Animal Man nº 05

Título: La extinción dura para siempre (Bad moon rising)
Autor: Arturo Miguez
Portada: Sergio Calvet
Publicado en: Enero 2007

¡Los secretos de la misteriosa "llamada" por fin revelados! ¿Que tienen que ver con esto los agentes Darwin y Mendel? ¿Como afectará todo eso a nuestro amigo Buddy?
La vida de Buddy Baker era normal hasta que una nave alienígena le estalló otorgándole poderes animales, lo que le motivó para ser superhéroe... Y luego las cosas se volvieron extrañas. Conectado al campo morfogenético de la Tierra, Buddy trata de compaginar su vida familiar con la heroica, como…
Creado por Dave Wood y Carmine Infantino

- Ellen, vuelvo a repetirte que lo siento, no me hubiera presentado así si hubiera podido evitarlo pero, como te conté, algo o alguien me ha estado enviando señales psíquicas, eran unas señales con una esencia “animal”, así que pensé que Buddy podría ayudarme.

- Buddy está fuera, algo relacionado con supervillanos de poderes “animales”.- Ellen esperaba que Delfín no hubiese notado que la pronunciación de la última palabra de su frase trataba de imitar, con cierto tono irónico, a como la había pronunciado ella.

- Estoy segura de que todo está relacionado. ¿Dónde ha ido Buddy? A lo mejor la situación es peor de lo que pensamos y puede necesitar mi ayuda.- Delfín trató de levantarse del sofá en el que Ellen la había tumbado para que descansara, pero sus piernas no lograron levantar su peso y se precipitó hacia delante.

- ¿Estás bien?.- Ellen empezaba a preocuparse, Delfín no le caía del todo bien, pero tampoco le deseaba en absoluto mal alguno.- ¿Necesitas algo?.

- Sólo descansar un poco He venido nadando sin poder hacer una parada desde el mar de Arafura, al norte de Australia y estoy agotada. Pero no podía dejar de nadar hasta que llegara al lugar de la llamada... Era algo ciertamente extraño y aterrador. Si logro recuperar algunas fuerzas puedo tratar de buscar a Buddy y ayudarle.

- Si puedo yo ayudarte de alguna manera... No lo sé. Puedo llenar la bañera de agua y echarle un poco de sal marina.

- Te lo agradezco de verdad Ellen pero no soy una sirena.

- Claro.- ¿Estaría hablando en serio? ¿De verdad existían las sirenas y les gustaban los baños de agua con sal?

- Pero gracias de todos modos. Ya estás siendo demasiado amable, considerando las circunstancias. Creo que en unos minutos podré volver a andar y no te molestaré más.

- No me molestas en absoluto Delfín. Es que cada vez que recibo una visita digamos... superheroica me asusto por lo que le pueda pasar a Buddy.

- Sí, los superhéroes sólo venimos cuando las cosas están mal. Nunca para cenar con los amigos.

- Bueno, en la Liga, cuando estaba Buddy, sí se hacían esas cosas. Scott Free hacía unas barbacoas estupendas en su casa y Barda era un encanto con los invitados.- Ellen notaba como se estaba poniendo más y más nerviosa por momentos ¿Qué le estaría pasando a Buddy ahora mismo?- Pero sí, tienes razón, es lo que conlleva la profesión.


Bien, ya estaba en los sótanos del zoo y esos agentes que parecían sacados de un episodio de Expediente X tenían razón: era capaz de notar una presencia aquí abajo, una presencia animal que daba la sensación de brotar de la oscuridad en la que las calderas tenían su hábitat natural. No le costaba nada ver a pesar de la carencia de luz: las lechuzas eran capaz de hacerlo y todo lo que podía hacer un animal podía hacerlo él. Sin saber muy bien por qué empezó a acordarse de la vez que estuvo a punto de denunciar a un estudio de Hollywood después de que sus hijos alquilaran esa película tan horrorosa de un tío al que le ponen injertos animales y por alguna razón llegara a darse por aludido. ¡Qué espanto! Era una de las peores películas que recordaba haber visto nunca y no podía quitarse de la cabeza el que hubieran utilizado sus habilidades superheroicas sin consultarle. Era una burla sin la menor gracia, no sólo de sus poderes, sino también de los comportamientos animales. Ellen lo había encontrado gracioso hasta que el mimo ¿actor? hizo otra ¿película? de un señor que se metía en el cuerpo de una mujer y las diferencias entre sexos estaban contadas con una vulgaridad digna de concurso. ¿Por qué estaba pensando ahora mismo en todo esto con la de problemas que se le iban a venir encima?.

La presencia empezaba a hacerse más fuerte y todo el lugar cada vez se parecía más a una guarida animal. El olor a almizcle se juntaba con la sensación subconsciente de peligro que se tiene al saber que estás traspasando un territorio celosamente vigilado. Un grupo numeroso de murciélagos le pasó rozando la cabeza sin que llegaran a tocarle y en ese momento intuyó quien podía ser ese “supervillano animal”, alguien a quien Cliff consideraba mucho más chulo que Batman.

- Dr Langstrom, estoy aquí para ayudarle. Soy... Animal Man... Y creo que sé lo que está pasando. Salgamos juntos de aquí y veremos qué podemos hacer entre todos.

La respuesta vino envuelta en unos chillidos agudos como un regalo de navidad en un bonito papel de colores.

- Creo que ya no soy el Dr Langstrom. No sé lo que ha sido de él ni lo que me está pasando. Cada día me cuesta más tener reacciones humanas... El pensar como los bípedos se aleja más y más de mí... Sólo podía volar de noche, siguiendo la llamada... No podía hacer otra cosa.- Man Bat se descolgó de las cañerías más altas y con un hocico chato y verrugoso comenzó a olisquear a Buddy desde lo alto de su envergadura.

¿Por qué razón todos los supevillanos tenían que ser tan altos?, bueno, estaba ese tal Gizmo enemigo de los Titanes pero a él nunca le tocaba pelearse con alguien así. El hombre murciélago echó hacia atrás unos brazos musculosos dejando al descubierto sus alas aceitosas y membranosas mientras miraba con ojos legañosos al lugar que le había servido de nido hasta ese momento. Parecía estar luchando internamente por pensar de manera coherente.

- ¡Tú me has llamado! ¡Tú debes tener la respuesta y te la sacaré aunque tenga que roer todos tus huesos!.

Claro, no podía ocurrir de otra manera. No podía agradecerle la molestia de venir a por él. Tenía que hacerle algo a sus huesos. El humor de Buddy estaba basculando de un mosqueo considerable a un cabreo antológico, primero el agente Darwin y ahora Man Bat. Empezaba a estar harto de todo el mundo.

- Muy bien, como quieras.- Buddy tenía ya pensado qué hacer así que tan sólo soltó un potente chorro de luz al estilo luciérnaga y mientras Man Bat gritaba y se debatía le lanzó un puñetazo con la fuerza de un rinoceronte que bastó para empotrarle en una de las paredes del sótano. Le tomó el pulso para comprobar que vivía y le sujetó con unos hierros que encontró allí abajo y que dobló sobre sus muñecas.-A por el segundo y como vuelva a decirme algo sobre una llamada...


- ¿Así que eres amiga de mi papá?.- Maxinne parecía estar encantada con la visita, aunque no tanto como Cliff que no dejaba de mirarla. Los niños acababan de llegar del colegio y ni siquiera habían hecho el intento de ir a asaltar la nevera a por la merienda como hacían habitualmente.

- Sí, primero tocábamos en el mismo conjunto y luego fuimos compañeros en un grupo de superhéroes.- Delfín ya se había incorporado y estaba sentada en el sofá revolviendo el pelo de Maxinne. Con ese gesto de afabilidad empezó a ganarse un poco más el favor de Ellen que acababa de traerle un café cargado a su invitada.- Muchas gracias Ellen. La cafeína no se encuentra bajo el agua y ya la necesitaba.

- ¿Y cuales son tus poderes? -preguntó Cliff sin mirarla precisamente a los ojos.

- Pues... Puedo respirar bajo el agua y comunicarme con los delfines... Además tengo algo así como un sentido innato de la orientación... Tampoco gran cosa, pero en los setenta todo parecía muy hippy y muy molón.- Delfín sonreía mientras bebía el café y daba la sensación que empezaba relajarse y a sentirse más descansada.

- Pues pareces mucho más joven.- Sentenció Cliff de manera natural, sin que pretendiera hacerle un cumplido.

- Sí, mi envejecimiento tampoco parece seguir los causes normales, a lo mejor es la dieta de algas.

Era de una de las cosas que habían molestado a Ellen. Mientras ella perdía la lozanía de la juventud, las patas de gallo ya eran viejas conocidas y tenía que matarse a hacer ejercicio en el gimnasio para que su culo no tomara proporciones de utilitario, Delfín estaba igual que el primer día que la conoció, cuando cantaba a la perfección la canción insignia del grupo “Pheromons”, “Climbing the DNA” [1] .

- ¿Y vienes a ayudar a mi padre?.- Preguntó otra vez Cliff esta vez mirando a los ojos a su interlocutor tras haber interpretado correctamente la mirada de desaprobación de su madre.

- La verdad es que esperaba que me ayudara él.

- Ya verás como mi papá lo arregla todo.- Dijo Maxinne tratando de animar a Delfín porque había notado preocupación en su voz.


¿Qué había ocurrido?, algo le había golpeado la cabeza violentamente: una piedra, un trozo de metal, no lo sabía. El caso es que tras recibir el enorme impacto una mole gigantesca (como todos) y verde estaba tratando de aplastarle con una especie de llave de lucha libre y el efecto parecía como si un oso fan de la WWF hubiera además recibido lecciones de una boa constrictor. La respiración se le escapaba a bocanadas a Buddy. La visión se le nublaba y la sangre le martilleaba ferozmente en la sien. Ya casi no podía ver a esa especie de reptil enorme y antropomorfo que se le había llevado a la zona de los cocodrilos del acuario. Poco a poco perdía la consciencia y con ella la conexión al campo morfogenético. ¿No hay ningún animal capaz de resucitar una vez asfixiado tras aplastarle las cosillas?. La luz se fue.

- ¿Estás bien?.- Le preguntó alguien. Buddy abrió los ojos pero tardó un rato en poder enfocar y en que las señales neuronales llegaran a su cerebro. Era un joven con el pelo negro corto, con un peinado un tanto extraño y un traje que delataba su oficio superheroico, fuese quien fuese.- Me parece que he llegado en el momento justo. Es lo que tienen los viajes en el tiempo: parecen sujetos a sincronicidades pero en realidad pasan así porque ya han pasado antes en el pasado... No sé si me explico bien. Hace falta ser Brainiac para entender en su totalidad las complejidades de las paradojas temporales.

Buddy se levantó tambaleante miró a su lado y vio a Killer Croc inconsciente en el suelo. Alguien le había dado una paliza y no hacía falta ser el mejor detective del mundo para saber que había sido este joven que le recordaba alguien sin que pudiera precisar quién.

- Sí, estoy bien, gracias. Soy Animal Man, pero puedes llamarme Buddy. Lo prefiero.

- Claro, Buddy, yo soy Lobo Gris. Brin Londo, así que si quieres llamarme Brin puedes hacerlo.

- Gracias otra vez Brin... No quiero ser descortés, pero... ¿Qué estabas diciendo de los viajes en el tiempo?.

- Ah, claro, sí. Verás... Vengo del siglo XXXI en una máquina del tiempo que les he... cogido prestada a mis compañeros de la Legión de Superhéroes. Recibí una llamada a través de la Barrera del Tiempo y de alguna manera supe que venía del principio del siglo XXI. La llamada me ha traído hasta aquí. ¿Sabes tú algo?.

- No, pero creo que voy a empezar a saberlo de un momento a otro. Fuera hay dos personas que o me empiezan contar algo o no podrán volver a contar nada a nadie a no ser que aprendan a utilizar el Morse con los párpados. ¿Quieres venir?.


- Vaya. No esperábamos tener más audiencia. ¿Y dice usted que se llama Lobo Gris? Pues no consta en nuestros archivos a pesar de que sus poderes son “animales”.- El agente Darwin había vuelto a hacer el gesto de las comillas con los dedos. Buddy notaba como su calma se perdía a una velocidad cada vez mayor.- ¿De verdad no le importa que escuche todo lo que íbamos a contarle a usted en exclusiva, Buddy?

- No, me ha salvado la vida y para usted es Animal Man. Buddy es sólo para los amigos.- Por alguna razón confiaba mucho más en Brin que en estos dos personajes.

- Animal Man no se ponga a la defensiva. Comprendemos que pueda estar furioso y confundido pero somos sus amigos.- La agente Mendel trataba de evitar la pelea jugando a “agente misterioso de una organización secreta malo, agente misterioso de una organización secreta bueno”.- Sólo tratamos de ayudarle. Si su amigo con un parecido más que notable con Hugh Jackman quiere quedarse a escuchar puede hacerlo. Tal vez hasta le sea de utilidad en su viaje.

¡Hugh Jackman a ese le recordaba! ¡Cielos era clavado! ¿Tendría Jackman descendientes en el siglo XXXI? De nuevo su vida se volvía surrealista por momentos.

- Perdonen si voy a hacerles preguntas sin parar. ¿Qué es eso de un viaje? ¿Quién está llamando a la gente con poderes animales? ¿Qué pretenden ustedes y el tal Mr Grimm?. En resumen... ¿Qué coño está pasando?

- Vayamos por partes.- Empezó a hablar la agente Mendel mientras se la notaba como tomaba aire.- Vamos a hacerte una pequeña sinopsis. Con el tiempo te iremos dando más datos.

- Sí, “demasiada información” sería algo contraproducente.- Explicó el agente Darwin mientras Buddy se prometía que si volvía a verle hacer el gesto de las comillas le partiría la cara.

- Mi colega tiene razón, no sería buena idea. Empecemos por lo básico. Nadie sabe cómo se creó la vida en el universo, pero al surgir, surgió con ella el concepto de cambio, de permanencia en el ambiente mediante una mejora constante de los organismos... La evolución. Esta potencialidad de la vida futura se mantendría a través de una constante guerra evolutiva donde no se respetaría al más débil. La fuerza de la evolución, su energía, comenzó a desarrollar cierta consciencia y a decidir según sus propios deseos qué organismos sobrevivirían y cuáles no.

- Eso explica la existencia del ornitorrinco, ¿verdad?.- Brin se sentía un poco desplazado, así que trató de romper el hielo.

- Eso explica muchas cosas señor “Jackman” pero dudo que usted las entienda.- El agente Darwin acababa de mirar a Brin como a un cachorrito que ha hecho sus necesidades en una moqueta.

- Y ahora me dirán que la evolución no toma prisioneros, ¿no?- preguntó Buddy a quien le empezaba a doler la cabeza y comenzaba a sentirse mareado.

- Esa frase no es suya, es de Mr Grimm. Ya te dijimos que nosotros somos el bando bueno.- Respondió la agente.

- ¿Qué bandos? ¿De qué narices hablan?

- Sí, los bandos. Una vez que la evolución había decidido en innumerables ocasiones qué organismos se desarrollarían y cuáles no se sintió, podemos decir, “aburrida” (Buddy tuvo suerte, sus ojos empezaban a cerrarse por el vértigo y no vio al agente Darwin hacer por enésima vez el signo de las comillas con los dedos), falta de una definición mejor, y optó por darles la posibilidad de elegir a dos razas alienígenas. Estas razas deberían competir, en una metáfora de la guerra evolutiva, por encontrar la respuesta total a la evolución, el último peldaño para conseguir la perfección biológica y convertirse así en un igual a ojos de la fuerza de la evolución. De alguna manera estas razas sabían que la respuesta estaba, estaría, en la Tierra y trataron de comunicarse con los habitantes.

- Pero había un problema.- La agente Mendel había tomado el relevo.- Los dinosaurios eran poco comunicativos, por lo que forzaron la evolución de la vida en la Tierra. Eso explica la rapidez, en términos biológicos, de la creación de la vida humana.

- Así como la enorme cantidad de seres con “poderes” en este planeta. Es lo que tiene jugar a lo loco con los cromosomas. Pero a lo que iba: desde los inicios de la vida humana, desde el mismísimo Holoceno ha habido leyendas de “desaparecidos”, gente o raptada por los dioses, o por las hadas y actualmente...

- Abducidas- Buddy empezaba a sentir que en toda esta maraña había algo de sentido.

- Efectivamente.- La agente Mendel parecía feliz al ver lo deprisa que se enteraba de todo Buddy.- Trataban de dar con la llave de la evolución. Tardaron en descubrir que, al igual que la vida, la llave evolutiva debería desarrollarse y pasar por distintas etapas... o encarnaciones de cada vez más poder. Fue en el siglo XX cuando se descubrió que ya estaba a punto de surgir la llave definitiva. Hubo tres intentos de dar con ella. El primero fracasó, una de las razas de alienígenas fue destruida por la otra, en la estepa Siberiana. En Tunguska.

- El segundo intento, que tuvo algo más de acierto, ocurrió en Julio de 1947. Esta vez fue en Nuevo Méjico, en un pueblecito de mierda conocido como Roswell.

- ¿Y la tercera?.- Buddy había preguntado pero en su interior sabía la respuesta.

- ¿Tienes que preguntarlo, Buddy?.- El agente Darwin se sentía decepcionado.- La tercera fue la nave que se estrelló en el bosque al lado de tu casa y que te dotó de poderes “animales”.


- No termino de entender por qué razón hace esto.- Mr Grimm no se lo acababa de creer, pensaba que iba a tener que torturar hasta la muerte a esta persona para que colaborara y sin embargo parecía encantado de ayudar. Miró a su socio, una persona más bajita, gruesa y peluda, quien compartía con él la cara de asombro.

- Pues ya ve, digamos que odio a mi hermano. No es un sentimiento muy fraternal, lo se, pero qué le vamos a hacer.- Rod Baker contemplaba a estas dos personas tan extrañas y empezaba a trazar un plan en su cabeza, un plan que llevaba años preparando, esperando al momento justo para ponerlo en práctica.- Verán, tengo pinchado su teléfono, así me entero de todo lo que hace. Ahora está en el Zoo, mandado por unos tales agentes Darwin y Mendel. ¿Amigos suyos? Pero si quieren hacerle daño, además de su familia, a la que yo guardaría para el final, pueden probar con un local de ensayo donde un patético grupo de rock que debió disolverse en los setenta están tratando de luchar contra la evolución de la música. Pero no tienen nada que hacer: la Velvet Underground ha muerto, el presente es Enrique Iglesias.

- ¿Y qué ganara usted con esta ayuda tan desinteresada?. – El amigo de Mr Grimm preguntaba algo confundido.

- Ya se lo he dicho, tan sólo quiero que me dejen para mí a Ellen, toda para mí. Bueno, y a mi hijo, si quieren pueden matar a la niña.

- ¿Su hijo?.

- Sí, Cliff es hijo mío. Ni Buddy, ni el niño, ni la propia Ellen lo saben. Es lo que tiene la hipnosis. ¿No han visto que no se parece en nada al capullo de mi hermano?. Sólo quiero a Ellen y a Cliff, pueden hacer lo que quieran con el resto de personas del planeta.

Eso es a grandes rasgos lo que pensábamos hacer, sí.- Contestó un cada vez más pletórico Mr Grimm.


- Una vez que sólo quedó una raza de alienígenas, empezaron a actuar como la propia evolución. Creando una competición entre dos bandos, esta competición empezó en Roswell. Uno de los bandos, el de Mr Grimm y sus amigos contarían con ciertas “habilidades”. El otro, el nuestro, con montañas de información. Los dos sabemos ya donde está la llave, sólo queda encontrar la “cerradura”.

- Ahora me diréis que yo soy la llave. Esto empieza a parecerse a los cazafantasmas.

- Efectivamente, Buddy, eres la llave: el tótem cósmico. Dentro de ti está la clave para la evolución definitiva pero... no eres consciente de ello. Te falta desencriptarla.

- En términos “piratas” digamos que tienes el “mapa del tesoro” pero te falta la conocer la “clave” en la que está escrito.- Tres signos de comillas en una frase, el agente Darwin había conseguido sacar de quicio a Buddy.

- Y entonces, ¿debo hacer...?- preguntó Buddy, esta vez sin tratar de ocultar su enfado.

- Lo primero huir de la Tierra. Mr Grimm y sus aliados tratarán por todos los medios de hacer que te unas a ellos aunque tengan que matar a todos tus seres queridos. Sólo si tú estás fuera de la Tierra permanecerán a salvo. No podrán chantajearte porque en lo que tardarían en llegar las comunicaciones la partida ya tendría un rumbo distinto.- La agente Mendel parecía empatizar con Buddy y realmente sentía tener que darle estas malas noticias o al menos lo aparentaba muy bien. - Busca una nave y sal de la galaxia cuanto antes. Ya te iremos indicando hacia donde debes dirigirte.

- ¡Ellen!.- Buddy no se quedó a escuchar más. Había oído lo suficiente y voló con la velocidad del halcón peregrino para comprobar si su familia estaba bien.

- Creo que debería acompañarle señor “Jackman”. Su participación en esto puede ser definitiva.- El agente se dirigió a Lobo Gris mientras su compañera contemplaba boquiabierta a Animal Man perderse tras una nube .

Continuará...
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Referencias:
1 .- Aunque seguro que no hará falta traducirlo, por si acaso, “Climbing the DNA” (Escalando el ADN).

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