Elsewords Los Archivos A.L.S.T.R. Nº09

Título: La explicación.
Autor: Roberto Barreiro
Portada: Jun Kim
Publicado en: Febrero 2017

Mientras misteriosas fuerzas arcanas continúan conjurándose alrededor del joven Johnny, nuestros héroes parten en busca de las respuestas que necesitan para enfrentarse a ellas.
Fue en la hora más oscura del Hombre cuando surgieron los primeros super-héroes, patriotas disfrazados que simbolizaban nuestro ideal heroico y nos protegieron de los enemigos de la nación. Estas son las historias de..
Creado por Roberto Barreiro

Resumen de lo publicado: Durante una fiesta pratocinada por radio WHIZ  Billy Batson, Kent Nelson y Alan Scott, a pesar de sus increibles poderes, se ven incapaces de evitar el secuestro del joven Johnny Thunder.

Las cuatro figuras se miraron entre sí en el departamento de Alan Scott. Apenas se conocían y solo los extraños acontecimientos ocurridos en la fiesta de la noche anterior(1) los habían arrojado uno contra otro. Viendo que nadie hablaba, Scott apuró su cigarrillo y se dirigió a Kent Nelson.:

— No sé por qué pero creo que, si alguien puede explicar lo que ha pasado en ese departamento, ese eres tú.

Nelson lo miro, sonrió amablemente y respondió:

— Pues... hemos visto hacer y hemos hecho magia. ¿Porque? Porque, de alguna manera u otra, estamos participando en una partida de entes muchos más poderosos que la Humanidad misma. Y el destino nos ha llevado a ser algo más que meros peones en el juego. En este caso nuestro rival se llama Ian Karl Cullington, profesor de la universidad Miskatonic. Claramente está relacionado con un grupo más, y su objetivo es alguien de la casa Garnajaka, que parece clave en sus planes.

La voz de Billy Batson surgió con una timidez cantarina.

— Johnny. Debe ser Johnny. Era al que vi que le hacían algo ritual antes de que esa... cosa me atacara y me transformara en el Capitán Maravilla.

Pensó un segundo y le pregunto a Kent:

-¿Cómo me convertí en la realidad en el ser de mis sueños?

— Sospecho que debes de ser un Soñador poderoso. Tus viajes a las Tierras de los Sueños son directos y por eso el ser al que llamas Anciano decidió hacerte tu campeón allí. Que además permita que seas su campeón en el mundo de la vigilia implica que algo de ese mundo amenaza esta tierra. Que tres personas dotados por los Antiguos con poder estén en el mismo lugar no es casualidad.

— ¿O sea que el anillo y la linterna no me llegaron por casualidad? — dijo Scott — ¿Que me eligieron?

— Puede ser. Es probable que supieran que necesitaban a alguien que tuviera la fuerza mental suficiente para manejarlos. Porque no cualquiera lo puede hacer. Estos artefactos, tu linterna y anillo, mi yelmo, pueden matar o volver loco a la mayoría de la gente. Son criaturas exigentes y avasalladoras. Seguro has sentido que quieren hacer su voluntad, que debes refrenarlas.

— Si, algo así. Querían que matara a uno de esos pobres tipos convertidos en sombra. No les importaba para nada su vida

— Es que no les importa. Nuestros jefes nos ven como nosotros vemos a un buey: como algo que necesitan para cumplir una tarea y que pueden hasta alimentar pero que no tienen ningún escrúpulo en sacrificar si fuera necesario a su objetivo.

— Entonces ¿por qué hacerles caso?

Kent lo dijo con calma, pero todos sintieron el miedo en su tono de voz.

— Porque los que están del otro lado son infinitamente peores.


El camarote del barco era relativamente amplio y estaba decorado como un de primera clase de un transatlántico. Hasta una jukebox con sus discos favoritos había. Estaba claro que Bishal iba a ser tratado bien durante el viaje, sin que le faltara nada. Una verdadera jaula dorada. No había ojos de buey para ver al exterior, la puerta estaba cerrada por fuera y, desde que le joven había vuelto en sí, solo se había abierto para que un gigantesco matón rubio le dejara silenciosamente algo para comer y, tras un plazo razonable, retirara la bandeja.

Bishal estaba tirado en la litera cuando la puerta se abrió nuevamente. El tío Tenzin entró, seguido por el nazi de ojos gélidos que habían llamado Sun Koh. Su tío tenía esa mirada de preocupación habitual en él cuando creía que le había pasado algo.

— ¿Estás bien, sobrino? ¿Te sientes bien? – le preguntó, solícito, como si nunca hubiera tenido nada que ver con su secuestro. Como si no creyera que había motivo de enojo. De hecho, se asombró cuando un enfurecido Bishal le contestó en su idioma natal:

— ¡Me tienen secuestrado unos nazis gracias a que usted me entregó, convirtieron a la pobre Prajna en no sé qué monstruo haciendo brujerías, estoy en un barco en rumbo desconocido y ahora se preocupa por mi salud! ¿Por qué debería creer que su preocupación es sincera? ¿Alguna vez lo ha sido, tío?

La expresión de perro apaleado de su tío le dejó claro que había golpeado donde dolía. Sin embargo, no contestó. En su lugar, lo hizo Sun Koh, hablando su idioma nativo a la perfección, sin ningún tipo de acento:

— Créame, joven Garnajaka, que no soy un nazi, aunque tenga con ellos intereses en común. Y la preocupación de su tío por usted es, aunque no lo crea, sincera. De hecho, todos los que estamos aquí queremos que cumpla su Destino. Incluso su nodriza lo sabía. Aceptó ser envuelta por las sombras para ser su perro guardián. Lo que no esperábamos fue que nos detectaran tan rápidamente y pasara lo que pasó en su edificio. Esperábamos que todo fuera más discreto. Pero le aseguro que estamos aquí para que usted cumpla el destino trazado desde el mismo momento de su nacimiento…

— ¡Que no tengo ningún destino marcado!— grito exasperado Johnny.

— Al destino no se lo elige, sobrino – le dijo su tío.

— Además, nunca me ha dicho qué destino creen que me toca…

— Pues nada menos que ser uno de los Amos del Mundo – respondió Sun Koh.


Anton Zarnak los esperaba a la entrada del edificio de los Garjanaka. Miró con curiosidad a Scott y a Batson

— ¿Así que estos son los elegidos por los Antiguos, el Soñador y el Poseedor de la lámpara y el anillo? Definitivamente sus designios son incomprensibles para los mortales… — fue lo único que dijo al verlos.

Lo siguieron como un grupo de escolares sigue a su profesor en una visita guiada. La entrada del “penthouse” no estaba custodiada por policía sino por agentes de civil, lo cual no dejaba de ser curioso. Zarnak mostró un carnet oficial y los dejaron pasar.

Dentro del departamento, varias personas revisaban el lugar. En el centro del living hablaban dos hombres. Uno de ellos era delgado, de pelo alborotado, barba y bigote y una expresión de científico abstraído. El otro, pese a vestir de civil, era un militar de tomo y lomo. El olor del tabaco de su pipa llenaba el cuarto. Al verlos entrar, el militar de la pipa les hizo un gesto para acercarse.

— Justo comentaba con Buttenholm sobre sus protegidos, Zarnak. Si saben lo que pasó aquí, nos vendría muy bien…

— Comandante Winslow, ellos fueron parte de la pelea. Por lo que me han contado tenemos a Sun Koh y su gente metida en el entuerto. – dijo Zarnak.

— ¿Sun Koh? Mala cosa – dijo Buttenholm. – Eso quiere decir la Sociedad Thule. Eso quiere decir Alemania.

— Pero ¿Qué tiene que ver Sun Koh con Cullington y con el secuestro de un adolescente? Todavía no lo entiendo. – comentó Winslow.

Sin que nadie se lo pidiera, Billy Batson habló:

— Parecía que era alguien muy importante para sus planes, señor. Como que, sin él, nada de lo que hicieran tendría sentido…

— Definitivamente hay una pista a seguir ¿Quién podría darnos una pista? – dijo Zarnak

— El ama de llaves está recuperándose de su conversión en esa cosa sombra. A lo mejor son capaces de sacarle algún dato.

Scott interrumpió:

— Yo me había fijado en esos signos desperdigados por toda la casa – dijo, señalando los que había visto durante la fiesta(2) – Me recordaron a algo visto en mis viajes por China.

Buttenholm se acercó donde indicaba Scott y miró.

— Un sigilo de protección. ¿Para protegerse de qué?

— Tal vez para proteger de que descubriéramos a este adolescente… — afirmó Nelson. Y agregó, casi para sí: – Demasiados resguardos mágicos. Esto no es algo improvisado: aquí hay un plan de muy largo plazo…

— Tal vez lo mejor sea que sus muchachos vayan a averiguar que ha pasado con esa mujer, Zarnak – dijo Winslow – Si están metidos desde el comienzo que lo sigan. Veamos que hayamos aquí. Oficialmente están seleccionados como miembros del Proyecto ALSTR.


Johnny no quiso escucharlos. Toda la charla de su tío y de ese Su Koh sobre que era hora de enfrentar a su destino y convertirse en el avatar de algo, lo enfurecía. ¿Por qué haber nacido en una fecha específica lo volvía automáticamente en alguien específico, como si eso fuera una suerte? Toda la vida había querido evitar eso: él quería ser solo Johnny Thunder, un chico al que le gustaba Sinatra, los hot rods y que solo esperaba llegar laguna vez a tercera base con alguna chica, preferentemente bonita. Y ahora, sin darle siquiera posibilidad de pensarlo se lo llevaban a dios sabe dónde para volverlo un sumo sacerdote de algún lado donde seguro todos olerían a yak. Donde esperaban que hiciera una magia como la que había visto hacer y que lo único que le daba era miedo. Criaturas-sombra que poseen gente, hechizos que paralizan. Estaba aterrado e indefenso. Deseo con todo corazón que alguien supiera donde se hallaba y pudiera rescatarlo. Lo deseo una y otra vez, pidiéndole a su ángel guardián, a ese genio particular que siempre le hacía evitar los peores problemas, que lo encontraran y lo fueran a rescatar. Claro, después se acordó que ese era un ser imaginario, una personificación de una sucesión de hechos que solo pasaron y se desilusionó. Si tuviera un genio, realmente tendría que ser mucho más poderoso de lo que la realidad le mostraba…


— ¡Por Dios! – dijo Zarnak, agarrando un papel en el escritorio de Tenzin Gaharnaka. – Se nos estaba escapando y ahí estaba…

— ¿Qué halló? – preguntó Winslow – Raramente lo veo exclamar así.

— Fíjese: un recibo de arriendo de buque mercante listo para zarpar con la fecha de ayer. ¿Por qué un financiero necesita arrendar un barco mercante’

Tras mirarlo con detenimiento al papel, Winslow agregó:

— Mire el logo del recibo. “Compañera Naviera O Novo Mundo”. De Brasil, creada por inmigrantes alemanes y con participación de dinero de su madre Patria. Hace rato que tenemos la sospecha que están relacionada con la Abwehr(3).

— No se usted, comandante – dijo Zanak – pero creo que aquí tenemos algo.

— Me asombra que no viera el papel antes— terció Trevor Buttenholm

— A mí también. Habíamos visto muchas veces este escritorio. Hubiera jurado que, hasta hace un instante, este papel no estaba ahí.

— Lo que es la suerte, señor Zarnak… — dijo Winslow.

— ¿Suerte?… dijo, Zarnak, pensativo – Probablemente… Probablemente…


Prajna se encontraba en una habitación individual del hospital, con un guardia en la puerta. Según los médicos estaba en buen estado físico, y era plenamente consciente de su entorno. Más allá de estar muy callada no parecía muy afectada por haber sido convertida en una sombra asesina(4).

La puerta se abrió y entraron Blly Batson, Kent Nelson y Alan Scott en silencio.

— Señora Prajna. Buenas tardes. Necesitamos hacerles unas preguntas por lo que le ha pasado… — empezó Nelson.

Prajna los miró si ninguna simpatía. De hecho, si las miradas fueran armas, ellos habrían sido ametrallados. Empezó a hablar en su idioma natal.

— Así que han venido los esclavos de los Antiguos a hacerme preguntas sobre el Elegido. Unos idiotas que no saben lo que quieren detener.

— ¿Que? Disculpe, pero no la entiendo… – empezó Nelson, pero Alan le hizo un ademán para que se callara y le respondió en su mismo idioma.

— Señora, no somos esclavos de nadie y lo único que queremos es saber quién le hizo esto y secuestró a Bishal, el chico que ha criado estos años…

La risa los estremeció. En ese momento, solo en ese momento se dieron cuenta que la anciana podía parecer normal pero la locura la poseía firmemente.

— ¡He sido la encargada de cuidar a ese niñato, porque por algún caprichoso destino él ha sido llamado a ser la puerta para que Aquel que Espera en Leng pueda llegar a este mundo! ¡Hubiera querido años atrás que esto pasara y espero que logren que revele su verdadera misión y abandone su actitud infantil! ¡Lo que no ocurrirá es que yo les diga nada de nada!

Acto seguido, ante el atónito trío, comenzó a pronunciar unas palabras:

— ¡Iâ!! ¡Shub – Niggurath!! Kflrtler Leng lasftr omnnn! Krafler youg MI-Go Leng!!! Habashr!!!

En un instante las sombras la envolvieron, convirtiéndola en la criatura monstruosa que los había atacado.

— Scott: ¡Usa tu anillo! ¡Ahora! – gritó Nelson.

La sombra que era Prajna los atacó. Scott apenas tuvo tiempo de apuntar ocn su anillo hacia ella. UN muro verde salió de él y detuvo como un muro sólido el ataque de la sombra. Por instantes, la lucha fue pareja, con Scott concentrando toda su voluntad sobre ella.

— ¡Shaz…! – comenzó a decir Billy pero Nelson le tapó la boca.

— ¡Si haces eso aquí encerrados, tu relámpago nos mata! – le dijo.

De a poco Scott fue encerrando en una burbuja verde a la sombra. Y empezó a cerrarse sobre ella inflexiblemente. La cara de Scott empezó a vislumbrar otra cosa: temor.

— Estoy perdiendo el control… sobre el anillo. Quiere acabarla… y no puedo detenerlo…

— Lucha, concéntrate y… — dijo Nelson. Pero lo dijo con cansancio, como aconseja el coach de un boxeador al borde del nocaut.

El muro verde empezó a entrar y desgarrar las sombras impiadosamente. Antes de ser destrozada, la cosa hablo con una voz pronunciada por gargantas que no parecían humanas.

— Cuando se abra la Puerta y llegue el Que Espera en Leng, todos ustedes, presumidas criaturas humanas pedirán una muerte tan piadosa como la que me están dando. Idiotas que creen que pueden controlar ese poder. Morirán todossss….

Hubo un último resplandor verde y solo quedo el cuerpo de Prajna, muerta. Scott cayó a suelo inconsciente.

Entro el guardia

— ¿Qué… qué ha pasado aquí? – preguntó atónito

— Una lucha de peones, amigo. – repuso Nelson. – Solo una lucha de peones. Todavía falta ver como sigue la partida…

Continuará...


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Referencias:
1 .- Ver las dos entregas anteriores.
2 .- Los vió hace dos entregas.
3 .- La Abwehr, el servicio secreto alemán en el exterior, controlado por el almirante Canaris, un as del espionaje sutilmente conspirador contra Hitler que terminará fusilado tras su participación en el atentado de 1994 contra éste.
4 .- Lo vimos en episodios anteriores.

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