 | Título: Un día normal Autor: John Schneider Portada: Edgar Rocha Publicado en: Noviembre 2004
Dicen que antes de la tempestad hay una extraña calma y eso se puede aplicar al historia de los Defensores. Mientras grandes peligros acechan en el horizontes, los héroes disfrutan de unos breves momentos de paz antes de la tragedia...
|
El Doctor Extraño. Hulk. Estela Plateada. Namor. Poderosos guerreros que no encajan en ningun grupo. Cuatro héroes que se reúnen sólo cuando la Tierra se enfrenta a las mayores amenazas. Ellos son el "no-grupo" más famoso de la historia. Ellos son...
Creado por Roy Thomas y Ross Andru
Doctor Extraño y Clea
Caminando por la árida superficie de la dimensión oscura Stephen se ve abordado por sentimientos ambivalentes, por un lado su plan para impulsar a los Defensores va por buen camino y ha conseguido que sus compañeros se comprometan con él como demostró la hábil maniobra de Namor, pero hay algo que le preocupa, por experiencia propia sabe que es en la calma donde se preparan las tormentas. Por eso ha iniciado un programa de búsqueda usando el sistema informático del edificio tempo unido al orbe de Agamotto para rastrear cualquier incidente que pudiera esconder una amenaza. La información es simplemente abrumadora.
Pero eso es sólo una parte de lo que le preocupa porque hay una amenaza mucho más clara, la dimensión de la que le hablaron sus compañeros, la que visitaron con el Doctor Muerte. Un mundo donde los nazis ganaron y han impuesto su régimen de terror, hay tanto que no saben. Liberaron a un grupo de héroes, los Crusaders. Esa era la parte positiva del viaje, la negativa es que los nazis se habían apoderado del aparato que había usado la joven Hope para alcanzar nuestra dimensión. Eso le preocupa a Stephen, al igual que la presencia del monarca latveriano en el edificio Tempo.
Clea se acerca a él con un ramo de flores.
- Stephen, ¿te preocupa algo?
- Hay asuntos de los que debo ocuparme, pero aún tengo un rato libre.
- Pues disfrútalo conmigo, no creo que vayamos a tener muchos momentos así.
- Tienes razón.
Caminando por la árida superficie de la dimensión oscura Stephen se ve abordado por sentimientos ambivalentes, por un lado su plan para impulsar a los Defensores va por buen camino y ha conseguido que sus compañeros se comprometan con él como demostró la hábil maniobra de Namor, pero hay algo que le preocupa, por experiencia propia sabe que es en la calma donde se preparan las tormentas. Por eso ha iniciado un programa de búsqueda usando el sistema informático del edificio tempo unido al orbe de Agamotto para rastrear cualquier incidente que pudiera esconder una amenaza. La información es simplemente abrumadora.
Pero eso es sólo una parte de lo que le preocupa porque hay una amenaza mucho más clara, la dimensión de la que le hablaron sus compañeros, la que visitaron con el Doctor Muerte. Un mundo donde los nazis ganaron y han impuesto su régimen de terror, hay tanto que no saben. Liberaron a un grupo de héroes, los Crusaders. Esa era la parte positiva del viaje, la negativa es que los nazis se habían apoderado del aparato que había usado la joven Hope para alcanzar nuestra dimensión. Eso le preocupa a Stephen, al igual que la presencia del monarca latveriano en el edificio Tempo.
Clea se acerca a él con un ramo de flores.
- Stephen, ¿te preocupa algo?
- Hay asuntos de los que debo ocuparme, pero aún tengo un rato libre.
- Pues disfrútalo conmigo, no creo que vayamos a tener muchos momentos así.
- Tienes razón.
Pentágono
Un grupo de generales observa con cautela a un soldado de inferior rango.
- Y bien, ¿qué puede decirnos del incidente de la base B-13?
- Está todo bajo control, un grupo terrorista islámico intentó asaltarla pero pudimos contenerlos.
- ¿Algún prisionero?
- Me temo que no, señor.
- ¿Ha verificado la información?
- Sí, visité personalmente la base y su máximo encargado, el oficial Blackheart me enseñó los daños.
- Puede retirarse.
Un grupo de generales observa con cautela a un soldado de inferior rango.
- Y bien, ¿qué puede decirnos del incidente de la base B-13?
- Está todo bajo control, un grupo terrorista islámico intentó asaltarla pero pudimos contenerlos.
- ¿Algún prisionero?
- Me temo que no, señor.
- ¿Ha verificado la información?
- Sí, visité personalmente la base y su máximo encargado, el oficial Blackheart me enseñó los daños.
- Puede retirarse.
Arcángel y el Doctor Muerte
Warren Worthington mira preocupado el panel de su ordenador, el equipo de Cable ha localizado a Calavera y se dirigen a interceptarlo. Una situación sencilla comparada con la suya. El Doctor Muerte estudia minuciosamente la disposición del edificio como si buscara algún tipo de pauta que delatara la firma del Hechicero Supremo.
- Bueno, supongo que lo mejor será que vayamos al grano, ¿qué es lo que quieres de la Corporación X?
- La población mutante se ha multiplicado por todo el mundo, mi país no ha sido una excepción. Cada día aparecen niños con habilidades nuevas, algunas peligrosas, Mi proposición es la siguiente, podéis abrir una escuela para mutantes en Latveria, bajo mi supervisión directa. No es negociable.
- Lo hablaré con el profesor Xavier, pero no te aseguro nada, no queremos formar a tu ejército del mañana.
- ¿Crees que eso es lo que busco? Yo quiero la felicidad de mis habitantes. Para la conquista del mundo me basto yo solo.
- Bueno, supongo que lo mejor será que vayamos al grano, ¿qué es lo que quieres de la Corporación X?
- La población mutante se ha multiplicado por todo el mundo, mi país no ha sido una excepción. Cada día aparecen niños con habilidades nuevas, algunas peligrosas, Mi proposición es la siguiente, podéis abrir una escuela para mutantes en Latveria, bajo mi supervisión directa. No es negociable.
- Lo hablaré con el profesor Xavier, pero no te aseguro nada, no queremos formar a tu ejército del mañana.
- ¿Crees que eso es lo que busco? Yo quiero la felicidad de mis habitantes. Para la conquista del mundo me basto yo solo.
Estela Plateada y Bethany Cabe
Bethany Cabe mira tranquila los monitores mientras toma un café. A su lado Estela Plateada estudia con atención la estructura del edificio.
- Estela.
- Llámame Norrin.
- Vale, Norrin, siempre me he preguntado cómo te sientes en la Tierra, no quiero ser una fisgona pero me intriga.
- A veces me he sentido raro, apartado, pero ahora creo que me estoy integrando, supongo que tener la oficina de la Corporación X y a mis compañeros hace que me esté más cómodo.
Por el rabillo del ojo nota una sombra deslizarse en el monitor. Norrin se concentra y señala el monitor.
- Hay un intruso.
- Eso es imposible, los sensores no detectan nada fuera de lo normal, claro que…
- Puedo sentirlo, está analizando nuestras defensas, alerta al equipo de seguridad, voy a echar un vistazo rápido.
Bethany Cabe mira tranquila los monitores mientras toma un café. A su lado Estela Plateada estudia con atención la estructura del edificio.
- Estela.
- Llámame Norrin.
- Vale, Norrin, siempre me he preguntado cómo te sientes en la Tierra, no quiero ser una fisgona pero me intriga.
- A veces me he sentido raro, apartado, pero ahora creo que me estoy integrando, supongo que tener la oficina de la Corporación X y a mis compañeros hace que me esté más cómodo.
Por el rabillo del ojo nota una sombra deslizarse en el monitor. Norrin se concentra y señala el monitor.
- Hay un intruso.
- Eso es imposible, los sensores no detectan nada fuera de lo normal, claro que…
- Puedo sentirlo, está analizando nuestras defensas, alerta al equipo de seguridad, voy a echar un vistazo rápido.
Bruce Banner, Hulk.
La alarma de seguridad empieza a sonar por todo el edificio. Bruce Banner deja una simulación corriendo y coge marca en el videoteléfono el número de seguridad.
- ¿Ocurre algo?
- Tenemos un intruso.
- ¿Queréis ayuda?
- Nos vendría bien, puede que quiera acceder al sistema informático.
- Me vendrá bien algo de acción.
La alarma de seguridad empieza a sonar por todo el edificio. Bruce Banner deja una simulación corriendo y coge marca en el videoteléfono el número de seguridad.
- ¿Ocurre algo?
- Tenemos un intruso.
- ¿Queréis ayuda?
- Nos vendría bien, puede que quiera acceder al sistema informático.
- Me vendrá bien algo de acción.
Namor
Cuando Stephen le dijo que la piscina recrearía un ambiente marino Namor no le creyó pensó que no sentiría lo mismo que en su hogar, Atlantis, y que sería como nadar en un Hudson limpio, lo cual también tenía su mérito, el resultado ha superado ampliamente sus expectativas.
Debido a su naturaleza híbrida Namor no pertenece por completo ni al mar ni a la tierra, por eso, al igual que los animales anfibios tiene que pasar temporadas en los dos medios para mantener un equilibrio, y sabe muy bien lo que pasa cuando ese equilibrio se rompe, y los habitantes de Nueva York.
El ruido de la alarma no llega a Namor pero sí su causa, una sombra se desliza por la superficie, pero cuando el príncipe vengador sale del agua ha desaparecido sin dejar rastro.
Cuando Stephen le dijo que la piscina recrearía un ambiente marino Namor no le creyó pensó que no sentiría lo mismo que en su hogar, Atlantis, y que sería como nadar en un Hudson limpio, lo cual también tenía su mérito, el resultado ha superado ampliamente sus expectativas.
Debido a su naturaleza híbrida Namor no pertenece por completo ni al mar ni a la tierra, por eso, al igual que los animales anfibios tiene que pasar temporadas en los dos medios para mantener un equilibrio, y sabe muy bien lo que pasa cuando ese equilibrio se rompe, y los habitantes de Nueva York.
El ruido de la alarma no llega a Namor pero sí su causa, una sombra se desliza por la superficie, pero cuando el príncipe vengador sale del agua ha desaparecido sin dejar rastro.
Llamando al Doctor Extraño
- Hola, Stephen, no quiero preocuparte, pero hemos recibido una visita anónima, un intruso se ha colado en el edificio y ha desaparecido.
- ¿Tenemos imágenes?
- Muy difusas, estamos intentando sacar algo útil,
- Bien, mantenedme informado, volveré enseguida.
- ¿Ocurre algo?
- Nada grave, pero tengo que volver. Si necesitáis algo sabes llama.
- Lo haré.
Clea acompaña a Stephen al portal, mientras éste mira pensativo el horizonte.
- Espero que esta sea la buena.
- Tenemos a los héroes más poderosos de la Tierra, ¿qué más podemos pedir?
- Esos son los Vengadores.- Responde el Hechicero Supremo con una sonrisa.
- Hola, Stephen, no quiero preocuparte, pero hemos recibido una visita anónima, un intruso se ha colado en el edificio y ha desaparecido.
- ¿Tenemos imágenes?
- Muy difusas, estamos intentando sacar algo útil,
- Bien, mantenedme informado, volveré enseguida.
- ¿Ocurre algo?
- Nada grave, pero tengo que volver. Si necesitáis algo sabes llama.
- Lo haré.
Clea acompaña a Stephen al portal, mientras éste mira pensativo el horizonte.
- Espero que esta sea la buena.
- Tenemos a los héroes más poderosos de la Tierra, ¿qué más podemos pedir?
- Esos son los Vengadores.- Responde el Hechicero Supremo con una sonrisa.
Nick Furia
Furia se pasea como una fiera enjaulada por la oficina, no le gusta esperar, y mucho menos quedarse cruzado de brazos. Cráneo Rojo les derrotó en la Tierra Salvaje, y ahora es el amo de la zona, no importa cómo se lo presenten en los informes, para él sigue siendo una cagada, y el que Calavera se pasee por los EEUU con una bomba atómica no ayuda mucho.
Lo peor es que no puede usar a los agentes de SHIELD ni a ningún grupo de superhéroes oficial para capturarle por culpa de un estúpido acuerdo con Cráneo Rojo, por eso ha tenido que recurrir a Cable y los restos de su media docena, lo cual no le hace precisamente feliz.
Una musiquilla le avisa de una llamada entrante. Nick se abalanza sobre la pantalla como un león herido.
- ¿Estáis sobre el objetivo?
La cara de Cable aparece en la pantalla. El ojo biónico parece querer atravesar al director de SHIELD.
- Le estamos vigilando, están parapetados en una fábrica de munición. He enviado a Dominó y a G. W. a estudiar el terreno, Martillo será nuestro enlace.
- Una gran familia feliz,
- No somos los Brady, somos soldados y haremos nuestro trabajo.
- Eso espero, o empeñaré tus partes metálicas para pagar mi pensión.
Una cara femenina blanca con una zona negra aparece de improviso en la pantalla.
- Hola, Coronel, Tenemos que darnos prisa, se están preparando para trasladarse.
- ¿A qué esperáis?
- Media docena, en marcha, Dom, ven conmigo. Bridge, tú con Garrison. Martillo, avísanos de cualquier contingencia. Adelante.
Furia se pasea como una fiera enjaulada por la oficina, no le gusta esperar, y mucho menos quedarse cruzado de brazos. Cráneo Rojo les derrotó en la Tierra Salvaje, y ahora es el amo de la zona, no importa cómo se lo presenten en los informes, para él sigue siendo una cagada, y el que Calavera se pasee por los EEUU con una bomba atómica no ayuda mucho.
Lo peor es que no puede usar a los agentes de SHIELD ni a ningún grupo de superhéroes oficial para capturarle por culpa de un estúpido acuerdo con Cráneo Rojo, por eso ha tenido que recurrir a Cable y los restos de su media docena, lo cual no le hace precisamente feliz.
Una musiquilla le avisa de una llamada entrante. Nick se abalanza sobre la pantalla como un león herido.
- ¿Estáis sobre el objetivo?
La cara de Cable aparece en la pantalla. El ojo biónico parece querer atravesar al director de SHIELD.
- Le estamos vigilando, están parapetados en una fábrica de munición. He enviado a Dominó y a G. W. a estudiar el terreno, Martillo será nuestro enlace.
- Una gran familia feliz,
- No somos los Brady, somos soldados y haremos nuestro trabajo.
- Eso espero, o empeñaré tus partes metálicas para pagar mi pensión.
Una cara femenina blanca con una zona negra aparece de improviso en la pantalla.
- Hola, Coronel, Tenemos que darnos prisa, se están preparando para trasladarse.
- ¿A qué esperáis?
- Media docena, en marcha, Dom, ven conmigo. Bridge, tú con Garrison. Martillo, avísanos de cualquier contingencia. Adelante.
Una última cosa
Estela Plateada avanza entre los ordenadores que constituyen el corazón de Tempo siguiendo un rastro de energía. El rastro se detiene frente a uno de ellos, algo llama su atención, un dispositivo cuadrado transparente, invisible para cualquiera menos para él. Al tocarlo se enciende y una voz suave dice: Me has descubierto. Y explota.
Continuará…
En el próximo número: ¿Quién es el intruso? ¿qué prepara el Dark Wizard? ¿Aceptará Warren la oferta del Doctor Muerte? Y el esperado combate entre los chicos de Cable y Calavera.
Estela Plateada avanza entre los ordenadores que constituyen el corazón de Tempo siguiendo un rastro de energía. El rastro se detiene frente a uno de ellos, algo llama su atención, un dispositivo cuadrado transparente, invisible para cualquiera menos para él. Al tocarlo se enciende y una voz suave dice: Me has descubierto. Y explota.
Continuará…
Si te ha gustado la historia, ¡coméntala y compártela! ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario