterminarla.- Los ojos de Leopoldus enrojecieron de ira. - ¡Jamás! Nunca hemos fallado un golpe. El Segador murió ayer y así debió permanecer, es nuestra reputación contra la suya. ¡Desplegaos!

- ¿No deberíamos solicitar refuerzos? Convocar a un Temerario, al menos- sugirió Adrian.

- Claro, querido, tenemos uno preparado en cada esquina de Nueva York… ¡Idiota! El edificio estará rodeado en cuestión de minutos, y esto era una operación clandestina. Si tenemos suerte solo habra policía, quizás SHIELD, pero lo que no podemos permitirnos es la aparición de bienhechores, como Spider-man, Daredevil o peor…

- Vengadores… - dijo una voz a través del comunicador de Leopoldus.

- ¿Gran M? …¿Estás ahí?-

- Estoy en todas partes mi querido Leo. Sí. ¡Menudo fiasco, idiota! SHIELD acaba de alertar a los Vengadores y estos ya deben estar dirigiéndose hacia allá. Uno, dos o todos, tu equipo no está preparado para hacerles frente de ningún modo. Te ordeno que abandones el lugar de la manera más limpia y clara posible. No puedo permitirme que el jefe de mi red de asesinos sea capturado cuando todavía no me he afianzado en la jefatura de Maggia.

- Si Gran M, se hará como tu ordenas. - Volviéndose a sus hombres, Leopoldus ordenó mordiéndose los labios - Caballeros, retirada.

- Aun no bastardos, - Eric Williams apareció ante el quinteto de hombres, y sin ningún miramiento disparó el rayo encefalográfico de su guadaña contra ellos. Leopoldus con pasmosa agilidad felina saltó por encima del rayo, mientras que otros dos de sus hombres lograron ponerse a salvo abandonando el corredor e introduciéndose en las habitaciones adyacentes. Los otros dos mercenarios cayeron al suelo con la mente en blanco y sus sistemas vitales al mínimo.

Sacando un diminuto artefacto de su arsenal, Leopoldus apuntó al Segador y lo activó. Nada pareció pasar. El Segador sonrió, apuntó con su guadaña a su contrario y disparó. Tampoco pasó nada.

- Es un pulso electromagnético. Durante seis minutos, la tecnología de tu guadaña permanecerá desactivada. Cortesía de Stark, mejorado por I.M.A.

Los dos mercenarios de las habitaciones contiguas regresaron al pasillo dispuestos a ayudar a su jefe.

- Caballeros, les di la orden de retirada hace un minuto. ¿Qué hacen todavía aquí? - Dijo Leopoldus sonriente. - Digan a Gran M, que me he retrasado. - Y con una sonrisa confiada se dirigió hacia el Segador, mientras su mano derecha extraía un cuchillo metálico de la bota izquierda. – Vibranium. El mejor que el contrabando puede sacar de Wakanda. -

La Guadaña y el cuchillo entrechocaron varias veces, cada vez que lo hacían saltaban chispas. El Segador y el mercenario se enzarzaron en una danza letal a lo largo de toda la planta.


- Adrián ¿Estás seguro de que debemos dejar al jefe solo?

- Ha dado sus órdenes, ¿vas a desobedecerle? Eso le pone loco. Espera a que ponga las manos encima del cagado de Jimmy. No quisiera ser él... ¿Qué hora tienes?

- Son las diez menos cinco. En cinco minutos la bomba explotará y habrá otro jefe de Maggia menos.

- Señores...

Antes de que los dos mercenarios pudieran ni tan siquiera parpadear la figura espectral de la Visión surgió del suelo y materializó sus manos a través de sus cuerpos. El dolor fue indescriptible para ambos mercenarios que cayeron al suelo.

- Chance, en algún lugar hay una bomba dispuesta a estallar en cinco minutos.

- No en ese edificio vengador. Nuestros sensores han analizado varias veces el hotel y no dan muestras de componentes químicos ni radiactivos capaces de provocar una explosión más allá de los que portan tus contrincantes. – Contestó el oficial de SHIELD

- Pero hablaban de... La Visión se apresuró a reanimar al mercenario llamado Adrián...- Mencionaste una bomba... ¿dónde?

La respuesta fue interrumpida por la irrupción del Segador y Leopoldus, enzarzados en su lucha singular. Los uniformes de ambos mostraban cortes sangrientos ocasionados por el filo del arma de su contrario. Sin embargo ninguno daba muestras de flaqueza. La presencia de la Visión detuvo el combate.

- Vaya, mi querido “hermano” ha venido a hacerme una visita.

- ¿La Visión? Me temo que a Gran M no le va a hacer ninguna gracia como se ha desarrollado esta operación... – pensó Leopoldus.

Sin previo aviso, y haciendo gala de una agilidad animal inesperada, Leopoldus agarró el cuerpo inconsciente de uno de los mercenarios que el sintozoide había derribado y lo lanzó contra la ventana más próxima al vengador. La Visión reaccionó de inmediato y con precisión matemática detuvo el vuelo del mercenario agarrándole de la pierna justo cuando su cuerpo ya asomaba al exterior. Habían pasado apenas dos segundos, el tiempo suficiente para que el líder de los asesinos arrojase una bomba de humo que cubriese su huida.

Con la habitación llena de humo y la visibilidad negada, el Segador aprovechó también para buscar una salida, pero la ruta elegida le llevó directamente a las manos de uno de los equipos de SHIELD que acordonaban el edificio.

- ¡Eric Williams, quedas detenido en nombre de SHIELD! Gritó el teniente Chance mientras él y sus hombres apuntaban al enmascarado. – ¡Levanta la guadaña donde la podamos ver y no hagas ningún movimiento brusco!

Williams pensó en ofrecer resistencia, pero todavía quedaban dos minutos para que su guadaña se recuperase del pulso electromagnético que la había anulado. Por si esto no fuera suficiente, los férreos dedos diamantinos de la Visión agarraron su muñeca derecha en una presa de la que no se podía librar.

- Está bien, está bien me rindo... – Dijo mientras el vengador desenganchaba la afilada prótesis de su brazo derecho.

- Teniente Chance, había otro hombre. Al parecer bastante decidido y peligroso.

- Mis hombres no han visto nada, y tenemos el edificio rodeado.

- Ey “hermano” ¿no me saludas? ¿Qué tal la familia? – intervino Eric.

La Visión hizo caso omiso al Segador, y volvió a interrogar a al mercenario llamado Adrian al que dos agentes de SHIELD escoltaban fuera del Excelsior.

- Habéis colocado una bomba. ¿Dónde?

- ¡Je, da igual ya no puedes hacer nada! Vamos a cargarnos a otro jefazo de Maggia mientras cena. En medio minuto la bomba estallará, y la cena de Joseph Manfredi se le indigestará.

- ¿Dónde?

- La hemos colocado en el restaurante donde está cenando ahora mismo, el Palatino.

El Palatino era donde Norman y Darby iban a cenar esa noche, recordó la Visión. Durante uno segundos su sangre sintética pareció congelarse en sus venas. Apenas quedaban diez segundos para la detonación.


Joseph Manfredi (Ala Negra), hijo y heredero de Silvio Manfredi más conocido como Melena de Plata, cenaba tranquilamente en su reservado en el Palatino con dos bellas modelos contratadas. Afuera, en el comedor principal Norman y Darby brindaban felices ajenos a todo. Los diez segundos transcurrieron...



Continuará...


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Referencias:
1 .- En la Maxiserie de la Visión y la Bruja Escarlata
2 .- En la mencionada Maxiserie

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